Las enfermeras dan las claves para comprar la mascarilla correcta

Las enfermeras dan las claves para comprar la mascarilla correcta

 

  • ¿Son todas las mascarillas adecuadas para cada situación? ¿En qué debemos fijarnos para comprar? Ante la reciente regulación del Boletín Oficial del Estado (BOE) de los requisitos para comercializar las mascarillas higiénicas, desde la Organización Colegial de Enfermería se ha elaborado una infografía para resolver estas y otras dudas. Así, las enfermeras ofrecen a la población las claves para ayudar a decidir sobre la compra más segura posible en cada caso.
  • “Es importante interiorizar que la protección depende de la situación concreta. Debemos evaluar el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2, siendo mayor en espacios cerrados con poca ventilación, en los que sea más complicado mantener la distancia de seguridad y donde se realicen procedimientos que aumenten la generación de aerosoles”, explica Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.
  • El BOE también establece una serie de obligaciones de información al consumidor. Entre otras exigencias, determina que las mascarillas higiénicas siempre deberán especificar que no son Equipos de Protección Individual (EPI) para dejar claro que no están recomendadas en situaciones de alto riesgo de transmisión del virus.
  • A pesar de que también se ha entrado a hablar sobre accesorios o mascarillas transparentes, las enfermeras consideran insuficiente esta regulación. “Las recomendaciones son escasas. Haría falta más información que ayudara al consumidor a elegir mascarillas transparentes o accesorios adecuados. Reclamamos una regulación más específica al respecto”, asegura Pérez Raya.

 Ya es oficial, las mascarillas higiénicas cuentan con una regulación normativa en el mercado. Así lo ha establecido el Boletín Oficial del Estado en la Orden CSM/115/2021 de 11 de febrero, por la que se establecen los requisitos de información y comercialización de este tipo de mascarillas. Una regulación muy esperada que ofrece las claves sobre qué deben incluir las mascarillas higiénicas. Pero ¿la población en general sabe por qué o para qué comprar ciertas mascarillas? ¿cuál es la indicada para cada situación? ¿en qué debemos fijarnos para saber si la mascarilla protege para el lugar o la situación concreta donde la vamos a utilizar? Para resolver estas y otras dudas, desde la Organización Colegial de Enfermería, cumpliendo con su misión informativa a los ciudadanos y los profesionales, se ha elaborado una infografía donde se desglosan las claves para que un comprador sepa en qué debe fijarse para saber que está adquiriendo la mascarilla correcta.

 

Dónde mirar

Las enfermeras consideran importante recalcar dónde se tienen que buscar las indicaciones técnicas que certifican que las mascarillas siguen las pautas normativas exigidas por el Gobierno. De esta manera, indican, las mascarillas higiénicas tienen la regulación en el empaquetado que las recubre, las quirúrgicas generalmente en la caja y las autofiltrantes directamente sobre el producto y en todas ellas debe aparecer en la ficha técnica.

 

Claves para la compra 

Para elegir la mascarilla apropiada para cada situación, se deben tener en cuenta, entre otros aspectos: la Eficacia de Filtración Bacteriana (BFE), el grado de respirabilidad, el sentido de filtración de la mascarilla y que sean fabricadas según estándar.

A pesar del que el BOE, en este caso, sólo se refiere a las mascarillas higiénicas, la Organización Colegial de Enfermería incluye en esta nueva infografía también las recomendaciones para las conocidas como autofiltrantes y las quirúrgicas, para ayudar a comprar las que siguen las regulaciones establecidas para ambas. “Es importante interiorizar que la protección depende de la situación concreta. Debemos evaluar el riesgo de transmisión del SARS-CoV-2, siendo mayor en espacios cerrados con poca ventilación, en los que sea más complicado mantener la distancia de seguridad y donde se realicen procedimientos que aumenten la generación de aerosoles”, recalca Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.

Las mascarillas autofiltrantes -FFP3 y FPP2- son las que mayor protección ofrecen ya que cuentan con una eficacia de filtración bacteriana mayor, además, el sentido de filtración de la mascarilla es tanto de dentro hacia fuera como de fuera hacia dentro. Son consideradas Equipos de Protección Individual (EPI) y el consumidor, para saber que está adquiriendo una que cumple las garantías, deberá comprobar si -directamente en el producto- aparecen la especificación UNE-EN 149:2001 + A1 y las letras CE seguidas de cuatro dígitos. Estos datos también deben aparecer en la ficha técnica. Están recomendadas para situaciones donde haya mayor riesgo de transmisión de aerosoles ya sea por tratarse de un lugar cerrado, por estar poco ventilado o porque se realicen actividades o técnicas que los generen en mayor medida. Pero las enfermeras puntualizan “las FFP3, deben ser priorizadas para personal sanitario que se expone a técnicas que generan directamente aerosoles. Las FFP2 están recomendadas para personal sanitario o esencial que realice su actividad con pacientes COVID-19 o sospechosos y para población en general en ambientes donde haya mayor riesgo de transmisión de aerosoles”.

Por otro lado, en la información gráfica de la Organización Colegial de Enfermería, se pueden especifican los tipos y grado de protección de las mascarillas quirúrgicas. Esta clase se consideran productos sanitarios y hay tres tipos. En este caso, tal y cómo se explica desde la Organización Colegial de Enfermería, debemos acudir habitualmente a la caja (o la ficha técnica) para ver si se refleja en ella la especificación UNE-EN 14683:2019 AC y las letras CE. “Estos productos tienen menor protección de fuera hacia dentro, pero una gran protección de dentro hacia fuera”, puntualiza Pérez Raya.

