La Mesa Enfermera reclama agilidad al Ministerio de Sanidad en la elaboración de los protocolos sobre prescripción enfermera

La Mesa Enfermera reclama agilidad al Ministerio de Sanidad en la elaboración de los protocolos sobre prescripción enfermera

 

  • La Mesa de la Profesión Enfermera denuncia que, transcurridos cerca de tres años desde la entrada en vigor del Real Decreto de prescripción enfermera, sólo se ha publicado uno de los protocolos que deben definir las condiciones concretas en que los enfermeros y enfermeras pueden participar en el uso e indicación de medicamentos sujetos a prescripción médica.
  • El Consejo General de Enfermería (CGE) y el Sindicato de Enfermería, SATSE, entienden que la pandemia del Covid-19 haya podido influir en el proceso de desarrollo y publicación de los protocolos, pero reiteran que ahora no hay excusa para impulsarlos de forma efectiva y alcanzar el objetivo marcado lo antes posible.
  • La Mesa de la Profesión Enfermera subraya que la decisión de la Dirección General de Salud Pública de abrir un proceso de “consultas” que no estaba previsto ni regulado ha generado un importante volumen de alegaciones y ha supuesto entorpecer gratuitamente y de manera innecesaria el desarrollo del resto de propuestas de protocolos pendientes.

La Mesa de la Profesión Enfermera, integrada por el Consejo General de Enfermería (CGE) y el Sindicato de Enfermería, SATSE, ha reclamado a la ministra de Sanidad, Carolina Darias, que se agilice el desarrollo y aprobación de los protocolos que deben dar cobertura legal a la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de las enfermeras y enfermeros, ya que el retraso que se está produciendo en el Grupo de Trabajo creado con este objetivo ha provocado que ya haya transcurrido cerca de un año desde la fecha establecida para que estuvieran todos listos y publicados en el BOE.

La Mesa Enfermera subraya que, transcurridos cerca de tres años desde la entrada en vigor del Real Decreto 1302/2018, de 22 de octubre, por el que se modifica el Real Decreto 954/2015, de 23 de octubre, que regula la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de los enfermeros, sólo se ha publicado uno de los protocolos que deben definir las condiciones concretas en que los enfermeros y enfermeras pueden participar en el uso e indicación de los medicamentos sujetos a prescripción médica.

En este sentido, la Mesa de la Profesión Enfermera apunta que, tras los retrasos iniciales que provocaron que la primera reunión del Grupo de Trabajo se realizase un año después de la publicación del RD, ya se han presentado varios protocolos ante la Comisión Permanente de Farmacia para su consideración, los cuales aún no han sido aprobados, al parecer, porque desde la Dirección General de Salud Pública, encargada de validarlos antes de su aprobación, se ha abierto un insólito y nuevo proceso de “consultas” con diferentes entidades y asociaciones que no estaba previsto ni regulado en el Real Decreto, lo cual ha obstaculizado gravemente la agilidad de todo el proceso.

Según la Mesa, esta acción ha generado un importante volumen de alegaciones y también ha supuesto cuestionar indirectamente a las organizaciones representadas en el grupo de trabajo (y que no son otras que las que establece legalmente el Real Decreto 954/2015), frenando así el desarrollo del resto de propuestas de protocolos pendientes.

Asimismo, y entendiendo que el ánimo del Ministerio de Sanidad y del resto de los miembros del Grupo de Trabajo es el de agilizar la aprobación y publicación de estos protocolos lo antes posible, la Mesa de la Profesión Enfermera apunta que ciertas ausencias en la participación y asistencia a las reuniones del Grupo de Trabajo dificultan el consiguiente consenso a alcanzar para la aprobación del texto de los protocolos.

La Mesa Enfermera entiende que la pandemia del COVID-19 haya podido influir en el proceso de desarrollo y publicación de los protocolos, pero reitera que, una vez transcurrido ya casi un año sobre la fecha límite fijada para tener todos estos protocolos publicados en el BOE, no hay excusa para impulsarlos de forma efectiva y alcanzar el objetivo marcado lo antes posible.

Por ello, la Mesa de la Profesión Enfermera pide a la Ministra de Sanidad que realice las gestiones que considere oportunas a fin de acelerar el desarrollo y aprobación de los protocolos que den cobertura legal a la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de los enfermeros y enfermeras, con el objetivo último de mejorar nuestro sistema sanitario y la atención y seguridad de los pacientes y del conjunto de la ciudadanía.

Por último, la Mesa Enfermera recuerda a la titular de Sanidad que el Real Decreto aprobado en 2018 fue fruto de años de negociación para alcanzar el consenso entre los profesionales, tanto médicos como enfermeras y enfermeros, y el Gobierno, poniendo así solución al conflicto generado en cuanto a la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de los enfermeros y enfermeras.

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Las enfermeras advierten de que no se podrá dotar a toda la población de unos cuidados paliativos de calidad si no se apuesta por una formación especializada

Las enfermeras advierten de que no se podrá dotar a toda la población de unos cuidados paliativos de calidad si no se apuesta por una formación especializada

 España cuenta con 0,6 recursos específicos de cuidados paliativos por 100.000 habitantes, muy lejos de las recomendaciones de la Asociación Europea de Cuidados Paliativos (European Association for Palliative Care).
 Nuestro país carece a día de hoy de un cuerpo de conocimiento reglado ni un perfil específico de competencias en este ámbito, a pesar de que existen fórmulas ya definidas que dan cabida a la acreditación.
 La Asociación de Enfermería de Cuidados Paliativos (AECPAL) y el Consejo General de Enfermería (CGE) están trabajando en la elaboración de una resolución para la ordenación del ejercicio profesional destinada a potenciar los cuidados enfermeros de las personas en procesos de enfermedades avanzadas y/o en el final de la vida y sus familias.

“No dejar a nadie atrás; equidad en el acceso a los Cuidados Paliativos” (“Leave no one behind; equity in access to paliative care”) es el lema escogido para celebrar el 9 de octubre el Día Mundial de los Paliativos. Ante tan señalada fecha, y conscientes, una vez más, de la necesidad de reivindicar la máxima atención a pacientes y familiares en el actual contexto de pandemia, el Consejo General de Enfermería (CGE) y Asociación de Enfermería de Cuidados Paliativos (AECPAL) se adhieren a este Día Mundial reclamando a las Administraciones una clara apuesta por
los cuidados a los pacientes, en cualquier momento de su vida.
“Un año más comprobamos que nuestros datos nacionales necesitan mejorar”, comenta Marisa de la Rica Escuín, presidenta de la Asociación de Enfermería de Cuidados Paliativos (AECPAL). Y es que, según el Atlas Europeo de Cuidado Paliativos de 2019, España cuenta con 0,6 recursos específicos de cuidados paliativos por 100.000 habitantes, “muy lejos de las recomendaciones de la Asociación Europea de Cuidados

