Sumario Especial de Octubre 2021 de Revista ROL de Enfermería

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Sumario del mes Octubre 2021

Cuidar y tratar la psoriasis cutánea: un millón de afectados por una de las patologías de la piel que mayor tasa de depresión causa

                 Cuidar y tratar la psoriasis cutánea: un millón de afectados por una de las patologías de la piel que mayor tasa de depresión causa 

  • Así se ha puesto de manifiesto durante la tercera sesión del ciclo ‘En la piel de la enfermera’, puesta en marcha por el Consejo General de Enfermería a través de su Instituto Superior de Formación Sanitaria, ISFOS, y con la colaboración de CeraVe.
  • La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica que afecta fundamentalmente a la piel y que supone una merma en la calidad de vida, conlleva el riesgo de sufrir otras patologías y ocasiona graves problemas en la salud mental de quien la padece.
  • Luchar contra el estigma que produce la psoriasis es uno de los retos a los que se enfrentan los profesionales sanitarios, que deben educar y concienciar a la población en este ámbito.

Alrededor de un millón de personas sufren psoriasis en España, una enfermedad inflamatoria crónica que afecta fundamentalmente a la piel y que supone una merma en la calidad de vida, conlleva el riesgo de sufrir otras patologías y ocasiona graves problemas en la salud mental de quien la padece.

Las administraciones deben ser conscientes de esta realidad y fomentar programas para potenciar el autocuidado, investigar nuevos tratamientos y mejorar el día a día de estos pacientes. Ha sido durante la celebración del webinar “Psoriasis: cuidados del paciente e impacto en su calidad de vida” donde se ha puesto de manifiesto la necesidad de dar voz a los pacientes y educar a la población para evitar problemas de discriminación y estigma. Esta jornada, enmarcada dentro de la campaña ‘En la piel de la enfermera’, puesta en marcha por el Consejo General de Enfermería a través de su Instituto Superior de Formación Sanitaria, ISFOS, y con la colaboración de CeraVe, ha contado con la inscripción de más de 2.000 enfermeras, que buscan potenciar su formación en el cuidado y mejora de la calidad de vida de los pacientes.

“Con los datos en la mano, ver que en España un millón de personas sufren psoriasis supone un reto para el Sistema Nacional de Salud. Las enfermeras, como la profesión sanitaria más numerosa, tenemos que estar al frente del cuidado de estas personas y conocer todos y cada uno de los métodos para aliviar su dolencia, así como para prevenir problemas mayores de salud mental como la ansiedad o la depresión derivadas de la enfermedad”, apunta Pilar Fernández, vicepresidenta del CGE y directora de ISFOS.

En esta misma línea se encuentra Manuel Eros Rodríguez, enfermero del Hospital Provincial Conxo de Santiago de Compostela, que ha recalcado que una de las principales funciones de los enfermeros con estos pacientes es escuchar. “Nuestra labor es escucharlos y dedicarles tiempo porque muchas veces lo único que necesitan es que se les preste un poco de atención. Si nosotros tenemos preocupación con respecto al estado anímico del paciente, hacemos un cuestionario para evaluar su salud mental y, en el caso de que sea necesario, sugerimos que busquen ayuda psicológica profesional”, ha resaltado.

Picor

Entre otros síntomas, la piel con psoriasis presenta una alteración de la barrera cutánea, descamación y, además de los signos visibles, picor. “Cada día tenemos mejores tratamientos para esta patología, entre los que destacan los fármacos biológicos, que son tratamientos dirigidos contra la molécula que está alterada en la psoriasis. Tienen una eficacia altísima y cada vez tenemos más conocimientos sobre las enfermedades asociadas. No estamos cerca de la cura, pero sí del control total de la patología y quizás en un futuro podamos hablar de curación”, ha destacado Álvaro González Cantero, especialista en Dermatología y Venereología del Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid) y del Grupo Pedro Jaén.

Asimismo, el enfermero ha explicado que uno de los mayores miedos, sobre todo entre los más jóvenes, es el aspecto físico que puede generar la psoriasis. “Les preocupa qué imagen reflejan y cómo les ve la gente, sobre todo cuando la afectación es en zonas visibles como la cara o los brazos. Muchas veces acuden a la consulta en pleno verano con manga larga para que no se les vea o utilizan maquillajes cubrientes”, ha subrayado Rodríguez. Además, ha apuntado que también suelen tener bastante preocupación “cuando ensucian porque tienen mucha descamación”. “A veces se quitan la camiseta y pueden llenar la camilla de escamas, es muy embarazoso para ellos”, ha comentado. Para él, contar con enfermeras expertas es fundamental porque “es imprescindible dedicar tiempo a los pacientes, escucharlos, enfocar bien los cuidados que necesitan y ver cómo llevan su día a día”.

Este miedo viene derivado, muchas veces, del grandísimo estigma asociado a la enfermedad. “Una paciente me decía que es la peor enfermedad de todas porque se lo tienes que contar a todo el mundo. Es muy típico que no vayan a la playa o a la piscina, que no se pongan pantalón corto… De hecho, es una de las patologías que mayor tasa de depresión tiene”, ha advertido el dermatólogo Álvaro González.

Medidas higiénico-sanitarias

En su intervención, Mercedes Abarquero, farmacéutica y responsable de Comunicación Científica de CeraVe, ha destacado que el tratamiento farmacológico debe estar acompañado de medidas higiénico-sanitarias donde se incluya el uso de dermocosméticos. “Pueden ayudar a reparar la barrera cutánea y mejorar visiblemente el aspecto y el confort de estas pieles. La utilización de productos de higiene y de hidratación son claves en las pieles con psoriasis, en las que, además, es clave la incorporación de activos como el ácido salicílico, el LHA o lipohidroxiácido o la urea, que presentan propiedades queratolíticas y queratoplásticas, junto con activos como las ceramidas, que ayudan a reparar la barrera cutánea”, ha resaltado Abarquero.

De igual manera, Isabel Castillejo, directora de Relaciones Médicas de L’Oreal Cosmética Activa, ha destacado el compromiso de CeraVe para ayudar a “contribuir a la mejora de la calidad de vida de las personas a través del cuidado de la piel y en concreto ayudar a las personas con psoriasis cutánea, donde la enfermería juega un importante en el cuidado de estos pacientes”. “Estamos muy orgullosos de haber puesto en marcha este proyecto en colaboración con el Consejo General de Enfermería. Un proyecto que engloba distintas acciones de formación como el webinar de hoy y el desarrollo próximamente de una infografía y un vídeo animado sobre cuidados en la psoriasis”, ha aseverado.

Riesgo cardiovascular

Álvaro González ha explicado también la necesidad de seguir estudiando los beneficios que tienen los tratamientos contra la psoriasis con el riesgo cardiovascular. “Hoy en día sabemos que los pacientes con psoriasis, por la inflamación en la piel, también tienen inflamación en las arterias del corazón y conlleva mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Estamos estudiando esto y tenemos indicios de que con los tratamientos que existen para la psoriasis se obtienen beneficios a nivel de las arterias y ahora queremos ver si esto repercute en que disminuyan los eventos cardiovasculares de los afectados”, ha puntualizado.