Y, por último, las enfermeras incluyen la información relativa a las mascarillas higiénicas. Lo primero que hay que tener en cuenta y que refleja el Boletín Oficial del Estado es que estas mascarillas no son EPI y así deben reflejarlo en su etiquetado. En esta opción, hay que revisar la ficha técnica o el empaquetado del producto donde aparezca la información que garantice que estos cobertores faciales cuentan con la protección indicada para ser considerados legalmente como mascarilla higiénica. En la nueva regulación se especifica que deben reflejar la especificación UNE 0064 (0064-1 adultos; 0064-2 niños), la 0065 o su equivalente europea CWA 17553, además deben detallar si son de un solo uso o reutilizables y para aquellas que lo sean se exige que aparezca el número máximo de ciclos de lavado que mantengan las características, así como el método de lavado y secado. Las enfermeras dejan claro que “estas mascarillas están recomendadas especialmente para población en general en sitios de bajo riesgo de transmisión del virus”, concreta Pérez Raya.

 

Accesorios y mascarillas transparentes 

Por primera vez, una regulación del Gobierno se refiere a los accesorios asociados a las mascarillas. También se ha incluido en el Boletín Oficial del Estado una mención a las mascarillas transparentes, indicadas para personas que necesitan leer la expresión de la cara por discapacidades comunicativas. En este aspecto la opinión de las enfermeras españolas es clara. “Las recomendaciones son escasas. Haría falta más información que ayudara al consumidor a elegir mascarillas transparentes o accesorios adecuados. También sería necesario que el BOE explicara a qué tipo de accesorios hace referencia. Reclamamos una regulación más específica al respecto”, concluye Pérez Raya.

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La patronal de la Sanidad Privada, ASPE, niega la calidad y seguridad de los cuidados en sus pacientes al rechazar la Ley de Ratios de Enfermería

La patronal de la Sanidad Privada, ASPE, niega la calidad y seguridad de los cuidados en sus pacientes al rechazar la Ley de Ratios de Enfermería

 

  • El presidente de Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE) rechazó en una reunión de la CEOE la futura Ley que establece un número de enfermeras adecuado a las necesidades de los pacientes y acorde a la media europea. 
  • La evidencia científica demuestra que una ratio adecuada de enfermera/paciente mejora la supervivencia de los pacientes, su seguridad, su media de estancia hospitalaria y la calidad de su asistencia. En definitiva, más enfermeras supone más vidas salvadas y menos sufrimiento para el paciente.
  • La carencia de enfermeras está especialmente agudizada en la Sanidad Privada y pone en peligro a millones de pacientes.
  • “La pandemia ha puesto en evidencia que faltan decenas de miles de enfermeras en España y su deficiente distribución por CC.AA. Por ello, es incomprensible que la sanidad privada reniegue de una Ley de Ratios de Enfermería que viene a salvar vidas y a garantizar la seguridad y el bienestar de los pacientes. No entendemos esta postura, especialmente cuando viene del propio sector sanitario”, asegura Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.

 

Las últimas declaraciones del presidente de la Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), Carlos Rus, en la Comisión de Sanidad de la CEOE sorprenden e inquietan al Consejo General de Enfermería, que quiere expresar su incredulidad ante el rechazo de ASPE a la Ley de Ratios, una medida legislativa que establece un número mínimo de enfermeras en relación a la población que deben atender. En un país que se halla a la cola de Europa en enfermeras por habitantes sorprende que la patronal de la Sanidad Privada rechace una medida que redunda en el bienestar y la calidad de los cuidados que reciben los pacientes. Cabe recordar que numerosos estudios demuestran una relación inversamente proporcional entre el número de enfermeras y los fallecimientos en cualquier centro sanitario.

Para el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, resulta absolutamente incomprensible la postura adoptada por ASPE porque va en contra de las necesidades asistenciales de los pacientes e incluso de su seguridad y calidad asistencial. Y en este sentido, el presidente de las 316.000 enfermeros y enfermeras ha recordado que “existe numerosa evidencia científica que demuestra que disponer de una ratio adecuada de enfermera/paciente mejora la supervivencia de los pacientes, así como su seguridad, su media de estancia hospitalaria y la calidad de su asistencia. En definitiva, más enfermeras supone más vidas salvadas y menos sufrimiento para el paciente.

También genera estupefacción que el señor Rus asegure que es inasumible para la Sanidad -ni pública, ni privada- contar con las enfermeras que se necesitan. ¿Queda en un segundo plano el bienestar de los pacientes? o ¿prefiere que su país esté a la cola de Europa en este terreno? La prioridad debe ser la calidad asistencial y la seguridad de los pacientes, y para ello es clave mejorar las ratios de enfermeras por paciente en el conjunto de la sanidad española, y en concreto en la sanidad privada. Que la ratio de enfermeras se ajuste a las verdaderas necesidades de cuidados y el nivel de dependencia que presentan los pacientes.

No son pocas las enfermeras que trabajan en el sector privado que atestiguan que forman parte de plantillas exiguas o reducidas a la mínima expresión, sin posibilidad de cogerse permisos y con una remuneración casi siempre inferior a la de sus compañeras que ejercen en la sanidad pública.