Paliativos y lejos de los recursos específicos con los que sí cuentan otros países europeos como Irlanda, Luxemburgo, Francia o Bélgica”, denuncia la presidenta de AECPAL.
“Las patologías crónicas complejas como el cáncer o las demencias tienen una gran prevalencia en nuestra sociedad debido al envejecimiento de la población y el incremento de la esperanza de vida. Sin duda las administraciones sanitarias deben ser sensibles a esta situación y reorientar el sistema de salud priorizando la atención y cuidados de estos pacientes, y muchos de ellos -en la evolución de su enfermedad- llegan a precisar cuidados paliativos, donde se requieren equipos multiprofesionales bien formados y con experiencia en este tipo de atención sanitaria. Está claro que en la etapa final de la vida debemos proporcionar una atención de calidad, minimizando el dolor e incrementando el confort tanto del paciente como de la familia en esta situación.”, expone Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.
En cuanto a servicios de Cuidados Paliativos Pediátricos, España tiene actualmente tan solo ocho programas de Cuidados Paliativos Pediátricos que atienden a los niños y sus familias en casa y en entornos hospitalarios.
Falta de especialidad y perfil profesional Una de las razones estructurales de esta precariedad en el acceso a los cuidados paliativos en España, aunque no la única, es la falta de reconocimiento de una especialidad en el ámbito de conocimiento de los cuidados paliativos. Esta falta de perfil impide dotar a las profesionales de enfermería, en toda su potencialidad, de sus objetivos principales: cuidar y satisfacer las necesidades del paciente y su familia en cualquier sitio en el que se encuentre, ya sea en su casa, en un hospital o en un centro residencial.
“Desde la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL) y desde la Asociación Española de Enfermería en Cuidados Paliativos (AECPAL) defendemos la capacidad de ofrecer una respuesta profesionalizada al sufrimiento humano relacionado con el proceso de morir que debería estar presente en todos los niveles de la asistencia sanitaria: atención primaria y hospitalaria y servicios de urgencias”, explica De la Rica.
En función de las necesidades de atención paliativa de cada persona, y que pueden catalogarse en «no complejas, complejas y altamente complejas», la respuesta debe proporcionarse desde los recursos básicos de atención o mediante recursos avanzados o específicos, según el modelo perfilado en el Plan Nacional de Cuidados Paliativos y posteriormente definido en la Estrategia en Cuidados Paliativos del SNS (aunque desde 2014 no ha habido una revisión, ni actualización de esta Estrategia).

Sin embargo, pese al derecho de los ciudadanos a recibir esta atención y al reconocimiento y el consenso existentes sobre la necesidad de implantar unidades especializadas, equipos de soporte y programas regionales de cuidados paliativos, en España no se han regulado convenientemente las profesiones que nutren dichos dispositivos. En nuestro país no existe formación específica reglada que cubra los conocimientos y habilidades necesarias para ayudar a estos pacientes y a sus familias a enfrentarse a las situaciones cambiantes, críticas y complejas que genera el proceso de enfermedad avanzada o el final de vida.
“En este escenario, los médicos/as, enfermeros/as, psicólogos/as y trabajadores sociales que desarrollan su labor en recursos específicos de Cuidados Paliativos no sólo no tienen reconocida su formación, su experiencia ni su dedicación, sino que éstas no son requisitos indispensables para trabajar en estos equipos especializados. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la voluntad política es un elemento decisivo para garantizar la adecuada atención de las personas al final de la vida; esta responsabilidad no puede recaer únicamente en las familias y en la vocación de algunos profesionales”, denuncia la presidenta de AECPAL.
En un momento en el que se afianza la filosofía de los cuidados paliativos debido a una constante y creciente demanda y al aumento de las enfermedades crónicas avanzadas, desde SECPAL y AECPAL se considera indiscutible y urgente que las administraciones competentes den respuesta a esta reiterada exigencia, demostrando así su compromiso con una atención al final de la vida óptima, integral y de calidad.
Un trabajo en equipo Actualmente, AECPAL está trabajando con el Consejo General de Enfermería en la elaboración de una resolución para la ordenación del ejercicio profesional destinada a
potenciar los cuidados enfermeros de las personas en procesos de enfermedades avanzadas y sus familias. En concreto se trata de las competencias profesionales en el ámbito de los cuidados paliativos. “Con esta iniciativa abordamos todo el ámbito competencial que tienen las enfermeras en este ámbito de cuidados tan específico. Una enfermera con formación de generalista no tiene la formación ni el conocimiento suficiente para poder abordar los cuidados de los pacientes en situación paliativa con calidad”, argumenta Diego Ayuso, secretario general del Consejo General de Enfermería.
“Por ello, mediante este documento desde el CGE queremos poner en valor las competencias avanzadas de las enfermeras en este campo, que sea un documento de referencia a nivel nacional y que sirva para impulsar los diplomas de acreditación o acreditación avanzada de las enfermeras”, prosigue Ayuso.

Estas resoluciones se aprueban por todos los Colegios profesionales de enfermería. “El documento está muy avanzado, el grupo de trabajo de AECPAL es muy dinámico, tienen una gran experiencia y esperamos finalizarlo en breve, para posteriormente enviarlo a todos los colegios de enfermería de España, y aprobarlo en el Pleno y en la Asamblea General de Presidentes a finales de año”, informa el secretario general del CGE.

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José Luis Cobos, vicepresidente del CGE, elegido miembro de la Junta Directiva del Consejo Internacional de Enfermeras

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La nueva Junta Directiva gobernará el Consejo Internacional de Enfermeras los próximos cuatro años

 

José Luis Cobos, vicepresidente del CGE, elegido miembro de la Junta Directiva del Consejo Internacional de Enfermeras  

 

  • La elección de José Luis Cobos se ha producido durante la reunión del Consejo de Representantes de las Asociaciones Nacionales de Enfermería que ha designado una nueva Junta Directiva, que estará presidida por la estadounidense Pamela Cipriano.
  • “Para el Consejo General de Enfermería de España es muy importante estar en los órganos de gobierno del Consejo Internacional. Desde el punto de vista reputacional, a nivel mundial tenemos un gran reconocimiento por parte del resto de los países y por eso tenemos que asegurar nuestra presencia a nivel internacional”, ha destacado Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.
  • Como ya nuevo miembro del máximo órgano de gobierno de la enfermería mundial, José Luis Cobos cree que hay mucho trabajo por hacer. “Es cierto que hemos pasado unos tiempos muy difíciles, donde hemos podido hacer visible la enfermería, no sólo en cada uno de los países sino también en las instituciones internacionales, y ahí es donde tenemos que poner la fuerza; creo que las enfermeras y enfermeros en todo el mundo tienen que tomar un papel relevante en sus sistemas sanitarios”, ha señalado.

Por tercera vez en la historia un enfermero español ha sido elegido para formar parte de la Junta Directiva del Consejo Internacional de Enfermeras (CIE). Se trata de José Luis Cobos, vicepresidente III del Consejo General de Enfermería y doctor en Enfermería que representará a Europa del Sur en la ejecutiva del CIE.

