El CGE convoca un concurso para elegir el diseño para el trofeo de sus Premios Nacionales de Enfermería

El CGE convoca un concurso para elegir el diseño para el trofeo de sus Premios Nacionales de Enfermería

 

  • El Consejo General de Enfermería va a celebrar en los próximos meses sus I Premios Nacionales de Enfermería, con los que pretende reconocer la labor de enfermeras en distintos ámbitos de la profesión dentro del panorama nacional. 
  • “Queremos que el diseño del premio refleje la esencia de la profesión enfermera. Una profesión que cuida a la sociedad en todas las etapas de la vida, que educa en salud, que previene la enfermedad con la promoción de hábitos de vida saludable, que cura, que vacuna, que realiza técnicas complejas, que investiga, que prescribe…”, explica Florentino Pérez Raya, presidente del CGE. 
  • El plazo de presentación de propuestas finaliza el 15 de mayo, inclusive, y posteriormente el ganador tendrá de plazo hasta el 30 de septiembre para entregar los trofeos correspondientes a la primera edición. 

El Consejo General de Enfermería va a celebrar en los próximos meses sus I Premios Nacionales de Enfermería, con los que pretende reconocer la labor de enfermeras en distintos ámbitos de la profesión dentro del panorama nacional. Para ello, y como paso previo a la convocatoria de este certamen, ha lanzado un concurso dirigido a artistas residentes en España para elegir el diseño que tendrá el trofeo de estos premios.

“Queremos que el diseño del premio refleje la esencia de la profesión enfermera. Una profesión que cuida a la sociedad en todas las etapas de la vida, que educa en salud, que previene la enfermedad con la promoción de hábitos de vida saludable, que cura, que vacuna, que realiza técnicas complejas, que investiga, que prescribe… Una profesión que, en nuestro país, cuenta con una de las formaciones más avanzadas del mundo y que ha sido todo un referente durante la pandemia para enfrentarse al mayor reto sanitario que ha vivido nuestra sociedad y el propio sistema sanitario”, explica Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

Así, los candidatos deberán presentar un proyecto para realizar un trofeo escultórico en broce o hierro con una altura máxima de 30 cm, incluyendo la base y un peso máximo de 2,5 kg. Además, la base deberá contar con espacio suficiente para personalizarla con el nombre del premiado y la correspondiente categoría del certamen.

En las bases se establece que la realización de cada trofeo, de la que se encargará el ganador, tendrá un coste mínimo de 800€ y un máximo de 1.500€, sin contar el molde, teniendo en cuenta, además, que los Premios Nacionales de Enfermería tendrán un mínimo de seis categorías, ampliable. El ganador firmará un contrato con el CGE para suministrar los trofeos de estos premios durante los próximo cuatro años.

El plazo de presentación de propuestas finaliza el 15 de mayo, inclusive, y posteriormente el ganador tendrá de plazo hasta el 30 de septiembre para entregar los trofeos correspondientes a la primera edición.

Inscripción

Los artistitas que deseen participar deberán enviar su propuesta por correo electrónico a secretariageneral@consejogeneralenfermeria.org incluyendo el curriculum y portfolio del candidato, correo electrónico y teléfono de contacto, una fotocopia del DNI, así como una memoria descriptiva del proyecto que incluya bocetos o dibujos de la propuesta y una memoria económica con el coste por trofeo y el precio del molde.

Las bases se pueden consultar en la página web del Consejo General de Enfermería pinchando aquí.

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El número de enfermeras que se van a trabajar fuera de España se duplica en un año

El número de enfermeras que se van a trabajar fuera de España se duplica en un año

  

  • El año pasado se fueron de España 1.100 enfermeras, el doble que en 2021. Y sólo en los dos primeros meses de este año se ha ido una cuarta parte del total de enfermeras que emigraron en 2022. Noruega, Reino Unido e Irlanda son los principales países de destino. 
  • “Invertimos en formar profesionales altamente cualificados que se acaban yendo a otros países, donde son muy bien valorados, en busca de mejores condiciones”, denuncia el presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), Florentino Pérez Raya. 
  • La temporalidad genera estrés, inseguridad y ansiedad en los profesionales, sobrecarga aún más al personal fijo y pone en riesgo la seguridad de los pacientes. 

En sólo un año, de 2021 a 2022, se duplicó el número de enfermeras formadas en España que fueron a trabajar a otro país, pasando de 572 a 1.100. Pero es que sólo en enero y febrero de 2023, el número alcanzaba ya las 286. Noruega, Reino Unido e Irlanda son, por este orden, los principales lugares de destino. La razón no es otra que la precariedad laboral que vive el sector y dentro de ella la temporalidad. Lejos del 8% marcado como objetivo por el Gobierno, la temporalidad entre las enfermeras no baja del 30% y en algunas Comunidades Autónomas llega al 40%. La situación, denuncia el Consejo General de Enfermería, no es nueva y como explica Florentino Pérez Raya, presidente, “llevamos más de 25 años sufriendo las consecuencias de la elevada temporalidad. En 2020, el número de enfermeras españolas trabajando fuera de España superaba las 5.400 y desde entonces la cifra no ha dejado de crecer. Invertimos en formar profesionales altamente cualificados que se acaban yendo a otros países en busca de mejores condiciones”.

La temporalidad, sostiene el Consejo, “no está justificada en ningún caso” y es que, de hecho, otro de los grandes problemas de nuestro sistema sanitario es la falta de profesionales: “mientras en Europa la ratio es de 8,6 por cada 1.000 habitantes, en España es de apenas 6,1. Ocupamos los puestos de cola con respecto a otros países de nuestro entorno. Por tanto, lejos de sobrar profesionales, faltan. Esto conlleva una sobrecarga laboral que perjudica a las enfermeras, pero también, no lo olvidemos, a los pacientes”.

