La piel del paciente oncológico requiere de cuidados enfermeros para reducir las secuelas de algunos tratamientos

Webinar “Abordaje y Cuidados de la piel en el paciente oncológico”

 

La piel del paciente oncológico requiere de cuidados enfermeros para reducir las secuelas de algunos tratamientos

 

  • Onofre Sanmartin, jefe de Servicio de Dermatología del Instituto Valenciano de Oncología, ha hecho referencia tanto a las lesiones originadas por el tratamiento de la quimioterapia clásica como a las provocadas por nuevos tratamientos como la inmunoterapia, y ha recordado que “las enfermeras son las primeras en advertir estas lesiones y son las profesionales que pueden proporcionar atenciones y consejos a los pacientes”.
  • Aunque las alteraciones a nivel de la piel suelen ser en su mayor parte reversibles y generalmente no presentan riesgos para la vida del paciente, tienen un gran impacto sobre su calidad de vida. “Acompañamos en todo el proceso, educamos y manejamos toxicidades, entre ellas, las cutáneas y síntomas para mejorar la calidad de vida de los pacientes”, resalta Jorgina Serra, enfermera de práctica avanzada en inmunoterapia del Servicio de Oncología del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona.
  • “Las enfermeras y enfermeros tenemos mucho que hacer tanto en el diagnóstico temprano como en el manejo. Por ello, es importante que independientemente de nuestro ámbito de trabajo sepamos actuar ante este tipo de pieles para prestar los cuidados que precisen y educarles para que ellos sepan cómo actuar en sus domicilios”, ha añadido Pilar Fernández, vicepresidenta del Consejo General de Enfermería y directora de ISFOS.
  • “El cuidado dermocosmético de la piel del paciente oncológico es fundamental tanto para reforzar la barrera cutánea y reducir los efectos cutáneos adversos de las terapias, como para mejorar la calidad de vida. Deben de ser cuidados sencillos, adaptados, fórmulas eficaces y seguras, y deben de realizarse antes, durante y después del tratamiento oncológico”, ha asegurado Leonor Prieto, farmacéutica y directora científica de L’Oréal Cosmética Activa. 

Cada año se diagnostican más de 18 millones de casos nuevos de cáncer en el mundo y la previsión para 2040 es que asciendan a 30 millones. Las terapias oncológicas alteran drásticamente la función barrera y los sistemas de defensa de la piel, dando lugar a un diverso número de reacciones cutáneas, así como fotosensibilidad o alteraciones en la cicatrización. Por ello, el Consejo General de Enfermería a través de su Instituto Superior de Formación Sanitaria, ISFOS, con la colaboración de Laboratorios La Roche-Posay han organizado un webinar que bajo el título “Abordaje y Cuidados de la piel en el paciente oncológico” busca potenciar unos cuidados de calidad para mejorar así la vida de los pacientes.

“Los tratamientos que reciben estos pacientes afectan a la piel en buena parte de su metabolismo por lo que los cuidados deben ser más concretos”, ha resaltado Pilar Fernández, vicepresidenta del Consejo General de Enfermería y directora de ISFOS. “Unos cuidados en los que las enfermeras y los enfermeros tenemos mucho que hacer tanto en el diagnóstico temprano como en el manejo. Por ello, es importante que independientemente de nuestro ámbito de trabajo -Atención Primaria, hospitalización, centros sociosanitarios…- sepamos actuar ante este tipo de pieles para prestar los cuidados que precisen y educarles para que ellos sepan cómo actuar en sus domicilios”, ha añadido Fernández.

En el webinar, que ha contado con más de 2.000 enfermeras inscritas, han participado expertas como Jorgina Serra, enfermera de práctica avanzada inmunoterapia del servicio de Oncología del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona; Onofre Sanmartín, jefe de Servicio de Dermatología del Instituto Valenciano de Oncología; y Leonor Prieto, farmacéutica y directora científica de L’Oréal Cosmética Activa.

Lesiones cutáneas

Durante el webinar Onofre Sanmartín, jefe de Servicio de Dermatología del Instituto Valenciano de Oncología, ha hecho una revisión de las lesiones cutáneas inducidas por el tratamiento antineoplásico en el paciente con cáncer, “un tipo de lesiones que es conveniente conocer por parte de las enfermeras, ya que son ellas las primeras en advertirlas y son las profesionales que pueden proporcionar atenciones y consejos a los pacientes”, comenta. Onofre ha hecho referencia tanto a las lesiones originadas por el tratamiento de la quimioterapia clásica, así como a las provocadas por nuevos tratamientos como la inmunoterapia o las terapias dirigidas.

Aunque las alteraciones a nivel de la piel suelen ser en su mayor parte reversibles y generalmente no presentan riesgos para la vida del paciente, tienen un gran impacto sobre la calidad de vida. La enfermera oncológica es muy importante para los pacientes con cáncer. “La prevención es una pieza clave en el manejo de las toxicidades cutáneas derivadas de tratamientos oncológicos. Por ese mismo motivo es muy importante la educación sanitaria que otorgamos las enfermeras. La información es poder y educar al paciente correctamente hace que este esté empoderado para poder detectar de forma precoz una toxicidad. Cuanto antes se detecta, antes se trata y menos grave es. Para ello también es de vital importancia el trabajo multidisciplinar en la que todo el equipo trabaje conjuntamente en beneficio del paciente”, resalta Jorgina Serra, enfermera de práctica avanzada en inmunoterapia del Servicio de Oncología del Hospital de la Santa Creu y Sant Pau de Barcelona. “Acompañamos en todo el proceso, educamos y manejamos toxicidades, entre ellas, cutáneas, y síntomas para mejorar la calidad de vida de los pacientes”, añade.

Dermocosmética

Los cuidados dermocosméticos asociados a las terapias oncológicas han demostrado ser un complemento terapéutico muy importante, tanto para reforzar la barrera cutánea y reducir los efectos cutáneos adversos, como para mejorar la calidad de vida del paciente. “Deben ser unos cuidados sencillos y fáciles de realizar, adaptándose a las necesidades del paciente. Los cuidados imprescindibles son:  higiene, hidratación, reparación de la piel y fotoprotección, y deben realizarse antes, durante y después del tratamiento oncológico. El maquillaje corrector también nos ayuda a recuperar la imagen. Las terapias oncológicas reducen la tolerancia a los cosméticos, por lo que la elección de fórmulas adaptadas, activos de eficacia reconocida, así como garantías de una máxima seguridad y productos testados en pacientes oncológicos, son puntos clave en la elección de los dermocosméticos más adecuados”, ha asegurado Leonor Prieto, farmacéutica y directora científica de L’Oréal Cosmética Activa. “El cuidado de la piel del paciente oncológico necesita un tratamiento holístico y un abordaje multidisciplinar, donde todos los profesionales de la salud, voluntarios, industria y asociaciones de pacientes estén implicados y tengan como objetivo común cuidar la piel y mejorar la calidad de vida de los pacientes”, añade.

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