El CGE, Solidaridad Enfermera e ISFOS ofrecen una formación online gratuita para todas las enfermeras interesadas en la acción social

5 de diciembre: Día Internacional de los Voluntarios 

El CGE, Solidaridad Enfermera e ISFOS ofrecen una formación online gratuita para todas las enfermeras interesadas en la acción social

  • El curso online ‘Salud Global, desarrollo y acción social: respondiendo a las desigualdades’ tiene como objetivo acercar a la población, especialmente a las enfermeras, al ámbito de la acción social, cooperación internacional y voluntariado.
  • “Gracias a formaciones como esta las enfermeras tenemos una oportunidad para llevar nuestros conocimientos más allá y poder aplicar la ciencia del cuidado en contextos más complejos”, explica Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería (CGE).
  • El temario aborda la diferencia entre términos esenciales como acción social y ayuda humanitaria, el papel enfermero en la cooperación internacional en salud, la figura del mediador cultural en la atención sanitaria o las necesidades sanitarias de las comunidades más vulnerables. 

Solidaridad Enfermera, ONG del Consejo General de Enfermería (CGE), lanza el curso online ‘Salud Global, desarrollo y acción social: respondiendo a las desigualdades’, una formación impartida por el Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS) que tiene como objetivo acercar a las enfermeras al ámbito de la acción social, cooperación internacional y voluntariado.

El curso abrirá el plazo de inscripción el 9 de diciembre de 2025 y pondrá a disposición de los interesados un programa formativo en el que se abordan temáticas como el rol de la enfermería en la cooperación internacional, el trabajo con colectivos vulnerables o la mediación cultural en salud. Podrán inscribirse no solo enfermeras colegiadas, sino aquellas que no cuenten con la colegiación, así como perfiles no enfermeros.

La formación dará comienzo el 12 de enero de 2026 y se estructura en ocho grandes bloques, a través de vídeos en los que las personas que están en contacto en su día a día con estas realidades trasmiten su experiencia. Se puede acceder a toda la información del curso e inscribirse en la web de Isfos a través de este enlace: https://www.isfos.com/oferta-formativa/formacion-continuada/no-acreditada-online/salud-global-desarrollo-y-accion-social/.

“Las enfermeras, además de su práctica asistencial, cada vez tienen más interés en otros campos, como la investigación o la acción social. Este último es una oportunidad para llevar nuestros conocimientos más allá y poder aplicar la ciencia del cuidado en contextos más complejos. Con este curso, desde el Consejo General de Enfermería buscamos dar a conocer un sector en el que la enfermería puede marcar la diferencia”, explica Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

Llevar la profesión más allá

“Desde ISFOS tenemos clara la necesidad de mantener a las enfermeras lo más actualizadas posibles, y el ámbito social cada vez es más atractivo para quienes quieren llevar su pulsión enfermera más allá. Este curso tiene un objetivo claro: presentar un mundo a las enfermeras, de la manera más clara posible, para que puedan conocer en profundidad un contexto que puede ser otra opción para las enfermeras”, pone de manifiesto Pilar Fernández, directora de ISFOS.

Por su parte Alba Vega, enfermera colaboradora de Solidaridad Enfermera, comenta que, aunque esta iniciativa está abierta a toda la población, “el objetivo de este curso es ofrecer a las enfermeras herramientas adecuadas y nuevas competencias para atender a personas en situación de exclusión”. “Para nuestra organización, formar a las enfermeras no es solo un objetivo técnico, sino también una forma de fortalecer el sistema de salud, proteger a la población y reconocer el papel fundamental que la enfermería desempeña en nuestra sociedad”, hace hincapié la enfermera.

El curso contará con ocho bloques en vídeo, y los inscritos tendrán un mes para completar el programa entero. Además de estos materiales audiovisuales, las enfermeras que participen tendrán que realizar un test de conocimiento previo y después post curso de diez preguntas, así como una encuesta de satisfacción.

Asimismo, los alumnos y alumnas tendrán acceso a recursos y documentación complementaria por cada temática, para profundizar en los contenidos.

Ocho vídeos de formación

El temario empieza abordando términos esenciales como la diferencia entre acción social, educación para el desarrollo, cooperación internacional y ayuda humanitaria. A lo largo de los ocho temas se explica el papel enfermero en la cooperación internacional en salud, el concepto de la agenda 2030 y de los objetivos de desarrollo del milenio relacionados con la salud, la figura del mediador cultural en la atención sanitaria y las necesidades sanitarias de las comunidades más vulnerables.

Alba Vega recuerda que desde la ONG consideran que la formación en el Tercer Sector “es esencial para reforzar las competencias profesionales de las enfermeras” y que la capacitación continua es “una herramienta clave para ofrecer a nuestras compañeras y compañeros recursos con los que afrontar nuevas necesidades de salud en sus comunidades”.

“Muchas profesionales creen que solo pueden participar a través del voluntariado, pero hay mucho más, con formación especializada en cooperación, una enfermera puede liderar proyectos. Hemos demostrado ser excelentes gestoras, y tenemos mucho que aportar en este ámbito”, concluye la enfermera de Solidaridad Enfermera.

 

Las enfermeras del Trabajo exigen una medición real de los niveles de radón, cuya exposición prolongada tiene consecuencias respiratorias graves

Es la segunda causa de cáncer de pulmón en España

Las enfermeras del Trabajo exigen una medición real de los niveles de radón, cuya exposición prolongada tiene consecuencias respiratorias graves

  • El radón es la fuente de exposición a radiación ionizante natural más importante para los seres humanos. Es inodoro y se filtra desde el suelo hacia viviendas y entornos laborales. Un número significativo de construcciones en España presentan elevadas concentraciones de este gas, lo que hace que una exposición prolongada se considere un problema grave de salud pública, siendo la segunda causa de cáncer de pulmón nacional.
  • “La evidencia científica demuestra una clara relación entre la exposición al radón en interiores y el cáncer de pulmón. Su impacto en la salud está claramente demostrado, pero la falta de medidas preventivas o la inexistencia de planes de medición eficaces hace que la población se encuentre totalmente desprotegida. Las enfermeras exigimos incluir la exposición al radón en las estrategias de prevención del cáncer, así como reforzar la educación sanitaria en materia de riesgos ambientales. Cada medición cuenta y cada centro laboral protegido salva vidas”, explica Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.
  • Este gas constituye uno de los riesgos ambientales más importantes y subestimados para la salud respiratoria, en fumadores incrementa la probabilidad de cáncer de pulmón hasta 46 veces más. Además, más del 10% de las muertes por cáncer atribuibles al radón se producen en personas no fumadoras. Por ello, la Enfermería del Trabajo alerta de la necesidad de mediciones y medidas preventivas eficaces.

Las enfermeras especialistas del Trabajo alertan de las graves consecuencias para la salud que tiene una exposición prolongada al radón, un gas radiactivo natural e inodoro que se filtra desde el subsuelo hacia las viviendas y entornos laborales. Una fuente de exposición a radiación ionizante natural que se ha convertido en una amenaza silenciosa para la salud pública, pues está considerada por el Ministerio de Sanidad e instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la segunda causa de cáncer de pulmón en España. Se estima que es el responsable del 4% de las muertes por cáncer de pulmón a nivel nacional después del tabaco, lo que equivale a más de 1.500 fallecimientos anuales. En fumadores incrementa la probabilidad de cáncer de pulmón hasta 46 veces más. Además, más del 10% de las muertes por cáncer atribuibles al radón se producen en personas no fumadoras.

Este gas se produce de forma natural por la desintegración del uranio presente en suelos y rocas. Al filtrarse a través de grietas, tuberías o materiales de construcción, puede acumularse -de forma silenciosa- en espacios interiores sin que la población lo perciba. En regiones del norte de España tiene mayor presencia por la existencia de suelos graníticos. En Galicia, Castilla y León, Extremadura o la sierra de la Comunidad de Madrid, y en el caso de Canarias, en las dos islas capitalinas, se pueden encontrar valores por encima de los 300 becquerelios por metro cúbico, el principal límite recomendado a nivel europeo, aunque algunos países miembros han adoptado límites más bajos para los que se determinan requisitos específicos.