Por su parte, el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya, se ha mostrado muy orgulloso de esta colaboración, que está siendo todo un éxito entre las enfermeras de España, con una enorme participación. “Es fundamental la formación continua en nuestra profesión y es un orgullo ver cómo los enfermeros y enfermeras han reaccionado a esta serie de jornadas que se están llevando a cabo desde nuestro Consejo General. Además, hace unos días, hemos ampliado hasta el 31 de diciembre el plazo de presentación de trabajos para la beca “En la piel de la enfermera”, una iniciativa que busca reconocer y premiar al mejor proyecto dirigido a mejorar la calidad de vida de las personas a través del cuidado de la piel. Así, de todas las ideas que se reciban, aquella que resulte ganadora obtendrá 6.000 euros para llevarla a cabo. Es, en definitiva, un gran proyecto para todos aquellos profesionales que trabajan por y para el cuidado de la piel de los pacientes”, ha concluido Pérez Raya.

Isabel Castillejo ha recalcado que el compromiso de CeraVe y la organización enfermera es firme y por eso esta beca es un ejemplo más de esa unión con el colectivo de enfermería, que “servirá para desarrollar iniciativas enfermeras que tengan impacto en la sociedad”.

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El CGE alerta de que los restos de medicamentos peligrosos en las superficies donde se preparan pueden provocar cáncer en enfermeras, pacientes, familiares y cuidadores

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Presentación de la “Guía para la monitorización de superficies con medicamentos peligrosos”

El CGE alerta de que los restos de medicamentos peligrosos en las superficies donde se preparan pueden provocar cáncer en enfermeras, pacientes, familiares y cuidadores

 

  • Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, advierte de que “las enfermeras deben contar con la mayor protección individual durante la manipulación de medicamentos peligrosos, garantizando a la vez unos adecuados cuidados al paciente y además han de estar informadas y formadas sobre los riesgos asociados a la actividad que realizan, tomando las medidas necesarias para evitar peligros para su propia salud”. 
  • “Hablamos de fármacos que son de uso muy frecuente, que se emplean en quimioterapia, pero también inmunosupresores, antivirales, antiepilépticos. Hay fármacos que se utilizan con pacientes trasplantados para evitar el rechazo, o incluso en artritis reumatoide o para el tratamiento de embarazos ectópicos”, explica Tamara Domingo, coordinadora de la guía. 
  • En la mayoría de los casos estos fármacos se emplean en ámbitos sanitarios, pero hay que tener en cuenta que también se pueden utilizar en el domicilio de los pacientes crónicos, adultos y pediátricos, de pacientes trasplantados u oncológicos. 
  • “Estos fármacos pueden provocar cáncer, mutaciones o afectar a la capacidad reproductiva de quienes los manipulan. Además, se ha demostrado que el riesgo de exposición se produce tanto en la fase de preparación como en la de administración, por lo que se deben establecer procedimientos que aseguren la menor exposición posible en ambas fases”, subraya José Luis Cobos, vicepresidente del CGE. 

 En Europa hay más de 12,7 millones de profesionales de la salud potencialmente expuestos a medicamentos peligrosos de los que 7,3 millones son enfermeras y enfermeros. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 2012 se produjeron más de 106.500 muertes por cáncer atribuidas por exposición a substancias cancerígenas en nuestro marco laboral, convirtiendo el cáncer ocupacional en la “primera causa de muerte entre los trabajadores europeos”. No en vano, para la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el Trabajo (EU-OSHA) la medicación peligrosa representa el factor de riesgo químico más importante en sanidad.

Si bien la mayoría de los riesgos laborales han sido cubiertos por la legislación europea y nacional, todavía quedan algunas lagunas como pueden ser las superficies donde se preparan estos medicamentos.

Como explica Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, “las enfermeras deben contar con la mayor protección individual durante la manipulación de medicamentos peligrosos, garantizando a la vez unos adecuados cuidados al paciente y además han de estar informadas y formadas sobre los riesgos asociados a la actividad que realizan, tomando las medidas necesarias para evitar peligros para su propia salud”.

Por ello, el Consejo General de Enfermería, en colaboración con el Instituto Español de Investigación Enfermera, ha elaborado una Guía para la monitorización de superficies con medicamentos peligrosos que pretende ser un documento de fácil lectura para la monitorización de los medicamentos peligrosos en las unidades de enfermería, fuera del servicio de Farmacia Hospitalaria.

“En general hablamos de áreas y superficies donde se reciben, transportan, preparan, administran y desechan los medicamentos peligrosos, que corren el riesgo de hallarse contaminados por dichos medicamentos sin ningún control rutinario de la exposición. En algunas ocasiones pueden dar lugar a contacto a través de la piel, no sólo en la preparación y administración, sino también, con restos de medicamentos en superficies de trabajo o áreas contaminadas, manipulación de líquidos corporales o ropa de cama, acciones de descontaminación y limpieza de las zonas de preparación y gestión de los residuos”, explica José Luis Cobos, vicepresidente del CGE y uno de los autores de la guía.

Para la elaboración de esta guía se definió un proyecto de investigación dividido en dos fases. “En la primera se creó un grupo de expertos en las áreas de hospitalización de oncología, tanto adulto como pediátrico, hospital de día, hospitalización de medicina interna, así como servicios especiales de cara a identificar los medicamentos peligrosos a monitorizar, así como describir las zonas y la frecuencia de la monitorización para poder desarrollar e implantar un procedimiento para la monitorización cuantitativa de los niveles de contaminación en una segunda fase”, detalla Guadalupe Fontán, miembro del Instituto Español de Investigación Enfermera y una de las autoras de la guía.

Conclusiones

Se trata de un trabajo que han desarrollado durante casi un año y en el que han participado 13 enfermeras expertas de distintos centros hospitalarios de toda España.

Entre las conclusiones a las que han llegado destaca que “no es posible monitorizar todos los medicamentos peligrosos empleados en los centros, por lo que se deben establecer “fármacos diana”.  De tal forma que, cada centro sanitario debe evaluar los fármacos más utilizados y escoger aquellos que más utiliza para la monitorización de superficies”, explica Tamara Domingo, miembro del Instituto Español de Investigación Enfermera y coordinadora de la guía. Por ello, en la guía incluyen una lista de fármacos que, en todo caso, deberían monitorizarse: doxorrubicina, 5-fluorouracilo, metotrexato; además de ganciclovir, tracolimus, micofenolato, Bacillus calmette Guerin(BCG), epirrubicina, doxorrubicina pegilada, paclitaxel, azacitidina, ciclosporina o fenitoína.

“Hablamos de fármacos que son de uso frecuente, que se emplean en quimioterapia, pero también son inmunosupresores, antivirales, antiepilépticos. Hay fármacos que se utilizan con pacientes trasplantados para evitar el rechazo, o incluso en artritis reumatoide o para el tratamiento de embarazos ectópicos”, explica Domingo.

“En la mayoría de los casos estos fármacos se emplean en ámbitos sanitarios -añade Guadalupe Fontán- pero hay que tener en cuenta que también se pueden usar en el ámbito doméstico, en hospitalización domiciliaria, de los pacientes crónicos adultos y pediátricos, de pacientes trasplantados, oncológicos. Por otra parte, cada vez se extienden más los tratamientos intravenosos u orales en el ámbito residencial o sociosanitario y estos ámbitos no implementan habitualmente controles sobre el uso de estos fármacos”, detalla la enfermera.

