El Consejo General de Enfermería destina una partida inicial de 150.000 euros para ayudar a los afectados por la DANA

El Consejo General de Enfermería destina una partida inicial de 150.000 euros para ayudar a los afectados por la DANA

                                              

  • Los fondos se destinarán a ayudas directas, compra de material sanitario y la creación de un centro logístico en la provincia de Valencia para almacenamiento y distribución de los productos entre los afectados.
  • El Consejo General de Enfermería coordinará las donaciones realizadas de la Organización Colegial de Enfermería para contribuir a para paliar los estragos de una de las mayores catástrofes medioambientales del siglo en nuestro país.
  • “Nuestro objetivo es ayudar tanto en el corto como en el medio y largo plazo, para que las donaciones de toda la enfermería española lleguen, en tiempo y forma, a aquellas localidades donde más se necesitan”, explica Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería. 

El Consejo General de Enfermería (CGE), a través de su ONG Solidaridad Enfermera, ha destinado una partida inicial de 150.000 euros para ayudar a las personas que se encuentran en una situación crítica, a causa de la DANA que ha recorrido España, en esta última semana.

Los fondos no solo se destinarán a ayudas directas y a la compra de material sanitario, sino que se va a establecer un gran centro logístico en la provincia de Valencia, desde el que el CGE coordinará las donaciones realizadas por la Organización Colegial de Enfermería para contribuir a paliar los estragos de una de las mayores catástrofes medioambientales del siglo en nuestro país. Este centro funcionará en coordinación con el Colegio Oficial de Enfermería de Valencia, el Consejo de Enfermería de la Comunidad Valenciana (CECOVA) junto con otros colegios de Enfermería de zonas afectadas por la catástrofe.

“El Consejo General de Enfermería de España, los consejos autonómicos, los colegios provinciales de Enfermería y miles de enfermeras a título individual se han volcado, desde el primer momento, con todos los ciudadanos que están sufriendo, en primera persona, las consecuencias de la DANA. Sin embargo, hay que canalizar toda esta ayuda de forma rápida y eficaz. Nuestro objetivo es contribuir a paliar las secuelas de esta tragedia tanto en el corto como en el medio largo plazo y, por eso, nos hemos propuesto la creación de un centro logístico sin precedentes en la historia de la profesión. Queremos coordinar, mediante nuestra ONG Solidaridad Enfermera, las donaciones de toda la enfermería española para que lleguen, en tiempo y forma, a donde más se necesitan”, explica Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.

Página web

Además, el CGE, a través de su ONG Solidad Enfermera, ha habilitado un apartado en su página web para centralizar toda la información oficial disponible. En la web, las enfermeras podrán encontrar un registro exclusivo para sanitarios, en el que se podrán inscribir como voluntarias y voluntarios para ayudar en tareas sanitarias. Asimismo, se han recopilado todos los teléfonos de interés para identificar y reportar personas en situación de vulnerabilidad que requieran apoyo urgente o cuentas solidarias para donativos, como la que ha creado el CECOVA.

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El Consejo General de Enfermería muestra su apoyo a todas las personas afectadas por la DANA y a los equipos de emergencia

El Consejo General de Enfermería muestra su apoyo a todas las personas afectadas por la DANA y a los equipos de emergencia                                              

  • Florentino Pérez Raya, presidente del CGE, y toda la institución, expresan su consternación y se unen al dolor de los afectados expresando sus condolencias y pésame los familiares, amigos y conocidos de las personas fallecidas.
  • “El esfuerzo de los servicios de emergencias y, en especial, de las enfermeras que están atendiendo a los heridos, está siendo encomiable, a pesar de las numerosas dificultades”, expresa Pérez Raya.
  • El Consejo, en línea con los colegios de Enfermería de las zonas afectadas, se pone a disposición de las autoridades estatales y autonómicas para colaborar de forma estrecha ante esta tragedia.

El Consejo General de Enfermería (CGE) quiere transmitir su apoyo total y más sincero a todas las personas afectadas por la DANA, que ha causado una catástrofe climática casi sin precedentes en la historia de España.

Florentino Pérez Raya, presidente del CGE, y toda la institución, expresan su consternación y se unen al dolor de los afectados expresando sus condolencias y pésame a los familiares, amigos y conocidos de las personas fallecidas. También quieren mandar un mensaje de esperanza para aquellos que viven momentos de incertidumbre por la desaparición de algún ser querido.

“El esfuerzo de los servicios de emergencias y, en especial de las enfermeras que están atendiendo a los heridos, está siendo encomiable, a pesar de las numerosas dificultades. Su trabajo sin descanso está siendo fundamental para garantizar el bienestar y los cuidados de aquellas personas que lo han perdido todo”, expresa Pérez Raya.

El Consejo General de Enfermería, además, se pone a disposición de las autoridades estatales y autonómicas para colaborar de forma estrecha ante esta tragedia.

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Juan Carlos Unzué y la exconsejera de Sanidad de Baleares entre los galardonados en los II Premios Nacionales de Enfermería del CGE

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Juan Carlos Unzué y la exconsejera de Sanidad de Baleares entre los galardonados en los II Premios Nacionales de Enfermería del CGE

 

  • Un total de 11.185 votos de enfermeros colegiados y la valoración del jurado han decidido los ganadores de la segunda edición de los Premios Nacionales de Enfermería convocados por el Consejo General de Enfermería (CGE).
  • Junto a ellos también han sido galardonados otras cuatro enfermeras y enfermeros procedentes de Cáceres, Madrid-Cuenca, Girona y Jaén. En estos premios se ha reconocido la labor enfermera en los ámbitos asistencial, gestor, docente e investigador, además de a la trayectoria profesional a lo largo de toda la vida.
  • “Hoy es vuestro momento, la hora de reconocer la excelencia y la dedicación, la hora de sentirnos orgullosos de lo que hacemos cada día, cada uno desde su puesto de trabajo”, ha explicado Florentino Pérez Raya, presidente del CGE. 

Un total de 11.185 votos de enfermeros colegiados y la valoración del jurado han decidido los ganadores de la segunda edición de los Premios Nacionales de Enfermería convocados por el Consejo General de Enfermería. Entre los galardonados se encuentran el exfutbolista y abanderado de la ley ELA, Juan Carlos Unzué, así como la ex consejera de Sanidad de Islas Baleares, Patricia Gómez Picard, enfermera de profesión. Junto a ellos también han sido galardonados otros cuatro enfermeros procedentes de Cáceres, Cuenca, Girona y Jaén. En estos premios se ha reconocido la labor enfermera en los ámbitos asistencial, gestor, docente e investigador, además de a la trayectoria profesional a lo largo de toda la vida.

En una gala presentada por el popular actor y humorista David Amor, y por la enfermera influencer Esther Gómez, más conocida como Mi Enfermera Favorita (@mienfermerafavorita), donde se ha mezclado el humor con la emoción, los nervios y mucho orgullo de profesión, se ha galardonado a Higinio Salgado Pacheco, enfermero del Centro de Salud Arroyo de La Luz (Cáceres), dentro del ámbito asistencial; Francisco Pedro García Fernández, profesor del departamento de Enfermería de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Jaén, en el ámbito docente; Rosa Suñer Soler, catedrática de Enfermería en la Universitat de Girona, en el ámbito investigador; Patricia Gómez Picard, ex consejera de Salud y Consumo de Illes Balears y actual diputada en el Parlamento Balear, en el ámbito gestor; y, Teresa Segovia (Cuenca), enfermera jubilada y miembro del Comité de Honor del Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en Ulceras por Presión y Heridas Crónicas (GNEAUPP), en la categoría de trayectoria profesional a lo largo de toda la vida. Además del ya mencionado Juan Carlos Unzué, como persona ajena a la profesión que más ha contribuido a difundir la labor enfermera.

25 finalistas

Los ganadores de estos II Premios Nacionales de Enfermería del CGE se han decidido a través de un sistema mixto, por un lado, gracias a una votación popular online -entre los 25 finalistas, cinco por cada categoría- designados por el jurado, formado por miembros del Consejo General de Enfermería, los directivos de Enfermería, las sociedades científicas de la profesión y representantes de los decanos de Enfermería, y por otro lado, la valoración del jurado. Para elegir a estos finalistas, el CGE pidió la colaboración de los 52 colegios provinciales de Enfermería de toda España, quienes remitieron sus propuestas para cada una de las categorías hasta conformar un listado de más de 95 candidatos.

Unos finalistas que, para el Consejo General de Enfermería, ya son ganadores. “Todos, los 25 finalistas habéis ganado ya. Pensadlo bien, habéis sido elegidos entre más de 345.000 enfermeras y enfermeros como un referente en vuestro ámbito profesional. Sólo llegar a estar nominado es algo de lo que presumir”, ha señalado Florentino Pérez Raya, presidente del CGE. De hecho, todos los finalistas han recibido un exclusivo diploma en metacrilato diseñado especialmente para estos premios.

Además, y como detallaba Pérez Raya, “hoy es vuestro momento, la hora de reconocer la excelencia y la dedicación, la hora de sentirnos orgullosos de lo que hacemos cada día, cada uno desde su puesto de trabajo”, señalaba en su discurso.