La elección de José Luis Cobos se ha producido durante la reunión del Consejo de Representantes de las Asociaciones Nacionales de Enfermería (CRN) del Consejo Internacional de Enfermeras (CIE). Se trata de la Asamblea General de esta institución internacional y está conformado por representantes enfermeros de un total de 130 países que hoy han elegido al equipo que va a integrar su nueva Junta Directiva. La Junta Directiva del Consejo Internacional de Enfermeras es el máximo órgano de gobierno de esta institución mundial con más de 120 años de existencia. Junto a Cobos conforman la nueva Junta 10 representantes más de asociaciones de todo el mundo, que estarán presididos por la estadounidense Pamela Cipriano.

Para Cobos su nuevo cargo supone “un reto tanto personal como profesional muy importante. El organismo que representa a todas las enfermeras en el mundo es el Consejo Internacional de Enfermeras y estar en su Junta Directiva es todo un honor”, ha señalado. Agradecido y orgulloso por el reconocimiento de las asociaciones nacionales de todo el mundo que lo han elegido, también ha requerido reconocer el papel de quienes le han precedido en el cargo y especialmente la labor de M.ª Eulàlia Juvé, también española, que ha ocupado el cargo los últimos cuatro años.

Como ha destacado Florentino Pérez Raya, “para el Consejo General de Enfermería de España es muy importante estar en los órganos de gobierno del Consejo Internacional. Somos un país con un peso institucional en el CIE muy importante, no sólo por nuestro desarrollo profesional aquí en España, sino porque lo que supone nuestra aportación a nivel internacional. Desde el punto de vista reputacional, a nivel mundial, tenemos un gran reconocimiento por parte del resto de los países y nuestra presencia supone la oportunidad de tener voz frente a entidades de ámbito global como la propia Organización Mundial de la Salud que colabora estrechamente con el CIE”, ha destacado el presidente de la institución que representa a las 325.000 enfermeras españolas.

Como ya nuevo miembro de la junta directiva del máximo órgano de gobierno de la enfermería mundial, José Luis Cobos cree que hay mucho trabajo por hacer. “Es cierto que hemos pasado unos tiempos muy difíciles, donde hemos podido hacer visible la enfermería, no sólo en cada uno de los países sino también en las instituciones internacionales, y ahí es donde tenemos que poner la fuerza; creo que las enfermeras y enfermeros en todo el mundo tienen que tomar un papel relevante en sus sistemas sanitarios”, ha señalado.

Pero más allá de la visibilidad de la profesión, “hay muchos retos en función de las áreas donde nos encontremos. Hay zonas del mundo, sobre todo aquellas donde hay conflictos bélicos, donde la enfermería está sufriendo muchísimo. También hay zonas donde las enfermeras no pueden trabajar en las mismas condiciones por el hecho de ser mujer. Hay que ayudar a aquellos países donde no se pueden poner a disposición de la población las cuestiones más básicas a nivel sanitario, porque no hay material suficiente. La falta de enfermeras es un problema que tenemos a nivel mundial y deberemos trabajar en este tema en los próximos años, ya que la situación puede ser crítica para muchos sistemas sanitarios. En los países más avanzados también hay que desarrollar competencialmente el compromiso de las enfermeras en los sistemas sanitarios, de tal forma que estemos en los órganos de gobierno, donde se deciden de las políticas sanitarias. Es muy importante que las enfermeras asuman esa responsabilidad y que asuman también cargos políticos”, ha destacado.

Nueva presidenta del CIE

La estadounidense Pamela Cipriano era hasta ahora vicepresidenta I del CIE, además de decana de la Facultad de Enfermería de la Universidad de Virginia. De 2014 a 2018 presidió la Asociación Americana de Enfermeras. En el discurso que se ha proyectado en la reunión del CRN presentando su candidatura ha señalado que “debemos conseguir elevar la visibilidad, el papel y la voz de todas las enfermeras en todo el mundo. Deben alcanzar altos niveles para que su voz dirija el cambio. El mundo ha observado la guerra contra el COVID y ha visto el trabajo y el sacrificio de las enfermeras y este sacrificio no es sólo físico sino también emocional. Sabemos que las enfermeras están cansadas, pero también sabemos que siguen su lucha. Siguen presentándose cada día para cuidar a sus pacientes para ayudar a las comunidades para aportar esperanza”.

A su juicio, “el empoderamiento de las enfermeras es fundamental. Seguiré estando en todos los ámbitos para asegurarme de que tenemos una voz fuerte que aborde las necesidades de las enfermeras no solo en la pandemia sino en todos los ámbitos”. Por ello, se ha comprometido a trabajar para “asegurarnos de seguir la lucha para que las enfermeras estén a salvo, para que abordemos temas como el ambiente laboral, la salud mental y física, condiciones seguras y salarios equitativos y que la fuerza de trabajo pueda apoyar a todos los demás miembros de los equipos que trabajan en hospitales en otras organizaciones, en la prevención, porque es tan importante para lograr los objetivos de desarrollo sostenible, para asegurarnos de que el mundo no olvide los sacrificios de las enfermeras”, ha concluido.

Acerca de José Luis Cobos

Cobos comenzó su etapa profesional como enfermero en 1993, en el ámbito asistencial en Atención Primaria, Hospitalización: fundamentalmente en Traumatología. Doctor en Enfermería desde 2016, en el año 2003 empezó a asumir responsabilidades en el ámbito de la gestión y la formación continuada en el hospital más grande de España y uno de los más grandes de Europa: el Hospital Gregorio Marañón de Madrid. A partir de 2001 comenzó a trabajar colaborando inicialmente en distintas áreas del Consejo General de Enfermería, y posteriormente como director general del Instituto de Investigación. Entró a formar parte de la Comisión Ejecutiva del CGE primero como vicesecretario general y desde el pasado mes de junio como vicepresidente III.

En estos más de 25 años de trayectoria profesional, José Luis Cobos ha tenido la oportunidad de trabajar y contribuir, en el ámbito nacional e internacional de la enfermería y de la sanidad, en temas como la prescripción enfermera, medicamentos peligrosos, bioseguridad, normalización de la práctica enfermera, investigación, regulación de la práctica enfermera y un largo etcétera.