Además, como explica Florentino Pérez Raya, “las ofertas públicas de empleo son escasas en cuanto al número de plazas y se resuelven a muy largo plazo. Actualmente, por ejemplo, se están incorporando los profesionales que obtuvieron su plaza en 2019, es decir, cuatro años más tarde”.

Riesgos

La temporalidad afecta no sólo a quienes tienen este tipo de contratos sino también al resto de profesionales y pone en riesgo la propia seguridad del paciente. De un lado, las enfermeras que viven enlazando contratos, muchas veces de días e incluso horas, ven cómo su vida personal se ve afectada y les resulta casi imposible conciliar. Renunciar a un contrato, que a veces se ofrece de un día para otro, supone una penalización que les lleva directamente al último puesto de la bolsa de empleo. No importa que exista una justificación para ello y la penalización tiene lugar también si el empleador no consigue contactar telefónicamente con la enfermera.

Muchos de estos trabajadores temporales ven cómo pasan de una unidad a otra sin importar si tienen o no la experiencia requerida y sin que cuenten con la figura de un tutor que les acompañe. Esto genera estrés, inseguridad y ansiedad. “La norma dice que en determinados servicios el personal de nueva incorporación tiene que estar tutorizado, por ejemplo, en neonatología crítica, donde hablamos de pacientes muy vulnerables. La realidad es que esto no se está haciendo, no hay tales tutores”, denuncia el representante de las enfermeras. “¿De quién es entonces la responsabilidad cuando sucede algún problema que, desgraciadamente, puede comprometer la vida del paciente”, se pregunta Pérez Raya. “De la enfermera no. La culpa es del sistema”, responde.

Los profesionales que no son temporales también sufren las consecuencias de no contar con compañeros fijos y la rotación continua dificulta el trabajo de las enfermeras que en su día a día tienen que hacer frente a una importante carga de trabajo, derivada precisamente de la falta de personal.

Salud mental

La situación está afectando claramente a la salud mental de las enfermeras. Como ha reflejado la encuesta realizada por el Consejo General de Enfermería a 20.000 enfermeras tras la pandemia, el 80% se encuentra en una situación de estrés mantenido, el 75% padece ansiedad y el 33% depresión. No es de extrañar, señala Pérez Raya, que “muchos profesionales se estén planteando irse o directamente abandonar la profesión para dedicarse a otra cosa”.

Una cuestión económica

Si formamos enfermeras altamente cualificadas que hacen falta en España y la realidad es que se están yendo, ¿por qué no intentamos retenerlas? El motivo, a ojos del CGE, es claramente económico: “las enfermeras temporales no tienen los mismos derechos retributivos que las fijas, ni trienios, ni carrera profesional… ni siquiera las guardias se cobran igual cuando el trabajo es el mismo”. “Las enfermeras y enfermeros españoles estamos muy bien valorados en otros países por nuestra preparación. Esto es un orgullo y una tristeza al mismo tiempo porque estamos formando profesionales súper competentes que se están yendo. Es urgente que el Ministerio y las Administraciones de las distintas Comunidades Autónomas estabilicen e incrementen las plantillas de acuerdo a las necesidades de la población”.

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El Tribunal Supremo ratifica que los técnicos de supervisión sociosanitaria no pueden desarrollar competencias propias de las enfermeras

Estimados parcialmente los recursos del Consejo General y el Sindicato de Enfermería, SATSE

El Tribunal Supremo ratifica que los técnicos de supervisión sociosanitaria no pueden desarrollar competencias propias de las enfermeras

 

  • El Alto Tribunal anula parte de la nueva Formación Profesional en “Supervisión de la atención sociosanitaria para la promoción de la autonomía personal” al considerar que invade competencias de enfermeras y otros profesionales sanitarios en la supervisión de procedimientos como la oxigenoterapia, aerosolterapia o aparatos de ventilación mecánica, así como pautas farmacológicas o la atención de emergencia, entre otros muchos aspectos. 
  • Los recursos presentados por SATSE y el CGE incidían en la inseguridad clínica que genera que el supuesto supervisor carezca de conocimientos técnicos que sí tiene el personal supervisado, como es el caso de las enfermeras o médicos. 
  • Ambas organizaciones ya manifestaron en su día su sorpresa por la creación de una figura profesional para supervisar los cuidados en el ámbito sociosanitario con unas competencias “de supervisión de actuaciones típicamente sanitarias” sin un estudio previo. Algo que ahora consideran los jueces que “no es, desde luego, un signo de seriedad” por no contar con informes que lo justifiquen.

 

El Tribunal Supremo ha estimado parcialmente los recursos presentados por la Mesa de la Profesión Enfermera, integrada por el Consejo General de Enfermería (CGE) y el Sindicato de Enfermería, SATSE, contra el nuevo título de Formación Profesional de “Supervisión de la atención sociosanitaria para la promoción de la autonomía personal” por invadir competencias propias de las enfermeras. Así, el Alto Tribunal anula competencias atribuidas a esta nueva figura “no sanitaria” creada para supervisar el trabajo de profesionales sanitarios, como las enfermeras -y del personal auxiliar-, en relación al seguimiento de las actuaciones de emergencia, las pautas farmacológicas, alimentación, oxigenoterapia o ventilación mecánica, entre otras muchas actuaciones o procedimientos. SATSE y el CGE incidían en sus recursos en la inseguridad clínica derivada del hecho de que la supervisión clínica que le corresponde a médicos y enfermeras esté en manos de una persona sin los conocimientos técnicos precisos que sí tiene el personal supuestamente supervisado.

La Mesa de la Profesión cree pertinente haber hecho una consulta previa en este asunto a las organizaciones profesionales -tanto al Sindicato de Enfermería, SATSE, como al Consejo General de Enfermería- por su representatividad en la defensa de los intereses profesionales de la profesión enfermera. En todo caso, se congratula de que con esta actuación conjunta y coordinada con algunos colegios provinciales de enfermería se haya podido defender de manera satisfactoria las competencias y funciones de las enfermeras.