Una ceremonia en la que no ha habido presencia de autoridades, por expreso deseo de la organización, que no ha querido ceder el protagonismo de las enfermeras, hartas de que los políticos sólo tengan buenas palabras, pero que no se avalan con hechos.

Máxima expectación

Así, en un ambiente lúdico y festivo y rodeado de la máxima expectación, pues hasta el momento de la gala se desconocía la identidad de los ganadores, David Amor y Esther Gómez, con la colaboración del presidente del CGE, Florentino Pérez Raya, y de Raquel Rodríguez Llanos, vicepresidenta I de la institución, han ido desvelando premio tras premio entre explosiones de alegría y grandes aplausos.

Más de 200 invitados ha estado presentes en el acto, entre finalistas con familiares y/o amigos, el jurado de los premios, los presidentes de los colegios de Enfermería, miembros del Pleno de la Organización Colegial de Enfermería, y miembros de todos los ámbitos de la profesión: Asociaciones y sociedades científicas de enfermería, directores de Enfermería de hospitales, representantes de facultades de Enfermería, del sindicato de Enfermería Satse…

Premio a los pacientes de ELA

La gala ha comenzado con el premio a la persona ajena a la profesión que más ha difundido o potenciado la labor enfermera. Dado que este premio se decidía íntegramente por el jurado, no contaba con finalistas, se ha querido evitar que se desvelara el ganador con su mera presencia entre el público.

Tal y como se ha puesto de manifiesto durante el acto, “este premio es un reconocimiento a todos los pacientes que padecen ELA en nuestro país, personalizada en quien que se ha convertido en su abanderado. Su lucha, la de todos los pacientes, de sus familiares, la de las asociaciones que los representan, es la que ha hecho posible que, hace unos días, se aprobara en el Congreso de los Diputados la denominada Ley ELA. Una ley que defiende y propugna el derecho de estos pacientes a recibir cuidados enfermeros expertos. Unos cuidados enfermeros que necesitan para sobrevivir con la mayor calidad de vida posible”, ha subrayado Raquel Rodríguez al desvelar el ganador de esta categoría.

Como ha incido Diego Ayuso, “el jurado de los premios ha valorado especialmente el compromiso de Unzué, su tesón y la visibilidad que ha dado a los pacientes. También, obviamente, el haber puesto en valor el papel fundamental que desempeñan las enfermeras y enfermeros españoles en los cuidados que precisan estos pacientes”.

De hecho, para hacer extensivo este reconocimiento a todos los pacientes, al escenario del auditorio Íñigo Lapetra también han subido representantes de las tres organizaciones de pacientes más importantes de nuestro país: ConELA, AdELA y la Fundación Luzón. 

Ruta Enfermera

Aprovechando este acto, en el que se han reunido representantes de todos los estamentos de la profesión, el CGE también ha rendido homenaje a las dos enfermeras que durante un año entero han contribuido a dar visibilidad a la profesión en la Ruta Enfermera: María Escobar Julián (Palencia) y Lola Vera Caraballo (Huelva). Esta campaña, consistente en un gran tráiler enfermero, se ha desarrollado entre junio de 2023 y junio de 2024 con la que han visitado más de 70 ciudades de toda España para acercar la enfermería a la población, enseñar todos los ámbitos donde trabajan las enfermeras y dar educación para la salud a todos los que visitasen la ruta.

Gracias a estas dos enfermeras, embarcadas en esta iniciativa, y a la implicación de los colegios de Enfermería, se han impartido casi mil charlas de diferentes temáticas. Además, ellas dos han atendido dos consultas donde han realizado más de 5.000 exámenes de salud.

Como en todos los actos del CGE, la gala ha concluido con el Himno de la Enfermería, Allí estaré, con todo el público, emocionado, puesto en pie.

Sobre los ganadores

ÁMBITO ASISTENCIAL: Higinio Salgado Pacheco (Cáceres)

Higinio Salgado Pacheco es un profesional destacado en los campos de la enfermería y la economía. Es Graduado tanto en Enfermería por la Universidad de Extremadura como Licenciado en Economía, con especialización en Economía Internacional por la UNED, donde recibió el Premio extraordinario de fin de carrera.

Cuenta con un MBA por el Instituto de Directivos de Empresas. Su carrera asistencial se ha desarrollado en el Hospital Clínico San Carlos de Madrid, en el Centro de Salud de Arroyo de la Luz que ha desempeñado roles de liderazgo como responsable de Enfermería y Coordinador y director del Centro de Salud de Montehermoso.

Salgado fue galardonado con el 1er Premio de Educación para la Salud de Extremadura. Este premio se le fue otorgado por su visión innovadora y su capacidad para mejorar la vida de los pacientes a través del conocimiento enfermero. Es un referente en el uso de tecnologías avanzadas enfocadas en la formación y los cuidados en enfermería.

Además, es creador e impulsor de varios congresos importantes, como el Congreso Nacional de Técnicas Avanzadas en Accesos Vasculares, el Congreso Internacional en Educación Terapéutica en Diabetes y el Congreso Internacional “las Edades de la Heridas” que se celebran anualmente. También fundó el portal Diabetesalud, un referente en telemedicina, premiado por su innovación. Durante la pandemia, desarrolló un exitoso plan de contingencia para el Centro de Salud de Montehermoso, que fue replicado en otros centros.

Salgado ha creado varias apps de salud como Foodmeter y fundado los Centros Tecnológicos de Simulación de eSalúdate con sedes en Madrid y en Plasencia, donde se han formado más de 4.000 profesionales de la salud. Su contribución a la educación en salud mediante redes sociales ha sido crucial para la reducción de contagios en su área durante la pandemia.

ÁMBITO DOCENTE: Francisco Pedro García Hernández (Jaén)

Francisco Pedro García Hernández es profesor titular del Departamento de Enfermería de la Facultad de Ciencia de la Salud de la Universidad de Jaén, diplomado en Enfermería por la Universidad de Granada, en la Escuela adscrita a la Universidad de Jaén desde 1989.

En la actualidad, es director de la Cátedra de Estudios Avanzados en Heridas. También dirige un Máster de Formación Permanente en el Manejo Avanzado de Heridas Crónicas en la Universidad de Jaén. Posee un Máster en el Cuidado de Heridas Crónicas por la Universidad de Cantabria y otro en Investigación e Innovación en Salud, Cuidados y Calidad de Vida por la Universidad de Jaén, misma universidad, donde García también doctoró.

Asimismo, colabora en multitud de másteres y postgrados como profesor invitado en universidades como la de Cantabria Rovira i Virgili (Tarragona), Castilla-La Mancha y San Joan de Déu. Además, en estos momentos, se encuentra en fase de acreditación a Catedrático por la ANECA.

Como experto en heridas y director de la Cátedra de estudios avanzados en las mismas, ha demostrado, durante años, ser un firme defensor de la autonomía y competencia de las enfermeras en el tratamiento de heridas, basándose en grandes evidencias.

El modelo Práctica Avanzada en Heridas Crónicas Complejas ha sido diseñado e implantado por él mismo en Andalucía, modelo que más tarde se extendió por toda España y que ha influido en otras áreas de la enfermería como ostomías y diabetes.

Además de todo esto, García tiene las más altas valoraciones como docente por parte de los estudiantes y profesores de la Facultad de Enfermería de Jaén.

ÁMBITO INVESTIGADOR: Rosa Suñer Soler (Girona)

Rosa Suñer es la primera catedrática de Enfermería de la Universidad de Girona y de las primeras de Cataluña y España. Es una gran defensora de la profesión en su vida profesional diaria, y con su trabajo busca el avance de la enfermería y su reconocimiento a nivel social.

Su recorrido como investigadora se iniciaba a mediados de los años noventa en el marco asistencial del Hospital Universitario Dr. Josep Trueta de Girona y alineado con la calidad de la atención y cuidados de las personas con enfermedades neurológicas, especialmente con personas que han sufrido un ictus. En 1994 fue miembro fundador de la Sociedad Española de Enfermería Neurológica (Sedene) y presidenta de esta entre los años 2000 y 2002. Esta sociedad le concedió en 2013 el premio a mejor trayectoria nacional profesional en el campo de la enfermería neurológica.

Suñer también ha liderado el Programa de Educación para la Salud de los afectados en la Unidad de Ictus del Hospital Universitario de Girona. Una iniciativa que fue incorporada en todo el territorio catalán. En la actualidad sigue formando parte del Plan Director de la Enfermedad Vascular Cerebral de la Generalitat de Cataluña y es coordinadora del grupo SGR Salud y Atención Sanitaria y co-coordinadora del Grupo de Investigación Salud y Atención Sanitaria de la Universidad de Girona.

Su carrera profesional ha estado orientada al liderazgo de la investigación enfermera en la calidad de vida de personas que han sufrido un ictus, así como en la promoción de la salud y alfabetización. En concreto, la investigación llevada a cabo en su tesis acerca del estudio del abandono tabáquico en pacientes afectados de Enfermedad Vascular Cerebral aguda ha sido pionera a nivel internacional y sus resultados publicados en la revista estadounidense Stroke.