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Cada año, 16.000 españoles ven cómo su realidad cambia radicalmente debido a una ostomía y recuperar sus vida dependerá de contar o no con una enfermera experta

Cada año, 16.000 españoles ven cómo su realidad cambia radicalmente debido a una ostomía y recuperar sus vida dependerá de contar o no con una enfermera experta

 

  • La ostomía supone vivir con una bolsa adherida al abdomen a la que van las deposiciones del cuerpo. Los pacientes que reciben el apoyo de una enfermera estomaterapeuta pueden recuperar su vida normal, pero la escasez de estos profesionales hace que muchos caigan en una depresión.
  • La suerte de estos pacientes depende a menudo de la Comunidad Autónoma en la que residan. Además, la pandemia ha supuesto que durante meses se suspendieran las consultas de estomaterapia y los operados de urgencia regresaban a sus casas sin saber qué hacer. Es momento de recuperar la normalidad e incrementar el número de consultas y de enfermeras estomaterapeutas.
  • Con motivo de la Semana Mundial del Paciente Ostomizado y con el objetivo de llegar a aquellos pacientes que siguen sufriendo por llevar una bolsa de ostomía, el Consejo General de Enfermería en colaboración con Coloplast lanzan su campaña #MientrasVives, donde pacientes ostomizados son el mejor ejemplo de que la ostomía es una nueva oportunidad para vivir.
  • Seis pacientes protagonizan el vídeo de esta campaña en el que, en apenas dos minutos, se muestra cómo la ostomía no ha sido el fin sino el principio de una nueva vida en la que nada les impide hacer aquello que les gusta: correr ultramaratones, recorrer 1.000 kilómetros en bicicleta o hacer yoga, son sólo algunos ejemplos.

 

En España, 70.000 personas viven su día a día pegados a una bolsa de ostomía, un dispositivo al que van sus desechos, heces y/o orina. El cáncer de colon, de recto o de ano, la diverticulitis, la enfermedad inflamatoria intestinal e incluso algunos traumatismos graves son sólo algunos ejemplos de enfermedades frecuentes que pueden llevar a esta situación bien de forma temporal (60%) bien para toda la vida (40%).

La bolsa cambia radicalmente el día a día de estas personas que, muchas veces, acaban cayendo en una depresión llegando incluso, en los casos más extremos, al suicidio. El estigma asociado a esta situación hace que sean muchos los pacientes que no se atreven a hablar de este problema y viven un auténtico sufrimiento ante el miedo y la vergüenza de tener pérdidas en público. Sin embargo, como explica el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, “si desde el principio estos pacientes contaran con el apoyo, cuidado y seguimiento de una enfermera estomaterapeuta podrían llevar una vida totalmente normal. Desgraciadamente, en nuestro país, no todos los hospitales cuentan con estos profesionales y ni siquiera su presencia es homogénea en todo el territorio nacional por lo que la suerte del paciente depende en gran parte de la Comunidad Autónoma donde resida y del hospital en el que, de forma programada o de urgencia, sea intervenido. Por eso, desde el Consejo General de Enfermería reivindicamos que se apueste por la implantación de estas consultas en todos los hospitales y se incremente el número de enfermeras estomaterapeutas en nuestro país”.

Desigualdad territorial

Así, como recoge el Libro Blanco de la Ostomía, mientras Cataluña, Extremadura, Valencia, Madrid, Cantabria y País Vasco, por este orden, se encuentran entre las regiones con más consultas de estomaterapia (con ratios inferiores a 300 pacientes por consulta), las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, Canaria, Baleares y Aragón se encuentran en la cola (con más de 400 pacientes por consulta).

Como explica José Luis Cobos, vicepresidente del Consejo General de Enfermería, “en los últimos años hemos visto algunos avances con respecto al número de consultas de estomaterapia y de enfermeras estomaterapeutas, que poco a poco se va incrementando. Sin embargo, se trata de tímidos avances que además se han visto interrumpidos por la pandemia, una situación que ha afectado especialmente a los pacientes vulnerables y las personas ostomizadas son un claro de ejemplo de ello ya que sus consultas se vieron interrumpidas. Eso por no hablar de los nuevos pacientes que, tras ser operados, en su mayoría de urgencia, llegaban a casa sin saber muy bien qué debían hacer, o aquellos que quedaban sin diagnosticar. Ahora, es el momento de recuperar la normalidad, retomar la creación de nuevas consultas e incrementar el número de horas que las enfermeras dedican a ellas. Recordemos que muchas de estas consultas están operativas un número de horas o de días muy concreto, a veces, un solo día por semana, y las enfermeras dedican sólo parte de su tiempo a estos pacientes”.

#MientrasVives

Para visibilizar esta situación, reivindicar la presencia de enfermeras estomaterapeutas y consultas especializadas en todos los hospitales y mostrar la realidad de aquellos pacientes que cuentan con el apoyo de estos profesionales, el Consejo General de Enfermería con la colaboración de Coloplast, coincidiendo con la Semana Mundial del Paciente Ostomizado, han puesto en marcha una campaña de concienciación en la que, bajo el lema #MientrasVives, se pone el acento en cómo la vida nos puede cambiar en cualquier momento.

Para ello, se ha elaborado un vídeo en el que seis pacientes muestran cómo la ostomía no ha sido el fin sino el principio de una nueva vida en la que nada les impide hacer aquello que les gusta y cómo mientras ellos realizan estas actividades otras personas están siendo ostomizadas. Con 16.000 nuevos casos al año, casi dos a la hora, esto se traduce en que, por ejemplo, durante una jornada laboral unas 15 personas están siendo ostomizadas. A partir de ahí, la balanza puede inclinarse hacia un lado, el del sufrimiento, o hacia otro, la oportunidad de seguir viviendo y ser feliz.

Así, en apenas dos minutos, este trabajo audiovisual nos presenta a Antonio, que practica yoga diariamente sin temor ni complejos; a Josep, que siempre que puede se escapa a la costa para navegar o disfrutar del remo; a Anna, apasionada por todo tipo de actividades acuáticas; a Natividad, capaz de correr ultramaratones pegada a su bolsa sin que ello sea un impedimento; a David, que participa en carreras ciclistas de varios días; o a Yolanda, que además de paciente y ser también muy aficionada al deporte, es enfermera.

De esta forma, #Mientrasvives, como se ha denominado esta campaña, destaca, de un lado, que la vida de cualquier persona puede cambiar en cualquier momento y, de otro, cómo contar con una enfermera estomaterapeuta es la clave para que ese cambio no se traduzca en miedo y sufrimiento sino en una nueva vida de la que seguir disfrutando.

En la presentación de esta campaña han participado, además de José Luis Cobos, como representante del Consejo General de Enfermería, Roberto Ruiz Debeza, director de Marketing de Coloplast, los pacientes protagonistas y dos enfermeras estomaterapeutas: Inmaculada Pérez, presidenta de la SEDE (Sociedad Española de Enfermería Experta en Estomaterapia) y Alejandra Mera Soto, del Hospital Vithas Parque San Antonio y de los hospitales Civil y Materno Infantil del Universitario Carlos Haya de Málaga.

Por su parte, Roberto Ruiz Debeza, ha hecho hincapié en que “es un orgullo para Coloplast poder formar parte esta iniciativa para visibilizar la situación de las más de 70.000 personas ostomizadas que hay en España. Nuestro objetivo es que los pacientes que se encuentran en esta situación sepan que se puede llevar una vida normal con el estoma aunque para ello es importante que cuenten con el apoyo de una enfermera estomaterapeuta”.