Recalca el Tribunal Supremo en su sentencia que la Unidad de Competencia 1 -concretamente los puntos CR1.3, CR1.4 y CR1.5- hace alusión a “la supervisión de actuaciones típicamente sanitarias” lo que “se deduce de la mera lectura de esos criterios” y que “pese a no implicar asistencia directa a pacientes o usuarios de los servicios sociosanitarios dicha supervisión es susceptible de incidir en la labor profesional de enfermeros y otros profesionales sanitarios”.

Por otra parte, los magistrados señalan que la Secretaría de Estado de Formación Profesional nunca llevó a cabo un estudio que respaldara la necesidad de crear un nuevo título de supervisión en la atención sociosanitaria, pues “ese estudio previo nunca existió (..) lo que no es, desde luego, un signo de seriedad”.

La inexistencia de ese estudio previo -dice la sentencia- “nos impide saber por qué razón se han incluido unos cometidos que, a primera vista, entra en conflicto con los cometidos profesionales de la Enfermería”.

Figura innecesaria

La Mesa de la Profesión Enfermera muestra su satisfacción por esta decisión judicial ante lo que siempre ha considerado una figura innecesaria que conlleva necesariamente un conflicto dentro del sector sociosanitario, dado que podía suponer claros riesgos en la seguridad asistencial de los cerca de 400.000 mayores que viven en residencias y que son el colectivo social más vulnerable.

Así, recuerda que carece de sentido impulsar la creación de una figura no sanitaria de Formación Profesional para vigilar y tutelar a unos profesionales sanitarios que, tras cursar cuatro años de estudios universitarios de Grado o seis en el caso de tener la especialidad de Enfermería Geriátrica, están perfectamente cualificados para acometer sus funciones en las residencias de mayores sin necesidad alguna de que su labor profesional haya de ser coordinada, supervisada o tutelada por un profesional de inferior cualificación.

Ante el evidente problema -más que visible durante la reciente pandemia- de la atención a mayores y dependientes, la solución pasa, en opinión del CGE y SATSE, por el incremento y mejora de recursos y profesionales que, como es el caso de las enfermeras y enfermeros, ya existen y están perfectamente cualificados y capacitados para realizar las labores de asistencia, coordinación y supervisión de los cuidados necesarios.

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DESCUENTO CURSO EIR SALUSPLAY

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El Curso Online de preparación del EIR de SalusPlay comenzará el 27 de Marzo de 2023, tiene como principales características:

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  • 9º mejor nota del EIR 2023 fue alumno de SalusPlay.

MODALIDADES DEL CURSO: MANUALES, PRECIOS Y MATRÍCULA

Existen dos opciones de pago:

  1. Pago Único: 990€ 
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  • Matrícula: 190€ – 100€ = 90€
  • 10 cuotas mensuales de 100€ 

Opción de manuales impresos

En la inscripción, podrás elegir entre manuales en formato pdf o manuales impresos enviados a tu domicilio.

En caso de preferir obtener los manuales impresos en tu domicilio, se añadirá 100€ a los importes anteriormente mencionados.

INSCRIPCIÓN EN EL CURSO EIR
Puedes realizar la inscripción al curso EIR de SalusPlay a través del siguiente enlace👉 https://www.salusplay.com/eir/curso
Si tienes cualquier duda puedes hablar con Eva Ramón, nuestra asesora de formación de SalusPlay, por teléfono o WhatsApp en el 639 080 603 o por email: info@salusplay.com

Hoy 8 de marzo Día de San Juan de Dios

Día de san Juan de Dios

Hoy 8 de marzo es un gran día para la profesión de la Enfermería Española, por que celebramos el Día de San Juan de Dios, patrón de la Enfermería.

Las enfermeras de toda la ciudad volverán a encontrarse para celebrar el día de su patrón, San Juan de Dios, con un bonito evento en el que una vez más se pondrá en valor el trabajo y la generosidad de estos profesionales sanitarios, encargados de cuidar de la salud de las personas.

La Junta de Gobierno de este Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Melilla quiere manifestaros el reconocimiento por vuestra labor.

Feliz día de san Juan de Dios

El Consejo General de Enfermería denuncia en el 8M el lastre que supone el machismo para las enfermeras

Descarga aquí los materiales y vídeo de la campaña por el Día Internacional de la Mujer  

El Consejo General de Enfermería denuncia en el 8M el lastre que supone el machismo para las enfermeras

 

  • En una nueva acción de visibilidad, amparada bajo el hashtag que se utiliza cada año: #Enfermeras8M, el Consejo General de Enfermería lanzará mañana miércoles, en redes sociales, una campaña -tanto en formato imagen como en vídeo– con la que quieren dejar patente el lastre que supone el machismo para las enfermeras. 
  • La campaña de este 2023 muestra a una enfermera durante su jornada laboral portando a la espalda una pesada mochila. Una mochila cargada de ladrillos en las que se pueden leer distintos hechos que impiden el avance de las enfermeras: mujer, profesión feminizada, conciliación, techos de cristal, estereotipos, resignación, invisibilidad y machismo. 
  • Para la vicepresidenta del CGE, Raquel Rodríguez Llanos, “el 8M es un día para visibilizar y defender la situación de las mujeres, de las mujeres enfermeras, para eliminar los estereotipos de género, velar por su respeto y prestigio, y por la equidad de oportunidades sin discriminación en el ejercicio de la profesión, teniendo en cuenta la perspectiva de género”, hechos en los que incide la campaña de este año. 

 

El Día Internacional de la Mujer coincide con el patrón de la profesión, San Juan de Dios. Por ello, un colectivo mayoritariamente femenino como la enfermería se rebela contra el machismo que miles de enfermeras experimentan a diario en su puesto de trabajo, por el mero hecho de ser mujeres. En una nueva acción de visibilidad, amparada bajo el hashtag que se utiliza cada año #Enfermeras8M, el Consejo General de Enfermería lanzará mañana miércoles, en redes sociales, una campaña -tanto en formato imagen como en vídeo– con la que quieren dejar patente el lastre que supone el machismo para las enfermeras.