Su detección solo es posible mediante dispositivos específicos, por ello, las enfermeras del Trabajo exigen estrategias eficaces para abordar este grave problema de salud pública, generar así conciencia colectiva y fomentar entornos más saludables. “La evidencia científica demuestra una clara relación entre la exposición al radón en interiores y el cáncer de pulmón. Su impacto en la salud está claramente demostrado, pero la falta de medidas preventivas o la inexistencia de planes de medición eficaces hace que la población se encuentre totalmente desprotegida. Las enfermeras exigimos incluir la exposición al radón en las estrategias de prevención del cáncer, así como reforzar la educación sanitaria en materia de riesgos ambientales. Cada medición cuenta y cada centro laboral protegido salva vidas. Como enfermeras recordamos que la prevención comienza con la información y la educación para la salud”, explica Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería (CGE).

Peligros sobre la salud

La relación dosis-respuesta es aproximadamente lineal y este efecto se potencia de forma sinérgica con el tabaquismo. La gestión del riesgo requiere una respuesta coordinada entre administraciones, servicios de prevención, profesionales sanitarios y ciudadanía, con liderazgo específico de la Enfermería del Trabajo en entornos laborales. Reducir el riesgo real de padecer cáncer es una medida de alto impacto tanto personal, laboral como organizacional y social. Mejorar este impacto es una oportunidad de liderazgo para las enfermeras del Trabajo, quienes conocen el riesgo y las medidas de actuación para reducir la exposición. Las enfermeras del Trabajo no solo contribuyen a analizar y evaluar el riesgo, sino que lideran decisiones informadas que protegen vidas”, explica María Novoa, enfermera especialista del Trabajo.

Zonas de riesgo

Recientemente, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) publicaba los municipios que requieren de una actuación prioritaria -aquellos con un elevado potencial geogénico- y establecía directrices para la medición del radón.

El radón es inodoro, incoloro e insípido, lo que impide su detección sin una medición específica. “La detección del riesgo se realiza por la medición de la concentración de la vivienda o espacio interior mediante detectores de radón o campañas de medición en zonas de riesgo. La manifestación tardía hace necesario que la estrategia no vaya a diagnosticar antes los casos que produce el cáncer sino a prevenir la exposición a este gas”, asevera Raquel Badillo, enfermera de práctica avanzada en Oncología del Hospital Rey Juan Carlos de Madrid.

Cribados y prevención

En la prevención primaria del cáncer de pulmón se incluyen el control del tabaquismo, la reducción de la exposición al radón y a otros carcinógenos ocupacionales, así como la mejora de la calidad del aire en espacios interiores, sin embargo, no existen programas masivos de cribado de cáncer vinculados al radón en España. “Según criterios clínicos y de exposición, la tomografía computarizada de baja dosis puede considerarse válida para el cribado selectivo en personas con alto riesgo”, afirma Novoa.

Por su parte, Badillo, confirma que “no hay programas masivos de cribado específico al radón porque, aunque se reconoce el riesgo, la latencia es prolongada de años o décadas por lo que es más complejo un programa de cribado inmediato. Son necesarios, pero más como una estrategia de prevención primaria y no únicamente de cribado de cáncer, es decir, de detección de exposiciones y reducción del riesgo antes de que el cáncer aparezca. Esto sin duda beneficiaría al Sistema Nacional de Salud y a la salud poblacional, porque reduciría a medio-largo plazo la incidencia de cáncer de pulmón atribuible a este agente y las muertes por este motivo. Todo ello repercutiría en menos costes en diagnósticos, en tratamientos antineoplásicos e incluso menos ingresos hospitalarios”.

Las enfermeras del Trabajo recuerdan que la prevención comienza con la información y la educación para la salud. Así, recomiendan a la población medir el radón en sus viviendas y lugares de trabajo. “En el ámbito laboral, la vigilancia de la salud de trabajadores potencialmente expuestos puede incluir anamnesis respiratoria dirigida, espirometrías periódicas y coordinación con neumología en casos indicados. La comunicación proactiva con Atención Primaria y la educación sanitaria sobre los riesgos y señales de alerta resultan esenciales. Es importante elaborar materiales claros de qué es el radón, cómo se mide y cómo podemos reducirlo. Y también impulsar campañas de comunicación interna y promover hábitos de ventilación y medidas correctoras como pueden ser el mantenimiento de sellados, la instalación de sistemas de despresurización del suelo y buenas prácticas de uso de espacios”, asegura Novoa.

La actuación de las enfermeras especialistas del Trabajo puede considerarse como un agente clave en el abordaje del radón y suponen una palanca de cambio en la gestión del mismo. Transforman conocimiento en acción preventiva y resultados de salud. Su rol integra la participación en la evaluación de riesgos, la coordinación interprofesional y multidisciplinar, el liderazgo ético y la educación para la salud, entre otros. “Como enfermeras del Trabajo nuestra responsabilidad es convertir la evidencia en decisiones que protejan la vida cotidiana de las personas. El radón no se ve ni se huele, pero sus consecuencias sí. Medir, explicar y acompañar a los trabajadores marca la diferencia entre la salud y la enfermedad y condiciona la productividad y sostenibilidad de las empresas y organizaciones. Por otro lado, es fundamental la coordinación entre distintos organismos como los servicios de prevención, salud pública y Atención Primaria, porque esto potencia resultados sostenibles y contribuye a crear unas organizaciones y sociedades más sanas. Es prioritario fortalecer esa cultura preventiva en la que venimos trabajando y generar así indicadores compartidos de exposición, intervención y salud”, concluye la enfermera del Trabajo.

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La labor de las enfermeras impulsa la implantación de los biosimilares, esenciales para la sostenibilidad del sistema sanitario

Webinar “El papel de las enfermeras en el uso de los medicamentos biosimilares” 

La labor de las enfermeras impulsa la implantación de los biosimilares, esenciales para la sostenibilidad del sistema sanitario

  • Este encuentro formativo celebrado con el apoyo del Consejo General de Enfermería y la colaboración de BioSim, se ha organizado con el objetivo de reforzar el conocimiento y la participación de las enfermeras en la transición hacia estos tratamientos, cada vez más presentes en el sistema sanitario.
  • Se puso de relieve la importancia creciente de los medicamentos biosimilares para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario, expandir el acceso a terapias biológicas y favorecer el avance clínico en diversas áreas. Más allá del componente científico, se destacó un mensaje central: la aceptación, seguridad y confianza del paciente dependen en gran medida de la intervención enfermera.
  • “Con los biosimilares, nuestro trabajo va mucho más allá de administrar el tratamiento: explicamos los cambios, resolvemos dudas, damos educación sanitaria y aseguramos la adherencia. Todavía existe desconocimiento, por lo que es imprescindible que las enfermeras estemos bien formadas y actualizadas”, señaló Macarena González, enfermera gestora de casos, del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid). 

“Las enfermeras no solo administran tratamientos: acompañan, educan, resuelven dudas y humanizan la práctica clínica. Son un pilar estratégico para la correcta adopción de los biosimilares”, afirmó Pilar Fernández, directora de Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS) durante la inauguración del webinar “El papel de las enfermeras en el uso de los medicamentos biosimilares, subrayando el valor del trabajo multidisciplinar, en el que las enfermeras deben impulsar la implantación de unos medicamentos que contribuyen a la sostenibilidad del sistema sanitario.

En esta línea, Encarnación Cruz, directora general de BioSim, destacó el compromiso de la Asociación con la formación sanitaria: “La introducción de los biosimilares no puede entenderse sin el papel decisivo de las enfermeras. Su cercanía al paciente y su capacidad para acompañar en el cambio terapéutico son fundamentales para asegurar confianza y adherencia. Desde BioSim apoyamos y colaboramos en promover iniciativas como este webinar, que fortalecen el conocimiento y facilitan una implementación homogénea en todo el sistema sanitario”.

Este encuentro formativo celebrado por el ISFOS con el apoyo del Consejo General de Enfermería y la colaboración de BioSim, se organizaba con el objetivo de reforzar el conocimiento y la participación de las enfermeras en la transición hacia estos tratamientos, cada vez más presentes en el sistema sanitario.