Desde la SEDE, su presidenta ha subrayado que “un año más, nos unimos al Día Mundial de la Persona Ostomizada. Hay que seguir insistiendo en que las enfermeras estomaterapeutas somos los profesionales cualificados para proporcionar a las personas ostomizadas los cuidados que de excelencia que precisan para que alcancen una mejor calidad de vida. Nuestro lema es ‘cuidar, crecer y confiar’”.

En esta misma línea, Alejandra Mera ha explicado cómo “la enfermera estomaterapeuta es clave en la vida del paciente ostomizado y lo es antes de la cirugía, durante el ingreso y tras el alta. En el cuidado preoperatorio evaluamos al paciente, le damos apoyo psicológico, le realizamos la técnica del marcaje -indicamos el lugar idóneo donde ubicar la bolsa-, le enseñamos qué es la bolsa y mientras está ingresado le visitamos diariamente para ver cómo lo lleva y enseñarle los cuidados y lo hacemos con un cuidador delante para que también lo conozca y después hacemos un seguimiento en consulta en función de las necesidades de cada paciente”.

Esta iniciativa cuenta también con el apoyo de varias asociaciones de pacientes como la Asociación de Pacientes Ostomizados de Madrid (AOMA), la de Castilla-La Mancha, la Asociación de personas con Ostomía de España (ASOE), la Federación Española de Ostomizados (FAPOE), la Asociación de Enfermos de Crohn y Colitis Ulcerosa de Vigo (ACCU), la Asociación Socio Sanitaria Enfermedades Inflamatorias Intestinales   (ASCII), la Asociación de Ostomizados de Bizkaia (ARGIA), y la Asociación de Ostomizados de Aragón (ADO Aragón).

Testimonios de vida

Como explica Natividad Leal, ostomizada desde hace ocho años: “Me operaron de urgencia por un angiomixoma abdominal. Entonces, yo no sabía ni lo que era una ostomía. Al principio, la bolsa iba a ser algo temporal, pero he acabado viviendo con ella. Desde el primer momento, decidí que esa situación no podía cambiar mi vida, que debía seguir haciendo lo que hacía antes. Un día, me calcé las zapatillas, aseguré bien mi bolsa y salí a correr. La bolsa no me ha impedido hacer carreras de montaña y ultrafondo, 100 km en 24 horas”. Natividad reconoce que “no todos tenemos la misma capacidad de adaptación. No hay que tener prisa, al principio es complicado y cada uno necesita su tiempo y su espacio, pero al final se adaptará. La clave es ir poco a poco”.

En esta línea, David Lorenzo Moreno, se sube a su bicicleta y es capaz de recorrer 1.000 kilómetros en cuatro días. “No todo el mundo puede correr esta distancia, aunque no lleve una bolsa de ostomía. Hace falta mucho entrenamiento. Pero casi todo el mundo puede practicar algún deporte y llevar una vida normal. Yo llevo seis años ostomizado debido a una enfermedad de Crohn y eso no me impide seguir con mi vida. La bolsa no es un problema, es una solución”.

El caso de Anna Bellart, de 27 años, es un claro ejemplo de que esta situación no tiene edad. Ostomizada desde los 16 por una colitis ulcerosa, Anna asegura que “hoy soy más aventurera que antes. La enfermedad hacía que me encontrara mal muy a menudo, sufría muchos dolores, entraba en el baño sin saber cuándo iba a salir y eso suponía un problema en mi vida social. Hoy, me he olvidado de los ingresos constantes en el hospital, de los tratamientos, del malestar y de la debilidad. Para mí, la ostomía ha sido una oportunidad para poder hacer las cosas que antes no podía. Por eso, muestro mi bolsa sin complejos porque no tengo por qué tenerlos. Una de mis grandes pasiones es el mar, me encanta nadar y puedo estar durante horas con mi kayak disfrutando porque me siento viva”.

El de Yolanda Martínez Cítores, ostomizada hace ya veinte años, es un ejemplo también de normalidad. En su caso, Yolanda vivió su segundo embarazado ostomizada. Hoy, su hijo tiene ya quince años, pero en aquel momento tuvo que tomar una decisión de la que algunos intentaron disuadirla. “Quería ser madre, lo tenía claro y decidí ir a por ello. El embarazo fue fenomenal, el parto fue una cesárea programada y yo pude cumplir mi sueño”.

Josep Orriach, de 51 años, lleva ostomizado desde los 24 debido a una colitis que califica de “rabiosa”. Su enfermera ha sido y continúa siendo fundamental durante todo este tiempo y, de hecho, reconoce llevar una vida tan normal que “como todo lo que quiero y es mi enfermera la que se encarga de recordarme que debería cuidar más mi alimentación. También en lo que se refiere a la piel porque paso muchas horas en el mar y hay que tener precaución con la humedad, pero estoy feliz, me siento en buenas manos y llevo una vida plena”.

Antonio Jesús Aranda es, de todos los pacientes que participan en esta campaña, el que ha sido ostomizado más recientemente. Apenas lleva tres meses con la bolsa, pero asegura que “aunque no estoy todavía al cien por cien, mi vida es muy satisfactoria”. Antonio hace sesiones de yoga, una actividad que “se adapta a mi estado de salud y me acompaña en mi proceso de curación”. La meditación y la relajación, explica, le han ayudado durante todo el proceso del tratamiento oncológico y de recuperación. “Todavía me estoy recuperando, pero estoy feliz. Estoy vivo”.

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Una guía gratuita para enfermeras mejora el abordaje y el diagnóstico de la incontinencia urinaria

Nueva guía de recomendaciones prácticas a disposición de las 325.000 enfermeras de nuestro país

Una guía gratuita para enfermeras mejora el abordaje y el diagnóstico de la incontinencia urinaria

  

  • Hasta el 55% de la población podría sufrir algún grado de incontinencia urinaria, una patología que los propios afectados suelen ocultar por vergüenza y que, además de con el envejecimiento, guarda relación con el embarazo y los partos vaginales, la obesidad, los cambios hormonales, el tabaquismo o las enfermedades neurológicas, entre otras muchas causas.
  • Una nueva guía gratuita del Consejo General de Enfermería, con la colaboración de Lindor® (GRUPO HARTMANN), ofrece a los profesionales sanitarios todas las claves para abordar una patología que afecta de forma importante a la calidad de vida de la persona que lo sufre.
  • Entre las medidas que se proponen para mejorar la detección y el tratamiento de la incontinencia se encuentran sensibilizar a todos los profesionales y realizar campañas en Atención Primaria, incrementar las unidades de suelo pélvico multidisciplinares, saber elegir el producto adecuado para cada paciente o potenciar la investigación en el campo de los cuidados y los tratamientos en este campo.