“La pandemia ha puesto todavía más en evidencia que faltan decenas de miles de enfermeras en España y que su distribución no es nada equitativa por comunidades autónomas y resulta del todo incomprensible que la sanidad privada reniegue de una Ley de Ratios que sólo garantiza la seguridad y el bienestar de los pacientes, además de una distribución más proporcional de las enfermeras.” asegura Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.

El presidente de ASPE se escuda en un argumento erróneo, que en las cifras de enfermeras en muchos países europeos están infladas clasificando como “enfermeras” a profesionales que en España no serían consideradas como tales. “Esta afirmación no se sustenta con la realidad. Resulta lamentable que los representantes de la sanidad privada, una parcela fundamental de este país, un sector empresarial fuerte y que está dándolo todo en la lucha contra la pandemia, reaccionen contra una iniciativa legislativa que beneficia a la sociedad en su conjunto. Es el momento de reflexionar y que expliquen sus argumentos para preferir seguir teniendo un número insuficiente de enfermeras para cuidar a sus pacientes y garantizar su seguridad”, añade Pérez Raya.

“Estamos convencidos de que muchas de las entidades y empresas que se agrupan bajo la Alianza de la Sanidad Privada no comparten los planteamientos de su presidente, porque las cifras son las que son y negar esa realidad no le hace ningún bien a la Sanidad en su conjunto. Asimismo, quiero reiterar el apoyo y compromiso del Consejo General de Enfermería con la Sanidad Privada y, por supuesto, con los miles de enfermeras y enfermeros que hacen un gran trabajo en este sector que es clave para la sanidad del país.

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VII Jornada Interdisciplinar sobre Avances en Enfermedades Raras

 

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Pérez Raya: “La ministra de Sanidad se ha comprometido con el Foro de las Profesiones Sanitarias a acabar con la precariedad laboral y con el déficit de enfermeras”

Pérez Raya: “La ministra de Sanidad se ha comprometido con el Foro de las Profesiones Sanitarias a acabar con la precariedad laboral y con el déficit de enfermeras”

 

  • Para poder dar solución a estos dos grandes problemas, la ministra Carolina Darias ha asegurado que su objetivo es destinar a este fin parte de los fondos europeos que próximamente llegaran a España.
  • Florentino Pérez Raya ha recordado que, desde hace décadas, enfermeras y médicos tienen que soportar una precariedad laboral insostenible, obligados a enlazar contratos por días o incluso por horas en centros y servicios clínicos diferentes, en muchas ocasiones a muchos kilómetros de su casa.
  • El presidente del Consejo General de Enfermería le pidió a la ministra su continuidad: “En los últimos años hemos tenido una media de ministro o ministra nueva por año, espero de verdad que Darias permanezca el resto de legislatura para trabajar y avanzar en la resolución de estos graves problemas.

 

Ayer se celebró la primera reunión del Foro de las Profesiones Sanitarias, que aglutina a los máximos representantes de enfermeros, médicos y farmacéuticos, con la nueva ministra de Sanidad, Carolina Darias. Durante la reunión, las partes acordaron las actuaciones a desarrollar a lo largo del primer semestre del año 2021, así como la constitución de tres grupos de trabajo –un por cada profesión– y la fijación de calendarios de próximas reuniones del plenario. Hoy el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, ha hecho una valoración de la reunión en la que ha destacado el ambiente de cordialidad y la motivación demostrada por todos sus integrantes para luchar juntos contra la pandemia: “Carolina Darias ha mostrado desde el primer momento total implicación con la sanidad y la verdad es que la reunión del Foro nos ha dejado una buena impresión por su carácter dialogante y por cómo conocía de primera mano los principales problemas de la Sanidad y de los profesionales. Se ha comprometido a corregir los problemas más graves de nuestra sanidad, así como situaciones e injusticias que llevan enquistadas toda la vida, así que la primera impresión que tengo es que va a ser una buena ministra”.

En este sentido, Florentino Pérez Raya ha informado que, en la reunión del Foro, la ministra Darias se ha comprometido a acabar con la precariedad laboral que vienen sufriendo los profesionales sanitarios y a poner en marcha los mecanismos necesarios para aumentar las ratios de enfermeras por paciente para igualarnos con el resto de los países europeos de nuestro entorno. Para poder dar solución a estos dos grandes problemas, la ministra ha asegurado que su objetivo es destinar a este fin parte de los fondos europeos que próximamente llegaran a España.

Respecto a la precariedad laboral, el presidente del Consejo General de Enfermería ha recordado que, desde hace décadas, enfermeras y médicos tienen que enlazar contratos por días o incluso por horas en centros y servicios clínicos diferentes, en muchas ocasiones a muchos kilómetros de su casa. “Una situación que venimos denunciando desde hace años que resulta injusta e incluso vejatoria para unas profesiones que se dejan cada día la piel por la salud de las personas y que incluso en los últimos meses ha llegado a poner en riesgo su vida. Por ello el compromiso de Darias de terminar con esta precariedad ya de por sí es un avance muy importante”. Hay que recordar que es justo esta precariedad laboral la que está forzando a que muchas enfermeras y enfermeros busquen su futuro profesional en el extranjero, ya que en nuestro país tanto el salario, como el tipo de contratos son inaceptables.