Así, se puso de relieve la importancia creciente de los medicamentos biosimilares para garantizar la sostenibilidad del sistema sanitario, expandir el acceso a terapias biológicas y favorecer el avance clínico en áreas como las enfermedades inflamatorias intestinales, la oncología, la dermatología, la neurología o las enfermedades oftalmológicas. Más allá del componente científico, se destacó un mensaje central: la aceptación, seguridad y confianza del paciente dependen en gran medida de la intervención enfermera.

Visión clínica

El primero de los ponentes, Francisco Jorquera, jefe de Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario de León, subrayó que los biosimilares “son esenciales para garantizar la sostenibilidad del sistema y ampliar el acceso a la innovación terapéutica”. Recordó que, aunque no son genéricos, han demostrado la misma eficacia, seguridad y calidad que los biológicos de referencia.

Jorquera insistió en que uno de los principales retos es la desconfianza inicial que pueden generar en pacientes e incluso en algunos profesionales. “El paciente a veces percibe el cambio como una medida de ahorro que puede perjudicarle, y no es así. Por eso es tan importante que médicos, farmacéuticos y enfermeras transmitamos un mensaje único, claro y coherente, porque cualquier fisura puede tener un impacto enorme en la adherencia y en los resultados clínicos”.

Además, destacó el alto nivel académico y profesional de la enfermería española, determinante para afrontar este proceso: “La enfermería en España tiene una preparación extraordinaria, muy por encima de muchos países de nuestro entorno. Están plenamente capacitadas para asumir un papel protagonista en esta transición terapéutica”. 

Información rigurosa y coordinación

Por su parte, la farmacéutica hospitalaria Ainhoa Aranguren, responsable del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario de La Princesa, centró su intervención en el amplio abanico de biosimilares ya incorporados en nuestro sistema sanitario en patologías inmunomediadas como las enfermedades reumatológicas, enfermedad inflamatoria intestinal, dermatológicas, neurológicas, y también oncológicas, respiratorias, y oftalmológicas. Aunque son más numerosas en el ámbito hospitalario, también están en Atención Primaria (diabetes, enfermedad tromboembólica, osteoporosis y fertilización).

Aranguren subrayó que muchas enfermeras pueden no estar familiarizadas con estos fármacos, especialmente cuando debutan en nuevas áreas clínicas, y señaló la necesidad de reforzar la formación específica. “Hay profesionales que han trabajado con biosimilares durante años, pero otros no han tenido contacto directo. Para muchos es un ámbito desconocido, y la información es clave para evitar inseguridades y conocer bien lo que debemos comunicar a los pacientes”.

Uno de sus mensajes principales fue la importancia de evitar el efecto nocebo, que puede surgir si el paciente recibe información confusa o percibe inseguridad en los profesionales. “Si transmitimos dudas, el paciente puede experimentar efectos negativos. Por eso es fundamental que el tándem médico–farmacéutico–enfermera funcione de forma integrada, ofreciendo información consensuada y basada en la evidencia”.

También recordó que los biosimilares no solo supone un impacto económico positivo: “En ocasiones, la competencia permite mejoras reales: dispositivos más cómodos, eliminación de excipientes molestos o formulaciones que favorecen la adherencia. La innovación no es solo económica; también puede mejorar la experiencia del paciente”.

Experiencia enfermera

La enfermera gestora de casos Macarena González, del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda, destacó el papel central de la enfermería en el acompañamiento al paciente durante la transición a biosimilares.

“Con los biosimilares, nuestro trabajo va mucho más allá de administrar el tratamiento: explicamos los cambios, resolvemos dudas, damos educación sanitaria y aseguramos la adherencia. Todavía existe desconocimiento, por lo que es imprescindible que las enfermeras estemos bien formadas y actualizadas”.

González explicó que las principales preocupaciones de los pacientes suelen ser si el medicamento “es el mismo”, si tendrán nuevos efectos adversos o si perderán eficacia respecto al biológico previo. “Al principio puede haber resistencia, especialmente cuando se cambia un tratamiento que funciona. Por eso es tan importante transmitir confianza y explicar que la eficacia y la seguridad son exactamente las mismas”.

El webinar concluyó con un mensaje común: solo desde la formación, la coordinación y la información unificada entre todos los profesionales será posible asegurar una implementación segura, eficiente y humanizada de los medicamentos biosimilares, fortaleciendo así un sistema sanitario sostenible y centrado en la persona.

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Las enfermeras advierten: habrá CC.AA. que perderán fondos por no apostar por la Enfermería Familiar y Comunitaria

26 de noviembre: Día Internacional de la Enfermería Comunitaria 

Las enfermeras advierten: habrá CC.AA. que perderán fondos por no apostar por la Enfermería Familiar y Comunitaria

  • El CGE, FAECAP y AEC alertan de que hay comunidades autónomas que podrían perder parte de los fondos finalistas destinados a Atención Primaria si no aceleran la implantación real de la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria (EFyC), según las exigencias del Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2025-2027 del Ministerio de Sanidad.
  • Reclaman una implantación total y homogénea de la especialidad, la creación y cobertura de plazas suficientes, cupos ajustados a la complejidad poblacional y agendas con tiempo protegido para la intervención comunitaria.
  • Florentino Pérez Raya, presidente del CGE, recuerda que el tiempo se agota para las CC.AA. que siguen retrasando la implantación de la especialidad: “Las que no actúen ya perderán fondos finalistas para Atención Primaria. No apostar por la Enfermería Familiar y Comunitaria tiene un coste económico real y, lo más importante, un coste en salud para la población”. 

El Consejo General de Enfermería y las principales asociaciones de Enfermería Familiar y Comunitaria -la Federación de Asociaciones de Enfermería Familiar y Comunitaria y la Asociación de Enfermería Comunitaria- alertan de que hay comunidades autónomas que podrían perder parte de los fondos finalistas destinados a Atención Primaria si no aceleran la implantación real de la especialidad de Enfermería Familiar y Comunitaria (EFyC), según las exigencias del Plan de Acción de Atención Primaria y Comunitaria 2025-2027 del Ministerio de Sanidad.

Este plan establece que, antes de finalizar 2025, todas las comunidades autónomas deben actualizar su normativa para garantizar que los nombramientos de enfermeras en Atención Primaria se cubran “de forma preferente por especialistas en Enfermería Familiar y Comunitaria”. Además, obliga a crear y dotar al sistema de plazas específicas de EFyC —ocupadas por especialistas— y a incrementar su número “al menos en un 20% anual” hasta diciembre de 2027.

Desarrollo desigual

Sin embargo, el desarrollo de la especialidad es extremadamente desigual en el territorio español. Así, como explica la presidenta de la Federación de Asociaciones de Enfermería Familiar y Comunitaria (FAECAP), Esther Nieto, la situación “es muy variable” según la comunidad autónoma: “Tenemos comunidades que sí han implementado la especialidad, como Galicia o Aragón, donde la apuesta es real y los especialistas están ocupando el 100% de las plazas. Pero otras, como Canarias, ni siquiera cuentan con puestos específicos, pese a que la categoría profesional está creada”.

Nieto recuerda que España cuenta ya con casi 19.000 enfermeras especialistas en Familiar y Comunitaria, pero buena parte de ellas no pueden ejercer como tales. De hecho, “no sabemos cuántas especialistas están realmente trabajando en Atención Primaria, porque muchas ocupan contratos de enfermera generalista. Es una pérdida enorme de talento y una oportunidad desaprovechada por parte del sistema”.

Maribel Mármol, presidenta de la Asociación de Enfermería Comunitaria (AEC), coincide en que la especialidad avanza de forma “muy desigual”: “hay comunidades con plazas creadas, pero sin cubrir, otras donde las jubilaciones se sustituyen por generalistas, e incluso regiones que reconvierten plazas hacia otras especialidades distintas a la comunitaria”.

Consecuencias económicas directas 

Esta falta de apuesta por esta especialidad va a tener consecuencias económicas directas. Como recuerda Esther Nieto, “parte del presupuesto de Atención Primaria está ligado al cumplimiento de objetivos, y uno de ellos es implantar la Enfermería Familiar y Comunitaria. Habrá comunidades autónomas que no recibirán estos fondos porque no han apostado por la especialidad. Esto no es una opinión: está recogido en los criterios del plan”.