Sufrimiento, vergüenza, aislamiento, silencio… la incontinencia urinaria representa un problema creciente y preocupante en sociedades envejecidas como la española. Su prevalencia es alta, pero indeterminada debido al ocultamiento de los pacientes. Algunos estudios epidemiológicos apuntan a que puede afectar a más de la mitad de la población en algún grado. Entre las personas con un deterioro mental severo afecta a tres de cada cuatro individuos. Las enfermeras suelen ser el primer profesional sanitario al que el paciente confiesa sufrir en ocasiones pérdidas involuntarias de orina a través de la vejiga. Con el fin de que las 325.000 enfermeras y enfermeros españoles cuenten con mejores herramientas para el diagnóstico precoz y el abordaje de la patología, el Consejo General de Enfermería, a través de su Instituto de Investigación Enfermera y con la colaboración de Lindor®, ha elaborado una guía gratuita a disposición de todos los profesionales sanitarios con información actualizada y práctica sobre la incontinencia. Este documento está también avalado por el Grupo Nacional para el Estudio y el Asesoramiento en Úlceras por Presión y Heridas Crónicas (GNEAUPP).

Las enfermeras que han redactado esta guía aseguran que la eficacia de las distintas terapias disponibles en este campo depende en gran medida de la precisión con la que se realice la valoración, para detectar casos de una forma precoz, y realizar las intervenciones apropiadas. Es muy importante educar al paciente empoderando su cuidado y que participe de forma activa en su proceso de salud enfermedad.

“Hemos creído muy necesaria la publicación de esta guía para enfermeras -y otros profesionales sanitarios- porque ha llegado el momento de que la incontinencia urinaria no sea relegada como un problema de salud menor. Muchos de los afectados están internados en centros sociosanitarios, por ejemplo, y queremos que los profesionales que prestan servicios en ellos tengan los mejores conocimientos a la hora de manejar la patología y los absorbentes disponibles. Con este pequeño manual de bolsillo proporcionamos una serie de herramientas que van a repercutir de forma muy positiva en el paciente”, asegura Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.

Para aumentar la calidad de vida de los afectados y la adherencia a los tratamientos y terapias disponibles, las enfermeras apuestan por incentivar la creación de unidades de suelo pélvico multidisciplinares provistas de sistemas de teleasistencia o “e-salud” para mantener un contacto frecuente y estrecho con el paciente y sus cuidadores. Otras medidas que se proponen en la guía es la realización de campañas de información y sensibilización entre los profesionales de Atención Primaria, así como promover la prevención en toda la población en general con el entrenamiento de la musculatura del suelo pélvico y en especial en mujeres embarazadas previamente al parto y posparto.

Por otra parte, desde Lindor® “queremos compartir nuestro compromiso con la incontinencia, los pacientes y sus cuidadores, y queremos dar soporte a los profesionales sanitarios en la gestión de esta patología. Para ello, centrándonos en las necesidades del paciente en cada etapa de la patología, hemos diseñado tecnologías para dar una mejor calidad de vida. Además, hemos desarrollado herramientas de ayuda para los profesionales sanitarios como la web de Lindor.es y para los cuidadores con www.elrincondelcuidador.com”.

 

Acerca de HARTMAN

HARTMANN España pertenece al GRUPO HARTMANN, compañía multinacional alemana especializada en el sector salud y focalizada en la gestión de heridas, gestión de la incontinencia, prevención de infecciones y autocuidado y que ya cuenta con más de 200 años de historia.

 

La compañía, fundada el 1818 por Ludwig von Hartmann y con su sede central en Heidenheim (Alemania), tiene actualmente filiales en todos los continentes y presencia en 35 países con redes comerciales y plantas de producción propias. Cuenta con una plantilla de más de 10.000 trabajadores en todo el mundo y genera unas ventas de más de 2.400 millones de euros anuales.

 

GRUPO HARTMANN en España está formado por Laboratorios HARTMANN SA, responsable de la distribución y comercialización de productos sanitarios y soluciones; por PAUL HARTMANN SA, Centro de desarrollo y producción de apósitos adhesivos con las emblemáticas Tiritas® y Cosmopor®; y PAUL HARTMANN IBERIA SA, Centro de desarrollo y producción de absorbentes para la incontinencia de adultos bajo la marca Lindor®, en Montornès del Vallès.

 

Acerca del Consejo General de Enfermería de España

Enfermería El Consejo General de Enfermería de España es el máximo órgano de representación de los enfermeros que desempeñan su actividad profesional en España. En la actualidad representa y defiende los intereses profesionales de más de 325.000 profesionales de la enfermería y está formado por todos los colegios profesionales de enfermería que existen en las diferentes provincias españolas, así como por los diferentes consejos autonómicos de colegios profesionales

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La Comisión Deontológica Nacional de Enfermería abre el proceso de selección de sus miembros

La Comisión Deontológica Nacional de Enfermería abre el proceso de selección de sus miembros

 

  • Los interesados en formar parte de esta comisión pueden participar en este proceso enviando su currículum vitae a su colegio provincial hasta el 2 de noviembre de 2021 para que luego este, si el candidato cumple los requisitos, lo remita al Consejo General de Enfermería.
  • La comisión, que funcionará de manera autónoma, pretende asumir el liderazgo en materia de los distintos posicionamientos que afecten tanto al día a día de la actuación de los profesionales como de cuestiones de gran relevancia social, ética o jurídica de las que se espera una postura por parte de la enfermería como profesión.

Tras la toma de posesión de Raquel Rodríguez Llanos como presidenta de la Comisión Deontológica Nacional de Enfermería, el organismo ha abierto el plazo para seleccionar a los miembros que conformarán esta comisión. “Lo primero es crear la estructura. Una vez fui nombrada presidenta en el Pleno anterior debemos crear la comisión con nueve miembros más y, a partir de ahí, desarrollar un reglamento interno de funcionamiento y empezar a marcar objetivos, no sólo para la organización colegial sino también como elemento de coordinación y difusión con los colegios profesionales”, explica Raquel Rodríguez Llanos, presidenta de la Comisión Deontológica y también presidenta del Colegio de Enfermería de Cáceres.

Los interesados en formar parte de esta comisión pueden participar en este proceso enviando su currículum vitae a su colegio provincial hasta el 2 de noviembre de 2021 y, si se cumplen los criterios acordados, su candidatura será remitida al Consejo General de Enfermería por parte del colegio provincial.

Los candidatos deben reunir los siguientes requisitos:

  • Tener experiencia o formación en materia de ética y deontología y/o haber participado en comisiones deontológicas.
  • Estar colegiado. Se aportará certificado de colegiación.
  • Tener una antigüedad mínima de colegiación de 10 años.
  • No tener ningún expediente sancionador, ni estar apartado del ejercicio profesional. Se aportará certificado de buena conducta.

La duración del mandato de los miembros seleccionados para la Comisión Deontológica Nacional será de cinco años y su número total de miembros será de diez enfermeras, incluida la presidenta.

La comisión, que funcionará de manera autónoma, pretende asumir el liderazgo en materia de los distintos posicionamientos que afecten tanto al día a día de la actuación de los profesionales como de cuestiones de gran relevancia social, ética o jurídica de las que se espera una postura por parte de la enfermería como profesión.