Asimismo, en relación con la escasez de profesionales que sufre España desde hace años, el presidente del Consejo General de Enfermería ha recordado que nuestro país arrastra déficit brutal de enfermeras, para poder estar al mismo nivel asistencial que los países de nuestro entorno europeo deberíamos disponer de120.000 enfermeras más. “Desde hace décadas que ahora, en la situación de pandemia en la que vivimos actualmente, está pasando factura a nuestra sanidad porque las bolsas de trabajo están agotadas y son cientos los centros sanitarios que han reconocido están desbordados por no disponer de suficientes profesionales. Por ello que la ministra se comprometa a poner a resolver este problema que se ha venido enquistando en nuestra sanidad, es sin duda una muy buena noticia”, ha asegurado Florentino Pérez Raya.

Finalmente, el presidente del Consejo General de Enfermería ha contado que, en la reunión de ayer, le pidió a la Ministra continuidad en su puesto: “Ministra, en los últimos años hemos tenido una media de cambio de ministro por año, pero la sanidad y los profesionales necesitamos continuidad para poder resolver de verdad los grandes problemas de la Sanidad. Por ello, espero de verdad que en tu caso permanezcas, como poco, el resto de los años de legislatura que quedan para poder volcarnos en resolver todos los problemas con un mismo equipo”.

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El CGE y ANENVAC explican todas las claves de la vacuna de AstraZeneca y piden a la población que no haga caso de bulos infundados porque es segura como la de Pfizer y Moderna

El CGE y ANENVAC explican todas las claves de la vacuna de AstraZeneca y piden a la población que no haga caso de bulos infundados porque es segura como la de Pfizer y Moderna

 

  • Información, características y administración de la tercera vacuna aprobada en Europa contra el COVID-19, y de la que ya han llegado las primeras dosis a España, son los puntos que detalla este material de uso libre para todas las enfermeras y enfermeros de España.
  • “La decisión de administrarla a personas de entre 18 y 55 años se debe a que los ensayos se han realizado en estos grupos de edad, pero no significa que sea menos eficaz o peligrosa”, afirma el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya.
  • La disponibilidad de más vacunas supone aumentar la capacidad de vacunar a más población, lo que nos acerca más al objetivo”, subraya Rosa Sancho, vicepresidenta de la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas.

 España acaba de recibir las primeras dosis de la vacuna contra el COVID-19 de AstraZeneca-Oxford, que se comenzarán a administrar en los próximos días en todas las comunidades autónomas. Esta es ya la tercera vacuna aprobada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), que brinda un poco más de esperanza en la lucha contra la pandemia y supone una nueva buena noticia en este momento en el que el país afronta la ola de contagios más virulenta de la crisis. Esta nueva vacuna, que también se administra en dos dosis como las anteriores, no se utilizará para mayores de 55 años en España y numerosos países de la Unión Europea por la falta de ensayos clínicos en esta franja de edad.

Tal y como ya se hizo con las dos vacunas anteriores, la Organización Colegial de Enfermería, junto a la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (ANENVAC), ha lanzado una nueva infografía para las 316.000 enfermeras y enfermeros españoles en la que se explica de forma detallada todos y cada uno de los puntos clave que deben conocer a la hora de comenzar la vacunación. Información sobre la vacuna, características específicas como la pauta, las posibles reacciones adversas y la forma de almacenamiento, así como la manera de administrarla son algunos de los temas que contempla esta infografía de uso libre para todos los profesionales.

“Poco a poco, vemos cómo se acerca la luz al final del túnel, pero esta nueva vacuna llega en uno de los peores momentos de esta crisis. Con una tercera ola de contagios descontrolada y la incidencia desbocada en todo el país, es imprescindible que la población sea consciente, más que nunca, de la necesidad de seguir cumpliendo las medidas sanitarias para prevenir la infección. Nos estamos jugando mucho a todos los niveles y es el momento de demostrar esa solidaridad que siempre nos ha caracterizado como país”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.

Informaciones infundadas

Víctima de algunos recelos e incertidumbres por el tema de la edad, las enfermeras recuerdan que es una vacuna segura tanto como las dos aprobadas anteriormente e instan a la población a que no hagan caso de bulos infundados. “Ha pasado todas las medidas de seguridad necesarias y la vacuna de AstraZeneca tiene todas las garantías. La decisión de administrarla a personas de entre 18 y 55 años se debe a que los ensayos se han realizado en estos grupos de edad, pero en ningún momento significa que sea menos eficaz o peligrosa”, puntualiza Pérez Raya.

En esta misma línea se pronuncia Rosa Sancho, vicepresidenta de ANENVAC, que asegura que “la vacuna es segura y se va a utilizar en personas cuya capacidad de respuesta es mejor, así que no deben dudar en ponérsela”. Además, Sancho resalta que “la disponibilidad de más vacunas supone aumentar la capacidad de vacunar a más población, lo que nos acerca más al objetivo”. “Es importante también que haya más laboratorios para no depender de un monopolio que pueda limitar nuestra planificación. Creemos que la campaña en estos momentos está siendo demasiado lenta a causa de la escasez de vacunas”, subraya.

Asimismo, desde ANENVAC aplauden la labor de las enfermeras pues en este momento histórico “se está desarrollando de manera positiva gracias al trabajo que están realizando porque compensan en muchos casos la falta de coordinación y planificación de las autoridades sanitarias”. “La versatilidad y capacidad de adaptación que tiene la enfermera se ve en estas situaciones extremas y esto debe ponerse en valor”, comenta Sancho.

