Unidad Enfermera reclama al ministro de Sanidad que respalde y agilice la aprobación de la Ley de Seguridad del Paciente

Nueva muestra de acción conjunta de los principales organismos y organizaciones que representan a las 330.000 enfermeras y enfermeros de nuestro país

Unidad Enfermera reclama al ministro de Sanidad que respalde y agilice la aprobación de la Ley de Seguridad del Paciente

 

  • Unidad Enfermera pide a José Manuel Miñones que realice las gestiones que entienda oportunas para que se agilice la fase final de la tramitación parlamentaria de la Ley de Seguridad del Paciente y que el conjunto de la ciudadanía pueda beneficiarse de una norma que contribuirá a la mejora de nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS).
  • Unidad Enfermera subraya la absoluta necesidad de que la Ley se apruebe lo más pronto posible, y que cualquier persona, independientemente de la autonomía en la que resida, puede recibir la asistencia sanitaria y cuidados que requiera cuando cae enfermo y deba ser atendido en un hospital, centro de salud o cualquier otro centro sanitario o sociosanitario. 

Unidad Enfermera, alianza que reúne y representa a todos los ámbitos de la profesión en nuestro país, ha reclamado al ministro de Sanidad, José Manuel Miñones, que realice las gestiones que entienda oportunas para que se agilice la fase final de la tramitación parlamentaria de la Ley de Seguridad del Paciente y que el conjunto de la ciudadanía pueda beneficiarse de una norma que contribuirá a la mejora de nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS).

Los principales organismos y organizaciones que representan a las 330.000 enfermeras y enfermeros de nuestro país se han dirigido al nuevo titular del Ministerio de Sanidad, como ya han hecho también con los partidos políticos en el Congreso de los Diputados, para informarle sobre la actual situación de la Ley de Seguridad del Paciente, la cual está pendiente del debate de las enmiendas parciales en la Comisión de Sanidad, y pedirle su colaboración como máxima autoridad sanitaria de nuestro país.

Unidad Enfermera, constituida por el Consejo General de Enfermería (CGE), el Sindicato de Enfermería, SATSE, la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE), la Conferencia Nacional de Decanos de Enfermería (CNDE), Sociedades Científicas Enfermeras y la Asociación Estatal de Estudiantes de Enfermería (AEEE), recuerda al ministro que el objetivo principal de esta Ley es garantizar la seguridad de los pacientes, a través de una asignación máxima de pacientes por cada enfermera/o en todos los centros sanitarios y sociosanitarios de nuestro país.

Por ello, Unidad Enfermera insiste en la absoluta necesidad de que esta norma se apruebe lo más pronto posible, y que cualquier persona, independientemente de la comunidad autónoma en la que resida, puede recibir la asistencia sanitaria y cuidados que requiera cuando cae enfermo y debe ser atendido en un hospital, centro de salud o cualquier otro centro sanitario o sociosanitario.

Unidad Enfermera lamenta que esta Ley lleve ya más de tres años pendiente de su tramitación en el Congreso de los Diputados, y espera que el debate en la Comisión de Sanidad se produzca con la mayor agilidad posible de cara a su aprobación final en el Pleno del Congreso de los Diputados. “Se trata de una Ley que puede contribuir de manera esencial para que en nuestro país se garantice una atención sanitaria en óptimas condiciones de calidad, seguridad asistencial y equidad entre territorios”, apuntan.

De otro lado, Unidad Enfermera traslada al ministro de Sanidad que, después de la grave crisis sanitaria del Covid-19, autoridades, expertos y profesionales sanitarios han coincidido en la urgente necesidad de acometer de manera paulatina y coordinada todas aquellas reformas y medidas que supongan una clara mejora de nuestro sistema sanitario y, en concreto, de la atención y cuidados a cualquier persona enferma.

Un objetivo que, atendiendo a sucesivas encuestas y sondeos de opinión, también es compartido y prioritario por el conjunto de la ciudadanía que reclama que se prioricen, dentro de la gestión pública, las actuaciones necesarias para mejorar la atención sanitaria y cuidados en cualquier lugar de nuestro país, constituyendo la Ley de Seguridad del Paciente un claro ejemplo de medida a acometer de manera conjunta y coordinada, señalan.

“Las enfermeras y enfermeros, al igual que el resto del personal sanitario y el conjunto de trabajadores de la sanidad, tenemos muy claro que nuestro principal objetivo y prioridad es siempre el paciente, la persona. No solo cuando pueda sufrir cualquier enfermedad o problema de salud sino a lo largo de toda su vida para también prevenir, educar en salud y fomentar hábitos de vida saludables”, concluyen.

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El CGE y AET piden apostar por la Enfermería del Trabajo para garantizar la seguridad de los trabajadores y reducir las bajas laborales

Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo

 

El CGE y AET piden apostar por la Enfermería del Trabajo para garantizar la seguridad de los trabajadores y reducir las bajas laborales

                                              

  • “Si formamos a los trabajadores en cómo deben desarrollar las actividades de su trabajo evitamos muchos problemas de espalda, mucho estrés, muchos problemas de salud mental. Si educas en salud eso conlleva menos absentismo laboral, menos bajas y con eso reducimos costes en las empresas”, señala Ascensión Pérez, vocal en el pleno del CGE.
  • Según Araceli Santos, presidenta de la AET, en “los próximos años se prevé un número grande de jubilaciones de enfermeras, luego ya no dará tiempo a equilibrar la reposición de puestos de especialistas”. Sobre todo, porque cada año estas enfermeras, que se forman por la vía EIR, cuentan con muy pocas plazas de formación: 74 en la última convocatoria.
  • “Es fundamental que las instituciones pongan todas las medidas necesarias para proteger la salud y la seguridad de todos los profesionales en todos los estratos de la sanidad y deben hacerlo con normas de obligado cumplimiento”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.

 El Consejo General de Enfermería y la Asociación de Enfermería del Trabajo (AET) recuerdan, con motivo del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo que se celebra mañana, 28 de abril, que las enfermeras que cuentan con el título de especialista en Enfermería de Trabajo -unas 8.000 en todo el país-, se encargan de velar por la salud de más de 20 millones de trabajadores, personas sanas en las que la prevención cobra especial relevancia. Sin embargo, las administraciones públicas -Gobierno Central y CC.AA.- no apuestan por esta figura clave de la que hay una grave escasez en nuestro país, pues la especialidad de Enfermería del Trabajo es la que menos plazas convoca para la formación por la vía EIR.

Como explica Ascensión Pérez Sampayo, vocal de la especialidad de Enfermería del Trabajo en el pleno del Consejo General de Enfermería, “en función del número de trabajadores, las empresas deben contar con unidades básicas de salud que velen por la salud de los empleados. Sin embargo, como no hay suficientes enfermeras, mancomunan los servicios, a través de las mutuas, para cumplir la ley de prevención de riesgos laborales. Pero así no se puede dar una atención de calidad”.