“No olvidemos que estos fármacos que pueden provocar cáncer, mutaciones o afectar a la capacidad reproductiva de quienes los manipulan. Además, se ha demostrado que el riesgo de exposición se produce tanto en la fase de preparación como en la de administración, por lo que se deben establecer procedimientos que aseguren la menor exposición posible en ambas fases”, subraya José Luis Cobos.

Por ello, en la guía proponen vigilar determinadas zonas con un alto riesgo de contener este tipo de medicamentos peligros. “En concreto, hemos convenido que sería preciso vigilar especialmente las salas de enfermería, las de medicamentos, donde se almacenan, los mostradores y carros de medicación, los teclados y ratones de los ordenadores, los suelos de las áreas de cuidado del paciente y de los baños, pero también, las sillas o las mesitas y las camas de los pacientes que es donde hemos encontrado que el riesgo de residuos es más alto”, detallan las autoras de la guía.

Además, recomiendan llevar a cabo la toma de muestras al finalizar la jornada laboral, antes de llevar a cabo los protocolos de limpieza y/o descontaminaciones habituales y después de los mismos.

Una vez editada la guía, y puesta a disposición de todos los enfermeros interesados de manera gratuita, ya están diseñando un nuevo estudio que demuestre la disminución del riesgo de exposición a estos medicamentos peligrosos con la implantación de las recomendaciones recogidas en el estudio en distintos centros hospitalarios de todo el Estado.

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Nuevo Código Ético del Consejo Internacional de Enfermeras

El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) ha hecho público  su recién revisado Código Deontológico para la Profesión de Enfermería. Tal y como se recoge en el propio Código se trata de una declaración de los valores, responsabilidades profesionales y ámbitos competenciales de rendición de cuentas a nivel profesional de las enfermeras y los estudiantes de enfermería que define y guía la práctica ética enfermera en sus distintos roles y ámbitos de ejercicio. o es un código de conducta, pero puede actuar corno marco para la práctica enfermera y la toma de decisiones éticas, con el fin de cumplir los estándares profesionales establecidos por los organismos reguladores.

El Código incluye cuatro elementos principales que ofrecen un marco para una práctica ética: las enfermeras y los pacientes u otras personas que requieren cuidados o servicios; las enfermeras y la práctica; las enfermeras y la profesión; y las enfermeras y la salud global.

Este nuevo código es una actualización de los códigos anteriores que han sido el estándar para las enfermeras en todo el mundo desde que se adoptó por primera vez en 1953. En este sentido hemos de comentar que en su revisión se ha participado muy activamente desde España, con aportaciones del Consejo General y de muchos colegios provinciales y cuya versión final incorpora el sentido de muchas de nuestras aportaciones.

Descargar código ético del CIE

El CGE insta a las administraciones, hospitales y centros de salud a crear protocolos para cuidar y ayudar en el duelo a las familias que sufren una muerte perinatal

Día Mundial por la Concienciación y Visibilización de la Muerte Perinatal

 

El CGE insta a las administraciones, hospitales y centros de salud a crear protocolos para cuidar y ayudar en el duelo a las familias que sufren una muerte perinatal 

 

  • Las enfermeras consideran imprescindible contar con estructuras que sienten las bases de cómo debe ser la atención en estos casos en los que fallece el bebé desde las 25 semanas de gestación hasta un mes después del nacimiento para evitar problemas de salud mental y prevenir duelos complicados en el futuro.
  • “Somos conscientes de que cada vez está más normalizado tratar a estas familias con la mayor empatía posible, pero todavía queda mucho por hacer. Debemos desterrar comentarios, miradas o actitudes que pueden hacerles un daño enorme”, explica Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.
  • Desde la institución recalcan la importancia de dar visibilidad a estos casos y no ocultar una realidad muy dolorosa que existe y que afecta enormemente a la vida de quienes lo padecen. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de muerte perinatal se sitúa en 4 defunciones por cada mil nacidos vivos.

 

Ayudar, cuidar y asistir a aquellas mujeres y sus parejas que sufren una muerte perinatal es fundamental para conseguir que logren afrontar el duelo de la mejor manera posible. Para ello, es imprescindible contar con protocolos estandarizados que sienten las bases de cómo debe ser la atención en estos casos para evitar problemas posteriores de salud mental y prevenir duelos complicados en el futuro.

Con motivo del Día Mundial por la Concienciación y Visibilización de la Muerte Perinatal, que se celebra este viernes, 15 de octubre, el Consejo General de Enfermería insta a todas las administraciones, hospitales y centros de salud a contar con estos protocolos porque ayudan enormemente a las familias que sufren la pérdida de un bebé.

Aunque existen diferentes definiciones, la más estandarizada apunta que la muerte perinatal es aquella que se produce desde la semana 24-25 del embarazado hasta el primer mes de vida del bebé. Esto está cambiando y cada vez son más las voces que apuntan a que debería contabilizarse como tal desde el momento en el que comienza el embarazo porque, dependiendo de cada persona, el sufrimiento es igual de importante. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de muerte perinatal se sitúa en 4 defunciones por cada mil nacidos vivos.

“Sólo aquellos que lo han sufrido pueden empatizar con el dolor de estas familias. Por este motivo, escucharlos, aprender de ellos y poner en práctica sus recomendaciones ayudará a mejorar la experiencia en un momento tan traumático. Somos conscientes de que cada vez está más normalizado tratar a estas familias con la mayor empatía posible, pero todavía queda mucho por hacer. Debemos desterrar comentarios, miradas o actitudes que pueden hacerles un daño enorme”, explica Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.

En este sentido, más que las palabras que hay que decir, es fundamental fijarse en aquello que no se debe decir nunca. “Tal y como se apunta en la Guía para la atención a la muerte perinatal y neonatal, es importante escuchar, darles el tiempo necesario, explicarle las opciones y apoyarles en sus decisiones, mantener la calma, cuidar el lenguaje corporal, aconsejarles sin obligarles a nada, hablar a ambos padres equitativamente y, sobre todo, no intentar encontrar algo positivo a la muerte del niño ni decirles que entiendes su dolor si no se ha pasado por algo similar”, subraya Montserrat Angulo, vocal del Consejo General de Enfermería en representación de la especialidad de Enfermería Obstétrico-Ginecológica, que considera necesario seguir varias pautas a la hora de informar y acompañar a las familias.

Cada duelo es diferente y cada familia lo afronta de una manera. De la misma forma que antiguamente se recomendaba no ver al bebé para no sufrir más, las experiencias en la actualidad aconsejan que haya una despedida, que los padres puedan guardar recuerdos del recién nacido e, incluso, que se fotografíen con él. Además de esas fotos, muchos hospitales ofrecen una cajita de recuerdos en la que pueden guardar moldes de las huellas, un mechón de pelo, alguna pulserita, el gorrito que se les pone cuando nacen… “Debemos dejar que sean ellos los que deciden, pero siempre dándoles la oportunidad de hacerlo, que sepan que existe esa posibilidad e, incluso, algunos hospitales se prestan a guardar esos recuerdos hasta que los padres están preparados para tenerlos”, comenta Pilar Fernández, vicepresidenta del CGE.

Sobre todo, desterrar del lenguaje frases paternalistas como “todavía eres joven”, “tienes tiempo de tener otro” o “le pasa a muchas mujeres”, entre otras. Para las enfermeras, estos comentarios son palabras que no necesitan y que, además, los lleva, muchas veces, a sufrir un duelo desautorizado e invisible.

