El número de enfermeras que se van a trabajar fuera de España se duplica en un año

El número de enfermeras que se van a trabajar fuera de España se duplica en un año

  

  • El año pasado se fueron de España 1.100 enfermeras, el doble que en 2021. Y sólo en los dos primeros meses de este año se ha ido una cuarta parte del total de enfermeras que emigraron en 2022. Noruega, Reino Unido e Irlanda son los principales países de destino. 
  • “Invertimos en formar profesionales altamente cualificados que se acaban yendo a otros países, donde son muy bien valorados, en busca de mejores condiciones”, denuncia el presidente del Consejo General de Enfermería (CGE), Florentino Pérez Raya. 
  • La temporalidad genera estrés, inseguridad y ansiedad en los profesionales, sobrecarga aún más al personal fijo y pone en riesgo la seguridad de los pacientes. 

En sólo un año, de 2021 a 2022, se duplicó el número de enfermeras formadas en España que fueron a trabajar a otro país, pasando de 572 a 1.100. Pero es que sólo en enero y febrero de 2023, el número alcanzaba ya las 286. Noruega, Reino Unido e Irlanda son, por este orden, los principales lugares de destino. La razón no es otra que la precariedad laboral que vive el sector y dentro de ella la temporalidad. Lejos del 8% marcado como objetivo por el Gobierno, la temporalidad entre las enfermeras no baja del 30% y en algunas Comunidades Autónomas llega al 40%. La situación, denuncia el Consejo General de Enfermería, no es nueva y como explica Florentino Pérez Raya, presidente, “llevamos más de 25 años sufriendo las consecuencias de la elevada temporalidad. En 2020, el número de enfermeras españolas trabajando fuera de España superaba las 5.400 y desde entonces la cifra no ha dejado de crecer. Invertimos en formar profesionales altamente cualificados que se acaban yendo a otros países en busca de mejores condiciones”.

La temporalidad, sostiene el Consejo, “no está justificada en ningún caso” y es que, de hecho, otro de los grandes problemas de nuestro sistema sanitario es la falta de profesionales: “mientras en Europa la ratio es de 8,6 por cada 1.000 habitantes, en España es de apenas 6,1. Ocupamos los puestos de cola con respecto a otros países de nuestro entorno. Por tanto, lejos de sobrar profesionales, faltan. Esto conlleva una sobrecarga laboral que perjudica a las enfermeras, pero también, no lo olvidemos, a los pacientes”.

Además, como explica Florentino Pérez Raya, “las ofertas públicas de empleo son escasas en cuanto al número de plazas y se resuelven a muy largo plazo. Actualmente, por ejemplo, se están incorporando los profesionales que obtuvieron su plaza en 2019, es decir, cuatro años más tarde”.

Riesgos

La temporalidad afecta no sólo a quienes tienen este tipo de contratos sino también al resto de profesionales y pone en riesgo la propia seguridad del paciente. De un lado, las enfermeras que viven enlazando contratos, muchas veces de días e incluso horas, ven cómo su vida personal se ve afectada y les resulta casi imposible conciliar. Renunciar a un contrato, que a veces se ofrece de un día para otro, supone una penalización que les lleva directamente al último puesto de la bolsa de empleo. No importa que exista una justificación para ello y la penalización tiene lugar también si el empleador no consigue contactar telefónicamente con la enfermera.

Muchos de estos trabajadores temporales ven cómo pasan de una unidad a otra sin importar si tienen o no la experiencia requerida y sin que cuenten con la figura de un tutor que les acompañe. Esto genera estrés, inseguridad y ansiedad. “La norma dice que en determinados servicios el personal de nueva incorporación tiene que estar tutorizado, por ejemplo, en neonatología crítica, donde hablamos de pacientes muy vulnerables. La realidad es que esto no se está haciendo, no hay tales tutores”, denuncia el representante de las enfermeras. “¿De quién es entonces la responsabilidad cuando sucede algún problema que, desgraciadamente, puede comprometer la vida del paciente”, se pregunta Pérez Raya. “De la enfermera no. La culpa es del sistema”, responde.

Los profesionales que no son temporales también sufren las consecuencias de no contar con compañeros fijos y la rotación continua dificulta el trabajo de las enfermeras que en su día a día tienen que hacer frente a una importante carga de trabajo, derivada precisamente de la falta de personal.