Una situación que se va a ver agravada, según Araceli Santos, presidenta de la AET, porque en “los próximos años se prevé un número grande de jubilaciones de enfermeras, luego ya no dará tiempo a equilibrar la reposición de puestos de especialistas”. Sobre todo, porque cada año estas enfermeras, que se forman por la vía EIR, cuentan con muy pocas plazas de formación: 74 en la última convocatoria.

“Lo que no parecen entender es que la especialización en Enfermería del Trabajo lleva a tener una población sana, desde la prevención. El medio laboral tiene sus riesgos, pero se pueden prevenir desde la educación. Si formamos a los trabajadores en cómo deben desarrollar las actividades de su trabajo evitamos muchos problemas de espalda, mucho estrés, muchos problemas de salud mental. Si educas en salud eso conlleva menos absentismo laboral, menos bajas y con eso reducimos costes en las empresas, ante esa baja pagamos todos, cuando es una baja que se podría haber evitado, pues el cumplimiento íntegro de la ley de prevención de riesgos laborales beneficiaría tanto a los trabajadores como a las empresas, pues un trabajador sano es más productivo. Y toda esa prevención es el campo de actuación de la Enfermería del Trabajo”, incide Pérez Sampayo.

Además, como destaca la presidenta de la AET, resulta fundamental el que esta asistencia la realicen enfermeras especialistas pues “para nuestra especialidad se requiere una formación de 360 grados, muy holística, que nos aporta herramientas para la detección precoz y para la prevención. Debemos tener formación en comunitaria, trauma, urgencias, cirugía menor, otorrino, oftalmología, etc. Debemos tener conocimientos administrativos, de peritaje, capacidad investigadora… Es importante tener conocimientos de gestión, habilidades formativas y comunicadoras.”, subraya. Por ello, recuerdan que formar a estas enfermeras especialistas realmente es una inversión para mejorar la salud y garantizar la seguridad de los trabajadores.

Protección para las enfermeras

Con respecto a la seguridad laboral, desde el Consejo General de Enfermería, también se incide en que es preciso proteger a las propias enfermeras. “Es fundamental que las instituciones pongan todas las medidas necesarias para proteger la salud y la seguridad de todos los profesionales en todos los estratos de la sanidad y deben hacerlo con normas de obligado cumplimiento”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.

Pinchazos accidentales con los que pueden contraer enfermedades graves con el VIH/Sida o la hepatitis B; manejo de medicamentos peligrosos que provocan cáncer o problemas en la reproducción humana; agresiones; carga excesiva de trabajo e incluso problemas de conciliación son los mayores riesgos laborales a los que se enfrentan las enfermeras. “La seguridad de los sanitarios es primordial para poder continuar ofreciendo cuidados de calidad a la población. Los equipos de protección, las tecnologías seguras y las prácticas adecuadas están disponibles y no son costosas, pero es poco probable que los empleadores las introduzcan universalmente a menos que estén obligados a hacerlo. Necesitamos normas contundentes que obliguen a proteger a los profesionales”, destaca el presidente de las 330.000 enfermeras españolas.

Sin olvidar el importante problema de salud mental que está aflorando entre las enfermeras, resultado de tantos y tantos meses de desgaste durante la pandemia. Según la Radiografía de la situación profesional y emocional de la profesión enfermera, un tercio (33%) reconoce haber sufrido depresión, 6 de cada 10 confirman haber padecido insomnio (58,6%) y algo más de dos terceras partes ha tenido episodios graves de ansiedad (67,5%). Todo ello ha provocado que casi la mitad de las enfermeras (46%) haya pensado en abandonar su puesto.

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Unidad Enfermera reclama a los partidos en el Congreso que aprueben la Ley de Seguridad del Paciente que necesita la sociedad

Nueva muestra de acción conjunta de los principales organismos y organizaciones que representan a las 330.000 enfermeras y enfermeros de nuestro país

Unidad Enfermera reclama a los partidos en el Congreso que aprueben la Ley de Seguridad del Paciente que necesita la sociedad

  • Unidad Enfermera pide que la norma, que está pendiente del debate de las enmiendas parciales en la Comisión de Sanidad, sea finalmente aprobada respetando su principal objetivo de garantizar la seguridad de los pacientes, a través de una asignación máxima de pacientes por cada enfermera/o.
  • Unidad Enfermera confía en que del debate parlamentario salga una Ley enriquecida con las aportaciones de todos los grupos políticos, pero insiste en la necesidad de que el texto finalmente acordado posibilite que en nuestro país se garantice una atención sanitaria en óptimas condiciones de calidad y seguridad asistencial.

Unidad Enfermera, alianza que reúne y representa a todos los ámbitos de la profesión en nuestro país, ha reclamado a los partidos políticos con representación en el Congreso de los Diputados que impulsen la tramitación parlamentaria de la Ley de Seguridad del Paciente y posibiliten que la norma que finalmente se apruebe contribuya de manera decisiva a mejorar la salud y calidad de vida del conjunto de la sociedad.

Los principales organismos y organizaciones que representan a las 330.000 enfermeras y enfermeros de nuestro país han vuelto a mostrar la unidad de la profesión y se han dirigido por carta a los partidos políticos en el Congreso de los Diputados (PSOE, PP, Podemos, Vox, Ciudadanos, EAJ PNV, EH Bildu, Grupo Mixto, Grupo Republicano y Grupo Plural) con la demanda conjunta de que esta norma, que está pendiente del debate de las enmiendas parciales en la Comisión de Sanidad, sea finalmente aprobada respetando su principal objetivo de garantizar la seguridad de los pacientes, a través de una asignación máxima de pacientes por cada enfermera/o en todos los centros sanitarios y sociosanitarios de nuestro país.

Unidad Enfermera, constituida por el Consejo General de Enfermería (CGE), el Sindicato de Enfermería, SATSE, la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería (ANDE), la Conferencia Nacional de Decanos de Enfermería (CNDE), Sociedades Científicas Enfermeras y la Asociación Estatal de Estudiantes de Enfermería (AEEE), considera esencial la aprobación de esta norma lo más pronto posible, una vez transcurridos ya más de tres años desde que entró en la Cámara Baja como una Iniciativa Legislativa Popular (ILP).

Un ILP que logró el respaldo de casi 700.000 personas, así como el apoyo de ayuntamientos y parlamentos autonómicos, y de numerosas asociaciones de pacientes y consumidores, organizaciones de enfermeras de todo el mundo y personalidades de distintos ámbitos profesionales, y que, en su toma en consideración, en el Pleno del 15 de diciembre de 2020, fue respaldada por la práctica totalidad de los grupos políticos, con 312 votos a favor, recuerdan.

Unidad Enfermera destaca que numerosos estudios científicos nacionales e internacionales concluyen que existe una clara relación entre el número de pacientes asignados a cada enfermera/o y los riesgos existentes para su salud y seguridad asistencial. “A una mayor asignación de pacientes por profesional, más riesgos, efectos adversos y complicaciones en el proceso asistencial, así como un incremento de la mortalidad y morbilidad”, apuntan.