Para evidenciar este lastre, la campaña de este 2023 muestra a una enfermera durante su jornada laboral portando a la espalda una pesada mochila. Una mochila cargada de ladrillos en las que se pueden leer distintos hechos que impiden el avance de las enfermeras: mujer, profesión feminizada, conciliación, techos de cristal, estereotipos, resignación, invisibilidad y machismo.

Como explica Raquel Rodríguez Llanos, vicepresidenta I del Consejo General de Enfermería, “el 8 de marzo las enfermeras recordamos un doble hecho, por un lado nuestro patrón, San Juan de Dios, con el que celebramos la entrega por los demás, la ayuda y el valor de nuestros cuidados como profesión; pero al ser un colectivo con un 85% de mujeres, por nuestra condición también conmemoramos nuestra lucha por la participación social, por la igualdad entre hombres y mujeres en la sociedad, y por nuestro desarrollo interno como persona. Esta doble condición nos obliga a posicionarnos, no sólo sobre la actividad profesional sino también sobre nuestra condición social, porque hablar de enfermería es hablar de mujer”.

Para la vicepresidenta del CGE “el 8M es un día para visibilizar y defender la situación de las mujeres, de las mujeres enfermeras, para eliminar los estereotipos de género, velar por su respeto y prestigio, y por la equidad de oportunidades sin discriminación en el ejercicio de la profesión, teniendo en cuenta la perspectiva de género”, hechos en los que incide la campaña de este año.

Como colectivo “hemos avanzado mucho, pero aún queda mucho camino por recorrer. El punto en el que se encontraba la profesión hace pocas décadas no tiene nada que ver con su reconocimiento actual en el sistema sanitario y la sociedad, es el ejemplo de que las mujeres pueden luchar por sus derechos. Es una lástima que algunas personas sigan teniendo un concepto muy alejado de la realidad de las enfermeras, considerándolas como una profesión supeditada a otra antiguamente ocupada por varones o que tengan que aguantar que se dirijan a ellas con falta de respeto y consideración”, explica Rodríguez Llanos.

Educación en igualdad

“Hay que cambiar mentalidades, hay que empezar desde la infancia, en la adolescencia, en la escuela, en la universidad, en todos los contextos tenemos que hablar de la igualdad de género en la sociedad en general y recordarles que el trabajo de la enfermería consiste en cuidar y curar a los pacientes, la familia y las comunidades”, subraya la vicepresidenta.

“Nuestra profesión requiere una alta cualificación, una formación académica de cuatro años y dos de especialidad contando en estos momentos con un gran número de profesionales de enfermería con grados de máster y doctorado; una carrera universitaria que requiere una exigente nota de corte para acceder a ella; excelentes profesionales que cuentan con un gran prestigio en el ámbito internacional”, añade Raquel Rodríguez. Pese a ello, la presencia de enfermeras en la toma de las grandes decisiones sanitarias sigue siendo meramente testimonial, fruto del techo de cristal que todavía supone ser mujer en muchos ámbitos, algo que es preciso cambiar.

A ello se suma el perpetuo estereotipo sexual vinculado a la profesión que, aunque cada vez en menor medida, se sigue viendo en fiestas, tiendas de disfraces, en publicidad, en series, películas o en los medios de comunicación. Su condición de mujeres les asocia otros lastres que impiden también su avance profesional, como la invisibilidad, los problemas de conciliación de la vida laboral y familiar, o directamente el machismo de la sociedad en la que vivimos que, en muchas ocasiones, les lleva a resignarse ante la situación.

Cambio de imagen

Durante todo el 8 de marzo, el Consejo General de Enfermería cambiará su logo de azul a morado para mostrar su compromiso con las mujeres y su lucha por la igualdad. Además, a lo largo de todo el día se difundirán creatividades en redes sociales y se animará a los usuarios a unirse a la iniciativa, para entre todos acabar con el machismo en la profesión a través del hashtag #enfermeras8M.

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Las enfermeras alertan: detrás de un mayor con obesidad puede haber un paciente desnutrido con una pensión muy baja

Las enfermeras alertan: detrás de un mayor con obesidad puede haber un paciente desnutrido con una pensión muy baja 

 

  • Problemas para llegar a fin de mes y adquirir productos frescos como carne y pescado hacen que algunos mayores opten por alimentos más baratos y fáciles de comer como fiambres envasados y altamente procesados o dulces. Esto puede desembocar en desnutrición y obesidad al mismo tiempo. 
  • Un paciente con desnutrición responde peor a los tratamientos y sus estancias hospitalarias son más largas. Al final, el coste sanitario es más elevado y la calidad de vida de estas personas mucho peor. 
  • Dietas altamente proteicas y suplementos nutricionales son clave en la recuperación de estos pacientes que, muchas veces, tienen que mejorar su estado nutricional para poder someterse a una intervención quirúrgica, sobre todo en el caso de los oncológicos. 
  • El Consejo General de Enfermería y su Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS) han celebrado una jornada en la que enfermeras expertas en nutrición han dado las claves para detectar a estos pacientes e intervenir cuanto antes. 

Se habla mucho de la elevada prevalencia del sobrepeso y la obesidad en nuestra sociedad actual pero poco de otro gran problema, el que se encuentra en el polo opuesto: la desnutrición. Esta afecta a muchos pacientes y aunque se tiende a pensar que las personas malnutridas son extremadamente delgadas, esto no siempre es así. Como tampoco lo es que la desnutrición se asocie solo a patologías graves y estos casos se encuentren exclusivamente en el ámbito hospitalario.

La desnutrición afecta también a personas que en principio no tienen por qué presentar otra patología y que incluso, aparentemente, están bien nutridas, dado su exceso de peso. El peso no es directamente proporcional al estado nutricional de una persona y encontramos a no pocos mayores que por no poder adquirir determinados alimentos, dada su baja pensión, o no valerse para ir a comprar y cocinar presentan desnutrición y exceso de peso al mismo tiempo. Para muchos lo fácil y agradable es recurrir a alimentos dulces que les sacien y erróneamente creen que también les alimentan.