Así, tanto el Consejo General de Enfermería (CGE) como las asociaciones reclaman a las administraciones autonómicas que cumplan de manera inmediata con los compromisos del Plan 2025-2027. “Sin enfermeras especialistas en todos los centros de salud, la Atención Primaria seguirá atrapada en un modelo antiguo, saturado y centrado únicamente en lo asistencial. Necesitamos prevención, promoción y comunidad, y eso solo se logra con especialistas”, ha destacado Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

Una reivindicación que no es corporativista, sino una exigencia del sistema sanitario. “Allí donde la especialidad está implantada, mejora la calidad, se reduce la sobrecarga asistencial y aumenta la seguridad del paciente. No es un lujo: es una necesidad”, incide Pérez Raya. Por ello, recuerda que el tiempo se agota para las comunidades que siguen retrasando la implantación: “Las que no actúen ya perderán fondos finalistas para Atención Primaria. No apostar por la Enfermería Familiar y Comunitaria tiene un coste económico real y, lo más importante, un coste en salud para la población”.

Día Internacional de la Enfermería Comunitaria 

Con motivo del Día Internacional de la Enfermería Comunitaria que se celebra el 26 de noviembre, las tres organizaciones coinciden en el mensaje: toda persona tiene derecho a una enfermera especialista en el ámbito familiar y comunitario como referente de cuidados.

Por ello, reclaman una implantación total y homogénea de la especialidad, la creación y cobertura de plazas suficientes, cupos ajustados a la complejidad poblacional y agendas con tiempo protegido para la intervención comunitaria.

Porque, como señala Esther Nieto (FAECAP), “no puede haber una Atención Primaria de calidad sin enfermeras especialistas en los equipos. No es opcional: es imprescindible”. Por su parte, Maribel Mármol (AEC) recuerda que la falta de desarrollo de la especialidad responde a múltiples barreras: “La Atención Primaria no resulta atractiva. Hay una elevada presión asistencial y mucha temporalidad. Esto impide desarrollar el rol esencial de la enfermera comunitaria: salir a la comunidad, intervenir en el entorno, trabajar con grupos y familias. Muchas veces, simplemente, no pueden”.

Para Mármol, “sin olvidar y reconocer el gran trabajo de las enfermeras comunitarias no especialistas, si pudiera pedir un deseo sería la creación —y cobertura real— de plazas suficientes para especialistas. Llevamos años formando profesionales muy competentes y el sistema no está aprovechando esa inversión. Es una pérdida enorme para la población”.

Por último, Pérez Raya (CGE) subraya que “sin especialistas en todos los centros de salud, la Atención Primaria seguirá en crisis y es algo que nuestro sistema sanitario no se puede permitir. Sin una enfermería fuerte no es posible ofrecer a la población los cuidados que merece. La Sanidad no podría sobrevivir sin enfermeras porque sin ellas no hay salud y sin salud no hay futuro”.

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El CGE y las enfermeras se reivindican como “espacio seguro” para el acompañamiento y apoyo de las víctimas de violencia de género

Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres 

El CGE y las enfermeras se reivindican como “espacio seguro” para el acompañamiento y apoyo de las víctimas de violencia de género

  • Al año más de 34.000 mujeres son víctimas de violencia de género en España. Enfermería, dada su cercanía desde Atención Primaria, cuenta con una posición destacada para ayudar a las mujeres en esta situación de vulnerabilidad.
  • “Dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS) la enfermería puede dar un cuidado integral y detectar diferentes factores de riesgo para prevenir la violencia de género o ayudar a las mujeres que se encuentran en esta situación”, explica Raquel Rodríguez Llanos, vicepresidenta I del Consejo General de Enfermería.
  • Existen protocolos de actuación muy específicos para que las enfermeras puedan actuar con prontitud ante una situación de violencia de género. En estos mecanismos juegan un papel fundamental tanto las enfermeras especialistas Familiar y Comunitaria como las especialistas en Salud Mental.

 En el año 2024, 34.684 mujeres –equivalente a la población de la ciudad de Teruel– fueron víctimas de violencia de género en España. De estas, 49 fueron asesinadas y, en lo que va de 2025, 39 mujeres ha sido víctimas mortales de sus parejas o exparejas en nuestro país. Así queda reflejado en los últimos datos disponibles recopilados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y el Ministerio de Igualdad.

Hoy, 25 de noviembre, se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una jornada en la que reflexionar y denunciar la violencia que, de forma estructural e individual, se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo.

Si bien se requiere la ayuda y diversos agentes de la sociedad para el abordaje de esta problemática, en el ámbito sanitario las enfermeras cumplen un papel fundamental a la hora de prevenir y atender situaciones y casos de violencia de género para que las desoladoras cifras que revelan la magnitud de esta lacra social, que se cuelan por las rendijas de nuestro día a día, pasen a ser anecdóticas y, si es posible, reducidas a cero.

Contacto directo con las pacientes

“Nuestro papel como enfermeras pasa por visibilizar el riesgo que tienen las mujeres de sufrir violencia de género no solo el 25N sino todos los días del año. Dentro del Sistema Nacional de Salud (SNS) la enfermería está en contacto directo con las pacientes; podemos dar un cuidado integral y detectar un riesgo para prevenir la violencia de género o ayudar a las mujeres que se encuentran en esta situación”, explica Raquel Rodríguez Llanos, vicepresidenta I del Consejo General de Enfermería.

Rodríguez Llanos destaca cómo, desde su labor profesional, este colectivo sanitario proporciona un acompañamiento y sostén para las mujeres que se enfrentan a esta situación. “Creo que en este caso podemos sacar a colación nuestro lema, ‘Pregunta a tu enfermera’, pues debemos conseguir que las mujeres vean en las enfermeras un lugar seguro y de confianza al que poder acudir. Nosotras estamos abiertas a escuchar todo tipo de problemas; si una mujer acude a su enfermera y siente esa confianza, después podemos derivarla a empezar un proceso respaldado por el SNS”, desarrolla la vicepresidenta.

Apoyo institucional

El Consejo General de Enfermería (CGE) se posiciona como una institución que ofrece un apoyo a todas las enfermeras no solo para poder ayudar a las mujeres que sufren violencia de género en general, sino a las mujeres que se encuentran en esta situación y trabajan en el ámbito sanitario. “Hay mujeres dentro del SNS que están sometidas a violencia de género; es una dualidad, pues tienen un papel en la prevención y atención de estas violencias, pero también pueden ser víctimas de ellas. Es esencial la reflexión y el apoyo del colectivo enfermero para evitar esta situación. Desde el CGE tenemos un férreo compromiso con la violencia de género para evitar que ninguna mujer en general y enfermera en particular se vea en situación”, reflexiona la vicepresidenta I de las más de 353.000 enfermeras españolas.

Dentro de los sistemas sanitarios españoles existen protocolos de actuación muy específicos para que las enfermeras puedan actuar con prontitud si se encuentran con una situación de violencia de género. Unos mecanismos en los que juegan un papel fundamental tanto las enfermeras especialistas Familiar y Comunitaria como las especialistas en Salud Mental, así como las enfermeras que trabajan en las Urgencias y Emergencias y son, en muchas ocasiones, el primer contacto de las víctimas con el SNS. Estas enfermeras necesitan las mejores condiciones laborales para que se desarrollen con efectividad.

Abordaje cercano y efectivo

“Las enfermeras y enfermeros tenemos una posición privilegiada que nos permite ayudar a las víctimas de violencia de género desde un lugar muy cercano y, por tanto, efectivo. Pero para poder desarrollar los protocolos de actuación de forma rápida y efectiva, y actuar como apoyo de estas mujeres, necesitamos condiciones laborales óptimas que nos permitan desarrollar nuestra labor asistencial con todas las garantías y tener tiempo para conocer en profundidad la situación y caso de cada paciente”, pone de manifiesto Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

Así, el presidente recuerda la importancia tanto de mejorar la situación enfermera en general como la de las enfermeras especialistas en Familia y Salud Mental a través de políticas y acuerdos que refuercen sus competencias y condiciones laborales. “Necesitamos más tiempo con los pacientes y todos los recursos posibles a nuestro alcance. Podemos ser parte activa de la prevención de esta lacra y para ello necesitamos los mejores recursos y, sobre todo, tiempo para profundizar en la vida y situación de cada paciente”, concluye.