Lamentablemente, en España se dan situaciones de que en un hospital llegue a haber hasta 20 y 25 pacientes por cada enfermera, hasta 2.000 y 2.500 ciudadanos/as por enfermera/o en los centros de salud y hasta 150 y 200 residentes por cada profesional en los centros de mayores. Una realidad que se produce porque nuestro país cuenta con solo seis enfermeras/os por 1.000 habitantes cuando los países de nuestro entorno tienen hasta 17 enfermeras/os por cada 1.000 habitantes.

Por ello, Unidad Enfermera defiende la aprobación urgente de esta Ley bajo la premisa de que el principal objetivo y prioridad del sistema sanitario y sus profesionales debe ser siempre la persona, no solo cuando pueda sufrir cualquier enfermedad o problema de salud, sino a lo largo de toda su vida para también prevenir, educar en salud y fomentar hábitos de vida saludables.

Unidad Enfermera confía en que del debate parlamentario salga una Ley enriquecida con las aportaciones de todos los partidos, pero insiste en la necesidad de que el texto finalmente acordado posibilite que en nuestro país se garantice una atención sanitaria en óptimas condiciones de calidad, seguridad asistencial y bienestar integral para todas las personas. De igual manera, la Ley asegurará la equidad en la atención sanitaria y cuidados para que no haya diferencias ni desigualdades entre comunidades autónomas.

Un objetivo que, atendiendo a sucesivas encuestas y sondeos de opinión, también es compartido por el conjunto de la ciudadanía que reclama que se prioricen, dentro de la gestión pública, las actuaciones y medidas necesarias para mejorar la atención sanitaria y cuidados que se presta en cualquier lugar de nuestro país, concluyen desde Unidad Enfermera.

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El nuevo calendario de vacunación para toda la vida garantiza más autonomía a las enfermeras a la hora de vacunar

El nuevo calendario de vacunación para toda la vida garantiza más autonomía a las enfermeras a la hora de vacunar 

 

  • “Nuestro compromiso con la vacunación nos ha llevado a crear la figura del responsable de vacunas en cada centro de salud y la enfermera de prevención y promoción que está en las Direcciones Asistenciales. Esta última figura aparece a raíz de la pandemia, y es la que se ocupa de la logística de las vacunas entre Salud Pública, los centros de salud y la dirección asistencial”, ha señalado Rosa María Fernández, directora asistencial del Área Este de Madrid. 
  • Las enfermeras hemos de liderar el acto vacunal en la atención primaria. Ahora indicamos vacunas sin tener que pedir asesoramiento a ningún otro profesional, ya que estas vacunas están indicadas por un calendario de vacunación aprobado por el Ministerio”, ha destacado la enfermera Alba Sanvicente, adjunta de enfermería y coordinadora del CAP de Vilassar de Mar y Cabrera de Mar (Barcelona). 
  • “En el nuevo calendario de 2023 tenemos que estar muy actualizadas porque se han incorporado muchas mejoras y nuevas protecciones. En el caso de la nueva vacuna frente a la neumonía es que va a dar respuesta a ese recambio de serotipos que existen desde hace unos años”, subraya la enfermera Marina Moreno, enfermera del Centro de Salud Torres de la Alameda en Madrid y miembro de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas.

 El nuevo calendario de vacunación para toda la vida aprobado por el Ministerio de Sanidad proporciona más autonomía a las enfermeras y enfermeros en España a la hora de vacunar. Así, se ha puesto de manifiesto en el webinar “La enfermería liderando la vacunación. Nuevas recomendaciones de vacunación antineumocócica en el adulto”, organizado por el Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS), el órgano de formación del Consejo General de Enfermería, con la colaboración de Pfizer.

“Las enfermeras y los enfermeros siempre han estado presentes en las campañas de vacunación, pero ahora, además, son ellas desde la Atención Primaria en los centros de Salud, que es donde principalmente se administran estas vacunas, las que se encargan de los equipos de trabajo, de estimular a los equipos de enfermería y a otros profesionales sanitarios, y conseguir, en definitiva, que las vacunas lleguen a las personas”, ha expuesto Pilar Fernández, directora de ISFOS.

Promoción de la salud

Rosa María Fernández, directora asistencial enfermera del Área Este de Madrid, ha hablado de la figura de la enfermera responsable de vacunas. “Nuestro compromiso con la vacunación nos ha llevado a crear la figura del responsable de vacunas en cada centro de salud y la enfermera de prevención y promoción que está en las Direcciones Asistenciales. Esta última figura aparece a raíz de la pandemia, y es la que se ocupa de la logística de las vacunas entre Salud Pública, los centros de salud y la dirección asistencial”, expone Fernández. “Además, ahora con la puesta en marcha del calendario para toda la vida que se ha puesto en marcha las enfermeras tenemos más autonomía a la hora de la toma de decisiones respecto a la vacunación”, ha añadido.

La última actualización del Calendario Común de Vacunación para toda la vida que entró en vigor a partir de enero de este mismo año incluye cuatro nuevas vacunas: tres para los más jóvenes y una para mayores de 65 años. “En el nuevo calendario de 2023 tenemos que estar muy actualizados porque se han incorporado muchas mejoras y nuevas protecciones”, ha explicado Marina Moreno, enfermera del Centro de Salud Torres de la Alameda en Madrid y miembro de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas.

Esta enfermera ha abordado durante el webinar la situación de la vacunación antineumocócica en nuestro país: “La neumonía sigue siendo un problema de salud pública de primer orden, tiene una gran complejidad en la variabilidad de los serotipos. Por eso, la gran novedad de la nueva vacuna conjugada es que va a dar respuesta a ese recambio de serotipos que existen desde hace unos años; y, además, con la nueva vacuna la pauta secuencial que existía hasta ahora se elimina evitando así el riesgo de fallo al no aplicarse las dosis correspondientes por olvidos o distintas circunstancias”, ha resaltado. 

Papel de las enfermeras

Por su parte, Alba Sanvicente, adjunta de enfermería y coordinadora del CAP de Vilassar de Mar y Cabrera de Mar (Barcelona) se he centrado en el nuevo perfil del profesional enfermero en este cambio de paradigma. “Las enfermeras hemos de liderar el acto vacunal en la atención primaria y debemos empoderar nuestra actividad asistencial mejorando el perfil que teníamos antes de la pandemia. Ahora indicamos vacunas sin tener que pedir asesoramiento de ningún otro profesional, ya que estas vacunas están indicadas por un calendario de vacunación aprobado por el Ministerio” comenta Sanvicente. “Es decir, formamos parte de un equipo multidisciplinar, pero con una competencia mucho más autónoma y tenemos que creérnoslo”, puntualiza.

Sanvicente ha expuesto también las acciones que están llevando a cabo en su área de atención primaria para captar “a esos usuarios que durante la pandemia se han quedado en un limbo. Aprovechamos cualquier visita para valorar el calendario sistemático y si hay algún antígeno pendiente de administrar se lo ofrecemos y en caso de que acepte le vacunamos en ese momento, aunque no sea el motivo de la visita. Además, trabajamos en red con agentes comunitarios para ir a buscar a población candidata y explicarles cuáles son las nuevas indicaciones y necesidades vacunales de la población, desplazándonos a espacios comunitarios como centros de mayores o centros cívicos, y así aumentar la cobertura vacunal, no sólo en la etapa estacional, sino durante todo el año porque en el caso del neumococo tenemos cifras de neumonía durante todo el año, por ejemplo”.