Salud mental

La situación está afectando claramente a la salud mental de las enfermeras. Como ha reflejado la encuesta realizada por el Consejo General de Enfermería a 20.000 enfermeras tras la pandemia, el 80% se encuentra en una situación de estrés mantenido, el 75% padece ansiedad y el 33% depresión. No es de extrañar, señala Pérez Raya, que “muchos profesionales se estén planteando irse o directamente abandonar la profesión para dedicarse a otra cosa”.

Una cuestión económica

Si formamos enfermeras altamente cualificadas que hacen falta en España y la realidad es que se están yendo, ¿por qué no intentamos retenerlas? El motivo, a ojos del CGE, es claramente económico: “las enfermeras temporales no tienen los mismos derechos retributivos que las fijas, ni trienios, ni carrera profesional… ni siquiera las guardias se cobran igual cuando el trabajo es el mismo”. “Las enfermeras y enfermeros españoles estamos muy bien valorados en otros países por nuestra preparación. Esto es un orgullo y una tristeza al mismo tiempo porque estamos formando profesionales súper competentes que se están yendo. Es urgente que el Ministerio y las Administraciones de las distintas Comunidades Autónomas estabilicen e incrementen las plantillas de acuerdo a las necesidades de la población”.

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El Tribunal Supremo ratifica que los técnicos de supervisión sociosanitaria no pueden desarrollar competencias propias de las enfermeras

Estimados parcialmente los recursos del Consejo General y el Sindicato de Enfermería, SATSE

El Tribunal Supremo ratifica que los técnicos de supervisión sociosanitaria no pueden desarrollar competencias propias de las enfermeras

 

  • El Alto Tribunal anula parte de la nueva Formación Profesional en “Supervisión de la atención sociosanitaria para la promoción de la autonomía personal” al considerar que invade competencias de enfermeras y otros profesionales sanitarios en la supervisión de procedimientos como la oxigenoterapia, aerosolterapia o aparatos de ventilación mecánica, así como pautas farmacológicas o la atención de emergencia, entre otros muchos aspectos. 
  • Los recursos presentados por SATSE y el CGE incidían en la inseguridad clínica que genera que el supuesto supervisor carezca de conocimientos técnicos que sí tiene el personal supervisado, como es el caso de las enfermeras o médicos. 
  • Ambas organizaciones ya manifestaron en su día su sorpresa por la creación de una figura profesional para supervisar los cuidados en el ámbito sociosanitario con unas competencias “de supervisión de actuaciones típicamente sanitarias” sin un estudio previo. Algo que ahora consideran los jueces que “no es, desde luego, un signo de seriedad” por no contar con informes que lo justifiquen.

 

El Tribunal Supremo ha estimado parcialmente los recursos presentados por la Mesa de la Profesión Enfermera, integrada por el Consejo General de Enfermería (CGE) y el Sindicato de Enfermería, SATSE, contra el nuevo título de Formación Profesional de “Supervisión de la atención sociosanitaria para la promoción de la autonomía personal” por invadir competencias propias de las enfermeras. Así, el Alto Tribunal anula competencias atribuidas a esta nueva figura “no sanitaria” creada para supervisar el trabajo de profesionales sanitarios, como las enfermeras -y del personal auxiliar-, en relación al seguimiento de las actuaciones de emergencia, las pautas farmacológicas, alimentación, oxigenoterapia o ventilación mecánica, entre otras muchas actuaciones o procedimientos. SATSE y el CGE incidían en sus recursos en la inseguridad clínica derivada del hecho de que la supervisión clínica que le corresponde a médicos y enfermeras esté en manos de una persona sin los conocimientos técnicos precisos que sí tiene el personal supuestamente supervisado.

La Mesa de la Profesión cree pertinente haber hecho una consulta previa en este asunto a las organizaciones profesionales -tanto al Sindicato de Enfermería, SATSE, como al Consejo General de Enfermería- por su representatividad en la defensa de los intereses profesionales de la profesión enfermera. En todo caso, se congratula de que con esta actuación conjunta y coordinada con algunos colegios provinciales de enfermería se haya podido defender de manera satisfactoria las competencias y funciones de las enfermeras.

Recalca el Tribunal Supremo en su sentencia que la Unidad de Competencia 1 -concretamente los puntos CR1.3, CR1.4 y CR1.5- hace alusión a “la supervisión de actuaciones típicamente sanitarias” lo que “se deduce de la mera lectura de esos criterios” y que “pese a no implicar asistencia directa a pacientes o usuarios de los servicios sociosanitarios dicha supervisión es susceptible de incidir en la labor profesional de enfermeros y otros profesionales sanitarios”.