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El CGE lanza un fondo extraordinario de un millón de euros para enfermeras que quieran ser especialistas (EIR) y proyectos innovadores de los Colegios de Enfermería

El presidente recorta gastos superfluos y destina los recursos a las colegiadas 

El CGE lanza un fondo extraordinario de un millón de euros para enfermeras que quieran ser especialistas (EIR) y proyectos innovadores de los Colegios de Enfermería

  • El Consejo General de Enfermería (CGE) lanza el Fondo Extraordinario de Potenciación Profesional y Colegial dotado con un millón de euros con el objetivo de financiar a enfermeras y enfermeros de toda España los estudios para convertirse en Enfermero Interno Residente (EIR), así como otros proyectos de desarrollo profesional a través de los Colegios de Enfermería de cada provincia.
  • El modelo de gestión de la entidad en los últimos años, impulsado por el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya, incluye medidas de recorte de gastos considerados superfluos para focalizar esos recursos en el impulso de la profesión. Esto ha dado lugar a una reserva económica que permite lanzar esta medida sin necesidad de recurrir a ningún tipo de financiación externa.
  • El fondo reafirma el compromiso solidario y cohesionador del CGE, orientado a promover la igualdad de oportunidades entre todos los territorios y fortalecer el liderazgo de la profesión enfermera. La formación y especialización de los profesionales de Enfermería es una pieza clave del sistema sanitario español que permite ofrecer cuidados de excelencia a la sociedad. 

El Consejo General de Enfermería (CGE) ha creado un Fondo Extraordinario de Potenciación Profesional y Colegial, dotado con un millón de euros, destinado a subvencionar e impulsar la formación de todas aquellas candidatas y candidatos a presentarse al examen para ser Enfermero Interno Residente (EIR), el programa de formación del Ministerio de Sanidad que otorga el título de especialista en Salud Mental, Enfermería del Trabajo, Pediatría, Geriatría, Familiar y Comunitaria o la especialidad más reconocida y consolidada, la única realmente desarrollada al completo, como es la de Enfermería Obstétrico-Ginecológica, es decir, la de matrona.

Esta iniciativa, dirigida a fortalecer el desarrollo profesional y la especialización de las más de 350.000 enfermeras y enfermeros de toda España, estará disponible de manera equitativa entre los 52 colegios de Enfermería de toda España.

El fondo extraordinario se financia con los recursos propios del CGE, sin necesidad de solicitar crédito alguno. El modelo de gestión instaurado por el presidente, Florentino Pérez Raya, y la Comisión Ejecutiva del CGE ha permitido sanear las cuentas del Consejo desde su llegada al cargo, eliminar por completo la dependencia de entidades crediticias externas y ahorrar en gastos superfluos. Las políticas económicas de los últimos años permiten a la institución mantener una posición financiera sólida como para activar ayudas de este calibre sin comprometer en absoluto la estabilidad presupuestaria.

Del millón de euros del fondo, aproximadamente entre 260.000 y 300.000 euros se destinarán a ayudas a la formación para las candidatas al EIR -y el impulso que supone para las especialidades enfermeras- mientras que el resto, unos 700.000, se transferirá a los 52 colegios de Enfermería para apoyar sus proyectos de desarrollo profesional y colegial.

Al servicio de la Enfermería

“El Consejo General de Enfermería nunca ha puesto tantos recursos económicos y humanos al servicio de la enfermeras y los enfermeros y sus colegios profesionales. Nuestro único objetivo es devolverles con creces su aportación y su dedicación a los pacientes y, a todas las ayudas y becas del CGE canalizadas a través de la Organización Colegial, se suma ahora este fondo extraordinario que permitirá paliar el esfuerzo económico y personal que realizan los profesionales que quieren convertirse en enfermeras especialistas. La especialización de una parte de nuestros profesionales es sinónimo de garantía de calidad de los cuidados que recibe la población y es algo de lo que deben ser conscientes tanto la Administración Central como las Autonómicas, que no han apostado precisamente por las especialidades enfermeras en las dos décadas transcurridas desde su creación”, asegura el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya.

Modelos de gestión profesional

Con el lanzamiento de este fondo, fruto del modelo de gestión profesional, técnico y de control de gastos, impuesto por el presidente desde su llegada, el CGE reafirma su compromiso con el desarrollo profesional de las enfermeras, valorando su esfuerzo, dedicación y contribución al sistema sanitario. Este fondo busca promover la igualdad de oportunidades entre todos los territorios, fortalecer el liderazgo profesional y garantizar la excelencia en los cuidados que se brinda a la sociedad.

“Desde que asumí la presidencia del CGE mi objetivo ha sido modificar el modelo de gestión. He primado al equipo profesional frente a los personalismos, la austeridad económica frente al despilfarro, y uno de los frutos de esta forma de trabajar es este nuevo fondo. Este es un CGE moderno y que trabaja día a día al servicio de las 350.000 enfermeras españolas”, añade Pérez Raya.

El fondo no solo busca financiar la preparación académica, sino que constituye una herramienta de transformación a medio plazo. Permitirá a los colegios desarrollar programas de acompañamiento, tutorías, simulacros y estrategias para fidelizar el talento joven, lo que refuerza el papel de la Organización Colegial como actor principal en la modernización de la profesión. Además, eleva el listón de exigencia institucional al vincular por primera vez esta partida extraordinaria a objetivos medibles de impacto formativo y profesional.

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Las enfermeras desarrollan las estrategias clave para evitar las caídas que causan casi el 30% de las lesiones en los hospitales

III Jornada Nacional de Caídas

Las enfermeras desarrollan las estrategias clave para evitar las caídas que causan casi el 30% de las lesiones en los hospitales

  • El Instituto de Investigación Enfermera del Consejo General de Enfermería (CGE) y el Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares (Madrid). han promovido la III Jornada Nacional de Caídas, donde a través de las experiencias de los investigadores y los hospitales participantes en el estudio INCAHES, se han presentado las estrategias clave para evitar este problema que causa diferentes lesiones y problemas de salud entre la población hospitalizada que van desde contusiones, laceraciones o esguinces, hasta las más graves como fracturas, traumatismos o incluso la muerte.
  • Apostar por la formación de profesionales, la implantación de iniciativas innovadoras como el registro a pie de cama o soluciones de movilidad seguras basadas en principios ergonómicos y dar relevancia a la experiencia del paciente son algunas de las soluciones que proponen los expertos.
  • “Resulta fundamental que como enfermeras creemos un entorno seguro de prevención y concienciación donde implantemos medidas para mejorar la calidad de vida de los pacientes, y a su vez reduzcamos la carga asistencial. INCAHES desvelará las causas y medidas preventivas que podemos adoptar para facilitar la vida de los pacientes, mejorar su estado de salud y evitar problemas mayores. Esto solo se puede hacer invirtiendo en investigación y formación, que es la única vía para crear estrategias sostenibles y eficaces para aplicar en el entorno sanitario”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del CGE. 

Las caídas en hospitales son un importante problema de salud pública. La tasa de caídas varía en función de la complejidad de los centros y las características de la persona afectada. Según la literatura científica, pueden causar diferentes lesiones y problemas de salud entre la población hospitalizada, estos van desde laceraciones, contusiones o esguinces, en los casos más leves. Pero también pueden llegar a provocar traumatismos o incluso la muerte. Según los resultados de un estudio de la American Journal of Nursing, se producen lesiones en el 27,8% de las caídas en hospitales. Otros estudios aseguran que una de cada tres personas mayores de 65 se cae al año, una cifra que puede llegar al 50% en los mayores de 80 años.