Como ha destacado Pilar Fernández, directora de ISFOS, sobre las enfermeras “recae poner en práctica estrategias que permitan la captación y la medición de las coberturas en los distintos grupos de riesgo. Debemos aprovechar cualquier contacto para establecer la recomendación de vacunación, pues no olvidemos que estamos presentes en muchos ámbitos diferentes: en los centros sanitarios, en los sociosanitarios, pero también en los lugares de trabajo, en los colegios y en algunas instituciones como los ayuntamientos, reforzando así la accesibilidad de la población a las vacunas”.

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El Consejo General de Enfermería pide invertir en enfermeras para mejorar nuestro sistema sanitario

El Consejo General de Enfermería pide invertir en enfermeras para mejorar nuestro sistema sanitario

 

  • Desde el CGE se insiste en que es preciso aumentar la financiación pública destinada a Sanidad, garantizar la seguridad asistencial de los pacientes y ciudadanía con una dotación adecuada y suficiente de enfermeras en todos los servicios de salud, acabar con las agresiones a los profesionales, incluir a las enfermeras en el Grupo A, sin subgrupos, y avanzar en las especialidades de enfermería. 
  • Como subraya Florentino Pérez Raya, presidente del CGE, “si queremos que nuestra Sanidad tenga futuro, es necesario poner estas medidas en marcha, porque, sin enfermeras no hay salud, y sin salud no hay futuro. Es necesario invertir en enfermeras y apostar por su desarrollo profesional, ya que esto supone mejorar la calidad de los cuidados a la población española”. 
  • “El no disponer de unas plantillas suficientes de enfermeras que puedan ofrecer una atención y cuidados de calidad a la sociedad, conlleva una mayor probabilidad de riesgos, complicaciones, reingresos, efectos adversos, e incluso, fallecimientos, como constatan numerosos estudios científicos publicados a lo largo de los últimos años”, ha destacado Pérez Raya. 

 

El 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud, un derecho básico y universal, pero que sigue sin llegar a todo el mundo. Precisamente, este año se celebra el 75 aniversario de la creación de la Organización Mundial de la Salud bajo el lema “Salud para todos”. Con motivo de este día, el Consejo General de Enfermería quiere recordar que a nivel mundial los sistemas sanitarios todavía se están recuperando de los efectos de la pandemia, incluido el nuestro, algo que no será posible si no se invierte en enfermeras.

Como ha señalado Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, “España cuenta con unas de las mejores enfermeras del mundo. Unos profesionales que siempre lo han dado todo por los pacientes, antes, ahora y muy especialmente durante la pandemia, cuando se jugaron la vida para prestar su asistencia. Sin embargo, las demandas de las enfermeras han sido ignoradas por nuestros gobernantes durante años o han sido acalladas con promesas que luego incumplían de forma sostenida. Pero si queremos que nuestra Sanidad tenga futuro, es necesario ponerlas en marcha, porque, sin enfermeras no hay salud, y sin salud no hay futuro. Es necesario invertir en enfermeras y apostar por su desarrollo profesional, ya que esto supone mejorar la calidad de los cuidados a la población española”.

Por ello, desde el CGE se insiste en que es preciso aumentar la financiación pública destinada a Sanidad, garantizar la seguridad asistencial de los pacientes y ciudadanía con una dotación adecuada y suficiente de enfermeras en todos los servicios de salud, acabar con las agresiones a los profesionales, incluir a las enfermeras en el Grupo A, sin subgrupos, y avanzar en el desarrollo e implantación de las especialidades de enfermería.

Escasez de enfermeras

A nivel mundial la escasez de enfermeras es tan grave -dependiendo de los estudios se cifra en una horquilla de entre 13 y 30 millones de enfermeras de déficit-, que el Consejo Internacional de Enfermería (CIE) ha pedido que se trate como una emergencia de salud pública a nivel internacional, algo en lo que coincide el Consejo General de Enfermería.

“Sólo España necesita más de 95.000 enfermeras para llegar a los datos de nuestros vecinos, pues existe un déficit estructural en todo el sistema sanitario que pone en grave riesgo la seguridad de los pacientes en los centros sanitarios y sociosanitarios de nuestro país. El no disponer de unas plantillas suficientes de enfermeras y enfermeros que puedan ofrecer una atención y cuidados de calidad a los pacientes y al conjunto de la ciudadanía, conlleva una mayor probabilidad de riesgos, complicaciones, reingresos, efectos adversos, e incluso, fallecimientos, como constatan numerosos estudios científicos nacionales e internacionales publicados a lo largo de los últimos años”, ha destacado Pérez Raya.

Así, “el número de pacientes que tiene que atender cada enfermera o enfermero, tanto en los hospitales como en los centros de salud y centros sociosanitarios, duplica e, incluso, triplica las cifras recomendadas para poder garantizar la calidad y seguridad asistencial en todo momento”, detalla.

Toda esta situación, que el CGE lleva años denunciando, se ha visto exacerbada con la pandemia. Así, como recordaba el presidente de las 330.000 enfermeras españolas, “aunque haya muchos que quieran negarlo, nuestro sistema sanitario colapsó en los peores momentos del COVID-19. Y si ahora queremos reconstruirlo, aunque sólo sea para recuperar la atención previa a la pandemia, es imposible hacerlo sin contar con un número adecuado de enfermeras, pues invertir en estas profesionales es garantizar el bienestar y la salud de nuestra sociedad, siendo fundamental que las enfermeras/os participen de forma más activa en la toma de decisión en políticas de salud y en la gestión sanitaria de primer nivel”, ha concluido Pérez Raya.

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El Consejo General de Enfermería lanza un vídeo y una infografía con las claves para el cuidado del acné

 El Consejo General de Enfermería lanza un vídeo y una infografía con las claves para el cuidado del acné

 

  • Los materiales recogen las pautas a seguir en cuanto a la higiene e hidratación de las pieles que presentan acné y recomendaciones relativas a la alimentación o al ejercicio físico. 
  • Ya son seis las infografías realizadas sobre el cuidado de la piel en cuestiones como la psoriasis o el paciente polimedicado. 
  • Los materiales se ponen a disposición de los medios, instituciones y profesionales que quieran contribuir a su difusión. 

Comprometidos con la difusión de información útil y práctica en cuestiones relacionadas con el cuidado de la salud, el Consejo General de Enfermería, en colaboración con CeraVe y en el marco de la campaña En la Piel de la Enfermera, publican una nueva infografía y vídeo animado, en esta ocasión, con las claves del cuidado del acné.

El acné es un problema muy frecuente, sobre todo entre la población adolescente. Tanto es así que 8 de cada 10 jóvenes lo sufre en algún momento de su vida. Además, con el uso de mascarillas se ha incrementado la prevalencia en población adulta, especialmente entre las mujeres. 