ÁMBITO GESTOR: Patricia Gómez Picard (Baleares)

Patricia Gómez ha desempeñado diferentes cargos de gestión y ha sido consejera de Salud y Consumo de Illes Baleares entre 2015 y 2023. Su apuesta por la profesión llevó a Baleares, durante sus años como consejera, a ser una de las comunidades autónomas con mayor número de enfermeras en altos cargos de gestión.

Tiene un amplio conocimiento de la realidad asistencial tanto en hospitalizada como en Atención Primaria. Actualmente es diputada en el Parlamento Balear por el grupo socialista, desde donde ha promovido la aprobación de una Proposición No de Ley, reclamando el A1 para las enfermeras.

Nacida en Toulouse (Francia), Gómez Picard estudió Enfermería en la Universidad de las Islas Baleares, es amplía conocedora de la realidad asistencial tanto en hospitalizada como en Atención Primaria. Ha ocupado diferentes cargos en el Hospital Universitario Son Dureta (Palma de Mallorca) como subdirectora de Enfermería, adjunta de Formación e Investigación, adjunta de Recursos Humanos y Calidad en Gesma, supervisora del Área Hospital Virgen de la Salud y supervisora de la Unidad Hospital de Día, tanto de adultos como de pediatría.

De 2007 a 2011 fue directora de Cuidados y Coordinación Sociosanitaria del Servicio de Salud de Illes Baleares. Durante estos años se creó la Comisión Autonómica de Cuidados, que integró a las direcciones de Enfermería de todos los ámbitos. Cuando cesó por el cambio de gobierno trabajó como enfermera de Atención Primaria en Mallorca, hasta su nombramiento como consejera de Salud en 2015, cargo en el que ha cesado en 2023.

Desde 2006 dirige la revista Tesela: dirección y gestión, publicación de la Asociación Nacional de Directivos de Enfermería.

TRAYECTORIA PROFESIONAL: Teresa Segovia Gómez (Madrid- Cuenca)

Teresa Segovia ha sido directora de la Escuela Universitaria de Enfermería de Cuenca y una experta con sólida experiencia en heridas. Actualmente es miembro de honor del Grupo Nacional para el Estudio y Asesoramiento en Úlceras por Presión y Heridas Crónicas (GNEAUPP) y vocal del Patronato Rector de la Fundación Sergio Juan Jordán para la Investigación y el Estudio de las Heridas Crónicas. Asimismo, es experta en Heridas de Nivel III-Excelente por GNEAUPP.

En su andadura profesional ha ocupado puestos de especial relevancia en relación con el mundo de las heridas, convirtiéndose en una referente a nivel nacional e internacional en cuidado y tratamiento de heridas. Ha sido correctora de Guías de Prácticas Clínicas de Heridas; miembro de la Sociedad Iberolatinoamericana sobre Úlceras y Heridas (Silauhe); miembro del Consejo Editorial de la Revista Gerokomos y miembro del grupo de trabajo Conuei, donde ha recibido el premio por la Asociación Española de Enfermería y Salud por la labor realizada al frente de la Unidad Multidisciplinar de Heridas Crónicas del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Madrid. Tras su jubilación sigue aportando conocimiento enfermero, experiencia y recorrido profesional en el cuidado y la gestión de las heridas.

En su dilatada experiencia profesional, Teresa Segovia ha publicado 53 artículos sobre el cuidado de heridas en revistas nacionales e internacionales, 22 capítulos de libro y 186 comunicaciones en congresos tanto en el territorio nacional como fuera del mismo. Además, ha participado en una gran cantidad de congresos, así como actividades docentes relacionadas con las heridas.

Ya jubilada, Teresa Segovia se posiciona como una figura de referencia en el mundo de las heridas, donde sigue aportando conocimiento científico en todo lo que rodea a esa gran epidemia que ella califica como la “epidemia bajo las sábanas”.

PERSONA AJENA A LA PROFESIÓN: Juan Carlos Unzué

Juan Carlos Unzué ha sido jugador de fútbol, concretamente portero, en equipos como el Sevilla, el FC. Barcelona o el Osasuna. Posteriormente, ha sido entrenador de porteros también en el Barça, en el Celta de Vigo, en el Numancia o en el Girona.

En junio de 2020 tuvo que retirarse del deporte en activo al confirmarse que padecía ELA. Desde entonces, volcó todas sus energías en dar visibilidad a quienes como él padecen esta grave enfermedad, y que precisan de cuidados enfermeros expertos. Es mítica su bronca a los diputados en el Congreso cuando se presentó la proposición de ley ELA. Actualmente ejerce como comentaristas para DAZN.

El jurado de los Premios Nacionales de Enfermería ha decidido reconocerle como la persona de fuera del ámbito de la profesión que más ha difundido o potenciado la labor enfermera a quien ha abanderado la lucha porque se garanticen cuidados enfermeros expertos a todos los pacientes que padecen ELA en nuestro país.

Su lucha, la de todos los pacientes, de sus familiares, de las asociaciones que los representan es la que ha hecho posible que, hace unos días, se aprobara en el Congreso de los Diputados la denominada Ley ELA. Una ley que defiende y propugna el derecho de estos pacientes a recibir cuidados enfermeros expertos. Unos cuidados enfermeros que necesitan para sobrevivir con la mayor calidad de vida posible.

Unzué ha recibido esta distinción por su tesón, por su compromiso, por la visibilidad que ha dado a los pacientes y por poner en valor el papel fundamental que desempeñan las enfermeras y enfermeros españoles en los cuidados que precisan.

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Empeora la situación de la enfermería española: ya son necesarias 123.000 profesionales más para llegar a la media europea

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Empeora la situación de la enfermería española: ya son necesarias 123.000 profesionales más para llegar a la media europea 

  • Nuestro país necesita cerca de 123.000 enfermeras para llegar a la media del número de profesionales por habitantes que tienen los países europeos. Una cifra que se ha visto incrementada con respecto a los anteriores datos disponibles, cuando establecían que eran necesarias 95.000 profesionales.
  • Como ha manifestado Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), “en nuestro país vivimos desde hace años una grave escasez de enfermeras, que no deja de aumentar, con grandes desigualdades entre las distintas regiones. Esto está propiciando que los ciudadanos no tengan acceso a todos los cuidados enfermeros que necesitan, creando ciudadanos de primera y de segunda”.
  • Para Diego Ayuso, secretario general del CGE, “estos datos demuestran que la equidad, uno de los principios en los que se basa nuestro sistema sanitario, se incumple de forma sistemática. Es imposible prestar los mismos cuidados con la mitad de enfermeras como, por ejemplo, sucede entre Navarra y Murcia”. 

Nuestro país necesita cerca de 123.000 enfermeras para llegar a la media del número de profesionales por habitantes que tienen los países europeos. Una cifra que se ha visto incrementada con respecto a los anteriores datos disponibles, cuando establecían que eran necesarias 95.000 profesionales. Así se ha puesto de manifiesto en la presentación del informe del Consejo General de Enfermería tituladoRadiografía de la profesión enfermera. Informe de Recursos Humanos 2023.

En este completo estudio, realizado por el Instituto Español de Investigación Enfermera del CGE, se retratan las grandes cifras de la profesión en nuestro país en el año 2023, incluyendo los datos del número de enfermeras en la relación con la población por comunidades y provincias, las necesidades de enfermeras para alcanzar la media de los datos que tienen nuestros vecinos europeos, pero también información relativa a las jubilaciones que se van a producir de aquí a diez años, la migración de enfermeras a otros países, la oferta de plazas en las universidades españolas, la implantación de la especialidades de Enfermería, así como los datos relativos al empleo o los tipos de contratos, entre otros aspectos.

Como ha señalado Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), “en nuestro país vivimos desde hace años una grave escasez de enfermeras, que no deja de aumentar, con grandes desigualdades entre las distintas regiones. Esto está propiciando que los ciudadanos no tengan acceso a todos los cuidados enfermeros que necesitan”.

Tal y como ha explicado Diego Ayuso, secretario general del CGE, “en nuestro país hay 345.000 enfermeras, pero sólo algo más de 306.000 figuran como no jubiladas, por lo que son esas las susceptibles de atender a la población”.

Así, teniendo en cuenta esa cifra, hay una ratio de 6,3 enfermeras por cada mil habitantes. A nivel europeo existen diferentes fuentes que se pueden consultar: OCDE, Eurostat, la OMS… pero la media de esos tres datos supone 8,83 enfermeras por cada mil habitantes. “Ello implica que hay países como Noruega, Austria o Islandia que triplican el número de enfermeros que tenemos en España”, ha detallado Ayuso. “De tal forma que, sólo para llegar a la media europea (8,83) son necesarias un total de 122.993 enfermeras, un 40% más de las que tenemos en este momento”, ha incidido en secretario general del CGE.

Además, como ya ha denunciado el CGE en reiteradas ocasiones, se da la circunstancia de que, dentro de nuestro país, entre comunidades autónomas, e incluso entre provincias, hay una gran disparidad en los datos.

En los datos por comunidades autónomas, observamos que en la parte alta de la tabla esta Navarra (8,87), que es la única región que supera la media europea, le siguen País Vasco (8,01), Castilla y León y Melilla, ambas con 7,35, y Canarias (7,32). En el lado contrario, las comunidades que tienen una menor ratio son Murcia (4,8), Galicia (5,13), Comunitat Valenciana (5,49) y Andalucía (5,52).