Y este duelo debe estar complementado por la visibilidad de esta situación. Muchas veces, por vergüenza o por miedo a las reacciones, la sociedad oculta una realidad que hace un daño enorme a las familias. “Días como el 15 de octubre, en el que se conmemora el recuerdo de estas pérdidas, deben ser visibles con campañas de concienciación. También hay que llevar a cabo cursos de formación para todo el personal que tenga contacto con la familia en situación de muerte perinatal, desde la puerta de urgencias a paritorios, quirófanos, salas de maternidad…”, destaca Montserrat Angulo.

Incluso si ya había hijos anteriores, no hay que ocultar esa pérdida, sino que es necesario explicarla porque esos niños o niñas estaban esperando a un hermano que no va a llegar y ellos también deben ser parte de ese duelo. “Muchas veces se hace muy complicado explicar esta situación a los más pequeños, pero deben conocer lo que ha pasado, utilizando metáforas o de la forma en la que los padres se sientan más cómodos”, apunta la vicepresidenta de las más de 325.000 enfermeras de España.

Estos protocolos deben incluir también la atención a las familias en el caso de que decidan volver a intentar tener un hijo. “Las enfermeras debemos estar cerca de la madre y del padre en todo momento y un nuevo embarazo puede suponer momentos de ansiedad durante los nueve meses. Desde Atención Primaria y también hospitalaria, tenemos un papel fundamental en el seguimiento de este embarazo y así deben conocerlo las instituciones para que se implante y se visibilicen los protocolos y la formación necesarios”, concluye Pilar Fernández.

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Las enfermeras urgen a recuperar de forma inmediata las consultas y programas de cribado contra el cáncer de mama que las comunidades paralizaron o retrasaron durante la pandemia

Las enfermeras urgen a recuperar de forma inmediata las consultas y programas de cribado contra el cáncer de mama que las comunidades paralizaron o retrasaron durante la pandemia 

 

  • Según diversas fuentes, durante 2020 se diagnosticaron un 21% menos de casos de cáncer en España, lo que podría suponer que, en el caso del de mama, hasta 7.000 personas quedaron sin diagnosticar.
  • “El sacrificio que día tras día realizaban los sanitarios no se tradujo en su momento en una apuesta clara de las comunidades autónomas para la contratación de personal suficiente para hacer frente al COVID-19 sin abandonar la atención y diagnóstico de otras enfermedades”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.
  • Desde la institución que regula la profesión apuntan a la necesidad de contar con enfermeras expertas para ayudar, asesorar y cuidar de estos pacientes durante todo el proceso de enfermedad.

 La pandemia por COVID-19 ha revolucionado el sistema sanitario tal y como se conocía hasta ahora. La reorganización de equipos y la parálisis de numerosas unidades para hacer frente a la avalancha de contagios han provocado un retraso en el diagnóstico de enfermedades como es el cáncer de mama. Según los últimos datos de diversas sociedades científicas, durante los meses más estrictos de confinamiento, el número de pacientes nuevos de cáncer bajó hasta un 21%.

Es decir, en lo que al cáncer de mama respecta y teniendo en cuenta la estimación que hizo la Sociedad Española de Oncología Médica en 2019, de los 32.953 casos de cáncer de mama que se esperaban en 2020, hasta 7.000 podrían no haberse diagnosticado por culpa del COVID-19.

Con motivo del Día Internacional de lucha contra el Cáncer de Mama, desde el Consejo General de Enfermería (CGE) consideran un despropósito estas cifras e instan a las administraciones a poner solución a un retraso incomprensible, que puede costar muchísimas vidas. “Somos conscientes del gran esfuerzo que han hecho todos los profesionales en nuestro país para superar la mayor crisis sanitaria que hemos vivido, pero es necesario apuntar que las instituciones públicas no han estado a la altura. El sacrificio que día tras día realizaban enfermeras y enfermeros, médicos, auxiliares, celadores, personal de la limpieza… no se tradujo en su momento en una apuesta clara de las comunidades autónomas para la contratación de personal suficiente para hacer frente al COVID-19 sin abandonar la atención y diagnóstico de otras enfermedades”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

Un año y medio después del inicio de la pandemia, lejos de haber aprendido la lección, las enfermeras denuncian la dejadez de las administraciones y que en muchos casos no se han recuperado servicios esenciales para cuidar y proteger la salud de la población. Así, el Consejo General de Enfermería reclama de manera inmediata que se pongan de nuevo en marcha todas las consultas y todos los programas de cribado de cáncer de mama para no dejar a nadie atrás en la lucha contra la enfermedad. “En una sociedad como la nuestra, en la que nuestros profesionales son ejemplo a nivel mundial, no podemos consentir que desde las administraciones no se haga todo lo posible para otorgarles el valor que se merece y, con ello, ponga en riesgo la salud de las personas”, apunta Pérez Raya.

El cáncer de mama es el más común entre las mujeres y muchas veces es prácticamente invisible. Las campañas de cribado son esenciales para lograr detectar casos que no se manifiestan a través de bultos u otros síntomas. Además, un diagnóstico temprano ayuda a poner una solución lo más pronto posible y evitar problemas mayores en el futuro. “Atrasar la detección del cáncer de mama puede suponer un gran perjuicio para la sociedad. Además, ahora tenemos un reto y es que debemos recuperar el tiempo perdido en este aspecto. Nadie debe sufrir complicaciones en el tratamiento del cáncer por culpa de un retraso en el diagnóstico”, afirma Pilar Fernández, vicepresidenta del CGE.

Las enfermeras recuerdan también la importancia de acudir al centro de salud y hospitales en el caso de detectar cualquier anomalía en las mamas. “Sin duda, igual o más importante que los protocolos de cribado son las visitas al centro de salud y, posteriormente, al hospital en el momento en el que localicemos algo extraño en cualquier de nuestras mamas o axilas. El COVID-19 ha supuesto un cambio drástico en la mentalidad de muchas personas, que ven los centros sanitarios como lugares peligrosos y con posibilidad de contagio. Debemos desterrar esta opinión y ahora, con la incidencia de la pandemia en su mejor momento, no podemos tener miedo a acudir a las consultas y menos en momentos como este, en el que se ha demostrado un retraso enorme en la detección del cáncer de mama”, destaca Fernández.

Además de la importancia de recuperar todas las consultas y programas de cribado, desde el CGE también se recalca la necesidad de contar con enfermeras expertas en Oncología para ayudar, asesorar y cuidar de los pacientes que sufren cáncer. “Muchas veces la simple palabra conlleva miedo y ansiedad para los afectados. Por eso, que haya consultas específicas de enfermeras gestoras de casos es fundamental para mejorar la calidad de vida del paciente durante todo el proceso de enfermedad”, apunta la vicepresidenta de las 325.000 enfermeras de España.

Cáncer en hombres

Por último, resaltan la importancia de dar visibilidad a este tipo de cáncer también entre los varones. Aunque la incidencia entre ellos es muy baja (el 1% de todos los casos), no deja de ser importante que, ante cualquier singularidad en el pecho, se acuda a revisión. “Al ser tan poco habitual, el cáncer de seno en hombres está muy estigmatizado y muchos intentan ocultarlo o retrasan ellos mismos la consulta por miedo al rechazo. Las enfermeras y enfermeros tenemos un papel clave a la hora de educar a la población y evitar así discriminación y estigma por motivos como este”, puntualiza Florentino Pérez Raya.