Expertos

Los materiales han sido elaborados tras el webinar de formación impartido gratuitamente por ISFOS, el Instituto Superior de Formación Sanitaria del Consejo General de Enfermería, con la colaboración de CeraVe y en el que participaron la enfermera Carolina Lázaro Covarrubias, del Hospital Universitario Rey Juan Carlos de Madrid; el dermatólogo Pablo de la Cueva Dobao, jefe de servicio de Dermatología del Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid, y Mercedes Abarquero Cerezo, farmacéutica responsable de Comunicación Científica de CeraVe.

Las claves

En estos materiales se dan las pautas a seguir en cuanto a la higiene de las pieles que presentan acné, las claves del afeitado o la elección de productos para su correcta hidratación. Asimismo, se subraya la importancia de la fotoprotección y se dan recomendaciones relativas a la alimentación o al ejercicio físico.

Cuidado de la piel

Con esta, ya son seis las infografías realizadas sobre el cuidado de la piel, concretamente en cuestiones como el cuidado de la barrera cutánea, la dermatitis atópica, la psoriasis, la piel del paciente polimedicado y la del paciente diabético y a la que ahora se suma esta sobre el acné.

El Consejo General de Enfermería reitera su compromiso con la elaboración de contenidos que contribuyan tanto a la formación de las enfermeras como de la población. Como explica su presidente, Florentino Pérez Raya, “en 2020, con el inicio de la pandemia, decidimos apostar por nuevos formatos que nos permitieran difundir información práctica tanto a las enfermeras como a la población. Desde entonces, hemos publicado más de 80 infografías y vídeos animados en temas inicialmente relacionados con el COVID-19 y que posteriormente hemos ido ampliando a otros campos como el cuidado de la piel en distintas situaciones, un campo este que hemos visto suscita gran interés tanto entre las enfermeras como entre la población”.

Difusión

Todos los materiales están disponibles en YouTube, en Canal Enfermero, donde pueden verse los vídeos, dentro de la pestaña En la piel de la enfermera, y las infografías se encuentran en la página web del Consejo General de Enfermería. Todos los materiales se ponen a disposición de los medios, instituciones y profesionales que quieran contribuir a su difusión.

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El CGE convoca un concurso para elegir el diseño para el trofeo de sus Premios Nacionales de Enfermería

El CGE convoca un concurso para elegir el diseño para el trofeo de sus Premios Nacionales de Enfermería

 

  • El Consejo General de Enfermería va a celebrar en los próximos meses sus I Premios Nacionales de Enfermería, con los que pretende reconocer la labor de enfermeras en distintos ámbitos de la profesión dentro del panorama nacional. 
  • “Queremos que el diseño del premio refleje la esencia de la profesión enfermera. Una profesión que cuida a la sociedad en todas las etapas de la vida, que educa en salud, que previene la enfermedad con la promoción de hábitos de vida saludable, que cura, que vacuna, que realiza técnicas complejas, que investiga, que prescribe…”, explica Florentino Pérez Raya, presidente del CGE. 
  • El plazo de presentación de propuestas finaliza el 15 de mayo, inclusive, y posteriormente el ganador tendrá de plazo hasta el 30 de septiembre para entregar los trofeos correspondientes a la primera edición. 

El Consejo General de Enfermería va a celebrar en los próximos meses sus I Premios Nacionales de Enfermería, con los que pretende reconocer la labor de enfermeras en distintos ámbitos de la profesión dentro del panorama nacional. Para ello, y como paso previo a la convocatoria de este certamen, ha lanzado un concurso dirigido a artistas residentes en España para elegir el diseño que tendrá el trofeo de estos premios.

“Queremos que el diseño del premio refleje la esencia de la profesión enfermera. Una profesión que cuida a la sociedad en todas las etapas de la vida, que educa en salud, que previene la enfermedad con la promoción de hábitos de vida saludable, que cura, que vacuna, que realiza técnicas complejas, que investiga, que prescribe… Una profesión que, en nuestro país, cuenta con una de las formaciones más avanzadas del mundo y que ha sido todo un referente durante la pandemia para enfrentarse al mayor reto sanitario que ha vivido nuestra sociedad y el propio sistema sanitario”, explica Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

Así, los candidatos deberán presentar un proyecto para realizar un trofeo escultórico en broce o hierro con una altura máxima de 30 cm, incluyendo la base y un peso máximo de 2,5 kg. Además, la base deberá contar con espacio suficiente para personalizarla con el nombre del premiado y la correspondiente categoría del certamen.

En las bases se establece que la realización de cada trofeo, de la que se encargará el ganador, tendrá un coste mínimo de 800€ y un máximo de 1.500€, sin contar el molde, teniendo en cuenta, además, que los Premios Nacionales de Enfermería tendrán un mínimo de seis categorías, ampliable. El ganador firmará un contrato con el CGE para suministrar los trofeos de estos premios durante los próximo cuatro años.

El plazo de presentación de propuestas finaliza el 15 de mayo, inclusive, y posteriormente el ganador tendrá de plazo hasta el 30 de septiembre para entregar los trofeos correspondientes a la primera edición.

Inscripción

Los artistitas que deseen participar deberán enviar su propuesta por correo electrónico a secretariageneral@consejogeneralenfermeria.org incluyendo el curriculum y portfolio del candidato, correo electrónico y teléfono de contacto, una fotocopia del DNI, así como una memoria descriptiva del proyecto que incluya bocetos o dibujos de la propuesta y una memoria económica con el coste por trofeo y el precio del molde.

Las bases se pueden consultar en la página web del Consejo General de Enfermería pinchando aquí.

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El Tribunal Supremo ratifica que los técnicos de supervisión sociosanitaria no pueden desarrollar competencias propias de las enfermeras

Estimados parcialmente los recursos del Consejo General y el Sindicato de Enfermería, SATSE

El Tribunal Supremo ratifica que los técnicos de supervisión sociosanitaria no pueden desarrollar competencias propias de las enfermeras

 

  • El Alto Tribunal anula parte de la nueva Formación Profesional en “Supervisión de la atención sociosanitaria para la promoción de la autonomía personal” al considerar que invade competencias de enfermeras y otros profesionales sanitarios en la supervisión de procedimientos como la oxigenoterapia, aerosolterapia o aparatos de ventilación mecánica, así como pautas farmacológicas o la atención de emergencia, entre otros muchos aspectos. 
  • Los recursos presentados por SATSE y el CGE incidían en la inseguridad clínica que genera que el supuesto supervisor carezca de conocimientos técnicos que sí tiene el personal supervisado, como es el caso de las enfermeras o médicos. 
  • Ambas organizaciones ya manifestaron en su día su sorpresa por la creación de una figura profesional para supervisar los cuidados en el ámbito sociosanitario con unas competencias “de supervisión de actuaciones típicamente sanitarias” sin un estudio previo. Algo que ahora consideran los jueces que “no es, desde luego, un signo de seriedad” por no contar con informes que lo justifiquen.