A juicio del presidente de las 345.000 enfermeras españolas, “existe una disparidad preocupante entre las distintas comunidades autónomas y provincias, lo que provoca desigualdades en el sistema sanitario, que da lugar a ciudadanos de primera y de segunda categoría según los recursos enfermeros de los que disponen. Ello está poniendo en riesgo la seguridad de los pacientes, pues numerosos estudios han demostrado que la atención a un número excesivo de pacientes incrementa el riesgo de mortalidad y morbilidad. Pero no sólo eso, sino que además esto incide sobre la salud mental de las propias enfermeras”, asegura Pérez Raya. De hecho, el CGE está realizando un nuevo estudio sobre cómo afecta la sobrecarga asistencial a la salud de las enfermeras que se presentará en próximas fechas.

Para Diego Ayuso, “estos datos demuestran que la equidad, uno de los principios en los que se basa nuestro sistema sanitario, se incumple de forma sistemática. Es imposible prestar los mismos cuidados con la mitad de enfermeras como sucede entre Navarra y Murcia”.

Jubilaciones

Revertir esta situación requiere “invertir en enfermeras, en formación, en crear nuevas plazas en las universidades, en retener el talento para que no se marche fuera de nuestras fronteras, en lograr recuperar a los que se han marchado fuera… entre otras cuestiones. Son soluciones que no son a corto plazo, pero hay que empezar a planificarlas desde ya, habida cuenta de que en los próximos diez años casi 50.000 enfermeras se van a jubilar en todo el Estado, 10.000 de ellas sólo en Andalucía, lo que va a agravar el problema”, añade Ayuso.

Ahora mismo los estudios de Enfermería tienen mucha demanda, de hecho, las notas de corte para el acceso a los estudios universitarios son de las más altas. Como ha explicado Guadalupe Fontán, coordinadora del Instituto Español de Investigación Enfermera, para este curso 2023/2024, un total de 43.871 personas solicitaron iniciar los estudios del grado en Enfermería. Sólo lo lograron 10.532, no había más plazas disponibles. Como vemos, el problema no es de demanda, es de oferta, que es insuficiente”.

Otro aspecto a tener en cuenta estriba en que el 42% del personal docente e investigador de las facultades de Enfermería tiene más de 50 años. Una situación que será difícil paliar en los próximos años teniendo en cuenta los estrictos criterios de la ANECA para acreditar profesores universitarios, ya sea como ayudantes doctor o como doctores contratados”, ha añadido Fontán. Para incrementar el número de plazas universitarias en Enfermería, también será vital analizar qué profesorado se va a dedicar a ello y dónde podrán realizar las necesarias prácticas.

Precariedad laboral

A esta situación se añade la precariedad laboral, la inestabilidad en forma de contratos por días, e incluso por horas. Realmente en enfermería se considera que existe pleno empleo. Según los datos del SEPE, el servicio de empleo estatal, en 2023 había 3.349 enfermeros en paro, lo que supone una tasa de desempleo del 1,09%.

Como ha detallado Guadalupe Fontán, “a lo largo de los años, el número de contratos se ha ido incrementando, pero en cambio el número de personas contratadas es significativamente menor que el número de contratos. Esto se debe a que, a una misma persona a lo largo del año, se le realizan muchos contratos de corta duración. Además, aunque han crecido los contratos indefinidos, se mantiene el porcentaje de jornadas parciales”.

“A ello se suma -añade Fontán- que el empleo en Enfermería, además de inestable es estacional, las cifras de paro se reducen especialmente en los meses de verano y en algunos picos de invierno, incrementando la precariedad”.

Todas estas cuestiones afectan a las enfermeras en su vida profesional y personal. Como señala el presidente de las 345.000 enfermeras españolas, “las enfermeras que viven enlazando contratos, muchas veces de días e incluso por horas, ven cómo su vida personal se ve afectada y les resulta casi imposible conciliar. Renunciar a un contrato, que a veces se ofrece de un día para otro, supone una penalización que les lleva directamente al último puesto de la bolsa de empleo. ¿Cómo no van a buscar otro lugar, ya sea fuera de su provincia o en otro país?”, se pregunta Pérez Raya.

Buscar mejores condiciones laborales, mejores contratos, de mayor duración, en zonas con mayor número de profesionales o incluso presentarse a una oferta de empleo público en la otra punta del país son la opción para miles de enfermeras. “También lo es para las enfermeras especialistas el hecho de ver reconocida su formación y poder ocupar un puesto como especialista, pues muy pocas comunidades autónomas tienen vinculado el puesto de trabajo a la categoría profesional”, añade Ayuso. 

Migración

Para algunas enfermeras, la solución pasa por irse a trabajar a otro país, donde “las condiciones laborales que se ofrecen, no ya sólo de salario o de ayudas para la adaptación al país y la vivienda, sino también de desarrollar su carrera profesional, son mucho mejores que en España”, ha explicado Fontán. Es el caso de países como Noruega, el principal destino ahora mismo de las enfermeras españolas, que pueden ver cómo su sueldo se multiplica por cuatro.

Sólo en 2023, 1.473 enfermeras solicitaron la documentación necesaria para ejercer fuera de nuestras fronteras. Los principales destinos: Noruega (336), Estados Unidos (226), Reino Unido (92), Irlanda (60), Países Bajos (43), Australia (41), Francia (40), Suiza (39), Canadá (22), Bélgica (13), Arabia Saudí (11), Portugal (11).

Como ha subrayado Fontán, “las enfermeras españolas están muy solicitadas en los países más desarrollados del mundo. Nuestra formación y prestigio internacional las hace muy valiosas para cualquier sistema sanitario. Pero ello nos está haciendo perder capital humano muy preparado. Invertimos en formar profesionales altamente cualificados que se acaban yendo a otros países en busca de mejores condiciones, con lo que toda la inversión en formación que se ha realizado se pierde”.

Esta situación de la migración entre países es común en todo el planeta, pues la escasez de enfermeras está a la orden del día, también en Europa. Como ha añadido Diego Ayuso, “a nivel internacional existe una gran preocupación por la escasez de enfermeras, que provoca una gran migración internacional. De hecho, para paliar esta situación, la Comisión Europea el pasado mes de septiembre aprobaba destinar 1,3 millones de euros, englobados en el programa EU4Health, para ayudar a los Estados miembros a retener a los enfermeros en sus sistemas sanitarios y hacer la profesión más atractiva. Todavía no sabemos cómo podemos beneficiarnos en España de esta financiación, pero es bueno que se empiece a hablar de apostar por retener el talento enfermero, y para ello hay que incidir en la estabilidad y el desarrollo profesional”, ha concluido el secretario general del CGE.

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Las enfermeras se posicionan como el “motor ideal” para la transformación social

Jornada de sensibilización: ‘El compromiso social de la enfermería’

Las enfermeras se posicionan como el “motor ideal” para la transformación social 

  • Las enfermeras, por su formación y competencias, desempeñan un papel fundamental en la acción social y contribuyen de manera significativa a programas de voluntariado.
  • Florentino Pérez Raya: “La ONG Solidaridad Enfermera es un vehículo para que los colegios de enfermería de todo el país puedan participar activamente en la acción social”.
  • Las delegaciones de la ONG del Consejo General de Enfermería tienen en marcha proyectos como el apoyo a personas que se encuentran en centros penitenciarios y mujeres en situación de prostitución. 

Las enfermeras cuentan con la formación y experiencia necesarias para ser motor del cambio social y fomentar una sociedad. Esta es la máxima que ha perseguido la jornada de sensibilización ‘El compromiso social de la enfermería’, que se ha celebrado este jueves en la sede del Instituto de Superior de Formación Sanitaria (ISFOS), con la organización del Consejo General de Enfermería (CGE) y la colaboración de la ONG Solidaridad Enfermera, perteneciente al organismo.

Florentino Pérez Raya, presidente del CGE, ha sido el encargado de abrir la jornada, y ha aprovechado la ocasión para poner en valor el papel de la enfermería y promover una acción social organizada y efectiva para mejorar la salud y calidad de vida de los colectivos más vulnerables”. De esta manera, el presidente de las más de 345.000 enfermeras españolas ha explicado que, a través de Solidaridad Enfermera, el CGE ofrece “un vehículo para que los colegios de enfermería de todo el país puedan comprometerse y participar activamente en la acción social, reforzando su rol en la defensa de los derechos humanos”.

“Las enfermeras y enfermeros somos la columna vertebral del sector salud, y tenemos un lugar privilegiado para mejorar la salud global y garantizar el bienestar de las comunidades. Gracias a nuestra formación y experiencia, cumplimos un papel con capacidad para preservar la salud y mejorar la vida de los colectivos vulnerables”, ha expresado Pérez Raya.

Canalizar las ganas de ayudar

Pilar Fernández, directora de ISFOS, ha puesto de manifiesto que, jornadas como estas son la manera en la que desde el Instituto “contribuyen a canalizar todo ese torrente de ganas de ayudar a los demás que muchas enfermeras y enfermeros demuestran cada día” y que el interés que ha despertado la jornada refrenda “lo necesario que es hablar de compromiso social y solidaridad en el marco de esta profesión”.