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La incertidumbre sobre el comportamiento del COVID-19 y otras infecciones en la nueva normalidad convierten la vacunación de la gripe en una prioridad

Encuentro con expertos: “A quién y cómo vacunar este otoño-invierno”

 

La incertidumbre sobre el comportamiento del

COVID-19 y otras infecciones en la nueva normalidad convierten la vacunación de la gripe en una prioridad

 

  • Ante la relajación de algunas medidas que nos protegían frente al coronavirus, cabe esperar que en los próximos meses resurjan infecciones como la gripe o la enfermedad neumocócica. Los expertos llaman a la vacunación para protegerse.
  • El año pasado, con apenas un 53% de población mayor de 64 años vacunada frente a la gripe, se evitaron el 26% de las hospitalizaciones, el 40% de los ingresos en UCI y el 37% de las muertes atribuibles a esta enfermedad. El objetivo ahora es seguir aumentando la cobertura vacunal, fijada en un 75% para este grupo de edad.
  • Hay que continuar insistiendo en la vacunación de los profesionales sanitarios frente a la gripe que el año pasado, a pesar de mejorar, no llegó al 50% en algunas Comunidades Autónomas como Cataluña, Murcia o Baleares.
  • Cuatro expertos en la materia han analizado el escenario de vacunación en la “nueva normalidad” dentro del encuentro “A quién y cómo vacunar este otoño-invierno”, organizado por el Instituto Superior de Formación Sanitaria del Consejo General de Enfermería (ISFOS), en colaboración con Pfizer.

 

Coincidiendo con la llegada del otoño y el inicio de la campaña de vacunación frente a la gripe, el Instituto Superior de Formación Sanitaria del Consejo General de Enfermería (ISFOS) ha organizado, en colaboración con Pfizer, un seminario web para analizar cuál es en estos momentos la situación de las campañas de vacunación frente a aquellos virus y bacterias, como el de la gripe y el neumococo, que pueden comprometer nuestra capacidad respiratoria y se asocian a una elevada morbilidad que en algunos casos pone en riesgo la vida de los pacientes.

Asimismo, inmersos en el primer trimestre de un curso escolar en el que se han relajado varias de las restricciones que el año pasado limitaron el contacto entre alumnos y por ende la circulación de microorganismos en los centros educativos, se ha tratado también otro de los temas que suele inquietar bastante a los padres -sobre todo cuando surge algún caso-, el de la enfermedad meningocócica invasiva.

El encuentro, titulado “A quién y cómo vacunar este otoño-invierno” y al que se han inscrito más de 1.200 profesionales, ha sido inaugurado por Pilar Fernández, directora de ISFOS y vicepresidenta del Consejo General de Enfermería, que ha hecho hincapié en su “compromiso con la formación de las enfermeras en aquellos ámbitos que sean de mayor actualidad e interés en cada momento y hoy, no cabe duda, el de las vacunas es uno de ellos. En el caso de la gripe, cabe recordar que el año pasado fue totalmente atípico ya que las medidas preventivas adoptadas por la población frente al coronavirus y el éxito de la campaña de vacunación hicieron que su presencia fuera casi anecdótica. Sin embargo, un año más tarde, el escenario ha cambiado: la incidencia acumulada por coronavirus a 14 días es inferior a los 50 casos por 100.000 habitantes y eso ha supuesto una relajación de esas medidas que, al mismo tiempo, nos protegían también frente a otros patógenos. Por ello, cabe esperar que aquellos virus como el de la gripe, que redujeron su circulación entre nosotros, resurjan de nuevo y es preciso que nos adelantemos”. 

Vacunación en la “nueva normalidad”

Para hablar de la vacunación frente a gripe y neumococo en el momento actual, el encuentro ha contado con la participación de tres expertos en la materia: Soledad Ochandorena Juanena, directora asistencial enfermera de la Dirección Asistencial Noroeste de la Comunidad de Madrid; Eva María Almán Ruiz, enfermera coordinadora del Grupo de Vacunas de ASANEC (Asociación Andaluza de Enfermería Comunitaria), y Fernando López Bertrán de Lis, enfermero pediátrico del Centro de Salud de Atención Primaria Barrio del Pilar de Madrid.

Como ha explicado Eva María Almán Ruiz, “el confinamiento y el aislamiento social durante la pandemia han llevado a una disminución en la circulación de virus y bacterias. Con la vuelta a la normalidad entramos en una etapa de incertidumbre sobre cómo se van a comportar el SARS-Cov-2 y el virus de la gripe en convivencia con infecciones respiratorias como la neumonía, que aumentan la morbilidad y la mortalidad en la población”. Por ello, ha hecho un llamamiento a la vacunación tanto frente a la gripe como frente al neumococo, especialmente en colectivos vulnerables, en los que ha explicado “hay que aumentar la captación”. 

Campaña gripe

Por su parte, Soledad Ochandorena ha hecho hincapié en la importancia de vacunarse frente a la gripe y para ello se ha referido al impacto de la vacunación en la campaña 2019/2020 que, según ha explicado, “evitó el 26% de las hospitalizaciones, el 40% de los ingresos en UCI y el 37% de las muertes atribuibles a la gripe en población mayor de 64 años”.

La del año pasado fue una campaña marcada por un incremento generalizado de la cobertura vacunal en todos los grupos, especialmente en el de los más jóvenes y las mujeres embarazadas que antes de la pandemia no percibían la gripe como un riesgo. En el caso de la población mayor, mucho más concienciada, las tasas se mantuvieron en general estables.

A pesar de ese incremento, Ochandorena ha subrayado que “todavía estamos lejos de los objetivos que se nos marcan desde el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud”. Así, en mayores de 64 años el porcentaje de población vacunada el año pasado no llegó al 54% cuando el objetivo establecido es del 75%. Este año, además, Ochandorena ha adelantado que en la Comunidad de Madrid ya se está trabajando para hacer coincidir la vacunación de la gripe con la tercera dosis frente al coronavirus en población mayor. “Hacer coincidir ambas vacunas es una oportunidad para mejorar la cobertura frente a la gripe”, afirma.

Niños frente a la gripe

En cuanto a la vacunación de los niños frente a la gripe, Fernando López Bertrán de Lis ha subrayado la importancia de vacunar especialmente a aquellos que padecen enfermedades crónicas como la diabetes, de tipo respiratorio o cardiovascular aunque en su opinión “debería vacunarse a toda la población, también a los niños. El problema es que no hay vacunas suficientes, por eso, debemos priorizar a aquellos que son más vulnerables y después, con las que sobren, vacunar al resto”.

Profesionales sanitarios

Para Ochandorena uno de los retos más importantes ahora mismo es el de la vacunación de los profesionales sanitarios que a pesar de haberse vacunado frente al COVID-19 en más de un 90% y de haber mejorado la cobertura frente a la gripe, que el año pasado alcanzó un 62%, todavía está lejos del objetivo marcado del 75%, especialmente en algunas comunidades autónomas como Cataluña, Murcia o Baleares donde no llegó al 50% o la ciudad autónoma de Melilla donde apenas superó el 30%.