Este ha sido uno de los temas que se han tratado durante la jornada celebrada hoy por el Consejo General de Enfermería de la mano de su Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS) con el objetivo de potenciar y actualizar la formación enfermera en el ámbito de la nutrición.

La sesión ha contado con la colaboración de la Unión Española de Sociedades Científicas de Enfermería (UESCE), la Asociación de Enfermeras de Nutrición y Dietética (AdENyD) y FontActiv, la gama de suplementos para adultos y mayores de Laboratorios Ordesa.

Desnutrición y gasto sanitario

La enfermera Mari Lourdes de Torres, vocal de Nutrición del Consejo General de Enfermería y coordinadora científica de esta jornada, ha explicado la relación que existe entre la desnutrición y el gasto sanitario. “Un estudio realizado en 2013 en Estados Unidos sobre una población de 724.000 pacientes con desnutrición o en riesgo de padecerla puso de manifiesto la importancia de intervenir en estos casos tanto desde un punto de vista económico como de calidad de vida para el paciente. Y es que se vio que la intervención mediante la mejora de la alimentación y el uso de suplementos nutricionales era coste efectiva: por cada dólar invertido obtenían 52 dólares de beneficio”.

¿El motivo? Estancias hospitalarias más cortas, mejor respuesta a los tratamientos y un menor consumo de fármacos ya que el organismo respondía mejor y el paciente se recuperaba antes. Tras este estudio, distintos países, entre ellos España, comenzaron a trabajar en la prevención y la recuperación de estos pacientes y es que, como subraya Mari Lourdes de Torres: “tener un paciente desnutrido sale muy caro. Cuesta el doble recuperar a uno de estos pacientes que conseguir que una persona con obesidad pierda peso”.

El trabajo americano y la consiguiente puesta en marcha del proyecto europeo ONCA (The Optimal Nutrition Care for All) supusieron un antes y un después. Así, por ejemplo, aquellos pacientes oncológicos o con una enfermedad crónica grave que precisen ser operados ya no van directamente a quirófano si su estado nutricional no es adecuado. “Antes se operaba a estos pacientes y luego se recurría a la nutrición artificial. Hoy, se ha visto que es preferible intervenir antes para conseguir que el estado nutricional del paciente sea el adecuado y luego operar. Con esto conseguimos que las estancias en el hospital sean más cortas, que las heridas cicatricen antes… y esto influye en el coste pero también en la calidad de vida del paciente, cuya recuperación es mucho mejor”.

Un caso claro de la relación entre desnutrición y estado de salud son las úlceras por presión y es que, como apunta Mari Lourdes de Torres, “fuimos las enfermeras las que nos dimos cuenta de que los pacientes desnutridos presentaban más úlceras por presión, los tratamientos eran más largos y la cicatrización más lenta. El manejo de estas lesiones es carísimo, pero es que además son procesos muy dolorosos para el paciente”.

La importancia de las proteínas

Ante un paciente desnutrido existen dos opciones que pueden ser complementarias: la intervención a través de la alimentación fortificada y la introducción de suplementos nutricionales orales (SNO).

Una de las claves para la recuperación de estos pacientes es la introducción de proteínas de calidad. Para ello, explica Carmen Martín Salinas, presidenta de AdENyD, “podemos recurrir a los purés altamente proteicos. Basta hacer un puré de patatas con verduras al que añadiremos la clara de un huevo o un huevo cocido y la clara de otro y un muslo de pollo o conejo, muy fácil de triturar”. La clara del huevo, matiza, es una proteína de alta calidad pero necesita calor para que el organismo pueda beneficiarse de ella.

La opción del puré, añade Idoia Sáez de Argandoña, enfermera de la Unidad de Nutrición del Hospital de Txagorritxu en Vitoria, “es especialmente útil en el caso de los pacientes con disfagia, es decir, aquellos que tienen dificultades al tragar los alimentos”.

Si no es el caso y el paciente no quiere tomar purés por el motivo que sea, añade, “puede empezar las comidas por el segundo plato: un filete de ternera con un huevo

puede ser un buen ejemplo de un plato altamente proteico y eficaz en estos casos. Si a continuación el paciente aún tiene hambre puede pasar al primer plato. Así nos aseguramos de que ha ingerido la proteína. Las enfermeras debemos trabajar con ellos en la elaboración de menús semanales en los que variemos los alimentos para evitar que el paciente se canse y acabe abandonando la dieta”.

Los alimentos ricos en proteína, apunta Martín Salinas, deben complementarse con frutas, verduras y hortalizas ya que “vitaminas y minerales son el coadyuvante necesario para que las proteínas se fijen mejor”.

Cuando esta intervención no es suficiente, los SNO suelen ser de gran utilidad. “Gracias a ellos conseguimos que los pacientes se recuperen antes. Estos productos consiguen texturas y sabores agradables que facilitan al paciente la alimentación y evitan, en muchos casos, que tengamos que recurrir a la nutrición enteral, con lo que ello supone para el paciente en su calidad de vida”, señala de Torres.

El uso de una o ambas opciones dependerá del estado de cada paciente y de los resultados de las analíticas de control que deben realizarse para su correcto seguimiento.

Desnutrición en Atención Primaria

Para Mari Lourdes de Torres es esencial que las enfermeras de Atención Primaria presten especial atención al estado nutricional de sus pacientes, especialmente los mayores. “Muchas de estas personas pueden llegar a la consulta por otro motivo, pero debemos estar alerta para detectar a aquellos que presentan desnutrición. A veces, un simple gesto como pasar la mano por la cabeza del paciente y observar una caída anormal del cabello puede ser la señal de alerta de que ese paciente no está bien nutrido. A partir de ahí, debe realizarse un test de cribado nutricional y cuantificar resultados. También debemos aprovechar las visitas domiciliarias para ver qué tipo de alimentos tienen nuestros pacientes en la nevera, si está vacía o si sólo tiene productos poco nutritivos. Las enfermeras debemos actuar de forma integral, prestando atención al conjunto bio-psico-social del paciente, educándole y acompañándole en su proceso de recuperación”.