Por otra parte, los magistrados señalan que la Secretaría de Estado de Formación Profesional nunca llevó a cabo un estudio que respaldara la necesidad de crear un nuevo título de supervisión en la atención sociosanitaria, pues “ese estudio previo nunca existió (..) lo que no es, desde luego, un signo de seriedad”.

La inexistencia de ese estudio previo -dice la sentencia- “nos impide saber por qué razón se han incluido unos cometidos que, a primera vista, entra en conflicto con los cometidos profesionales de la Enfermería”.

Figura innecesaria

La Mesa de la Profesión Enfermera muestra su satisfacción por esta decisión judicial ante lo que siempre ha considerado una figura innecesaria que conlleva necesariamente un conflicto dentro del sector sociosanitario, dado que podía suponer claros riesgos en la seguridad asistencial de los cerca de 400.000 mayores que viven en residencias y que son el colectivo social más vulnerable.

Así, recuerda que carece de sentido impulsar la creación de una figura no sanitaria de Formación Profesional para vigilar y tutelar a unos profesionales sanitarios que, tras cursar cuatro años de estudios universitarios de Grado o seis en el caso de tener la especialidad de Enfermería Geriátrica, están perfectamente cualificados para acometer sus funciones en las residencias de mayores sin necesidad alguna de que su labor profesional haya de ser coordinada, supervisada o tutelada por un profesional de inferior cualificación.

Ante el evidente problema -más que visible durante la reciente pandemia- de la atención a mayores y dependientes, la solución pasa, en opinión del CGE y SATSE, por el incremento y mejora de recursos y profesionales que, como es el caso de las enfermeras y enfermeros, ya existen y están perfectamente cualificados y capacitados para realizar las labores de asistencia, coordinación y supervisión de los cuidados necesarios.

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Las enfermeras alertan: detrás de un mayor con obesidad puede haber un paciente desnutrido con una pensión muy baja

Las enfermeras alertan: detrás de un mayor con obesidad puede haber un paciente desnutrido con una pensión muy baja 

 

  • Problemas para llegar a fin de mes y adquirir productos frescos como carne y pescado hacen que algunos mayores opten por alimentos más baratos y fáciles de comer como fiambres envasados y altamente procesados o dulces. Esto puede desembocar en desnutrición y obesidad al mismo tiempo. 
  • Un paciente con desnutrición responde peor a los tratamientos y sus estancias hospitalarias son más largas. Al final, el coste sanitario es más elevado y la calidad de vida de estas personas mucho peor. 
  • Dietas altamente proteicas y suplementos nutricionales son clave en la recuperación de estos pacientes que, muchas veces, tienen que mejorar su estado nutricional para poder someterse a una intervención quirúrgica, sobre todo en el caso de los oncológicos. 
  • El Consejo General de Enfermería y su Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS) han celebrado una jornada en la que enfermeras expertas en nutrición han dado las claves para detectar a estos pacientes e intervenir cuanto antes. 

Se habla mucho de la elevada prevalencia del sobrepeso y la obesidad en nuestra sociedad actual pero poco de otro gran problema, el que se encuentra en el polo opuesto: la desnutrición. Esta afecta a muchos pacientes y aunque se tiende a pensar que las personas malnutridas son extremadamente delgadas, esto no siempre es así. Como tampoco lo es que la desnutrición se asocie solo a patologías graves y estos casos se encuentren exclusivamente en el ámbito hospitalario.

La desnutrición afecta también a personas que en principio no tienen por qué presentar otra patología y que incluso, aparentemente, están bien nutridas, dado su exceso de peso. El peso no es directamente proporcional al estado nutricional de una persona y encontramos a no pocos mayores que por no poder adquirir determinados alimentos, dada su baja pensión, o no valerse para ir a comprar y cocinar presentan desnutrición y exceso de peso al mismo tiempo. Para muchos lo fácil y agradable es recurrir a alimentos dulces que les sacien y erróneamente creen que también les alimentan.

Este ha sido uno de los temas que se han tratado durante la jornada celebrada hoy por el Consejo General de Enfermería de la mano de su Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS) con el objetivo de potenciar y actualizar la formación enfermera en el ámbito de la nutrición.

La sesión ha contado con la colaboración de la Unión Española de Sociedades Científicas de Enfermería (UESCE), la Asociación de Enfermeras de Nutrición y Dietética (AdENyD) y FontActiv, la gama de suplementos para adultos y mayores de Laboratorios Ordesa.