“En el caso de Madrid -explica Ochandorena- el año pasado alcanzamos un 56% de profesionales sanitarios vacunados, lo que supone un incremento importante, pues veníamos de un 37% en el año anterior. Sin embargo, continuamos lejos de ese 75%. Por eso, debemos seguir insistiendo en este sentido. De alguna forma, los profesionales sanitarios estábamos acostumbrados a convivir con la gripe y habíamos perdido el miedo al virus, pero no debemos olvidar que la gripe mata cada año a miles de personas, somos también vulnerables y debemos vacunarnos para protegernos a nosotros mismos y a nuestros pacientes”.

Neumococo

Al igual que la de la gripe, Fernando López Bertrán de Lis ha explicado que la vacunación antineumocócica también ha mejorado notablemente en los últimos años. “La vacunación frente al COVID-19 ha supuesto un interés renovado por la vacunación en adultos que ha contribuido a mejorar las coberturas vacunales en esta población. En el caso de la antineumocócica, hay que tener en cuenta que existen diferencias de financiación entre comunidades autónomas que nos hacen estar alerta para seguir haciendo recomendaciones proactivas de cara a una vacunación completa”. 

Meningococo

En cuanto a la vacunación del neumococo, un tema que suele preocupar mucho a los padres, se ha abogado por extender la vacunación más allá de lo que contemplan los calendarios en algunas comunidades autónomas. Como ha explicado Virginia González Ojeda, pediatra del Centro Salud La Marazuela de Madrid, “dentro de la ‘nueva normalidad’ en colegios, no debemos olvidarnos de la enfermedad meningocócica invasiva. Aunque no es muy frecuente, sus consecuencias pueden ser dramáticas y afecta sobre todo a los lactantes, niños en edad escolar y adolescentes. Además, los adolescentes suelen ser el vehículo de transmisión a otros colectivos más vulnerables como los bebés o la población mayor”. Por ello, y ante el incremento de los serogrupos W e Y en España y Europa en general, se aboga por la inmunización con la vacuna tetravalente ACWY. “La Asociación Española de Pediatría recomienda ya esta vacuna a los 12 meses de edad, en sustitución de la vacuna frente a la meningitis C, y otra dosis de recuerdo a los 12 años”.

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La Mesa Enfermera reclama agilidad al Ministerio de Sanidad en la elaboración de los protocolos sobre prescripción enfermera

La Mesa Enfermera reclama agilidad al Ministerio de Sanidad en la elaboración de los protocolos sobre prescripción enfermera

 

  • La Mesa de la Profesión Enfermera denuncia que, transcurridos cerca de tres años desde la entrada en vigor del Real Decreto de prescripción enfermera, sólo se ha publicado uno de los protocolos que deben definir las condiciones concretas en que los enfermeros y enfermeras pueden participar en el uso e indicación de medicamentos sujetos a prescripción médica.
  • El Consejo General de Enfermería (CGE) y el Sindicato de Enfermería, SATSE, entienden que la pandemia del Covid-19 haya podido influir en el proceso de desarrollo y publicación de los protocolos, pero reiteran que ahora no hay excusa para impulsarlos de forma efectiva y alcanzar el objetivo marcado lo antes posible.
  • La Mesa de la Profesión Enfermera subraya que la decisión de la Dirección General de Salud Pública de abrir un proceso de “consultas” que no estaba previsto ni regulado ha generado un importante volumen de alegaciones y ha supuesto entorpecer gratuitamente y de manera innecesaria el desarrollo del resto de propuestas de protocolos pendientes.

La Mesa de la Profesión Enfermera, integrada por el Consejo General de Enfermería (CGE) y el Sindicato de Enfermería, SATSE, ha reclamado a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, que se agilice el desarrollo y aprobación de los protocolos que deben dar cobertura legal a la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de las enfermeras y enfermeros, ya que el retraso que se está produciendo en el Grupo de Trabajo creado con este objetivo ha provocado que ya haya transcurrido cerca de un año desde la fecha establecida para que estuvieran todos listos y publicados en el BOE.

La Mesa Enfermera subraya que, transcurridos cerca de tres años desde la entrada en vigor del Real Decreto 1302/2018, de 22 de octubre, por el que se modifica el Real Decreto 954/2015, de 23 de octubre, que regula la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de los enfermeros, sólo se ha publicado uno de los protocolos que deben definir las condiciones concretas en que los enfermeros y enfermeras pueden participar en el uso e indicación de los medicamentos sujetos a prescripción médica.

En este sentido, la Mesa de la Profesión Enfermera apunta que, tras los retrasos iniciales que provocaron que la primera reunión del Grupo de Trabajo se realizase un año después de la publicación del RD, ya se han presentado varios protocolos ante la Comisión Permanente de Farmacia para su consideración, los cuales aún no han sido aprobados, al parecer, porque desde la Dirección General de Salud Pública, encargada de validarlos antes de su aprobación, se ha abierto un insólito y nuevo proceso de “consultas” con diferentes entidades y asociaciones que no estaba previsto ni regulado en el Real Decreto, lo cual ha obstaculizado gravemente la agilidad de todo el proceso.

Según la Mesa, esta acción ha generado un importante volumen de alegaciones y también ha supuesto cuestionar indirectamente a las organizaciones representadas en el grupo de trabajo (y que no son otras que las que establece legalmente el Real Decreto 954/2015), frenando así el desarrollo del resto de propuestas de protocolos pendientes.

Asimismo, y entendiendo que el ánimo del Ministerio de Sanidad y del resto de los miembros del Grupo de Trabajo es el de agilizar la aprobación y publicación de estos protocolos lo antes posible, la Mesa de la Profesión Enfermera apunta que ciertas ausencias en la participación y asistencia a las reuniones del Grupo de Trabajo dificultan el consiguiente consenso a alcanzar para la aprobación del texto de los protocolos.

La Mesa Enfermera entiende que la pandemia del COVID-19 haya podido influir en el proceso de desarrollo y publicación de los protocolos, pero reitera que, una vez transcurrido ya casi un año sobre la fecha límite fijada para tener todos estos protocolos publicados en el BOE, no hay excusa para impulsarlos de forma efectiva y alcanzar el objetivo marcado lo antes posible.

Por ello, la Mesa de la Profesión Enfermera pide a la Ministra de Sanidad que realice las gestiones que considere oportunas a fin de acelerar el desarrollo y aprobación de los protocolos que den cobertura legal a la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de los enfermeros y enfermeras, con el objetivo último de mejorar nuestro sistema sanitario y la atención y seguridad de los pacientes y del conjunto de la ciudadanía.

Por último, la Mesa Enfermera recuerda a la titular de Sanidad que el Real Decreto aprobado en 2018 fue fruto de años de negociación para alcanzar el consenso entre los profesionales, tanto médicos como enfermeras y enfermeros, y el Gobierno, poniendo así solución al conflicto generado en cuanto a la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de los enfermeros y enfermeras.

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Las enfermeras advierten de que no se podrá dotar a toda la población de unos cuidados paliativos de calidad si no se apuesta por una formación especializada

Las enfermeras advierten de que no se podrá dotar a toda la población de unos cuidados paliativos de calidad si no se apuesta por una formación especializada

 España cuenta con 0,6 recursos específicos de cuidados paliativos por 100.000 habitantes, muy lejos de las recomendaciones de la Asociación Europea de Cuidados Paliativos (European Association for Palliative Care).
 Nuestro país carece a día de hoy de un cuerpo de conocimiento reglado ni un perfil específico de competencias en este ámbito, a pesar de que existen fórmulas ya definidas que dan cabida a la acreditación.
 La Asociación de Enfermería de Cuidados Paliativos (AECPAL) y el Consejo General de Enfermería (CGE) están trabajando en la elaboración de una resolución para la ordenación del ejercicio profesional destinada a potenciar los cuidados enfermeros de las personas en procesos de enfermedades avanzadas y/o en el final de la vida y sus familias.