El número de caídas real que se producen en los hospitales españoles es muy superior al que consta en los registros. Aproximadamente el 50% de las personas mayores que han sufrido una caída vuelve a caerse en el mismo año, lo que da una idea de su recurrencia en este grupo poblacional, porque esta situación no solo afecta a lo físico, sino también a lo emocional, como a la pérdida de confianza. Al menos una de cada cinco requiere atención sanitaria, y el diagnóstico de fractura se produce en uno de cada diez casos, lo que se calcula, que supone un gasto de unos 30.000 millones de euros en nuestro país.

Las caídas hospitalarias constituyen un evento adverso que complica drásticamente la evolución del paciente y que puede alargar su estancia en el centro. Conocer la frecuencia, las características y las consecuencias de este problema es el primer paso para diseñar estrategias clave en la prevención de este problema mundial. Así lo ha manifestado el Instituto de Investigación Enfermera del Consejo General de Enfermería (CGE) en la III Jornada Nacional de Caídas, celebrada junto al Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares (Madrid). Un evento en el que, bajo el paraguas del proyecto INCAHES -liderado por enfermeras- se abordan los principales factores relacionados con las caídas en los centros sanitarios en España y se proponen las estrategias clave para implantar modelos de prevención a nivel nacional.

“Resulta fundamental que, como enfermeras, creemos un entorno seguro de prevención y concienciación donde implantemos medidas para mejorar la calidad de vida de los pacientes, y a su vez reduzcamos la carga asistencial. INCAHES desvelará las causas y medidas preventivas que podemos adoptar para facilitar la vida de los pacientes, mejorar su estado de salud y evitar problemas mayores. Esto solo se puede hacer invirtiendo en investigación, que es la única vía para crear estrategias sostenibles y eficaces para aplicar en el entorno sanitario”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

De hecho, como subraya M.ª Ángeles Gómez González, directora de Enfermería del Hospital Príncipe de Asturias, “la figura de la enfermera de investigación es muy relevante para la producción de resultados enfocados a la mejora de los cuidados en enfermería. De hecho, el papel de las enfermeras en el Proyecto INCAHES ha sido fundamental, ya que ellas son las encargadas de los cuidados y las que mejor conocen el entorno del paciente, por lo que su papel ha sido clave tanto en la recogida de datos como en su análisis y procesamiento”. 

Factores de riesgo

Una caída es un evento crítico que genera un gran impacto físico y emocional. Quienes la experimentan sufren como consecuencia inseguridad, miedo extremo a las caídas -también conocido como basofobia- y en muchos casos, pérdida de autonomía. A pesar de que el proyecto INCAHES todavía se encuentra en fase de análisis, ya se pueden conocer algunos factores que provocan estos trágicos episodios. “Las estancias prolongadas, las pluripatologías que presentan los pacientes, el envejecimiento o los turnos de trabajo nocturnos son algunos de los factores considerados de alto riesgo en más de la mitad de la muestra. Las estrategias a adoptar van a estar condicionadas por los resultados obtenidos, tanto a nivel de implementación de recomendaciones nacionales como a nivel de elaboración de las siguientes líneas de investigación”, explica M.ª Victoria Soriano, supervisora de Formación Continuada del Hospital Príncipe de Asturias y una de las investigadoras principales del estudio INCAHES.

La evidencia científica refleja otros factores potenciales. Estos van desde la edad avanzada, la pérdida de la capacidad cognitiva, padecer depresión, el consumo de más de dos fármacos o la disminución de fuerza o equilibrio y la marcha con ayuda técnica, entre otros. “Una de las causas principales de las caídas, un factor extrínseco, es la falta de calzado o la existencia de calzado inadecuado en los hospitales. Una de las soluciones que hemos implementado para su abordaje es la incorporación de calcetines antideslizantes”, afirma Ana Solanes, enfermera referente de seguridad del paciente en el Hospital Comarcal de la Selva (Girona).

Experiencia del paciente

Más allá de la excelencia técnica, los profesionales sanitarios, así como las organizaciones, cada vez ponen más en el foco la importancia de la experiencia del paciente, especialmente ante un evento tan adverso como es una caída, que requiere de un análisis profundo. “Estamos viviendo un cambio de paradigma. En las organizaciones con cultura de calidad y seguridad del paciente una caída se considera un evento del que aprender. Sin duda, la forma en que el sistema sanitario responde influye directamente en su percepción: rapidez en la atención, empatía del personal, información clara y apoyo emocional son claves para mitigar el impacto negativo”, asegura Antonio Pérez, subdirector de Enfermería de Atención Primaria, Calidad y Seguridad del Paciente de la Gerencia de Atención Integrada de Guadalajara (Sescam).

Tal y como indica el experto, la experiencia del paciente es un indicador de calidad y un reflejo del compromiso del sistema con la dignidad y bienestar de la población. No obstante, existen diferencias dependiendo de dónde se produzca la caída, algo a tener en cuenta para diseñar los protocolos y estrategias idóneas que prevengan este problema. “En el caso de las caídas en los hospitales, el paciente espera un entorno seguro. Cuando ocurre, puede sentir desconfianza hacia el sistema, ansiedad por posibles complicaciones y temor a la falta de vigilancia. La respuesta del equipo asistencial es determinante, por ello se precisa de un ambiente no punitivo. En el caso de las caídas en domicilios, aquí predomina la sensación de vulnerabilidad y aislamiento. Aquí el tiempo de respuesta de los servicios de emergencias y el acompañamiento posterior son factores que marcan la experiencia. La coordinación entre Atención Primaria y Hospitalaria es esencial para garantizar seguridad y continuidad”, sigue el subdirector de Enfermería.

Protocolos, medidas preventivas y formación continua

Durante la III Jornada Nacional de Caídas diferentes expertos han mostrado sus estrategias y soluciones innovadoras para la prevención de caídas en centros sanitarios y, en consecuencia, para evitar lesiones, tanto en pacientes como en profesionales, algo que se produce especialmente durante cualquier movilización. “Las soluciones de movilidad seguras son un conjunto de técnicas de movilización basadas en principios ergonómicos y en el uso adecuado de productos de apoyo, como grúas, bipedestadores o sábanas deslizantes. Ante el envejecimiento poblacional y el aumento de la cronicidad, estandarizar los cuidados resulta esencial para mejorar los resultados en salud. Esto implica seleccionar el equipo más adecuado en función de las necesidades y la capacidad funcional de cada paciente, y garantizar que las técnicas empleadas sean seguras y eficientes. Por ello, invertir en formación continua es clave para asegurar que los profesionales se mantengan actualizados en los conocimientos, habilidades y competencias necesarias para aplicar correctamente estas soluciones”, asevera Sofía Fuentes, enfermera y especialista clínica en soluciones para la movilidad segura del paciente.

Por su parte, Melba Estupinán, subdirectora de cuidados del Hospital de Gran Canaria Dr. Negrín y directora del dpto. de Enfermería de la Universidad Fernando Pessoa (Canarias), asegura que las estrategias innovadoras desarrolladas para la prevención de caídas responden a una visión global y multidisciplinar. “Hemos implantado un modelo multifactorial que combina tecnología avanzada, rediseño de procesos clínicos y formación para un cambio cultural en seguridad. Entre las iniciativas tecnológicas destacan el registro a pie de cama y sensores de presión para detección precoz de movimiento. Asimismo, se ha trabajado intensamente en la formación de los profesionales y el desarrollo del liderazgo clínico, elementos clave para consolidar una cultura de seguridad del paciente. Un aspecto diferencial del proyecto es la participación activa del paciente y su familia, integrándolos en la formación para el autocuidado y la adquisición de competencias. Los beneficios ya son visibles en mejores resultados clínicos, disminución de la variabilidad, mayor adherencia a la práctica basadas en la evidencia, y un entorno asistencial más seguro”, concluye.