Pérez Raya, por su parte, se muestra completamente de acuerdo con esta afirmación y recuerda la necesidad de que las administraciones competentes cuenten con las enfermeras para liderar esta campaña histórica porque “hemos demostrado durante años que podemos hacerlo como en la de la gripe, que coordinamos y capitaneamos todos los inviernos, incluso más en este año 2020/21 con un éxito rotundo y más de 12 millones de vacunas administradas contra la gripe”.

 

La Mesa Enfermera denunciará a cualquier oficina privada de farmacia de Madrid que no cumpla los requisitos exigidos para hacer test COVID-19

Rechazo de la Mesa de la Profesión Enfermera al inicio de la realización de pruebas de detección del coronavirus en las farmacias madrileñas

 

La Mesa Enfermera denunciará a cualquier oficina privada de farmacia de Madrid que no cumpla los requisitos exigidos para hacer test COVID-19

 

 

  • El Consejo General de Enfermería (CGE) y el Sindicato de Enfermería, SATSE, critican que el Gobierno de Madrid haya primado y favorecido los intereses de la empresa privada en lugar de preservar el bien general de proteger la salud y seguridad de las personas.
  • La Mesa de la Profesión Enfermera pide a los profesionales de Atención Primaria que no deriven pacientes a las farmacias para hacerse el test al tratarse de una práctica lucrativa de los empresarios farmacéuticos que conlleva una clara privatización y descapitalización de la sanidad pública.
  • La Mesa recuerda que el rechazo a la realización de este tipo de pruebas en las farmacias ha sido defendida por la práctica totalidad de organizaciones profesionales y sociedades científicas de Enfermería y Medicina de nuestro país por el riesgo que conlleva para la salud y seguridad de las personas y así lo han compartido todas las comunidades autónomas, excepto Madrid.

La Mesa de la Profesión Enfermera, integrada por el Consejo General de Enfermería (CGE) y el Sindicato de Enfermería, SATSE, realizará un seguimiento pormenorizado y riguroso de las oficinas privadas de farmacia que han empezado a realizar test para la detección del COVID-19 en la Comunidad de Madrid, para comprobar que se cumplen todos los requisitos establecidos por el Ministerio de Sanidad. En caso de constatar algún incumplimiento, emprenderá las acciones legales pertinentes para acabar con una actividad que pone en riesgo la seguridad y salud de las personas que acuden a estos establecimientos comerciales.

La Mesa de la Profesión Enfermera sigue manteniendo su absoluto rechazo a la realización de este tipo de pruebas en las oficinas privadas de farmacia y, por ello, denunciará cualquier caso que no cumpla los condiciones que trasladó el Ministerio de Sanidad a la Consejería de Sanidad madrileña para posibilitar su puesta en marcha.

Entre otros requisitos, la Mesa recuerda que, según la Estrategia de Detección Precoz, Vigilancia y Control del COVID-19 del Ministerio de Sanidad, los estudios de cribado podrán considerarse en determinadas situaciones de alta tasa de transmisión en un área geográfica determinada o en la población diana del cribado, y solo se emplearán las pruebas rápidas de detección si los recursos de PCR estuvieran limitados.

También se subraya que las instrucciones de uso de los test establecidas por el fabricante contemplan la realización a personas con criterios clínicos y/o epidemiológicos de COVID-19, como son las personas sintomáticas, los contactos estrechos de casos confirmados asintomáticos y las personas asintomáticas en entornos de elevada transmisión y riesgos epidemiológicos, apuntándose que el uso de estos test debe estar alineado con la finalidad prevista por el fabricante

En las condiciones trasladadas por el Ministerio de Sanidad a la consejería madrileña se apunta, además, que se debe seleccionar exclusivamente a la población en función de los criterios establecidos por la Consejería de Sanidad y que debe entenderse con una medida extraordinaria y siempre en el contexto de un programa de salud pública de la comunidad autónoma, rechazándose, por tanto, la posibilidad de que se puedan realizar los test a demanda de cualquier ciudadano interesado al representar un uso distinto a la finalidad prevista por el fabricante.

Desde la Mesa de la Profesión Enfermera se reitera que las oficinas privadas de farmacia no reúnen en absoluto las condiciones adecuadas de seguridad para garantizar la protección de los ciudadanos a los que se pudiera realizar este tipo de pruebas, así como la del resto de clientes que acuden para adquirir un fármaco o cualquier otro producto de los que se encuentran a la venta (geles, cremas, champús, dentífricos…) e, incluso, la de los propios trabajadores. Ya está más que demostrado que el virus permanece en el aire y hay que considerar el alto riesgo que supone el momento de la realización de la prueba ya que el usuario estará sin mascarilla y con el riesgo de que si está infectado pueda contaminar el aire y ser fuente del contagio para el resto de personas que visiten la farmacia.

Por ello, y dado que las personas que se van a realizar esta prueba en una oficina de farmacia deben haber sido derivados previamente desde un centro de salud, la Mesa insta a los profesionales sanitarios que trabajan en estos centros de la sanidad pública que no lo hagan al tratarse de una práctica lucrativa de los empresarios farmacéuticos que conlleva una clara privatización y descapitalización de la sanidad pública.