Isabel Abero, enfermera responsable de Solidaridad Enfermera, se ha encargado de moderar la primera mesa de debate de las jornadas, que ha llevado por título ‘Acciones solidarias desde la enfermería’, y que ha contado con la intervención de tres perfiles que destacan por su vinculación con el ámbito social. “Hay una petición desde la enfermería de potenciar nuestro papel mucho más allá de lo asistencial. Con los conocimientos y capacidades que tenemos, creo que tenemos que formar parte de ese compromiso social para conseguir una sociedad más justa e inclusiva en todos los aspectos”, ha explicado la responsable de la ONG.

Una de ellas ha sido Mar Amate, directora de la Plataforma del Voluntariado de España, ha centrado su intervención en la visibilización, impulso y promoción del voluntariado como compromiso social. La experta ha navegado la situación del voluntariado en nuestro país tocando temas como la feminización que hay en el colectivo o cómo influye la edad en los interesados y su motivación y movilización. “Podemos decir que hacer voluntariado es sano: nos viene bien, aprendemos y nos comprometemos”, ha asegurado Amate. Por otra parte, ha explicado que tener una relación y motivación en nuestra vida que “no es trabajo, familia u obligaciones personales”, en este caso la acción voluntaria, “provoca cierto bienestar”.

Motor enfermero para la transformación social

Por su parte, Ana Belén Pérez Jiménez, enfermera de Atención Primaria, experta en gestión y dirección de áreas de salud, ha explorado en su intervención cómo las enfermeras pueden ser agentes del cambio. “Como enfermera y ser humano, para mí es esencial reflexionar sobre la realidad que me rodea y actuar en consecuencia. Preocuparse por los demás no es solo un acto de bondad, sino que es una responsabilidad social. Estoy convencida de que las enfermeras aportamos un valor significativo a la acción social”, ha puesto en valor, recalcando que “las enfermeras son el motor ideal para generar una acción transformadora en la sociedad”.

Javier Yanguas, director del Programa de Mayores “Siempre Acompañados” de La Caixa, ha ofrecido, para cerrar esta mesa, una disertación centrada en el papel de la enfermería en iniciativas sociosanitarias y de carácter multidisciplinar. “Las investigaciones que actualmente manejamos hablan de cambios importantes en la idea de las personas de su propia vejez y de cómo quieren envejecer en ámbitos como la salud, las relaciones y soledad o el desarrollo personal”, ha puesto de manifiesto. Así, ha relatado la necesidad de “reparar estos deseos, necesidades y restos, en los que la enfermería es fundamental”.

Además, ha ahondado sobre cómo incide la soledad en nuestra sociedad actual, y cómo se tiene a banalizarla. “La soledad tiene muchos sentimientos que matizar. A veces se vive desde la tristeza o la vulnerabilidad, pero otras desde la amenaza, el rechazo o el vacío. Genera necesidades distintas, y hay que enfocarlo desde ahí. Se debe mirar desde la ternura y no desde la patologización”, ha terminado.

Guadalupe Fontán, coordinadora del Instituto Español de Investigación Enfermera del Consejo General de Enfermería, ha presentado durante la jornada una nueva iniciativa de Solidaridad Enfermera, ‘Universo Solidario’, que nace como un espacio en el que se va a compartir información para los voluntarios de manera más práctica. “Vamos a colgar contenidos motivadores, inspiradores y que, de alguna manera, cuando las personas interesadas se suscriban, recibirán notificaciones sobre los temas más relevantes”, ha explicado.

Dos proyectos enfermeros

La segunda mesa redonda de la jornada, ‘Experiencias de proyectos sociosanitarios de Solidaridad Enfermera’, ha expuesto iniciativas concretas dentro de las acciones sociosanitarias desarrolladas por Solidaridad Enfermera. Manolo Trabado, delegado de Solidaridad Enfermera Granada, ha presentado el proyecto que están llevando a cabo dentro del Centro Penitenciario de Albolote, en la que brindan apoyo y ayuda a reclusos y reclusas para potenciar el autocuidado, empoderamiento y calidad de vida. Trabado ha mencionado la necesidad de tener en cuenta el estigma que pueden sufrir los colectivos vulnerables dentro de las prisiones.

Por ejemplo, ha explicado que la salud mental en prisiones se enfrenta a una doble estigmatización, pues se habla de lo que rodea a los trastornos mentales y lo que afecta a las personas privadas de libertad. También ha incidido en que las mujeres reclusas tienen encima un doble estigma, tanto por ser presas como mujeres. “Estas situaciones complican aún más su bienestar, por lo que necesitan un apoyo especializado y sensible”, ha puesto de manifiesto.

Para dar cierre a la jornada, Erik Medina, delegado de Solidaridad Enfermera de Tenerife, ha presentado la colaboración con el proyecto Titania, dirigido a mujeres en situación de prostitución en Tenerife. “Como enfermeras, lo que buscamos es poder dar respuesta a las dudas de estas mujeres y ofrecerles herramientas básicas de salud”, ha comentado. Para lograrlo, desde Solidaridad Enfermera se identificarán a estas mujeres en clubs y pisos tutelados, estableciendo una primera toma de contacto a través de la entrega de kits de higiene personal. Esta interacción se aprovechará para ofrecerles el resto de recursos disponibles y derivarlas al programa Titania “El objetivo final es conseguir una mejora integral de la salud de estas mujeres. Mejorar su estado físico, mental y social, garantizándoles una atención continuada”, ha concluido.

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El CGE pide potenciar el rol de las enfermeras en la educación para la salud vinculada al cambio climático

24 de octubre, Día internacional contra cambio climático 

El CGE pide potenciar el rol de las enfermeras en la educación para la salud vinculada al cambio climático

 

  • El Consejo General de Enfermería (CGE) apuesta por una visión “One Health” en los próximos años, en los que se estima se producirán 250.000 fallecimientos en el mundo por los efectos sobre la salud de las personas que tiene el cambio climático.
  • “Estudios recientes han demostrado que hay factores climáticos que están relacionados con el aumento de los trastornos de ánimo o la esquizofrenia”, explica Florentino Pérez Raya, presidente del CGE. 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cambio climático puede producir entre 2030 y 2050 un total de 250.000 muertes debido a sus efectos sobre la salud de las personas, siendo ya la principal causa del aumento de las enfermedades respiratorias, cardiovasculares y mentales. Ante este desafío a futuro, el Consejo General de Enfermería (CGE) quiere resaltar el rol de las enfermeras a la hora de proteger la salud planetaria, con un rol firme y proactivo con la promoción de la sostenibilidad y la salud global, así como en la reducción de la contaminación y las iniciativas verdes.

Dado que la “salud planetaria” conecta directamente con el bienestar humano, las enfermeras y los enfermeros deben convertirse en un baluarte de la promoción de estilos de vida sostenibles, prevención y tratamientos de las enfermedades relacionadas con el cambio climático. Esto se fundamenta y potencia desde al trabajo de la enfermería con las comunidades, especialmente con las más vulnerables y las que en un futuro sufrirán de una forma más intensa el impacto de estos cambios en el planeta en su propia salud.

“Las enfermeras deben liderar cambios transformadores que nos acerquen a ver la salud desde un enfoque ‘One Health’ que vincule la salud humana, animal y ambiental”, ha indicado Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, que además considera que este liderazgo debe darse no solo dentro del sistema sanitario, sino también “a nivel comunitario y en colaboración con otros sectores”, ha añadido Pérez Raya.

“Las enfermeras tenemos por delante un gran reto que es ver al planeta como si fuese nuestro paciente. Al igual de las personas de las que cuidamos, el planeta no está sano y tenemos que velar por él”, explica Silvia Casellas, enfermera del Hospital Universitari de Mollet (Barcelona), que ha colaborado con el CGE en el posicionamiento del organismo en un asunto tan relevante y que afecta a todos. “Somos profesionales que llegan a los más vulnerables, ancianos, niños, embarazadas o personas con enfermedades crónicas quienes pueden ser los más afectados por el cambio climático”, ha recordado.

Asimismo, el CGE quiere que en la revisión que está llevando a cabo del código Deontológico de la Enfermería Española, se reflejen los retos contemporáneos que puedan estar relacionados en mayor o menor medida con la salud planetaria, para protocolizar cómo se debe mitigar con eficacia este gran problema. Uno de estos retos pasa por entender mejor la conexión que existe entre la salud planetaria y la salud mental. “Estudios recientes han demostrado que hay factores climáticos que están relacionados con el aumento de los trastornos de ánimo o la esquizofrenia”, ha mencionado Pérez Raya.

Las enfermeras y enfermeros, como los profesionales sanitarios que se sitúan en la primera línea de la atención a la ciudadanía, deben saber reaccionar y detectar con prontitud esos trastornos que, en muchas ocasiones, se intensifican por el estrés climático. “Somos el vector de unión que puede dar a la ciudadanía los conocimientos necesarios para tener una vida saludable y poder vencer a las enfermedades que están relacionadas con la crisis medioambiental y las olas de calor”, ha explicado Casellas.

Según los datos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de 2023, las enfermeras son las profesionales que más influyen en los hábitos y comportamientos de la población. Esto también se ve reflejado en su autoridad a la hora de recomendar a los ciudadanos sobre movilidad sostenible, alimentación y otros factores que impactan en la salud planetaria.