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La falta de enfermeras pediátricas pone en riesgo detección temprana de problemas de salud de más de 6 millones de menores en España

Día Mundial de la Infancia 2025 

La falta de enfermeras pediátricas pone en riesgo detección temprana de problemas de salud de más de 6 millones de menores en España 

  • Al no contar con una implantación real en toda España, es muy complicado estimar un número total enfermeras pediátricas que hacen falta en el Sistema Nacional de Salud, pero podríamos estar hablando de unas 20.000, además de las 13.500 que ya existen aproximadamente, para poder dar una atención óptima a todos los menores.
  • “No podemos permitir que se sigan formando enfermeras especialistas y no todas las comunidades autónomas tengan implantada la categoría profesional. Muchas de estas enfermeras terminan trabajando como generalistas y esto es algo inadmisible”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería (CGE).
  • Con motivo del Día Mundial del Niño, el CGE junto a la Federación Española de Asociaciones de Enfermería Pediátrica (FEDAEP), la Asociación Española de Enfermería Pediátrica (AEEP) y la Sociedad Española de Enfermería Neonatal (SEEN) instan a las administraciones a reforzar y apostar esta figura para cuidar y educar en salud. 

El Consejo General de Enfermería recuerda que el cuidado de los niños y niñas en la actualidad es una prioridad absoluta para tener adultos sanos en el futuro. Con motivo del Día Mundial de la Infancia, que se celebra este jueves, 20 de noviembre, el organismo que representa a las más de 353.000 enfermeras y enfermeros de España junto a la Federación Española de Asociaciones de Enfermería Pediátrica (FEDAEP), la Asociación Española de Enfermería Pediátrica (AEEP) y la Sociedad Española de Enfermería Neonatal (SEEN) instan a las administraciones a reforzar y apostar por las enfermeras especialistas en Pediatría para cuidar y educar en salud a los más de 6,2 millones de menores de 15 años que hay en España.

“Llevamos años advirtiendo del problema que puede suponer no contar con enfermeras especialistas para tratar a nuestros niños y niñas. Las enfermeras pediátricas deben estar desde el inicio de la vida y son una figura imprescindible para detectar, prevenir y abordar enfermedades o problemas de salud en los menores. No podemos permitir que se sigan formando enfermeras especialistas y no todas las comunidades autónomas tengan implantada la categoría profesional. Muchas de estas enfermeras, a pesar del esfuerzo y del coste para el sistema que supone la formación de especialistas, terminan trabajando como generalistas y esto es algo inadmisible”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.

Al no contar con una implantación real en toda España, resulta muy complicado estimar un número total enfermeras pediátricas que hacen falta en el Sistema Nacional de Salud, pero podríamos estar hablando de unas 20.000, además de las 13.500 que ya existen aproximadamente, para poder dar una atención óptima a todos los menores.

Desarrollo

“Debemos seguir trabajando y luchando por el desarrollo de la especialidad de enfermería pediátrica, reivindicando el aumento del número de las plazas EIR para pediatría, la dotación de huecos estructurales de la categoría profesional en todos los niveles de atención, incluido el ámbito escolar, y con especial énfasis instamos a los responsables tanto a nivel nacional, como a nivel autonómico, a comprometerse a lograr la implantación real de la Especialidad de pediatría, con el compromiso de que ‘Donde haya un niño/a, haya una enfermera especialista en Pediatría’”, apuestan desde las tres sociedades científicas.

En este sentido, Diana Flórez, presidenta de FEDAEP, expresa que “el mayor problema es que solo un pequeño porcentaje trabaja como especialistas, lo que supone un derroche de recursos y cualificación, y lo más importante, resta oportunidades a la infancia para la atención por los profesionales más cualificados”.

Tal y como destaca Isabel Morales, presidenta de la AEEP, “la enfermera pediátrica es el profesional capacitado para proporcionar cuidados de enfermería especializados de forma autónoma, durante la infancia y adolescencia, en todos los niveles de atención, incluyendo la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad y la asistencia al recién nacido, niño o adolescente sano o enfermo y su rehabilitación”.

Del mismo modo, Leticia Bazo, presidenta de la SEEN, subraya que “las enfermeras especialistas en Pediatría son también clave en el área neonatal porque representan la primera línea de garantía de seguridad, calidad y humanización en un momento crítico para la vida, su inicio que marcará de por vida su salud futura. Su formación específica les permite interpretar signos clínicos sutiles, prevenir complicaciones y adaptar los cuidados a la extrema vulnerabilidad del recién nacido, especialmente del prematuro y/o recién nacido con problemas de salud”.

Adherencia

La falta de atención especializada puede llevar consigo problemas en el cuidado de los más pequeños. Por ejemplo, la adherencia al tratamiento o fragilidad emocional de la familia. “Sin la formación específica puede ser más difícil educar a los padres y al niño sobre cuidados en casa, lo que reduce la adherencia a los tratamientos, horarios de medicación, rehabilitación. Asimismo, las familias pueden sentirse desinformadas si no hay personal especializado para guiarles o explicar los procesos e, incluso, en entornos hospitalarios infantiles, la falta de especialistas puede implicar que no se detecten signos críticos o no se manejen correctamente los tratamientos pediátricos, aumentando el riesgo de que se produzca eventos adversos”, destaca Isabel Morales.

Diana Flórez considera, en esta misma línea, que es fundamental que las familias tengan conocimiento de la existencia de las enfermeras especialistas y que, por lo tanto, “interioricen que la población infantil merece y tiene derecho a estos cuidados especializados y de calidad”.

Por su parte, Leticia Bazo concluye afirmando que “el código postal no debe determinar la calidad de la atención que recibe un niño o niña. Todos, sin excepción tienen los mismos derechos fundamentales, tal y como dice la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef”.

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El CGE recuerda la importancia de las enfermeras expertas para evitar complicaciones con el tratamiento de un millón de pacientes anticoagulados en España

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El CGE recuerda la importancia de las enfermeras expertas para evitar complicaciones con el tratamiento de un millón de pacientes anticoagulados en España

  • Actualmente se estima que existen entre 800.000 y un millón de pacientes con tratamiento anticoagulante en España, una medicación que, en muchas ocasiones, necesita un control exhaustivo.
  • El Consejo General de Enfermería recuerda la importancia de contar con profesionales expertas en este ámbito para asesorar, cuidar, ayudar y mejorar la calidad de vida de todos estos pacientes.
  • “Las administraciones deben ser conscientes de que el seguimiento de una enfermera experta reduce enormemente los costes de posibles visitas a urgencias por complicaciones prevenibles con una buena educación previa”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del CGE. 

Actualmente se estima que existen entre 800.000 y un millón de pacientes con tratamiento anticoagulante en España, una medicación que, en muchas ocasiones, necesita un control exhaustivo y una adherencia al tratamiento óptima. Por ello, el Consejo General de Enfermería recuerda la importancia de contar con profesionales expertas en este ámbito para asesorar, cuidar, ayudar y mejorar la calidad de vida de todos estos pacientes.

Con motivo del Día Nacional del Paciente Anticoagulado que se celebra este martes, 18 de noviembre, el organismo que representa a las más de 353.000 enfermeras y enfermeros de España ha querido poner en valor el trabajo que se realiza en Atención Primaria y también en las consultas de hospitalaria y urgencias para que estos pacientes consigan un buen seguimiento de su tratamiento y continúen con una vida saludable para evitar complicaciones.

“La anticoagulación es un ámbito muy enfermero. Tal es así que en estos momentos es una de las diez guías de prescripción enfermera publicadas por el Ministerio de Sanidad, con el consenso de las profesiones sanitarias. Cuidar de estos pacientes y conseguir que tengan una buena calidad de vida y una adherencia correcta al tratamiento es fundamental tanto para ellos como para los profesionales y el sistema. Además, las administraciones deben ser conscientes de que el seguimiento de una enfermera experta reduce enormemente los costes de posibles visitas a urgencias por complicaciones prevenibles con una buena educación previa”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

“Es absolutamente fundamental tener enfermeras expertas y adecuadamente formadas en el manejo de los anticoagulantes, ya que en la mayoría de los casos van a ser los profesionales que más frecuentemente ven a los pacientes y los que primero pueden observar dificultades con el tratamiento, problemas de adherencia y complicaciones asociadas al tratamiento y a la propia patología. Además, las enfermeras tienen un rol muy importante en la educación a los pacientes y/o cuidadores sobre el manejo del tratamiento anticoagulante, así como en la monitorización y control del propio tratamiento”, afirma José Miguel Rivera, miembro de la Asociación Española de Enfermería en Cardiología (AEEC).