“No dejar a nadie atrás; equidad en el acceso a los Cuidados Paliativos” (“Leave no one behind; equity in access to paliative care”) es el lema escogido para celebrar el 9 de octubre el Día Mundial de los Paliativos. Ante tan señalada fecha, y conscientes, una vez más, de la necesidad de reivindicar la máxima atención a pacientes y familiares en el actual contexto de pandemia, el Consejo General de Enfermería (CGE) y Asociación de Enfermería de Cuidados Paliativos (AECPAL) se adhieren a este Día Mundial reclamando a las Administraciones una clara apuesta por
los cuidados a los pacientes, en cualquier momento de su vida.
“Un año más comprobamos que nuestros datos nacionales necesitan mejorar”, comenta Marisa de la Rica Escuín, presidenta de la Asociación de Enfermería de Cuidados Paliativos (AECPAL). Y es que, según el Atlas Europeo de Cuidado Paliativos de 2019, España cuenta con 0,6 recursos específicos de cuidados paliativos por 100.000 habitantes, “muy lejos de las recomendaciones de la Asociación Europea de Cuidados

Paliativos y lejos de los recursos específicos con los que sí cuentan otros países europeos como Irlanda, Luxemburgo, Francia o Bélgica”, denuncia la presidenta de AECPAL.
“Las patologías crónicas complejas como el cáncer o las demencias tienen una gran prevalencia en nuestra sociedad debido al envejecimiento de la población y el incremento de la esperanza de vida. Sin duda las administraciones sanitarias deben ser sensibles a esta situación y reorientar el sistema de salud priorizando la atención y cuidados de estos pacientes, y muchos de ellos -en la evolución de su enfermedad- llegan a precisar cuidados paliativos, donde se requieren equipos multiprofesionales bien formados y con experiencia en este tipo de atención sanitaria. Está claro que en la etapa final de la vida debemos proporcionar una atención de calidad, minimizando el dolor e incrementando el confort tanto del paciente como de la familia en esta situación.”, expone Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.
En cuanto a servicios de Cuidados Paliativos Pediátricos, España tiene actualmente tan solo ocho programas de Cuidados Paliativos Pediátricos que atienden a los niños y sus familias en casa y en entornos hospitalarios.
Falta de especialidad y perfil profesional Una de las razones estructurales de esta precariedad en el acceso a los cuidados paliativos en España, aunque no la única, es la falta de reconocimiento de una especialidad en el ámbito de conocimiento de los cuidados paliativos. Esta falta de perfil impide dotar a las profesionales de enfermería, en toda su potencialidad, de sus objetivos principales: cuidar y satisfacer las necesidades del paciente y su familia en cualquier sitio en el que se encuentre, ya sea en su casa, en un hospital o en un centro residencial.
“Desde la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) y desde la Asociación Española de Enfermería en Cuidados Paliativos (AECPAL) defendemos la capacidad de ofrecer una respuesta profesionalizada al sufrimiento humano relacionado con el proceso de morir que debería estar presente en todos los niveles de la asistencia sanitaria: atención primaria y hospitalaria y servicios de urgencias”, explica De la Rica.
En función de las necesidades de atención paliativa de cada persona, y que pueden catalogarse en «no complejas, complejas y altamente complejas», la respuesta debe proporcionarse desde los recursos básicos de atención o mediante recursos avanzados o específicos, según el modelo perfilado en el Plan Nacional de Cuidados Paliativos y posteriormente definido en la Estrategia en Cuidados Paliativos del SNS (aunque desde 2014 no ha habido una revisión, ni actualización de esta Estrategia).

Sin embargo, pese al derecho de los ciudadanos a recibir esta atención y al reconocimiento y el consenso existentes sobre la necesidad de implantar unidades especializadas, equipos de soporte y programas regionales de cuidados paliativos, en España no se han regulado convenientemente las profesiones que nutren dichos dispositivos. En nuestro país no existe formación específica reglada que cubra los conocimientos y habilidades necesarias para ayudar a estos pacientes y a sus familias a enfrentarse a las situaciones cambiantes, críticas y complejas que genera el proceso de enfermedad avanzada o el final de vida.
“En este escenario, los médicos/as, enfermeros/as, psicólogos/as y trabajadores sociales que desarrollan su labor en recursos específicos de Cuidados Paliativos no sólo no tienen reconocida su formación, su experiencia ni su dedicación, sino que éstas no son requisitos indispensables para trabajar en estos equipos especializados. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la voluntad política es un elemento decisivo para garantizar la adecuada atención de las personas al final de la vida; esta responsabilidad no puede recaer únicamente en las familias y en la vocación de algunos profesionales”, denuncia la presidenta de AECPAL.
En un momento en el que se afianza la filosofía de los cuidados paliativos debido a una constante y creciente demanda y al aumento de las enfermedades crónicas avanzadas, desde SECPAL y AECPAL se considera indiscutible y urgente que las administraciones competentes den respuesta a esta reiterada exigencia, demostrando así su compromiso con una atención al final de la vida óptima, integral y de calidad.
Un trabajo en equipo Actualmente, AECPAL está trabajando con el Consejo General de Enfermería en la elaboración de una resolución para la ordenación del ejercicio profesional destinada a
potenciar los cuidados enfermeros de las personas en procesos de enfermedades avanzadas y sus familias. En concreto se trata de las competencias profesionales en el ámbito de los cuidados paliativos. “Con esta iniciativa abordamos todo el ámbito competencial que tienen las enfermeras en este ámbito de cuidados tan específico. Una enfermera con formación de generalista no tiene la formación ni el conocimiento suficiente para poder abordar los cuidados de los pacientes en situación paliativa con calidad”, argumenta Diego Ayuso, secretario general del Consejo General de Enfermería.
“Por ello, mediante este documento desde el CGE queremos poner en valor las competencias avanzadas de las enfermeras en este campo, que sea un documento de referencia a nivel nacional y que sirva para impulsar los diplomas de acreditación o acreditación avanzada de las enfermeras”, prosigue Ayuso.

Estas resoluciones se aprueban por todos los Colegios profesionales de enfermería. “El documento está muy avanzado, el grupo de trabajo de AECPAL es muy dinámico, tienen una gran experiencia y esperamos finalizarlo en breve, para posteriormente enviarlo a todos los colegios de enfermería de España, y aprobarlo en el Pleno y en la Asamblea General de Presidentes a finales de año”, informa el secretario general del CGE.