 

El Tribunal Supremo ha estimado parcialmente los recursos presentados por la Mesa de la Profesión Enfermera, integrada por el Consejo General de Enfermería (CGE) y el Sindicato de Enfermería, SATSE, contra el nuevo título de Formación Profesional de “Supervisión de la atención sociosanitaria para la promoción de la autonomía personal” por invadir competencias propias de las enfermeras. Así, el Alto Tribunal anula competencias atribuidas a esta nueva figura “no sanitaria” creada para supervisar el trabajo de profesionales sanitarios, como las enfermeras -y del personal auxiliar-, en relación al seguimiento de las actuaciones de emergencia, las pautas farmacológicas, alimentación, oxigenoterapia o ventilación mecánica, entre otras muchas actuaciones o procedimientos. SATSE y el CGE incidían en sus recursos en la inseguridad clínica derivada del hecho de que la supervisión clínica que le corresponde a médicos y enfermeras esté en manos de una persona sin los conocimientos técnicos precisos que sí tiene el personal supuestamente supervisado.

La Mesa de la Profesión cree pertinente haber hecho una consulta previa en este asunto a las organizaciones profesionales -tanto al Sindicato de Enfermería, SATSE, como al Consejo General de Enfermería- por su representatividad en la defensa de los intereses profesionales de la profesión enfermera. En todo caso, se congratula de que con esta actuación conjunta y coordinada con algunos colegios provinciales de enfermería se haya podido defender de manera satisfactoria las competencias y funciones de las enfermeras.

Recalca el Tribunal Supremo en su sentencia que la Unidad de Competencia 1 -concretamente los puntos CR1.3, CR1.4 y CR1.5- hace alusión a “la supervisión de actuaciones típicamente sanitarias” lo que “se deduce de la mera lectura de esos criterios” y que “pese a no implicar asistencia directa a pacientes o usuarios de los servicios sociosanitarios dicha supervisión es susceptible de incidir en la labor profesional de enfermeros y otros profesionales sanitarios”.

Por otra parte, los magistrados señalan que la Secretaría de Estado de Formación Profesional nunca llevó a cabo un estudio que respaldara la necesidad de crear un nuevo título de supervisión en la atención sociosanitaria, pues “ese estudio previo nunca existió (..) lo que no es, desde luego, un signo de seriedad”.

La inexistencia de ese estudio previo -dice la sentencia- “nos impide saber por qué razón se han incluido unos cometidos que, a primera vista, entra en conflicto con los cometidos profesionales de la Enfermería”.

Figura innecesaria

La Mesa de la Profesión Enfermera muestra su satisfacción por esta decisión judicial ante lo que siempre ha considerado una figura innecesaria que conlleva necesariamente un conflicto dentro del sector sociosanitario, dado que podía suponer claros riesgos en la seguridad asistencial de los cerca de 400.000 mayores que viven en residencias y que son el colectivo social más vulnerable.

Así, recuerda que carece de sentido impulsar la creación de una figura no sanitaria de Formación Profesional para vigilar y tutelar a unos profesionales sanitarios que, tras cursar cuatro años de estudios universitarios de Grado o seis en el caso de tener la especialidad de Enfermería Geriátrica, están perfectamente cualificados para acometer sus funciones en las residencias de mayores sin necesidad alguna de que su labor profesional haya de ser coordinada, supervisada o tutelada por un profesional de inferior cualificación.

Ante el evidente problema -más que visible durante la reciente pandemia- de la atención a mayores y dependientes, la solución pasa, en opinión del CGE y SATSE, por el incremento y mejora de recursos y profesionales que, como es el caso de las enfermeras y enfermeros, ya existen y están perfectamente cualificados y capacitados para realizar las labores de asistencia, coordinación y supervisión de los cuidados necesarios.

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Las enfermeras alertan: detrás de un mayor con obesidad puede haber un paciente desnutrido con una pensión muy baja

Las enfermeras alertan: detrás de un mayor con obesidad puede haber un paciente desnutrido con una pensión muy baja 

 

  • Problemas para llegar a fin de mes y adquirir productos frescos como carne y pescado hacen que algunos mayores opten por alimentos más baratos y fáciles de comer como fiambres envasados y altamente procesados o dulces. Esto puede desembocar en desnutrición y obesidad al mismo tiempo. 
  • Un paciente con desnutrición responde peor a los tratamientos y sus estancias hospitalarias son más largas. Al final, el coste sanitario es más elevado y la calidad de vida de estas personas mucho peor. 
  • Dietas altamente proteicas y suplementos nutricionales son clave en la recuperación de estos pacientes que, muchas veces, tienen que mejorar su estado nutricional para poder someterse a una intervención quirúrgica, sobre todo en el caso de los oncológicos. 
  • El Consejo General de Enfermería y su Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS) han celebrado una jornada en la que enfermeras expertas en nutrición han dado las claves para detectar a estos pacientes e intervenir cuanto antes. 

Se habla mucho de la elevada prevalencia del sobrepeso y la obesidad en nuestra sociedad actual pero poco de otro gran problema, el que se encuentra en el polo opuesto: la desnutrición. Esta afecta a muchos pacientes y aunque se tiende a pensar que las personas malnutridas son extremadamente delgadas, esto no siempre es así. Como tampoco lo es que la desnutrición se asocie solo a patologías graves y estos casos se encuentren exclusivamente en el ámbito hospitalario.

La desnutrición afecta también a personas que en principio no tienen por qué presentar otra patología y que incluso, aparentemente, están bien nutridas, dado su exceso de peso. El peso no es directamente proporcional al estado nutricional de una persona y encontramos a no pocos mayores que por no poder adquirir determinados alimentos, dada su baja pensión, o no valerse para ir a comprar y cocinar presentan desnutrición y exceso de peso al mismo tiempo. Para muchos lo fácil y agradable es recurrir a alimentos dulces que les sacien y erróneamente creen que también les alimentan.

Este ha sido uno de los temas que se han tratado durante la jornada celebrada hoy por el Consejo General de Enfermería de la mano de su Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS) con el objetivo de potenciar y actualizar la formación enfermera en el ámbito de la nutrición.

La sesión ha contado con la colaboración de la Unión Española de Sociedades Científicas de Enfermería (UESCE), la Asociación de Enfermeras de Nutrición y Dietética (AdENyD) y FontActiv, la gama de suplementos para adultos y mayores de Laboratorios Ordesa.

Desnutrición y gasto sanitario

La enfermera Mari Lourdes de Torres, vocal de Nutrición del Consejo General de Enfermería y coordinadora científica de esta jornada, ha explicado la relación que existe entre la desnutrición y el gasto sanitario. “Un estudio realizado en 2013 en Estados Unidos sobre una población de 724.000 pacientes con desnutrición o en riesgo de padecerla puso de manifiesto la importancia de intervenir en estos casos tanto desde un punto de vista económico como de calidad de vida para el paciente. Y es que se vio que la intervención mediante la mejora de la alimentación y el uso de suplementos nutricionales era coste efectiva: por cada dólar invertido obtenían 52 dólares de beneficio”.