Este órgano es uno de los pilares de la nueva forma de organización del Consejo General de Enfermería, que tiene entre sus objetivos prioritarios actualizar el Código Deontológico de la Organización Colegial. “Va a ser un órgano importante porque la Organización Colegial tiene que disponer de una comisión que regule todo el código deontológico y la práctica profesional desde el ámbito de la ética y la deontología”, subraya Rodríguez Llanos.

Ambas instituciones trabajan con intensidad, transparencia y responsabilidad para establecer las bases de la Enfermería del futuro desde un punto de vista ético y profesional.

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Las enfermeras instan al Gobierno a crear políticas sociales y legislar para poner freno a la discriminación por edad, una lacra que afecta a la salud física y mental de quien la padece

Las enfermeras instan al Gobierno a crear políticas sociales y legislar para poner freno a la discriminación por edad, una lacra que afecta a la salud física y mental de quien la padece 

 

  • Con motivo del Día Internacional de las Personas de Edad, el Consejo General de Enfermería (CGE) y la Asociación Española de Enfermería de Salud Mental (AEESME) recuerdan que este tipo de maltrato se produce en el ámbito familiar, social y laboral.
  • “Las enfermeras, como profesionales más cercanos al paciente, debemos estar ahí para ayudar y educar en todas las etapas de la vida. En el caso del edadismo, nos encontramos con una situación extremadamente grave a la que hay que poner freno desde la infancia”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.
  • El edadismo entra en muchas ocasiones en simbiosis con el machismo, dificultando la vida diaria de las mujeres a medida que cumplen años y complicando, entre otros asuntos, su llegada a puestos de trabajo relevantes.

 

Los estereotipos, prejuicios y discriminación por edad es lo que se conoce como edadismo. Una lacra que, gran parte de la sociedad tiene normalizada, pero que afecta enormemente a quien la padece. Ante el desgaste físico y metal que produce este tipo de maltrato y con motivo del Día Internacional de las Personas de Edad, que se conmemora este viernes 1 de octubre, el Consejo General de Enfermería y la Asociación Española de Enfermería de Salud Mental (AEESME) instan a las administraciones a legislar y tomar medidas para evitar este tipo de maltrato, cada vez más estandarizado.

“Actualmente, vivimos en una sociedad plural, en la que la tolerancia y el respeto deben ser los pilares de la educación. Las enfermeras, como profesionales más cercanos al paciente, debemos estar ahí para ayudar y educar en todas las etapas de la vida. En el caso del edadismo, nos encontramos con una situación extremadamente grave a la que hay que poner freno desde la infancia. No podemos permitir que nadie, por el simple hecho de la edad que tenga, sufra cualquier tipo de discriminación en su entorno familiar, laboral y social”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.

Acuñado en 1968 por el gerontólogo y psiquiatra Robert Butler, el edadismo engloba todos aquellos mensajes, actitudes, ideas o hechos que ofenden, de alguna manera, por motivos de edad.

En un mundo cada vez más envejecido, en el que la esperanza de vida ha crecido en los últimos años y las enfermedades crónicas suponen un alto porcentaje de la atención sanitaria, las enfermeras deben cobrar protagonismo a la hora de educar y concienciar para prevenir el edadismo entre los más jóvenes, pero también entre los adultos. Estos últimos, muchas veces sin quererlo, caen en la discriminación a la hora de atender a sus mayores, infantilizándolos, no escuchándolos o tratándolos como si no fuesen autosuficientes.

Y es ahí, en el entorno familiar, laboral y social donde se dan los casos más graves de este tipo de discriminación. Tomar conciencia por parte de las administraciones y poner el foco en este problema es fundamental para buscar soluciones. “Podemos ver en el día a día bastantes ejemplos de edadismo como cuando se trata a las personas de edad avanzada como si fueran niños y no fuesen capaces de tomar sus propias decisiones, utilizar términos peyorativos o, en los trabajos, no querer contratar cuando se acerca la etapa de jubilación a pesar de que pueden aportar mucho por su experiencia”, afirma Isabel Jordán, vocal de AEESME.

Tal y como apunta Maite Soy, enfermera y profesora del Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS) del Consejo General de Enfermería, “la familia, que debería ser la cuidadora y protectora del anciano por excelencia, se convierte en ocasiones en fuente de edadismo”. “Esta realidad se suele ocultar porque es difícil denunciar a alguien al que te une un vínculo afectivo y, de hecho, algunos estudios indican que un gran porcentaje de agresores son los hijos o cónyuges de las víctimas”, explica Soy.

La enfermera también constata que “los agresores pueden serlo sin percibirlo como tal y esto es debido a que hayan normalizado este comportamiento maltratante”. Es en este punto cuando la formación e información de la sociedad cobra más importancia que nunca. “Este es un papel fundamental de las enfermeras en todas las etapas. Debemos aprender la manera de expresarnos ante una persona mayor. Tener mayor edad no quiere decir que seamos menos capaces de hacer algo; debemos escucharlos el tiempo que necesiten y con total naturalidad y normalidad”, destaca Pilar Lekuona, vocal del CGE en representación de la especialidad de Geriatría.

Pensamientos basados en tópicos que se deben desterrar con educación y cambios en políticas y leyes para poner freno a esta discriminación, que, además, afecta enormemente a la salud mental de los que la sufren. “Los estereotipos negativos sobre la edad pueden aumentar el estrés. La imagen desfavorable que tienen las personas de sí mismas por motivos de edad suele predecir peores comportamientos en cuanto al cuidado de su salud. De hecho, el edadismo se asocia con una peor salud física y mental, un mayor aislamiento social, una mayor inseguridad financiera y una menor calidad de vida, lo que produce mayores tasas de muerte prematura”, apunta Uxua Lazkanotegi, vocal de AEESME.

Por su parte, Mª del Mar García, vocal del CGE en representación de la especialidad de Salud Mental, insta a trabajar para “hacer visible el edadismo, que se implanten medidas para luchar contra él, combatiéndolo con estrategias en la política y la legislación porque sólo así caminaremos hacia un envejecimiento saludable”.

Machismo

Aunque afecta tanto a hombres como mujeres, el edadismo entra en simbiosis con el machismo en muchísimas situaciones. Dos maneras de discriminar que se unen contra una parte de la sociedad por el hecho de ser mujer y, además, por su edad.  “Es un fenómeno estructural que la sociedad debe abordar porque nos afecta a todos y no tan a largo plazo. En las sociedades patriarcales, este abordaje requiere mayor esfuerzo y compromiso si la persona mayor es mujer”, afirma Maite Soy.

En cuanto a la perspectiva de género que debe tener el abordaje del edadismo, Mª del Mar García resalta la necesidad de utilizar todos los medios disponibles para hacer ver a la sociedad que, por ejemplo, “el acceso a un puesto de trabajo ha de estar relacionado con la capacidad de llevarlo a cabo y no por la apariencia física”. En esta misma línea se encuentra Isabel Jordán, que expone la necesidad de que “las mujeres de edad avanzada tengan las necesidades más básicas cubiertas, pero también tengan un tejido rico social”.