En este sentido, lamenta la “voracidad lucrativa sin límites” del los responsables del Colegio de Farmacéuticos de Madrid que ya han propuesto también poder vender de manera indiscriminada los test al conjunto de la ciudadanía, además de poder realizar otras actuaciones asistenciales destinadas a los enfermos crónicos o pluripatológicos, por ejemplo, que deben realizar en todo caso profesionales sanitarios de Atención Primaria que tienen la cualificación y competencias para hacerlo con todas las garantías.

 

La Mesa de la Profesión Enfermera recuerda que el rechazo a la realización de este tipo de pruebas en las oficinas privadas de farmacia ha sido defendido por la práctica totalidad de organizaciones profesionales y sociedades científicas de Enfermería y Medicina de nuestro país y así lo han compartido el conjunto de gobiernos de las comunidades autónomas con la única excepción del de Madrid que ha primado y favorecido los intereses de la empresa privada en lugar de preservar el bien general de proteger la salud y seguridad de las personas.

Por último, la Mesa incide en que, en lugar de favorecer una práctica empresarial oportunista e insegura que conlleva claramente la posibilidad de un aumento del número de contagios y, por tanto, de la transmisión de la enfermedad, el Gobierno que preside Isabel Díaz Ayuso debería gastar el dinero público en mejorar y fortalecer la Atención  Primaria para que  los profesionales de la sanidad pública competentes y cualificados para ello, como son las enfermeras, enfermeros y médicos, puedan realizar estas actuaciones asistenciales en las mejores condiciones y con todas las garantías.

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La Enfermería aplaude el carácter retroactivo de la norma que reconoce el COVID-19 como enfermedad profesional al incluir a las más de 80.000 enfermeras que ya se han contagiado

La Enfermería aplaude el carácter retroactivo de la norma que reconoce el COVID-19 como enfermedad profesional al incluir a las más de 80.000 enfermeras que ya se han contagiado

 

  • Desde hace meses, el Consejo General de Enfermería viene reclamando la consideración del COVID-19 como enfermedad profesional. La medida, aprobada hoy en el Consejo de Ministros, afecta tanto a la retribución como a la duración de la protección.
  • En las enfermedades profesionales la protección es durante toda la vida lo que, en el caso del COVID-19, es clave puesto que aún se desconocen sus secuelas a medio y largo plazo.
  • El carácter retroactivo de la medida, señala el presidente del Consejo, Florentino Pérez Raya, es fundamental porque incluye a los profesionales sanitarios que se infectaron durante la primera ola y que, en el caso de las enfermeras, supera las 80.000.

 

Hoy el Consejo de Ministros ha aprobado un decreto que reconoce el COVID-19 como enfermedad profesional para los sanitarios. La medida, que el Consejo General de Enfermería lleva reclamando desde hace meses, ha sido aplaudida por este organismo, así como su carácter retroactivo y es que, recuerdan desde el Consejo, hasta ahora, en nuestro país, se han infectado más de 80.000 enfermeras. “Estamos muy satisfechos con la aprobación de esta medida y con el hecho de que no sólo se aplique a partir de ahora sino desde el comienzo de la pandemia. No olvidemos que en la primera ola fue cuando nuestros profesionales estuvieron más expuestos ya que se enfrentaban a una enfermedad desconocida hasta ese momento y sin los equipos de protección necesarios”, ha explicado Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.

Las consecuencias de que una enfermedad deje de ser considerada común para adquirir el rango de profesional son muy importantes, tanto por las prestaciones económicas que recibe, en este caso, el sanitario, como por el alcance de la protección. Como subraya el presidente del Consejo General de Enfermería, “al considerarse enfermedad profesional, se hace un mayor seguimiento de la enfermedad a futuro, abarcando toda la vida. Esta es una enfermedad todavía muy desconocida, especialmente en el medio y largo plazo, por las secuelas que puede acarrear, de ahí que esa protección en el tiempo sea fundamental. El cambio también afecta a la parte retributiva ya que implica el que no haya una disminución económica en el caso de que haya que cogerse una incapacidad temporal bien a futuro bien en el momento en el que se contrae la enfermedad”.

Además, como explica el secretario general del Consejo, Diego Ayuso, “en la enfermedad común no se percibe retribución alguna durante los tres primeros días de la baja, se recibe el 60% de la base reguladora de la nómica entre el cuarto día y el vigésimo y pasa al 75% a partir de ese momento. Sin embargo, en la enfermedad profesional se percibe el 75% desde el primer día y, por tanto, es muy favorable también a nivel retributivo para las enfermeras”, destaca.

Sanitarios

La norma aprobada no sólo contempla a enfermeras y médicos sino también a otros profesionales que en su día a día se ven expuestos a esta infección por su cercanía o contacto con los pacientes como el personal sociosanitario o los celadores, según se ha indicado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Aspecto este que también ha sido celebrado desde el Consejo General ya que si bien “era obvio que enfermeras y médicos íbamos a entrar en la norma, puesto que somos grupos claramente expuestos al COVID-19, es verdad que también hay otros profesionales que han podido contagiarse, por ello, creemos que es un gran avance el que estos sean incluidos en la misma”

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La OMS y el CIE presentan el borrador de las orientaciones estratégicas para el fortalecimiento de enfermeras y matronas (2021-2025)

El Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) llevan dos años trabajando intensamente en las “Orientaciones estratégicas sobre el fortalecimiento de enfermeras y matronas 2021-2025”, que la OMS tiene previsto aprobar en su próxima Asamblea, en mayo. El último paso ha sido su presentación a las asociaciones nacionales de enfermería de todo el mundo y los grupos que conforman Nursing Now en un webinar, para que puedan realizar sus aportaciones y que el documento cuente con el mayor consenso posible de la profesión a nivel mundial.