Motivos de anticoagulación

Los principales motivos de anticoagulación son la fibrilación auricular (56%), la prótesis valvular (23%) y la enfermedad tromboembólica venosa (16%). Aunque es un tratamiento necesario para evitar complicaciones graves de algunas enfermedades como el ictus asociado a la fibrilación auricular, un estilo de vida saludable sí puede prevenir la necesidad de anticoagulación si se actúa antes de que aparezca dicha enfermedad. “Es importante promover estilos de vida saludables, como el control de la tensión arterial, el peso, la diabetes, evitar el consumo de alcohol y tabaco y todos esos factores de riesgo que pueden llevarnos a desarrollar fibrilación auricular u otras enfermedades cardiovasculares que obligan a tomar este tratamiento”, apunta Alba Cano, también miembro de la AEEC.

Entre las principales funciones de las enfermeras en este campo se encuentra la promoción del autocuidado. “El paciente anticoagulado vive con un tratamiento que requiere atención diaria. Debe saber cómo tomar su medicación, qué alimentos o fármacos pueden interferir y cuando consultar ante signos de alarma. Cuando el paciente entiende su tratamiento y participa activamente en su cuidado se reduce el riesgo de complicaciones. Además, el autocuidado fortalece la autonomía y la confianza del paciente en sí mismo porque deja de ser un mero receptor de indicaciones para convertirse en el protagonista de su salud”, subraya Alba Cano.

Y en cuanto a la adherencia, tal y como constata José Miguel Rivera, “es decisivo que tanto los pacientes como los familiares y cuidadores comprendan la importancia de mantener el tratamiento anticoagulante y no abandonarlo por su cuenta”. “Aunque la evidencia científica constata sus beneficios, la adherencia a los tratamientos anticoagulantes no es siempre la adecuada y en múltiples ocasiones esto es debido a fallos en la interpretación del riesgo o sangrados. Cualquier tratamiento anticoagulante aumenta el riesgo de hemorragia, por lo que serán más frecuentes en estos pacientes los sangrados, pero, a pesar de que estos incidentes puedan resultar incómodos, es determinante no abandonar la anticoagulación”, concluye Rivera.

Por eso y para tener una rutina con el tratamiento, los expertos recomiendan tomar la medicación siempre a la misma hora y tomárselo como una regla, poniendo incluso una alarma. “Es necesario también informar siempre al personal sanitario de que se está anticoagulado ante cualquier nuevo tratamiento o procedimiento. Evitar automedicarse y no hace experimentos con las dosis. No hacer cambios bruscos, no hacer deportes de riesgo, pero sí tener una vida activa y reconocer los signos de alarma”, explica Cano.

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Nace la primera guía de enfermería que refuerza la atención integral de las personas con epilepsia

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Nace la primera guía de enfermería que refuerza la atención integral de las personas con epilepsia

  • Esta guía gratuita, editada por el Consejo General de Enfermería -a través de su Instituto de Investigación- con la colaboración de la Sociedad Española de Enfermería Neurológica (SEDENE) y de Angelini Pharma, pone al alcance de las enfermeras un conjunto de pautas, orientaciones y recomendaciones prácticas para apoyar su actividad diaria en el manejo de la epilepsia.
  • “Aporta herramientas prácticas que permiten a las enfermeras generalistas y especializadas atender de forma integral a personas con epilepsia de todas las edades desde Atención Primaria hasta los Servicios de Urgencias y Cuidados Críticos, poniendo siempre a la persona en el centro de los cuidados”, explica Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.
  • “El cuidado de la salud cerebral empieza por escuchar y acompañar a las personas en su día a día. Esta guía refuerza el papel de la enfermería como pieza clave en ese acompañamiento, acercando el conocimiento científico a la práctica asistencial y ayudando a mejorar la calidad de vida de quienes conviven con la epilepsia”, añade Daniel Pérez, director de Departamento Médico de Angelini Pharma en España

La epilepsia representa una de las enfermedades neurológicas crónicas más prevalentes a nivel global, afectando a, aproximadamente, 50 millones de personas, según la Organización Mundial de la Salud. El conocimiento de esta patología, la correcta evaluación de la persona con epilepsia, el empleo de diferentes recursos terapéuticos, los cuidados continuados y el acompañamiento emocional son algunos elementos clave en la atención a las personas con epilepsia y sus cuidadores principales.

Para conseguir un buen control de la epilepsia y reforzar una atención integral, el Consejo General de Enfermería -a través de su Instituto de Investigación-, con la colaboración de la Sociedad Española de Enfermería Neurológica (SEDENE) y de Angelini Pharma, ha publicado la Guía de Recomendaciones Prácticas en Enfermería en Epilepsia elaborada por profesionales de enfermería expertas en este ámbito.

“Ponemos en marcha este proyecto con el objetivo de reconocer y poner en valor el papel esencial de las enfermeras en la atención a las personas con epilepsia en todos los ámbitos asistenciales a lo largo de todas las etapas de la vida”, explica Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería. “Es una guía que aporta herramientas prácticas que permitan a las enfermeras generalistas y especializadas atender de forma integral a personas con epilepsia de todas las edades desde Atención Primaria hasta los Servicios de Urgencias y Cuidados críticos, poniendo siempre a la persona en el centro de los cuidados”, añade.

Adherencia al tratamiento

Las características de las crisis epilépticas varían y dependen de la región del cerebro donde comienzan y de cómo se propagan. El objetivo terapéutico del manejo de la epilepsia es conseguir la libertad de crisis a partir de las diferentes alternativas terapéuticas disponibles, ya sean farmacológicas o no farmacológicas.

Las personas con epilepsia suelen tener más problemas físicos (como fracturas y hematomas a causa de traumatismos relacionados con las crisis) y tasas más altas de trastornos psicosociales, entre ellos ansiedad y depresión. Asimismo, el riesgo de muerte prematura en las personas epilépticas es hasta tres veces mayor que en la población general.

Para conseguir una buena adherencia al tratamiento la enfermera es un profesional esencial. Aunque la figura de la enfermera especialista en epilepsia no está formalmente reconocida como una especialidad en España, su papel dentro del equipo multidisciplinar dedicado al diagnóstico y tratamiento de esta patología está cada vez más consolidado. “Las enfermeras son referentes en el acompañamiento diario, en la educación terapéutica, en la detección de riesgos y en la promoción de la autonomía de estas personas; y confiamos en que esta guía contribuya a reforzar esa labor esencial que llevan a cabo a diario”, argumenta el presidente de las enfermeras.  

En este sentido, desde Angelini Pharma subrayan que “el cuidado de la salud cerebral empieza por escuchar y acompañar a las personas en su día a día. Esta guía refuerza el papel de la enfermería como pieza clave en ese acompañamiento, acercando el conocimiento científico a la práctica asistencial y ayudando a mejorar la calidad de vida de quienes conviven con la epilepsia. En Angelini Pharma queremos estar al lado de quienes cuidan, ofreciendo conocimiento y herramientas que faciliten su labor y contribuyan a una atención más cercana, humana y orientada al bienestar integral de cada paciente”, afirma Daniel Pérez, director del departamento médico de Angelini Pharma España.

La nueva guía nace con el objetivo de establecer las bases de para favorecer la calidad de atención a personas con diagnóstico de epilepsia, minimizando riesgos y promoviendo su seguridad y bienestar. “Es una guía que ha sido diseñada por y para profesionales de enfermería. En ella, el personal enfermero encontrará un contenido riguroso, actualizado y basado en la evidencia, que aborda desde la definición de la patología y la clasificación de las crisis epilépticas, hasta protocolos detallados de actuación, manejo farmacológico y pautas de educación sanitaria específicas para pacientes y cuidadores”, explica Arantxa Cortés, coordinadora del grupo EpiSedene, enfermera de la Unidad de Epilepsia refractaria del Hospital Universitario y Politécnico La Fe de Valencia y coordinadora de la guía. “Es una herramienta valiosa, de consulta rápida y fiable que ayuda a estandarizar la atención, garantizando que cada enfermera, independientemente de su área de trabajo, pueda conocer la patología y así dar respuesta a las necesidades de la persona con epilepsia y su entorno”, finaliza Cortés.

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