En definitiva, las administraciones y la sociedad en general deben conocer y reconocer que existe esta problemática, abordarla y trabajar unidos para afrontar este tipo de discriminación. Y una vez más, las enfermeras estarán al frente para educar a la población.

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Inaceptable y equivocada exclusión de las enfermeras en el Comité de evaluación de la gestión de la pandemia

El Ministerio de Sanidad ignora el papel clave de 325.000 profesionales frente al COVID-19

Inaceptable y equivocada exclusión de las enfermeras en el Comité de evaluación de la gestión de la pandemia

 

 

  • El Consejo General de Enfermería rechaza el “ninguneo” hacia la profesión más numerosa del Sistema Sanitario por parte del Ministerio de Sanidad. 
  • Independientemente, por ejemplo, del papel crucial de la enfermería en la organización de la campaña de vacunación más importante de la historia reciente, existen numerosas enfermeras y enfermeros expertos en la gestión de la pandemia, que deberían formar parte del comité junto a epidemiólogos o economistas. 
  • Frente a la pandemia se hace necesario aprender de los errores, que los ha habido, pero también poner en valor lo que se ha hecho bien, que ha sido mucho, con el fin de reorientar el sistema sanitario hacia la prevención y los cuidados y potenciar la Atención Primaria, entre otras acciones cruciales para la supervivencia de nuestro modelo sanitario tras la pandemia.

El Consejo General de Enfermería, en nombre de las 325.000 enfermeras y enfermeros de España y de la Organización Colegial en su conjunto, quiere expresar su sorpresa e incredulidad ante la noticia de que ningún profesional de Enfermería haya sido incluido en el nuevo Comité Evaluador de la Gestión del COVID-19, creado por el Ministerio de Sanidad. Sorprende que se ignore la responsabilidad, los conocimientos y la experiencia de unos profesionales cuya labor ha sido clave para frenar la expansión del virus y que el sistema sanitario pudiera abordar con éxito la mayor emergencia sanitaria de la historia reciente.

“Se nos excluye sin ningún motivo. Carece de sentido que no se nos tenga en cuenta, ya que, durante la pandemia, las enfermeras hemos estado en todos los frentes de batalla tanto en el ámbito asistencial -en primaria, hospitalaria, sociosanitario…- como en el control y seguimiento de contactos estrechos -rastreadores- y ahora con la vacunación, donde llevamos casi 70 millones de dosis administradas gracias a las enfermeras y enfermeros españoles. Y también a nivel organizativo y gestor, donde las enfermeras gestoras, las directoras y supervisoras han estado coordinando recursos, abriendo unidades de enfermería sin descanso… Ese conocimiento debería ser aprovechado en grupos como el Comité Evaluador de la Gestión de la enfermedad. No es razonable que se nos excluya sin motivo alguno”, asegura el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya.

La exclusión llega además en un momento en el que, precisamente por su actuación en la pandemia, la visibilidad y el reconocimiento social de la profesión es manifiesto. Y es que las enfermeras son las profesionales sanitarias más cercanas a los pacientes: “estamos las 24 horas del día a su lado, excluirnos de grupos como este es ignorar uno de los principales y fundamentales pilares en la atención sanitaria”, añade Pérez Raya.

Aprender de los errores

Desde el Consejo General de Enfermería pedimos que se cuente con las enfermeras, que se nos incluya en la toma de decisiones. Por nuestra formación y experiencia tenemos mucho que aportar. En el punto en el que nos encontramos frente a la pandemia se hace necesario aprender de los errores, que los ha habido, pero también poner en valor lo que se ha hecho bien, que ha sido mucho. El sistema debe mejorar y para ello es preciso que se reoriente hacia un modelo más dirigido a la prevención y al cuidado, un modelo en el que Atención Primaria tenga más peso”, concluye.

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El Consejo General de Enfermería solicita al Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos la creación de un grupo específico de enfermería

El Consejo General de Enfermería solicita al Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos la creación de un grupo específico de enfermería

  

  • El grupo se centraría en el papel de la profesión en la prevención de la resistencia a los antibióticos, de cara a mejorar la participación de las enfermeras en este ámbito, así como contribuir de una forma más eficaz a la difusión del plan entre las enfermeras. 
  • Participarían tanto el CGE como las Sociedades Científicas enfermeras y profesionales también presentes en el PRAN. 
  • Desde el PRAN se han mostrado abiertos a estudiarlo conjuntamente, para lo que en próximas fechas pretenden tratar el tema en una reunión específica con el Consejo General de Enfermería en la que se analizará si es posible llevarlo a cabo y cómo se podría poner en marcha. 

El Consejo General de Enfermería (CGE), en la reunión que el Plan Nacional frente a la Resistencia a los Antibióticos (PRAN) ha celebrado esta semana, ha solicitado la creación de un grupo específico de enfermería en el seno del PRAN que se centre en el papel de la profesión en la prevención de la resistencia a los antibióticos, de cara a mejorar la participación de las enfermeras en este ámbito, así como contribuir de una forma más eficaz a la difusión del plan entre las enfermeras.

Para José Luis Cobos, vicepresidente del CGE “la labor que realizan las enfermeras en cualquier ámbito asistencial en el seguimiento de los tratamientos antibióticos, en su uso racional, fomentando la adherencia, evitando que los pacientes dejen a medias los tratamientos o alargándolos sin indicación es de suma importancia para reducir el riesgo de selección y diseminación de resistencia a los antibióticos y con este grupo específico queremos contribuir a alcanzar estos objetivos”.

Por su parte, desde el PRAN se han mostrado abiertos a estudiarlo conjuntamente, para lo que en próximas fechas pretenden tratar el tema en una reunión específica con el Consejo General de Enfermería en la que se analizará si es posible llevarlo a cabo y cómo se podría poner en marcha.

Como explicaba Florentino Pérez Raya, presidente del CGE, “las enfermeras ya están contribuyendo de forma eficaz y argumentada a paliar ese uso abusivo de los antibióticos, innecesario tantas veces y causante de un fenómeno tan adverso como las resistencias que nos abocan a complicaciones de salud muy preocupantes”. De hecho, ha recordado cómo “en Atención Primaria, en las consultas enfermeras o en atención domiciliaria, el problema del uso indiscriminado de antibióticos pertenece al día a día de su trabajo con los pacientes”. No obstante, ha aseverado que esta labor “que ya vienen haciendo, podría multiplicar su eficacia si ponemos en marcha un grupo de trabajo específico que pueda trazar una hoja de ruta enfermera común en la lucha contra el abuso de los antibióticos».

En dicho grupo participarían tanto el CGE como las Sociedades Científicas enfermeras y profesionales también presentes en el PRAN.

El PRAN reunía a los integrantes del Grupo Coordinador Técnico -del que forma parte el Consejo General de Enfermería- para la elaboración del nuevo plan para 2022-2024, con la definición de los objetivos a alcanzar, las acciones que van a tener continuidad del anterior plan, así como las nuevas acciones a incluir.

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