¿El motivo? Estancias hospitalarias más cortas, mejor respuesta a los tratamientos y un menor consumo de fármacos ya que el organismo respondía mejor y el paciente se recuperaba antes. Tras este estudio, distintos países, entre ellos España, comenzaron a trabajar en la prevención y la recuperación de estos pacientes y es que, como subraya Mari Lourdes de Torres: “tener un paciente desnutrido sale muy caro. Cuesta el doble recuperar a uno de estos pacientes que conseguir que una persona con obesidad pierda peso”.

El trabajo americano y la consiguiente puesta en marcha del proyecto europeo ONCA (The Optimal Nutrition Care for All) supusieron un antes y un después. Así, por ejemplo, aquellos pacientes oncológicos o con una enfermedad crónica grave que precisen ser operados ya no van directamente a quirófano si su estado nutricional no es adecuado. “Antes se operaba a estos pacientes y luego se recurría a la nutrición artificial. Hoy, se ha visto que es preferible intervenir antes para conseguir que el estado nutricional del paciente sea el adecuado y luego operar. Con esto conseguimos que las estancias en el hospital sean más cortas, que las heridas cicatricen antes… y esto influye en el coste pero también en la calidad de vida del paciente, cuya recuperación es mucho mejor”.

Un caso claro de la relación entre desnutrición y estado de salud son las úlceras por presión y es que, como apunta Mari Lourdes de Torres, “fuimos las enfermeras las que nos dimos cuenta de que los pacientes desnutridos presentaban más úlceras por presión, los tratamientos eran más largos y la cicatrización más lenta. El manejo de estas lesiones es carísimo, pero es que además son procesos muy dolorosos para el paciente”.

La importancia de las proteínas

Ante un paciente desnutrido existen dos opciones que pueden ser complementarias: la intervención a través de la alimentación fortificada y la introducción de suplementos nutricionales orales (SNO).

Una de las claves para la recuperación de estos pacientes es la introducción de proteínas de calidad. Para ello, explica Carmen Martín Salinas, presidenta de AdENyD, “podemos recurrir a los purés altamente proteicos. Basta hacer un puré de patatas con verduras al que añadiremos la clara de un huevo o un huevo cocido y la clara de otro y un muslo de pollo o conejo, muy fácil de triturar”. La clara del huevo, matiza, es una proteína de alta calidad pero necesita calor para que el organismo pueda beneficiarse de ella.

La opción del puré, añade Idoia Sáez de Argandoña, enfermera de la Unidad de Nutrición del Hospital de Txagorritxu en Vitoria, “es especialmente útil en el caso de los pacientes con disfagia, es decir, aquellos que tienen dificultades al tragar los alimentos”.

Si no es el caso y el paciente no quiere tomar purés por el motivo que sea, añade, “puede empezar las comidas por el segundo plato: un filete de ternera con un huevo

puede ser un buen ejemplo de un plato altamente proteico y eficaz en estos casos. Si a continuación el paciente aún tiene hambre puede pasar al primer plato. Así nos aseguramos de que ha ingerido la proteína. Las enfermeras debemos trabajar con ellos en la elaboración de menús semanales en los que variemos los alimentos para evitar que el paciente se canse y acabe abandonando la dieta”.

Los alimentos ricos en proteína, apunta Martín Salinas, deben complementarse con frutas, verduras y hortalizas ya que “vitaminas y minerales son el coadyuvante necesario para que las proteínas se fijen mejor”.

Cuando esta intervención no es suficiente, los SNO suelen ser de gran utilidad. “Gracias a ellos conseguimos que los pacientes se recuperen antes. Estos productos consiguen texturas y sabores agradables que facilitan al paciente la alimentación y evitan, en muchos casos, que tengamos que recurrir a la nutrición enteral, con lo que ello supone para el paciente en su calidad de vida”, señala de Torres.

El uso de una o ambas opciones dependerá del estado de cada paciente y de los resultados de las analíticas de control que deben realizarse para su correcto seguimiento.

Desnutrición en Atención Primaria

Para Mari Lourdes de Torres es esencial que las enfermeras de Atención Primaria presten especial atención al estado nutricional de sus pacientes, especialmente los mayores. “Muchas de estas personas pueden llegar a la consulta por otro motivo, pero debemos estar alerta para detectar a aquellos que presentan desnutrición. A veces, un simple gesto como pasar la mano por la cabeza del paciente y observar una caída anormal del cabello puede ser la señal de alerta de que ese paciente no está bien nutrido. A partir de ahí, debe realizarse un test de cribado nutricional y cuantificar resultados. También debemos aprovechar las visitas domiciliarias para ver qué tipo de alimentos tienen nuestros pacientes en la nevera, si está vacía o si sólo tiene productos poco nutritivos. Las enfermeras debemos actuar de forma integral, prestando atención al conjunto bio-psico-social del paciente, educándole y acompañándole en su proceso de recuperación”.

Del mismo modo, en las residencias de mayores, añade, “es preciso que al menos haya una enfermera por planta y que ésta preste atención al estado nutricional de sus pacientes”.

Obesidad y desnutrición

Un caso no poco frecuente es el de pacientes mayores que económicamente no pueden permitirse comprar carne y pescado regularmente o que presentan una cierta discapacidad que les impide ir al mercado y cocinar. En estos casos, advierte Mari Lourdes de Torres, “lejos de encontrarnos pacientes con bajo peso, podemos encontrarnos lo contrario: sobrepeso e incluso obesidad. El motivo reside en que se alimentan de productos dulces, fáciles de comer como natillas, bollos… Su peso hace pensar que lo que necesitan es reducir la ingesta para perder kilos pero la realidad es que lo que necesitan es mejorar su alimentación. No podemos permitirnos que haya mayores en esta situación y desgraciadamente, aunque no se dispone de estudios al respecto, sabemos que hay más de lo que se piensa”. 

Formación

La Jornada es fruto de la apuesta del Consejo General de Enfermería e ISFOS por la formación continuada y gratuita de las enfermeras. En este sentido, Pilar Fernández, directora de ISFOS, subraya: “las enfermeras somos esenciales en la educación del paciente en todo lo que se refiere a prevención y promoción de la salud. En este caso, hemos querido centrarnos en la desnutrición, un problema importante que tiene un gran impacto en la calidad de vida de las personas que lo padecen y representa un elevado coste para el sistema de salud. Con esta formación queremos sensibilizar y formar a nuestras enfermeras en la prevención, pero también en el diagnóstico, en saber dónde debemos mirar para detectar estos casos, y en la intervención, una intervención en la que participamos distintos profesionales y en la que enfermería es fundamental”.

La jornada, presencial, estará disponible en el canal de YouTube de ISFOS para que puedan acceder a ella todos los profesionales interesados en mejorar su formación en este campo.