Del mismo modo, en las residencias de mayores, añade, “es preciso que al menos haya una enfermera por planta y que ésta preste atención al estado nutricional de sus pacientes”.

Obesidad y desnutrición

Un caso no poco frecuente es el de pacientes mayores que económicamente no pueden permitirse comprar carne y pescado regularmente o que presentan una cierta discapacidad que les impide ir al mercado y cocinar. En estos casos, advierte Mari Lourdes de Torres, “lejos de encontrarnos pacientes con bajo peso, podemos encontrarnos lo contrario: sobrepeso e incluso obesidad. El motivo reside en que se alimentan de productos dulces, fáciles de comer como natillas, bollos… Su peso hace pensar que lo que necesitan es reducir la ingesta para perder kilos pero la realidad es que lo que necesitan es mejorar su alimentación. No podemos permitirnos que haya mayores en esta situación y desgraciadamente, aunque no se dispone de estudios al respecto, sabemos que hay más de lo que se piensa”. 

Formación

La Jornada es fruto de la apuesta del Consejo General de Enfermería e ISFOS por la formación continuada y gratuita de las enfermeras. En este sentido, Pilar Fernández, directora de ISFOS, subraya: “las enfermeras somos esenciales en la educación del paciente en todo lo que se refiere a prevención y promoción de la salud. En este caso, hemos querido centrarnos en la desnutrición, un problema importante que tiene un gran impacto en la calidad de vida de las personas que lo padecen y representa un elevado coste para el sistema de salud. Con esta formación queremos sensibilizar y formar a nuestras enfermeras en la prevención, pero también en el diagnóstico, en saber dónde debemos mirar para detectar estos casos, y en la intervención, una intervención en la que participamos distintos profesionales y en la que enfermería es fundamental”.

La jornada, presencial, estará disponible en el canal de YouTube de ISFOS para que puedan acceder a ella todos los profesionales interesados en mejorar su formación en este campo.

Por último, Pilar Fernández subraya “la gran implicación de FontActiv y Laboratorios Ordesa para que esta jornada haya podido celebrarse de forma presencial. Gracias a su colaboración, hoy hemos contado con ponentes de máximo nivel y hemos podido celebrar también un interesante taller sobre la adaptación de la dieta en pacientes con disfagia. Y es precisamente a este grupo de pacientes al que FontActiv dirige gran parte de sus esfuerzos para facilitar suplementos nutricionales de última generación, nutricionalmente completos y agradables tanto por su sabor como por su textura, gracias a los espesantes que emplean para poder adaptar las comidas a las diferentes necesidades de los pacientes”.

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Instituciones Penitenciarias se compromete a modificar el actual reglamento penitenciario que está obsoleto y a actualizar las competencias de las enfermeras/os de prisiones

Instituciones Penitenciarias se compromete a modificar el actual reglamento penitenciario que está obsoleto y a actualizar las competencias de las enfermeras/os de prisiones

 

  • Un equipo del Consejo General de Enfermería y el representante de los enfermeros de prisiones se ha reunido con el secretario general de Instituciones Penitenciarias para denunciar la situación profesional en la que se encuentran estas enfermeras, con un escaso reconocimiento de su trabajo. 
  • Durante la reunión, Instituciones Penitenciarias ha asegurado que ya está trabajando en esta cuestión y espera poder tener el nuevo reglamento aprobado a lo largo de este año. Un reglamento penitenciario que les otorgará cobertura jurídica en su práctica asistencial diaria acorde a las competencias profesionales que las enfermeras desarrollan día a día. 
  • Tal y como han expuesto, la situación actual de las enfermeras de prisiones es muy compleja, ya que además de la norma de hace 40 años por la que se rigen, junto con el déficit de profesionales, se encuentran en una situación de desamparo laboral y de falta de reconocimiento de su profesión. 

El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, se ha comprometido con el Consejo General de Enfermería (CGE) a modificar el reglamento de prisiones del año 81, que está totalmente obsoleto, y a actualizar las competencias de las enfermeras y enfermeros de prisiones. Ha sido durante la reunión que han mantenido ambos organismos cuando se ha puesto de manifiesto la situación profesional de la enfermería de prisiones, además de reclamar mejoras laborales y la actualización de sus competencias. Estas se encuentran en este momento reguladas en el obsoleto Reglamento Penitenciario de 1981 y que no se adecúan a las que actualmente se establecen en la normativa derivada de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) que proclama la autonomía profesional.

Para el organismo que aglutina a las más de 330.000 enfermeras y enfermeros, el actual reglamento está obsoleto y deja desamparadas a las enfermeras y enfermeros de prisiones. Este compromiso se llevará a cabo durante el transcurso del presente año y regulará el marco de competencias de las enfermeras de prisiones y les otorgará la cobertura jurídica que necesitan. Con esta modificación, Instituciones Penitenciarias buscará soluciones ante una situación que exige actuar sin más demora con el fin de evitar perjuicios para el sistema sanitario penitenciario y a los propios profesionales, que no solo merecen estar protegidos con seguridad jurídica respecto de sus actuaciones profesionales, sino también obtener el reconocimiento que corresponde a las funciones y cometidos que actualmente desempeñan.