Sobre la base del informe de la Organización Mundial de la Salud sobre “Situación de la Enfermería en el Mundo” quieren establecer una serie de directrices comunes para que los gobiernos de todo el mundo contribuyan al desarrollo y fortalecimiento de la profesión. Como explicaba Carey McCarthy, enfermera y miembro Departamento de Políticas de Sistemas de Salud y Fuerza Laboral de la OMS y encargada de presentar el documento, “la intención es que esas prioridades que se establezcan sean la justificación para que cada asociación pueda dar pasos en sus países y en sus contextos para seguir progresando. Necesariamente han de ser lo suficientemente amplias como para adaptarse a cada país, para que puedan tener relevancia en cada uno de ellos”.

Y es que como analizaba Annette Kennedy, presidenta del CIE, “hemos visto el impacto del COVID-19 en los sistemas sanitarios de todo el mundo y cómo ha afectado a nuestros compañeros. Los gobiernos han invertido miles de millones en salud, inversiones que llegan tarde, pero que si se hubiesen hecho antes se hubiesen salvado miles de vidas Ahora es necesario que los gobiernos den respuesta, porque no estoy convencida de que hayan aprendido de este sunami que nos ha arrastrado. El COVID terminará, pero llegará el sunami de la falta de enfermeras y creo que los gobiernos no son conscientes de ello. Las enfermeras, las asociaciones de enfermería, tenemos que estar alertas para que sean conscientes del problema que se avecina, pues actualmente faltan 6 millones de enfermeras en todo el mundo y cuatro millones se van a jubilar en los próximos años”.

A su juicio, esta escasez de enfermeras de la que el CIE lleva años alertando, “va a desbaratar a todos los sistemas sanitarios. Entre todos tenemos que esforzarnos para dar unas buenas orientaciones estratégicas, para que los gobiernos rindan cuentas y para que tengan un sistema de seguimiento sólido de las propuestas”. Para la presidenta del CIE “no se puede dejar todo en manos de los gobiernos. Tenemos que asegurarnos de que protegen a las enfermeras, que son las que más han trabajado y sufrido”, durante la pandemia. “Sabemos lo que está pasando en el terreno y los gobiernos tienen que escucharnos”, ha subrayado.

Cuatro ejes

Por todos estos motivos, el documento presentado se articula en torno a cuatro ejes fundamentales: formación, empleo, práctica y liderazgo. En cada uno de ellos se establecen cuatro prioridades políticas para avanzar en la dirección estratégica establecida, con un marco de seguimiento y también con medidas habilitantes para prestar apoyo a la OMS para que se pongan en marcha en forma de políticas concretas.

Como explicaba Carey McCarthy, “queremos tener unas orientaciones comunes, pero sabemos que enfermeras y matronas difieren, así que queremos hacerlo de forma independiente, en dos grupos, para dar cabida a sus particularidades”, ha destacado.

Entre las alegaciones que han presentado las distintas asociaciones que han asistido a la presentación, se encuentra un mayor fortalecimiento del liderazgo enfermero y exigir de una forma más explícita la creación de la figura de la enfermera jefe en todos los países. Así lo han expresado la federación nórdica de enfermeras, la Asociación Enfermeras de Taiwan, Nursing Now en Uganda o la asociación de enfermeras turcas. Así, Catherine Odeke, de Uganda señalaba que “debe haber una toma de decisiones conjunta en los equipos multidisciplinares, pero pocas enfermeras líderes tienen esta opción. Además de asistir, deberían poder participar”.

Con respecto a la formación previa al ejercicio profesional, el presidente del Consejo Indio de Enfermeras abogaba por un sistema educación de salud fuerte. “necesitamos inversión en habilidades, si no tenemos un sistema de monitorización no vamos a poder centrarnos en lo importante, con inversión específica para cada apartado”.

Para la Asociación de Enfermeras de Tailandi, resulta vital “centrarnos en la importancia de aumentar las capacidades del personal de enfermería, en una dotación de personal segura y en retener a las enfermeras en las zonas donde son más necesarias”.

Aportación española

La enfermería española también ha participado en el webinar, con sus aportaciones. Así, Ana M.ª Hernandez González, como representante de Nursing Now Valladolid comentaba que el liderazgo, aunque muy importante “tiene que ir dirigido a la consecución de acciones concretas y reales, como crear espacios para que puedan compartir información científica relevante, desarrollar trabajos conjuntos en investigación de los cuidados de la personas para que revierta en los cuidados que prestamos, siempre desde una visión científica y un trabajo multidiciplinar, con recursos innovadores, en pro de la calidad de la atención a la sociedad”, señalaba.

Por su parte José Luis Cobos, vicesecretario general del Consejo General de Enfermería, añadía que lo primero que se debe hacer es definir qué es una enfermera. “Tenemos un gran problema a nivel internacional porque el concepto de profesión es diferente según los países y eso puede dar lugar a la incursión de otros colectivos, que suplan a la enfermería. Debemos unificar criterios. Europa tiene una directiva que marca un estándar y debemos seguir ese ejemplo”.