Retos

Una de las barreras que impide a las enfermeras alcanzar una mayor influencia a la hora de formular decisiones que aporten para mejorar la salud planetaria es que su presencia en puestos decisivos es escasa (OMS, 2020) lo que se debe, en parte, a una limitación de género, pues casi nueve de cada diez profesionales son mujeres. “Nuestro trabajo siempre ha sido muy infravalorado y en muchas ocasiones no se tienen en cuenta la importancia que tiene dedicarse a los demás. Precisamente, por ser expertas en cuidados tenemos conocimientos en cómo se debe cuidar el planeta”, ha subrayado Casellas.

Esto pone de manifiesto que, para llegar a desarrollar todo el potencial enfermero ante la salud planetaria, se debe modificar la distribución de poder, regulando un programa de liderazgo enfermero para dar más solidez y fortaleza al colectivo en las decisiones políticas de salud.

Asimismo, el CGE considera que el liderazgo enfermero se debe promover más a nivel nacional, regional y mundial. En los foros nacionales de formulación de políticas deben considerar la perspectiva de la enfermería en la adopción de decisiones relacionadas con el sistema de salud.

Por otra parte, otro desafío es la escasez de enfermeras, el cual es un gran problema para España, pero también para el planeta. Según la OMS, se necesitarán 10,6 millones de enfermeras adicionales para 2030 para cubrir las demandas del sistema sanitario.

Esta escasez de profesionales, que el CGE lleva tantos años denunciando, pone en riesgo la capacidad de respuesta que tienen las enfermeras ante crisis ambientales relacionadas con la salud planetaria.  Es por esto por lo que el organismo que aglutina a las más de 345.000 enfermeras de nuestro país pide invertir en formación de estas en aspectos relacionados con el cambio climático y la sostenibilidad. “Seguimos luchando para que las enfermeras tomen decisiones informadas que ayuden a mejorar la salud planetaria y sean decisivas en la ‘transición ecológica’ a la que nuestros descendientes se enfrentarán en los próximos años”, ha concluido Pérez Raya.

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Un estudio enfermero creará una radiografía sobre las caídas en los hospitales, un problema que supone un gasto de 30.000 millones de euros en España

II Jornadas Nacionales de Caídas

Un estudio enfermero creará una radiografía sobre las caídas en los hospitales, un problema que supone un gasto de 30.000 millones de euros en España

 

  • El Instituto de Investigación Enfermera del Consejo General de Enfermería (CGE) ha promovido las II Jornadas Nacionales de Caídas donde se ha presentado el estudio INCAHES que busca conocer la situación actual y dar soluciones a las caídas en centros sanitarios en España.
  • Conocer la frecuencia, las características y las consecuencias de este problema es imprescindible para proponer e implementar modelos de prevención a nivel nacional.
  • “Resulta fundamental que los profesionales y cuidadores creemos un entorno seguro de prevención y concienciación donde implantemos medidas para mejorar la calidad de vida de los pacientes, y a su vez reduzcamos la carga asistencial. Este estudio pionero que promovemos desde el CGE busca ofrecer una radiografía de las caídas que se producen a nivel nacional, y desvelará las causas y medidas preventivas que podemos aplicar para mejorar la vida de estos pacientes. Algo que solo se puede hacer invirtiendo en investigación enfermera”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente de la institución. 

El número de caídas real que se producen en los hospitales españoles es muy superior al que consta en los registros. La tasa de caídas varía en función de la complejidad de los centros y tipología del paciente. Aproximadamente el 50% de las personas mayores que han sufrido una caída vuelve a caerse en el mismo año, lo que da una idea de su recurrencia en este grupo poblacional, porque esta situación no solo afecta a lo físico, sino también a lo emocional, como a la pérdida de confianza. Al menos una de cada cinco requiere atención sanitaria, y el diagnóstico de fractura se produce en uno de cada diez casos, lo que se calcula, que supone un gasto de unos 30.000 millones de euros en nuestro país.

Se sabe que las caídas de los pacientes en el entorno hospitalario constituyen un efecto adverso que puede complicar la evolución y alargar su estancia en el centro, comprometiendo así su vida. Ante la falta de datos en torno a esta problemática, el Instituto de Investigación Enfermera del Consejo General de Enfermería (CGE) ha celebrado junto al Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares (Madrid), las II Jornadas Nacionales de Caídas, donde se ha presentado el estudio multicéntrico INCAHES, un proyecto liderado por enfermeras que estudiará la incidencia real de las caídas hospitalarias en el ámbito nacional.

“Las caídas son una de las principales causas de lesiones en mayores, impactan en lo físico, pero también suponen un riesgo en la salud mental de los pacientes y familiares. Resulta fundamental que los profesionales y cuidadores creemos un entorno seguro de prevención y concienciación donde implantemos medidas para mejorar la calidad de vida de los pacientes, y a su vez reduzcamos la carga asistencial. Este estudio pionero, que promovemos desde el CGE, busca ofrecer una radiografía de las caídas que se producen a nivel nacional, y desvelará las causas y medidas preventivas que podemos aplicar para mejorar la vida de estos pacientes. Algo que solo se puede hacer invirtiendo en investigación enfermera”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.

Este estudio, cuyos resultados se presentarán en abril de 2025, muestra los indicadores de calidad de los cuidados enfermeros en caídas, que parten de una gestión de calidad asistencial estratégica. “La gestión de calidad no es posible si no hay un liderazgo directivo. Los gestores enfermeros tenemos que priorizar la gestión de la calidad y seguridad del paciente. Sin duda, las caídas se erigen como un indicador clásico de cuidados que debemos medir para ver si estamos dentro de un rango razonable. Hay que tener en cuenta que además supone un problema con gran impacto económico, pues se estima que supone un gasto de 30.000 millones de euros en nuestro país. Lo importante es establecer áreas de mejora en la calidad asistencial, por lo tanto, la investigación, la medición de variables asociadas, el estudio de la incidencia y las medidas de prevención son esenciales para minimizar este problema por ello es de gran relevancia este estudio nacional INCAHES”, asegura Diego Ayuso, secretario general del CGE.

INCAHES busca conocer la frecuencia, las características y las consecuencias de las caídas que se producen en los hospitales españoles, así como identificar los factores de riesgo asociados a este problema. Además, la investigación también va a analizar el perfil sociosanitario y los factores relacionados con las caídas. Asimismo, va a evaluar los costes adicionales que las caídas pueden ocasionar. En él han participado 13 comunidades autónomas y una treintena de centros. “Se han elaborado muchas guías de práctica clínica y se han realizado grupos de trabajo sobre caídas, pero realmente nadie tiene datos certeros. En la realización del estudio hemos visto que hay factores externos que están influyendo en las caídas y comorbilidad de los pacientes”, expresa Mª Ángeles Gómez, supervisora de Diálisis del Hospital Príncipe de Asturias y una de las investigadoras principales del estudio junto a Mª Victoria Soriano, también supervisora de Formación Continuada del mismo hospital.

Este trabajo, liderado de forma integral por dos enfermeras del Hospital Príncipe de Asturias, establecerá los criterios de prevención de los profesionales para maximizar la seguridad del paciente. “El papel de las enfermeras en el estudio es total porque somos quienes estamos en contacto directo con el paciente, sabemos cómo se encuentran en cada momento y etapa vital, y somos quienes podemos ayudar en la prevención, elaborando guías de práctica clínica, adecuando los protocolos, y, sobre todo, actuando sobre el entorno del paciente”, sigue la investigadora enfermera.

Concienciación

Otro de los puntos clave de este proyecto es la definición de protocolos y medidas que eviten las caídas en los hospitales españoles, algo que parte de la concienciación y formación de los profesionales. Desde la institución enfermera siguen apostando por sensibilizar a todos los profesionales de la importancia que tiene maximizar la seguridad del paciente y minimizar el riesgo de caídas hospitalarias.

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El CGE pide al Ministerio del Interior que no deje abandonadas a las enfermeras de prisiones, ya que se comprometió a potenciar su figura hace meses y sigue sin actualizar sus competencias

El CGE pide al Ministerio del Interior que no deje abandonadas a las enfermeras de prisiones, ya que se comprometió a potenciar su figura hace meses y sigue sin actualizar sus competencias

 

  • El Consejo General de Enfermería alerta de que los profesionales que trabajan en centros penitenciarios lo hacen siguiendo una normativa obsoleta de 1981, muy alejada del trabajo que se realiza en la actualidad.
  • “No podemos seguir manteniendo una normativa de hace 40 años. La enfermería ha ido avanzando a pasos agigantados en todos los ámbitos y para nosotros es fundamental que se trabaje para progresar como necesitan estos profesionales que ejercen en las prisiones del Estado”, subraya Florentino Pérez Raya, presidente de las más de 345.000 enfermeras.
  • Tras una reunión en abril y con el compromiso del Ministerio en firme, las enfermeras y enfermeros afectados afirman que la situación sigue absolutamente igual y no se ha avanzado en nada. 

El Consejo General de Enfermería denuncia una vez más el abandono que sufren las enfermeras y enfermeros que trabajan en prisiones e instituciones penitenciarias en España desde hace años y acusa al Gobierno de ignorar este problema, a pesar de las promesas de solucionarlo.