“El reglamento penitenciario que rige las competencias de las enfermeras y enfermeros que trabajan en prisiones es totalmente obsoleto, es de 1981, recoge unas competencias de hace 42 años que no se ajusta, para nada, a la realidad que viven los enfermeros y enfermeras que trabajan en prisiones, por lo tanto, les hemos pedido esa actualización del reglamento en base al documento marco aprobado mediante la Resolución 13/2019 en el seno de la Organización Colegial por la Asamblea General, donde figuran  claramente las competencias que tienen las enfermeras y enfermeros en estos momentos en el ámbito de Instituciones Penitenciarias. El secretario general de Instituciones Penitenciarias y su equipo nos ha trasladado un compromiso firme de actualizar ese reglamento, de hecho, tenían en el despacho nuestro documento marco de competencias como referente para realizar el cambio del reglamento penitenciario y creemos que a lo largo de este año pueda hacerse esa actualización que es fundamental porque va a dar cobertura jurídica también a las enfermeras y enfermeros en su práctica asistencial diaria, además de poner en valor realmente toda la aportación sanitaria que hacen las enfermeras en prisiones”, afirma Diego Ayuso, secretario general del CGE.

Junto a Diego Ayuso han estado presentes el director de los servicios jurídicos del CGE, Francisco Corpas y Eusebio Espuela, enfermero del Centro Penitenciario de Valdemoro, Madrid III, como representante de los enfermeros de prisiones. Por parte de Instituciones Penitenciarias han acudido, además del secretario general, la subdirectora general de Sanidad Penitenciaria, Carmen Martínez, y Eugenio Arribas, subdirector general de recursos humanos de Instituciones Penitenciarias.

Reivindicaciones

El CGE ha querido dejar claro que este colectivo profesional se encuentra sufriendo contratos precarios y posibles casos de intrusismo, ya que realizan funciones que no son de su competencia. “En esta reunión lo que pretendíamos era un compromiso por parte de la secretaría para que actualizara nuestras competencias dentro del mundo penitenciario. Parece que hay un compromiso real por parte del secretario general en que esto se lleve a cabo y, aparte, han pedido colaboración al CGE para que les ayude en la elaboración de estas competencias. Esto es importante porque así desde la Organización Colegial se podrá velar por que estas competencias sean las apropiadas”, afirma Eusebio Espuela.

Entre las reivindicaciones que se han manifestado no solo se encuentra la actualización de las funciones del cuerpo de enfermería en prisiones, sino también la revisión y determinación, con plena seguridad jurídica, de las funciones que pertenecen a otros profesionales sanitarios y que no pueden ser asumidas por enfermería sin incurrir en posible intrusismo profesional. Durante la reunión también se han tratado aspectos derivados del reconocimiento de la realidad profesional actual de enfermería, para permitir su acceso a la carrera profesional, el establecimiento de los complementos específicos acorde con las funciones reconocidas, así como las cuantías por días especiales.

“La situación actual dentro de prisiones es muy compleja por el déficit de médicos, que en nuestro caso es más agravado. Para nosotros resulta fundamental, primero, un respaldo legal de nuestro trabajo que estaría recogido en esas competencias. Y, por otro lado, una vez que se actualicen las competencias, los complementos que se han quedado desfasados y que no corresponden para nada a la situación que vivimos dentro de los centros penitenciarios, se adapten a nuestra situación real, tanto a las competencias, que se reconozcan, como al trabajo que realizamos dentro de los centros penitenciarios”, concluye Espuela.

En enero de 2019, la Organización Colegial ya remitió al Ministerio de Interior un escrito exponiendo la situación de este colectivo del que no se recibió respuesta y por el que instaron nuevamente al ministro en otro escrito en febrero de 2020. Tras una primera respuesta con buen talante, pero sin soluciones a los problemas expuestos, la Organización Colegial, ante la insistencia lógica de los afectados, ha optado por dirigirse de nuevo ante la urgente necesidad de afrontar una situación preocupante y ante el bloqueo funcional que se puede llegar a producir sin un abordaje real de los problemas manifestados.

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El Consejo General de Enfermería defiende una Atención Primaria liderada por enfermeras especialistas y apoyo tecnológico

Exige a los políticos que dejen de utilizar a los profesionales en sus luchas partidistas y que escuchen las reivindicaciones de las enfermeras

 

El Consejo General de Enfermería defiende una Atención Primaria liderada por enfermeras especialistas y apoyo tecnológico

 

  • El CGE denuncia que los políticos hacen un uso electoralista y demagógico de la situación de las 330.000 enfermeras españolas y del sistema sanitario, pero desoyen sus reivindicaciones sistemáticamente. 
  • El sistema británico, con centros atendidos exclusivamente por enfermeras y con la prescripción de medicamentos también consolidada, lleva muchos años en vigor con resultados muy satisfactorios para los usuarios. 
  • Sin renunciar a los profesionales que necesita la Sanidad española -con un incremento de 100.000 enfermeras sólo para igualarnos a Europa- el sistema exige reformas urgentes con nuevos modelos organizativos, por ejemplo, en AP con la fuerza de las enfermeras especialistas en Familiar y Comunitaria y un uso creciente de la telesalud como apoyo. 
  • “Que nadie se confunda, las enfermeras quieren hacer funciones de enfermera, no de médico. El clima de colaboración entre profesionales es palpable, los políticos no deben enturbiarlo para atacar a sus rivales”, asegura Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

 

En el clima preelectoral en el que está instalado nuestro país, la tendencia a emplear la Sanidad y la falta de profesionales como arma contra el rival político enturbia las relaciones entre los sanitarios y confunde a la sociedad. “Desde el Consejo General de Enfermería pedimos debates serios sobre los cambios y reformas del sistema sanitario. Un sistema que requiere un replanteamiento de roles y enfoques sin olvidar que, independientemente de que falten médicos en algunas especialidades, está constatada una carencia de cerca de 100.000 enfermeras sólo para igualarnos con la media europea. La indiferencia de los gobernantes ante discriminaciones flagrantes, como el acceso al grupo A de la administración pública sin subgrupos; la falta de desarrollo de las especialidades, o el ignorar la necesidad de desarrollar las competencias de las enfermeras de acuerdo a su amplia formación -pero con cambio de modelo y cobertura jurídica-, es continuo. Ya es hora de que se gesten acuerdos para avanzar en estas líneas en beneficio de toda la ciudadanía. Los debates estériles, maniqueos y estereotipados en torno a la Sanidad no contribuyen a resolver ningún problema y la enfermería española pide un replanteamiento serio del sistema, empezando por la Atención Primaria, la más cercana”, destaca Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