Para la enfermería española lo siguiente sería hablar de cuántos somos, “pero no sólo de números -añadía Cobos- sino para qué, de qué práctica profesional debemos desarrollar, para qué queremos a las enfermeras”, por eso considera que “hay que hablar de empleo y de políticas de empleo como algo transversal al resto de políticas”. Por ello, recordaba la ley de ratios que está debatiendo el Congreso español, algo que -a su juicio- el resto de países deben imitar: “deben crear leyes para establecer las ratios mínimas necesarias, para establecer qué es una enfermera y cómo se regula la profesión”.

Pero también se debe hablar de estabilidad laboral, de seguridad a la hora de trabajar, y citaba el manejo de los medicamentos peligrosos o la prevención de agresiones, y todo ello debe hacerse unidos: “debemos unir a todas las instituciones, a todos los ámbitos de la profesión, para tener una única voz, para acudir a los políticos, a los gobiernos, con una única voz. Avanzar juntos para hacer visible a la enfermería”, concluía Cobos.

Aportaciones todas ellas, que ahora la OMS y el CIE van a incluir en el documento final que se presente a la Asamblea de la OMS.

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Las enfermeras recomiendan utilizar mascarillas FFP2 en lugares cerrados, con poca ventilación y concurridos e insisten en que sean financiadas por el SNS

Las enfermeras recomiendan utilizar mascarillas FFP2 en lugares cerrados, con poca ventilación y concurridos e insisten en que sean financiadas por el SNS

 

  • El Consejo General de Enfermería cree primordial que “se utilicen mascarillas autofiltrantes -conocidas como FFP2- en lugares cerrados, poco ventilados y concurridos, pues su uso es una medida capital para evitar la expansión del coronavirus, el colapso de la Sanidad y muchas muertes más de las que ya lamentamos”. 
  • Este tipo de mascarillas, como elemento fundamental en la contención de la pandemia, deben ser asequibles para todos los ciudadanos porque están muchas vidas en juego. 
  • Debería apostarse por un régimen que tenga en cuenta la renta y condiciones socioeconómicas de cada individuo como, por ejemplo, no tener trabajo. Es decir, seguir la línea de los medicamentos y productos sanitarios reembolsables. Pero incluso es posible ir más allá y que las mascarillas -de todo tipo- sean gratuitas para los colectivos más vulnerables y las personas sin ingresos económicos. 
  • En todo caso, es imprescindible y urgente que el Gobierno baje el IVA de las mascarillas FFP2 y establezca una limitación en su precio como hizo con las quirúrgicas. Así protegerá a los ciudadanos de los movimientos especulativos que se están llevando a cabo con este material de primera necesidad.


Con una tercera ola de la pandemia desbocada, con contagios que baten récord día tras día, con una mortalidad creciente, el descubrimiento de nuevas cepas y cuando ya nadie duda del contagio del COVID-19 a través de los aerosoles, se hace necesario incrementar las medidas de protección. Por ello, el Consejo General de Enfermería cree primordial que “la población y los profesionales utilicen mascarillas autofiltrantes -conocidas como FFP2- en aquellos lugares cerrados, poco ventilados y con aglomeración de gente – como el transporte público -, y en especial en aquellos donde haya más probabilidad de concurrir con personas portadoras del virus (por ejemplo, centros sanitarios, farmacias, sociosanitarios…), pues su uso es una medida capital para evitar la expansión del coronavirus, el colapso de la Sanidad y muchas muertes más de las que ya lamentamos”. Así lo asegura el presidente del CGE, Florentino Pérez Raya.

Como ya se solicitó cuando se aprobó la bajada del IVA de las mascarillas quirúrgicas, el CGE sostiene que es primordial que tanto la reducción impositiva como la fijación de un precio máximo de venta al público se extienda a todas las mascarillas, siempre que esté certificada su eficacia. Cabe recordar que la actual falta de limitación en el precio de estas mascarillas está suponiendo una oportunidad de oro para algunos comercios especializados, entre ellos oficinas de farmacia, que están especulando desde hace meses con este material sanitario. Las mascarillas FFP2 son un bien de primera necesidad para los ciudadanos y por tanto es imprescindible protegerles de cualquier movimiento especulativo, priorizando en todo momento la salud frente al oportunismo de unos pocos.

Es más, Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, asegura que “de hecho hay que ir más allá y deberían ser gratuitas para los colectivos más vulnerables, para todas esas familias e individuos sin ingresos o con ingresos muy bajos derivados de la situación socioeconómica desatada por esta emergencia sanitaria. Lo ideal sería incluirlas dentro del catálogo de medicamentos y productos financiados por el sistema nacional de salud con el mismo criterio de acceso en función de la renta y las circunstancias socioeconómicas de cada ciudadano. Es lo más justo y sensato”.

Uso prolongado

Cabe recordar que la prolongación del uso de las mascarillas es uno de los errores más frecuentes que comete la población, muchas veces por la imposibilidad económica que tienen para adquirirlas, y esto genera un problema de salud pública, ya que ni están protegidos ni evitan la transmisión del virus a los demás. Además, una vez comprobado científicamente el contagio por aerosoles es recomendable el uso de las mascarillas FFP2, y no las quirúrgicas, debido al contacto directo con otras personas en ambientes cerrados, masificados y con poca ventilación. Por este motivo, es primordial crear mecanismos que garanticen el acceso a estos productos en función a las necesidades de protección y circunstancias socioeconómicas particulares que pueda tener cada individuo. Según algunas estimaciones, una familia de cuatro miembros puede gastar al año unos 1.500 euros en mascarillas.

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