Seis meses después de que la subdirectora general de Sanidad Penitenciaria, Carmen Martínez, y el subdirector general de Recursos Humanos, Eugenio Arribas, se comprometiesen a poner sobre la mesa la necesidad de abordar este asunto de manera inmediata, el organismo que representa a las más de 345.000 enfermeras y enfermeros lamenta que no se ha avanzado absolutamente nada en el tema.

En este sentido, las enfermeras penitenciarias recuerdan que sus competencias se rigen por una normativa obsoleta del año 1981, “que nada tiene que ver con el trabajo que realizan en la actualidad”.

“Actualmente seguimos a la espera de cualquier avance en nuestras condiciones laborales que contribuyan al aumento de nuestra motivación profesional. Continúan vigentes las funciones definidas por el artículo 324 del Reglamento Penitenciario de 1981, y nuestras condiciones económicas en cuanto al valor de la hora de guardia y a nuestro complemento específico, siguen en el mismo punto. En definitiva, el colectivo de enfermería penitenciaria sigue abandonado a la deriva”, afirma Eusebio Espuela, presidente de la Asociación Nacional de Enfermeros de Instituciones Penitenciarias (ANEP), que puso de manifiesto esta situación durante las I Jornadas Nacionales de Enfermería Penitenciaria bajo el lema ‘Pasado, presente y futuro: derribando muros, abriendo horizontes’.

Para el CGE, esta situación no hace más que resaltar un nuevo ninguneo de las Administraciones, que se comprometen a cambiar las cosas y ponen buena cara durante las reuniones, pero no terminan de materializarlo. “Las enfermeras y enfermeros de prisiones no pueden seguir trabajando en unas condiciones arcaicas y obsoletas. No podemos seguir manteniendo una normativa de hace 40 años. La enfermería ha ido avanzando a pasos agigantados en todos los ámbitos y para nosotros es fundamental que se trabaje para progresar como necesitan estos profesionales que trabajan en las prisiones del Estado”, subraya Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

A pesar de que desde el organismo enfermero había optimismo en que se avanzase en este tema, cada vez lo ven más lejano. “Me resisto a aceptar que nuestro futuro profesional sea precisamente la ausencia de futuro. El colectivo de enfermeros y enfermeras de Instituciones Penitenciarias seguiremos luchando por el reconocimiento profesional que nos merecemos, un reconocimiento basado básicamente en la aprobación de unas funciones que contemplen la realidad de nuestro trabajo diario con las personas privadas de libertad, además de ampararnos legalmente, y un valor de hora de guardia, junto a un complemento específico, que nos dignifiquen profesionalmente”, puntualiza Espuela.

Además de la necesidad de mejorar sus condiciones y reconocer sus competencias, desde el Consejo General alertan de la falta de profesionales en muchos de los centros, lo que pone en riesgo no solo la calidad de vida de los internos, sino también de los profesionales, que deben atender a un número muy elevado de pacientes, muchas veces sin los mecanismos adecuados.

“El Ministerio del Interior debe ser consciente de esta situación y debe tomar cartas en el asunto. Las enfermeras de prisiones merecen un trato justo y acorde a sus capacidades. No se puede consentir que con la formación que tenemos las enfermeras en la actualidad, en las cárceles se nos siga considerando profesionales de segunda. Es el momento del cambio”, concluye Pérez Raya.

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El CGE aplaude la Ley ELA, pero reclama la financiación necesaria para cubrir los cuidados enfermeros a estos pacientes

El CGE aplaude la Ley ELA, pero reclama la financiación necesaria para cubrir los cuidados enfermeros a estos pacientes

 

  • La Ley ELA, aprobada hoy en el Congreso, pretende garantizar cuidados enfermeros expertos a los más de 4.000 pacientes que sufren esta enfermedad degenerativa, pero el Consejo General de Enfermería (CGE) reclama que sea respaldada con la financiación necesaria para su implementación y no pase como con otras leyes, que quedaron en papel mojado al carecer de recursos.
  • El presidente del CGE, Florentino Pérez Raya, afirma que la nueva Ley ELA supone “un avance para las personas que la padecen, ya que las enfermeras tienen un papel clave con los pacientes porque, al ser una patología neurodegenerativa sin cura, su tratamiento es paliativo desde el diagnóstico y dependen de los cuidados enfermeros para incrementar el tiempo de supervivencia y su calidad de vida”.
  • Uno de los aspectos mejor valorados por las enfermeras españolas es la previsión de incrementar la formación de los profesionales sanitarios en el abordaje integral y multidisciplinar de las enfermedades de alta complejidad, como la ELA. 

El Consejo General de Enfermería (CGE) aplaude la aprobación de la llamada Ley ELA, pero advierte de la necesidad de que el Gobierno la dote de los recursos financieros necesarios para su implementación y evitar que pase como con otras leyes sanitarias, que carecieron de los recursos financieros adecuados para su aplicación práctica. Esta norma, cuando finalmente se publique en el Boletín Oficial del Estado, -tras su paso por el Senado- garantizará cuidados enfermeros expertos a los más de 4.000 pacientes que padecen ELA en nuestro país.

Florentino Pérez Raya, presidente del CGE, institución que representa a los más de 345.000 enfermeras españolas, insiste en que “la aprobación de esta ley da mucho rédito mediático y político, pero no podrá implantarse en nuestro sistema sanitario sin fondos. Desgraciadamente tenemos numerosas experiencias con leyes con grandes intenciones que luego no cuentan con una dotación presupuestaria suficiente. Esperamos, de corazón, que no ocurra lo mismo con la Ley ELA. Los pacientes se merecen poder afrontar su terrible enfermedad sin pensar en su cuenta corriente”.

“Desde el Consejo General de Enfermería celebramos que, por fin, estos pacientes vayan a tener los cuidados enfermeros expertos que precisan. No podemos olvidar que para esta patología neurodegenerativa no existe cura, su tratamiento es paliativo desde el diagnóstico, y los pacientes dependen de los cuidados de enfermería para aumentar la supervivencia y su calidad de vida. Hasta ahora el acceso a estos cuidados dependía de su residencia o de su poder adquisitivo”, ha señalado Pérez Raya.

Los cuidados enfermeros son clave en la nueva Ley ELA, pero su prestación requiere de una fuerte inversión en enfermería. Pérez Raya reitera que España tiene un déficit de más de 95.000 enfermeras comparado con otros países de nuestro entorno, lo que impide a las enfermeras brindar la atención adecuada a los pacientes. “Esta sobrecarga asistencial, que debería ser excepcional, se ha normalizado en nuestro día a día, poniendo en riesgo tanto la seguridad de las enfermeras como de los pacientes”, añade.

Formación

Uno de los aspectos mejor valorados por las enfermeras españolas es la previsión de mejorar la formación de los profesionales sanitarios en el abordaje integral y multidisciplinar de las enfermedades de alta complejidad, como la ELA. De hecho, como señala Florentino Pérez Raya, “en el Consejo General de Enfermería somos conscientes de que estos pacientes requieren de unos cuidados expertos y muy específicos, de ahí que hayamos decidido apostar por la formación de nuestros profesionales -a través del Instituto Superior de Formación (ISFOS)- como parte de nuestro compromiso tanto con los pacientes como con sus familias. Y es que las enfermeras no solo son quienes lideran estos cuidados, sino también quienes se encargan de formar a los familiares que, cuando están en casa, tienen que atender al paciente día y noche”.

De hecho, el CGE trabaja desde hace años con distintas asociaciones de pacientes para conocer de primera mano cuáles son sus necesidades y poner en marcha distintas líneas de acción que contribuyan a visibilizar esta enfermedad y conseguir así más recursos para que estas familias no tengan que hipotecar su presente y su futuro para hacer frente a los gastos que conlleva la ELA.

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La escasez de enfermeras influye en el retraso del diagnóstico del deterioro cognitivo y empeora la calidad de vida de los afectados y sus familias

Webinar “Intervención multidisciplinar integral en el deterioro cognitivo”

La escasez de enfermeras influye en el retraso del diagnóstico del deterioro cognitivo y empeora la calidad de vida de los afectados y sus familias

  • El estatus socioeconómico, el nivel educativo, la edad o el estilo de vida son algunos factores que indican la presencia del deterioro cognitivo. A pesar de sus múltiples señales, sigue siendo una afección infradiagnosticada cuya única solución es la detección precoz realizada por enfermeras.
  • En el abordaje de esta patología el binomio enfermera-familia resulta fundamental para el bienestar del paciente, pues estos actúan como aliados terapéuticos, formando una red de apoyo y de cuidados que ofrece estabilidad al paciente.
  • El Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS) del Consejo General de Enfermería (CGE), con la colaboración de Boehringer Ingelheim, ha celebrado un webinar sobre las bases del deterioro cognitivo y la intervención enfermera como un elemento clave para el bienestar de estos pacientes.