Estos días se hace referencia al modelo británico, con determinados centros sanitarios atendidos exclusivamente por enfermeras y con la prescripción de medicamentos también consolidada y que lleva muchos años funcionando con éxito. Una revisión de estudios desde los años 80, publicada en el BMJ[i], refleja que los resultados de la atención ambulatoria liderada por enfermeras en Reino Unido son equivalentes o mejores en algunos aspectos, además de un potencial ahorro para el sistema (seis euros por consulta, calculado en euros de 2006). Según refleja un reciente informe del Royal College of Nursing de Reino Unido, la satisfacción de los pacientes y los indicadores de seguridad y eficacia, por ejemplo, en menos derivaciones al hospital y mortalidad general[ii]

Otro estudio neerlandés[iii] publicado en la “Cochrane Library,” ha evaluado 18 estudios aleatorios sobre el impacto de las enfermeras como sustitutas de los médicos en distintos ámbitos de la atención sanitaria y llega a la conclusión de que, o bien existe una ligera mejora o puede considerarse equivalente la satisfacción y efectividad, en indicadores como las muertes, control de la presión arterial o satisfacción general del paciente.

Alemania, por ejemplo, estudia nuevos modelos de enfermeras de práctica avanzada en zonas rurales sin médicos de familia ni especialistas y su potencial beneficio en la atención a las personas que sufren alguna forma de demencia[iv] .

Por otra parte, algunas investigaciones, esta vez sobre nuestro propio sistema sanitario, como la publicada por médicos y enfermeras catalanas en “Journal of Advanced Nursing” en 2013, compararon la eficacia de enfermeras frente a médicos en la resolución de enfermedades agudas de baja complejidad en Atención Primaria. Los datos demuestran que las enfermeras resolvieron el 86,3 por ciento de los problemas de salud y que no se observaron diferencias en el grado de satisfacción de las personas atendidas[v].

“Hay que tener en cuenta que las enfermeras no queremos hacer de médicos, nos ceñimos a nuestras competencias, pero es posible resolver muchos problemas de salud y, en el caso de requerirse, se deriva al especialista correspondiente. Cuando hablamos de Atención Primaria, no debemos olvidar que España cuenta con una fuerza de 40.000 enfermeras en este ámbito, de las que casi 15.000 son enfermeras especialistas en Enfermería Familiar y Comunitaria,  cruciales en el nivel primario de atención, cuentan con una formación de 2 años como especialistas además de los 4 años de grado, y sin embargo muchas de ellas no se contratan en Atención Primaria y son contratadas en hospitales, por lo que es urgente un cambio en este modelo”, explica Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería de España.

Por otra parte, “lo que no es viable es perpetuar un sistema sanitario férreo e inamovible justo cuando la pandemia ha hecho evidentes sus carencias. Debemos recurrir a avances en el campo de la telesalud[vi] -bien entendida, no hablamos de hacer videollamadas sin más- y replantear la política de recursos humanos y la organización. Todo ello no implica, ni mucho menos, que los profesionales no constituyan la base y la esencia del sistema. Lo que tenemos seguro es una carencia de enfermeras que nos pone al nivel de países como Chipre, Letonia o Grecia y así es imposible proporcionar a la sociedad los cuidados que requiere. Pero lo que no pueden hacer los políticos es fomentar los enfrentamientos entre profesiones que trabajan juntas de forma colaborativa, ni ensalzar ni denigrar los modelos sanitarios basados en roles de enfermería avanzados. Deben estudiarlos y adoptar aquellos procedimientos y modelos de gestión basados en la evidencia, que funcionen y se puedan adaptar a nuestro sistema sanitario. Basta ya de usar la Sanidad para ganar votos, piensen en los ciudadanos y en los profesionales sanitarios”, concluye Pérez Raya.

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[i] Martin-Misener R, Harbman P, Donald F, et al. Cost-effectiveness of nurse practitioners in primary and specialised ambulatory care: systematic review. BMJ Open 2015; 5:e007167. doi: 10.1136/bmjopen-2014-007167

[ii] Advanced Level Nursing Practice. Royal College of Nursing. June 2018. Review date: June 2021. www.rcn.org.uk

[iii] Laurant M, van der Biezen M, Wijers N, Watananirun K, Kontopantelis E, van Vught AJAH. Nurses as substitutes for doctors in primary care. Cochrane Database of Systematic Reviews 2018, Issue 7. Art. No.: CD001271. DOI: 10.1002/14651858.CD001271.pub3.

[iv]  Kleinke, F., Michalowsky, B., Rädke, A. et al. Advanced nursing practice and interprofessional dementia care (InDePendent): study protocol for a multi-center, cluster-randomized, controlled, interventional trial. Trials 23, 290 (2022). https://doi.org/10.1186/s13063-022-06249-1

[v]  Iglesias B, Ramos F, Serrano B, Fàbregas M, Sánchez C, García MJ, Cebrian HM, Aragonés R, Casajuana J, Esgueva N; PIPA Group. A randomized controlled trial of nurses vs. doctors in the resolution of acute disease of low complexity in primary care. J Adv Nurs. 2013 Nov;69(11):2446-57. doi: 10.1111/jan.12120. Epub 2013 Mar 21. PMID: 23517494.

[vi] María Paz González Esteban, Antonio Manuel Ballesteros Alvaro, María Isabel Crespo de las Heras, Julia Pérez Alonso Evidentia: Intervenciones de Teleenfermería efectivas en Atención Primariarevisión sistemática  Revista de enfermería basada en la evidencia, ISSN-e 1697-638X, Vol. 13, Nº. 55–56, 2016