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José Luis Cobos, vicepresidente del CGE, elegido miembro de la Junta Directiva del Consejo Internacional de Enfermeras

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La nueva Junta Directiva gobernará el Consejo Internacional de Enfermeras los próximos cuatro años

 

José Luis Cobos, vicepresidente del CGE, elegido miembro de la Junta Directiva del Consejo Internacional de Enfermeras  

 

  • La elección de José Luis Cobos se ha producido durante la reunión del Consejo de Representantes de las Asociaciones Nacionales de Enfermería que ha designado una nueva Junta Directiva, que estará presidida por la estadounidense Pamela Cipriano.
  • “Para el Consejo General de Enfermería de España es muy importante estar en los órganos de gobierno del Consejo Internacional. Desde el punto de vista reputacional, a nivel mundial tenemos un gran reconocimiento por parte del resto de los países y por eso tenemos que asegurar nuestra presencia a nivel internacional”, ha destacado Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.
  • Como ya nuevo miembro del máximo órgano de gobierno de la enfermería mundial, José Luis Cobos cree que hay mucho trabajo por hacer. “Es cierto que hemos pasado unos tiempos muy difíciles, donde hemos podido hacer visible la enfermería, no sólo en cada uno de los países sino también en las instituciones internacionales, y ahí es donde tenemos que poner la fuerza; creo que las enfermeras y enfermeros en todo el mundo tienen que tomar un papel relevante en sus sistemas sanitarios”, ha señalado.

Por tercera vez en la historia un enfermero español ha sido elegido para formar parte de la Junta Directiva del Consejo Internacional de Enfermeras (CIE). Se trata de José Luis Cobos, vicepresidente III del Consejo General de Enfermería y doctor en Enfermería que representará a Europa del Sur en la ejecutiva del CIE.

La elección de José Luis Cobos se ha producido durante la reunión del Consejo de Representantes de las Asociaciones Nacionales de Enfermería (CRN) del Consejo Internacional de Enfermeras (CIE). Se trata de la Asamblea General de esta institución internacional y está conformado por representantes enfermeros de un total de 130 países que hoy han elegido al equipo que va a integrar su nueva Junta Directiva. La Junta Directiva del Consejo Internacional de Enfermeras es el máximo órgano de gobierno de esta institución mundial con más de 120 años de existencia. Junto a Cobos conforman la nueva Junta 10 representantes más de asociaciones de todo el mundo, que estarán presididos por la estadounidense Pamela Cipriano.

Para Cobos su nuevo cargo supone “un reto tanto personal como profesional muy importante. El organismo que representa a todas las enfermeras en el mundo es el Consejo Internacional de Enfermeras y estar en su Junta Directiva es todo un honor”, ha señalado. Agradecido y orgulloso por el reconocimiento de las asociaciones nacionales de todo el mundo que lo han elegido, también ha requerido reconocer el papel de quienes le han precedido en el cargo y especialmente la labor de M.ª Eulàlia Juvé, también española, que ha ocupado el cargo los últimos cuatro años.

Como ha destacado Florentino Pérez Raya, “para el Consejo General de Enfermería de España es muy importante estar en los órganos de gobierno del Consejo Internacional. Somos un país con un peso institucional en el CIE muy importante, no sólo por nuestro desarrollo profesional aquí en España, sino porque lo que supone nuestra aportación a nivel internacional. Desde el punto de vista reputacional, a nivel mundial, tenemos un gran reconocimiento por parte del resto de los países y nuestra presencia supone la oportunidad de tener voz frente a entidades de ámbito global como la propia Organización Mundial de la Salud que colabora estrechamente con el CIE”, ha destacado el presidente de la institución que representa a las 325.000 enfermeras españolas.

Como ya nuevo miembro de la junta directiva del máximo órgano de gobierno de la enfermería mundial, José Luis Cobos cree que hay mucho trabajo por hacer. “Es cierto que hemos pasado unos tiempos muy difíciles, donde hemos podido hacer visible la enfermería, no sólo en cada uno de los países sino también en las instituciones internacionales, y ahí es donde tenemos que poner la fuerza; creo que las enfermeras y enfermeros en todo el mundo tienen que tomar un papel relevante en sus sistemas sanitarios”, ha señalado.

Pero más allá de la visibilidad de la profesión, “hay muchos retos en función de las áreas donde nos encontremos. Hay zonas del mundo, sobre todo aquellas donde hay conflictos bélicos, donde la enfermería está sufriendo muchísimo. También hay zonas donde las enfermeras no pueden trabajar en las mismas condiciones por el hecho de ser mujer. Hay que ayudar a aquellos países donde no se pueden poner a disposición de la población las cuestiones más básicas a nivel sanitario, porque no hay material suficiente. La falta de enfermeras es un problema que tenemos a nivel mundial y deberemos trabajar en este tema en los próximos años, ya que la situación puede ser crítica para muchos sistemas sanitarios. En los países más avanzados también hay que desarrollar competencialmente el compromiso de las enfermeras en los sistemas sanitarios, de tal forma que estemos en los órganos de gobierno, donde se deciden de las políticas sanitarias. Es muy importante que las enfermeras asuman esa responsabilidad y que asuman también cargos políticos”, ha destacado.

Nueva presidenta del CIE

La estadounidense Pamela Cipriano era hasta ahora vicepresidenta I del CIE, además de decana de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Virginia. De 2014 a 2018 presidió la Asociación Americana de Enfermeras. En el discurso que se ha proyectado en la reunión del CRN presentando su candidatura ha señalado que “debemos conseguir elevar la visibilidad, el papel y la voz de todas las enfermeras en todo el mundo. Deben alcanzar altos niveles para que su voz dirija el cambio. El mundo ha observado la guerra contra el COVID y ha visto el trabajo y el sacrificio de las enfermeras y este sacrificio no es sólo físico sino también emocional. Sabemos que las enfermeras están cansadas, pero también sabemos que siguen su lucha. Siguen presentándose cada día para cuidar a sus pacientes para ayudar a las comunidades para aportar esperanza”.

A su juicio, “el empoderamiento de las enfermeras es fundamental. Seguiré estando en todos los ámbitos para asegurarme de que tenemos una voz fuerte que aborde las necesidades de las enfermeras no solo en la pandemia sino en todos los ámbitos”. Por ello, se ha comprometido a trabajar para “asegurarnos de seguir la lucha para que las enfermeras estén a salvo, para que abordemos temas como el ambiente laboral, la salud mental y física, condiciones seguras y salarios equitativos y que la fuerza de trabajo pueda apoyar a todos los demás miembros de los equipos que trabajan en hospitales en otras organizaciones, en la prevención, porque es tan importante para lograr los objetivos de desarrollo sostenible, para asegurarnos de que el mundo no olvide los sacrificios de las enfermeras”, ha concluido.

Acerca de José Luis Cobos

Cobos comenzó su etapa profesional como enfermero en 1993, en el ámbito asistencial en Atención Primaria, Hospitalización: fundamentalmente en Traumatología. Doctor en Enfermería desde 2016, en el año 2003 empezó a asumir responsabilidades en el ámbito de la gestión y la formación continuada en el hospital más grande de España y uno de los más grandes de Europa: el Hospital Gregorio Marañón de Madrid. A partir de 2001 comenzó a trabajar colaborando inicialmente en distintas áreas del Consejo General de Enfermería, y posteriormente como director general del Instituto de Investigación. Entró a formar parte de la Comisión Ejecutiva del CGE primero como vicesecretario general y desde el pasado mes de junio como vicepresidente III.

En estos más de 25 años de trayectoria profesional, José Luis Cobos ha tenido la oportunidad de trabajar y contribuir, en el ámbito nacional e internacional de la enfermería y de la sanidad, en temas como la prescripción enfermera, medicamentos peligrosos, bioseguridad, normalización de la práctica enfermera, investigación, regulación de la práctica enfermera y un largo etcétera.

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