La edad, el estatus socioeconómico, el nivel educativo o el estilo de vida, además de los antecedentes familiares y enfermedades como la ansiedad o el estrés, son algunos de los factores que hacen complicada la detección del deterioro cognitivo. Así lo constata la comunidad científica que a lo largo de la historia ha evaluado los predictores del deterioro cognitivo. A pesar de la prevalencia de esta afección en un país cada vez más envejecido, como es España, y de las consecuencias sobre la calidad de vida de las personas que la sufren, existe una tasa significativa de infradiagnóstico en torno a ella, pues los síntomas son tan comunes que pasan desapercibidos tanto por el propio paciente, como por la familia. Una situación que pone barreras a la detección precoz realizada por enfermeras – principal herramienta para intervenir – y al inicio del tratamiento, lo que implica un desarrollo del deterioro más rápido.

Disminución de la memoria, pérdida de la atención o tener una velocidad de procesamiento más lenta son algunos de los síntomas que presenta el deterioro cognitivo. Este deterioro puede derivar en enfermedades como el alzhéimer u otros tipos de demencias. Para abordarlo de una forma multidisciplinar e integral, diversos expertos han participado en el último webinar “Intervención multidisciplinar integral en el deterioro cognitivo. Patología mental grave”, celebrado por el Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS) del Consejo General de Enfermería (CGE) y con la colaboración de Boehringer Ingelheim. Durante dos horas de formación, expertos en la materia han hablado de las bases fundamentales de este trastorno, la intervención enfermera clave para realizar una detección precoz de la enfermedad y el binomio enfermera-familia, que actúan como aliados terapéuticos, formando una red de apoyo y cuidados que ofrece la estabilidad que necesita el paciente.

“El cerebro, al igual que el resto del cuerpo, cambia con la edad. Muchas personas notan que se vuelven más olvidadizas a medida que envejecen. Pueden tardar más en pensar en una palabra o recordar el nombre de una persona. El problema es que, en un primer momento, se piensa que ‘son cosas de la edad’. Se normaliza, y no se plantea que detrás de estos olvidos puede encontrarse la enfermedad de Alzhéimer u otros tipos de demencias. Como profesionales sanitarios es muy importante que las enfermeras estemos formadas e informadas de las necesidades que tienen estos pacientes, tanto en la detección precoz como en la estimulación cognitiva, en el control de su salud física y mental o en el apoyo emocional que precisan”, explica Pilar Fernández, directora de ISFOS.

Síntomas

El deterioro cognitivo es un tema transversal y no corresponde únicamente a este tipo de enfermedades, como podemos pensar, sino que también afecta a otras como la enfermedad mental grave. “Hay muchos otros cuadros patológicos donde aparece ese deterioro cognitivo. Dentro del ámbito de los trastornos mentales existe el concepto del trastorno mental grave, como el trastorno bipolar o la esquizofrenia, donde esta afección se va a presentar al 100%. También hay otras enfermedades como las patologías hepáticas, por ejemplo, por el consumo de sustancias tóxicas que llevan al paciente a sufrir alteraciones cerebrales que derivan en un deterioro cognitivo”, cuenta Mercedes Peña, supervisora de Adultos de Psiquiatría y Comunitaria del Hospital Gregorio Marañón (Madrid) y tutora de residentes.

Tal y como indica José Manuel Montes, jefe de sección de Psiquiatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal, en Madrid, la primera señal del deterioro cognitivo es personal. Normalmente, los pacientes lo van notando en la pérdida de la funcionalidad. “Una vez que se produce la afectación de esas zonas, y dependiendo de la enfermedad mental de la que estemos hablando, va a suceder una mayor o menor afectación de lo que llamamos cognición, que es lo que nos permite percibir el entorno y tomar decisiones en relación con él. Aquí se ven afectadas la memoria, la atención, la concentración o la capacidad de planificar, entre otras”, explica.

“El deterioro cognitivo en la mayor parte de las enfermedades mentales no implica un grado de deterioro similar al que pueda aparecer en las degenerativas, como las demencias o el alzhéimer. El deterioro cognitivo que se asocia a la enfermedad mental es más sutil y no afecta completamente a la autonomía del sujeto, pero sí a su funcionalidad, por ejemplo, a nivel laboral”, continúa el psiquiatra.

Diagnóstico enfermero

Cuando un paciente acude a consulta con pérdidas de memoria, alucinaciones o problemas de comprensión oral, que indican la presencia de deterioro cognitivo, es importante discernir el entorno de donde viene. “La actuación enfermera va a depender del contexto donde se encuentre el paciente. Hay que diferenciar si el deterioro está vinculado a una enfermedad orgánica, infecciosa, por una adicción, por una demencia, se debe al efecto secundario de un fármaco o por el propio efecto residual de una enfermedad de trastorno mental grave”, sigue la enfermera. Dependiendo de dónde proceda ese deterioro cognitivo las enfermeras adoptan un rol u otro. Por ese motivo, del diagnóstico enfermero va a depender el tratamiento y seguimiento del paciente.

“Uno de los problemas en torno al diagnóstico es el tiempo que transcurre desde que una persona acude a consulta con un proceso patológico y cuando el deterioro cognitivo se detecta. Hace años no se hacía una detección temprana del deterioro cognitivo. De hecho, a día de hoy, asegurar el grado en que una persona presenta esta afección es delicado por la complejidad en su definición, no ya por cómo está montado nuestro sistema de salud, sino porque a veces solamente mencionándolo no se hace otra actuación”, continúa Peña. Otro de los problemas por los que el deterioro cognitivo es infradiagnosticado es por la escasez de enfermeras pues, “esta patología realmente requiere de una actuación enfermera que cada vez tiene que ser mayor, y el problema es que aún no lo ha logrado ser”, asegura la supervisora.

Los cuidados enfermeros de estos pacientes van a depender de la valoración y el diagnóstico que realizan estos profesionales, que dependiendo de la patología serán especialistas en Salud Mental o enfermeras generalistas. “Primero vemos las áreas afectadas. En la mayoría de los casos hablamos de la memoria, pero también hay otros procesos cognitivos, como es el pensamiento, que pueden verse afectados. Trabajamos el lenguaje, la memoria con terapias de reminiscencia, ayudamos a recordar al paciente, y con terapias de lectura y de expresión verbal y no verbal trabajamos esas áreas de comprensión”, explica esta enfermera.

Aliado terapéutico

En el abordaje del deterioro cognitivo la familia juega un rol fundamental actuando como cuidadores principales. Se convierte en la aliada terapéutica de las enfermeras, pues son una extensión de estas profesionales y de sus cuidados. “Tienen un apoyo emocional y psicológico fundamental para el paciente. Está demostrado que las relaciones familiares sólidas generan un entorno afectivo de mayor calidad y esto contribuye a mejorar la calidad de vida del paciente. Para las enfermeras su rol de ayuda es esencial, son nuestros aliados terapéuticos. Nos ayudan en la detección temprana, en la estimulación cognitiva y en el control de la salud física y emocional del paciente”, afirma Julio González, enfermero de Urgencias de Psiquiatría del Hospital Gregorio Marañón.

Tras el diagnóstico, enfermeras y familia forman una red de apoyo para los pacientes. “Esta alianza se basa en un binomio, una relación de dos donde los sanitarios ofrecemos a los cuidadores mucha educación para la salud”, sigue. Sin embargo, las familias también necesitan unos cuidados específicos. “Cuando detectamos esa sobrecarga del cuidador, ofrecemos a las familias un espacio terapéutico para que puedan desahogarse y hablar de las dificultades que están teniendo. Les damos un espacio libre y seguro en el que puedan hablar sin sentirse juzgados”, explica este enfermero de Urgencias psiquiátricas.

El perfil de los cuidadores, tal y como apunta el último informe del Ministerio de Sanidad junto con el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso), entre el 80-85% de los cuidados a personas dependientes son ejercidos por cuidadores informales. Las estadísticas hablan de un perfil de cuidadora entre los 40 y 60 años, con estudios primarios y secundarios y personas que combinan el trabajo activo con el cuidado informal. “En ellos también repercute negativamente la enfermedad, pues su papel como cuidadores les hace tener un desajuste en la autopercepción de la salud. Además, su vida social se ve reducida, a nivel emocional se ven afectados, y presentan un elevado incremento de problemas musculares…”, continúa.

En este sentido, las enfermeras no solo cuidan del paciente, sino también de las familias que actúan como cuidadores principales. “Impartimos talleres de cómo hacer cambios posturales más ergonómicos, ofrecemos talleres emocionales para trabajar con ellos la salud mental, también actividades más prácticas de educación para la salud, para que sepan controlar aspectos básicos de higiene del sueño, alimentación, ejercicio o estimulación cognitiva. La clave es entender la importancia de cuidar al que cuida para poder repercutir en el paciente con deterioro cognitivo. El rol de las enfermeras es fundamental, no solo con la educación para la salud, sino como soporte afectivo y emocional de ese cuidador”, concluye el enfermero.

 

*Pie de foto (de izq. a dcha.): David Ruipérez, director de Comunicación del Consejo General de Enfermería; Julio González, enfermero de Urgencias de Psiquiatría del Hospital Universitario Gregorio Marañón (Madrid); Mercedes Peña, supervisora de Adultos de Psiquiatría y Comunitaria del Hospital Gregorio Marañón y tutora de residentes; Pilar Fernández, directora de ISFOS y José Manuel Montes, jefe de sección de Psiquiatría del Hospital Universitario Ramón y Cajal (Madrid).

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