Por último, Pilar Fernández subraya “la gran implicación de FontActiv y Laboratorios Ordesa para que esta jornada haya podido celebrarse de forma presencial. Gracias a su colaboración, hoy hemos contado con ponentes de máximo nivel y hemos podido celebrar también un interesante taller sobre la adaptación de la dieta en pacientes con disfagia. Y es precisamente a este grupo de pacientes al que FontActiv dirige gran parte de sus esfuerzos para facilitar suplementos nutricionales de última generación, nutricionalmente completos y agradables tanto por su sabor como por su textura, gracias a los espesantes que emplean para poder adaptar las comidas a las diferentes necesidades de los pacientes”.

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Instituciones Penitenciarias se compromete a modificar el actual reglamento penitenciario que está obsoleto y a actualizar las competencias de las enfermeras/os de prisiones

Instituciones Penitenciarias se compromete a modificar el actual reglamento penitenciario que está obsoleto y a actualizar las competencias de las enfermeras/os de prisiones

 

  • Un equipo del Consejo General de Enfermería y el representante de los enfermeros de prisiones se ha reunido con el secretario general de Instituciones Penitenciarias para denunciar la situación profesional en la que se encuentran estas enfermeras, con un escaso reconocimiento de su trabajo. 
  • Durante la reunión, Instituciones Penitenciarias ha asegurado que ya está trabajando en esta cuestión y espera poder tener el nuevo reglamento aprobado a lo largo de este año. Un reglamento penitenciario que les otorgará cobertura jurídica en su práctica asistencial diaria acorde a las competencias profesionales que las enfermeras desarrollan día a día. 
  • Tal y como han expuesto, la situación actual de las enfermeras de prisiones es muy compleja, ya que además de la norma de hace 40 años por la que se rigen, junto con el déficit de profesionales, se encuentran en una situación de desamparo laboral y de falta de reconocimiento de su profesión. 

El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, se ha comprometido con el Consejo General de Enfermería (CGE) a modificar el reglamento de prisiones del año 81, que está totalmente obsoleto, y a actualizar las competencias de las enfermeras y enfermeros de prisiones. Ha sido durante la reunión que han mantenido ambos organismos cuando se ha puesto de manifiesto la situación profesional de la enfermería de prisiones, además de reclamar mejoras laborales y la actualización de sus competencias. Estas se encuentran en este momento reguladas en el obsoleto Reglamento Penitenciario de 1981 y que no se adecúan a las que actualmente se establecen en la normativa derivada de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) que proclama la autonomía profesional.

Para el organismo que aglutina a las más de 330.000 enfermeras y enfermeros, el actual reglamento está obsoleto y deja desamparadas a las enfermeras y enfermeros de prisiones. Este compromiso se llevará a cabo durante el transcurso del presente año y regulará el marco de competencias de las enfermeras de prisiones y les otorgará la cobertura jurídica que necesitan. Con esta modificación, Instituciones Penitenciarias buscará soluciones ante una situación que exige actuar sin más demora con el fin de evitar perjuicios para el sistema sanitario penitenciario y a los propios profesionales, que no solo merecen estar protegidos con seguridad jurídica respecto de sus actuaciones profesionales, sino también obtener el reconocimiento que corresponde a las funciones y cometidos que actualmente desempeñan.

“El reglamento penitenciario que rige las competencias de las enfermeras y enfermeros que trabajan en prisiones es totalmente obsoleto, es de 1981, recoge unas competencias de hace 42 años que no se ajusta, para nada, a la realidad que viven los enfermeros y enfermeras que trabajan en prisiones, por lo tanto, les hemos pedido esa actualización del reglamento en base al documento marco aprobado mediante la Resolución 13/2019 en el seno de la Organización Colegial por la Asamblea General, donde figuran  claramente las competencias que tienen las enfermeras y enfermeros en estos momentos en el ámbito de Instituciones Penitenciarias. El secretario general de Instituciones Penitenciarias y su equipo nos ha trasladado un compromiso firme de actualizar ese reglamento, de hecho, tenían en el despacho nuestro documento marco de competencias como referente para realizar el cambio del reglamento penitenciario y creemos que a lo largo de este año pueda hacerse esa actualización que es fundamental porque va a dar cobertura jurídica también a las enfermeras y enfermeros en su práctica asistencial diaria, además de poner en valor realmente toda la aportación sanitaria que hacen las enfermeras en prisiones”, afirma Diego Ayuso, secretario general del CGE.

Junto a Diego Ayuso han estado presentes el director de los servicios jurídicos del CGE, Francisco Corpas y Eusebio Espuela, enfermero del Centro Penitenciario de Valdemoro, Madrid III, como representante de los enfermeros de prisiones. Por parte de Instituciones Penitenciarias han acudido, además del secretario general, la subdirectora general de Sanidad Penitenciaria, Carmen Martínez, y Eugenio Arribas, subdirector general de recursos humanos de Instituciones Penitenciarias.

Reivindicaciones

El CGE ha querido dejar claro que este colectivo profesional se encuentra sufriendo contratos precarios y posibles casos de intrusismo, ya que realizan funciones que no son de su competencia. “En esta reunión lo que pretendíamos era un compromiso por parte de la secretaría para que actualizara nuestras competencias dentro del mundo penitenciario. Parece que hay un compromiso real por parte del secretario general en que esto se lleve a cabo y, aparte, han pedido colaboración al CGE para que les ayude en la elaboración de estas competencias. Esto es importante porque así desde la Organización Colegial se podrá velar por que estas competencias sean las apropiadas”, afirma Eusebio Espuela.

Entre las reivindicaciones que se han manifestado no solo se encuentra la actualización de las funciones del cuerpo de enfermería en prisiones, sino también la revisión y determinación, con plena seguridad jurídica, de las funciones que pertenecen a otros profesionales sanitarios y que no pueden ser asumidas por enfermería sin incurrir en posible intrusismo profesional. Durante la reunión también se han tratado aspectos derivados del reconocimiento de la realidad profesional actual de enfermería, para permitir su acceso a la carrera profesional, el establecimiento de los complementos específicos acorde con las funciones reconocidas, así como las cuantías por días especiales.

“La situación actual dentro de prisiones es muy compleja por el déficit de médicos, que en nuestro caso es más agravado. Para nosotros resulta fundamental, primero, un respaldo legal de nuestro trabajo que estaría recogido en esas competencias. Y, por otro lado, una vez que se actualicen las competencias, los complementos que se han quedado desfasados y que no corresponden para nada a la situación que vivimos dentro de los centros penitenciarios, se adapten a nuestra situación real, tanto a las competencias, que se reconozcan, como al trabajo que realizamos dentro de los centros penitenciarios”, concluye Espuela.

En enero de 2019, la Organización Colegial ya remitió al Ministerio de Interior un escrito exponiendo la situación de este colectivo del que no se recibió respuesta y por el que instaron nuevamente al ministro en otro escrito en febrero de 2020. Tras una primera respuesta con buen talante, pero sin soluciones a los problemas expuestos, la Organización Colegial, ante la insistencia lógica de los afectados, ha optado por dirigirse de nuevo ante la urgente necesidad de afrontar una situación preocupante y ante el bloqueo funcional que se puede llegar a producir sin un abordaje real de los problemas manifestados.

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