Desnutrición y gasto sanitario

La enfermera Mari Lourdes de Torres, vocal de Nutrición del Consejo General de Enfermería y coordinadora científica de esta jornada, ha explicado la relación que existe entre la desnutrición y el gasto sanitario. “Un estudio realizado en 2013 en Estados Unidos sobre una población de 724.000 pacientes con desnutrición o en riesgo de padecerla puso de manifiesto la importancia de intervenir en estos casos tanto desde un punto de vista económico como de calidad de vida para el paciente. Y es que se vio que la intervención mediante la mejora de la alimentación y el uso de suplementos nutricionales era coste efectiva: por cada dólar invertido obtenían 52 dólares de beneficio”.

¿El motivo? Estancias hospitalarias más cortas, mejor respuesta a los tratamientos y un menor consumo de fármacos ya que el organismo respondía mejor y el paciente se recuperaba antes. Tras este estudio, distintos países, entre ellos España, comenzaron a trabajar en la prevención y la recuperación de estos pacientes y es que, como subraya Mari Lourdes de Torres: “tener un paciente desnutrido sale muy caro. Cuesta el doble recuperar a uno de estos pacientes que conseguir que una persona con obesidad pierda peso”.

El trabajo americano y la consiguiente puesta en marcha del proyecto europeo ONCA (The Optimal Nutrition Care for All) supusieron un antes y un después. Así, por ejemplo, aquellos pacientes oncológicos o con una enfermedad crónica grave que precisen ser operados ya no van directamente a quirófano si su estado nutricional no es adecuado. “Antes se operaba a estos pacientes y luego se recurría a la nutrición artificial. Hoy, se ha visto que es preferible intervenir antes para conseguir que el estado nutricional del paciente sea el adecuado y luego operar. Con esto conseguimos que las estancias en el hospital sean más cortas, que las heridas cicatricen antes… y esto influye en el coste pero también en la calidad de vida del paciente, cuya recuperación es mucho mejor”.

Un caso claro de la relación entre desnutrición y estado de salud son las úlceras por presión y es que, como apunta Mari Lourdes de Torres, “fuimos las enfermeras las que nos dimos cuenta de que los pacientes desnutridos presentaban más úlceras por presión, los tratamientos eran más largos y la cicatrización más lenta. El manejo de estas lesiones es carísimo, pero es que además son procesos muy dolorosos para el paciente”.

La importancia de las proteínas

Ante un paciente desnutrido existen dos opciones que pueden ser complementarias: la intervención a través de la alimentación fortificada y la introducción de suplementos nutricionales orales (SNO).

Una de las claves para la recuperación de estos pacientes es la introducción de proteínas de calidad. Para ello, explica Carmen Martín Salinas, presidenta de AdENyD, “podemos recurrir a los purés altamente proteicos. Basta hacer un puré de patatas con verduras al que añadiremos la clara de un huevo o un huevo cocido y la clara de otro y un muslo de pollo o conejo, muy fácil de triturar”. La clara del huevo, matiza, es una proteína de alta calidad pero necesita calor para que el organismo pueda beneficiarse de ella.

La opción del puré, añade Idoia Sáez de Argandoña, enfermera de la Unidad de Nutrición del Hospital de Txagorritxu en Vitoria, “es especialmente útil en el caso de los pacientes con disfagia, es decir, aquellos que tienen dificultades al tragar los alimentos”.

Si no es el caso y el paciente no quiere tomar purés por el motivo que sea, añade, “puede empezar las comidas por el segundo plato: un filete de ternera con un huevo

puede ser un buen ejemplo de un plato altamente proteico y eficaz en estos casos. Si a continuación el paciente aún tiene hambre puede pasar al primer plato. Así nos aseguramos de que ha ingerido la proteína. Las enfermeras debemos trabajar con ellos en la elaboración de menús semanales en los que variemos los alimentos para evitar que el paciente se canse y acabe abandonando la dieta”.

Los alimentos ricos en proteína, apunta Martín Salinas, deben complementarse con frutas, verduras y hortalizas ya que “vitaminas y minerales son el coadyuvante necesario para que las proteínas se fijen mejor”.

Cuando esta intervención no es suficiente, los SNO suelen ser de gran utilidad. “Gracias a ellos conseguimos que los pacientes se recuperen antes. Estos productos consiguen texturas y sabores agradables que facilitan al paciente la alimentación y evitan, en muchos casos, que tengamos que recurrir a la nutrición enteral, con lo que ello supone para el paciente en su calidad de vida”, señala de Torres.

El uso de una o ambas opciones dependerá del estado de cada paciente y de los resultados de las analíticas de control que deben realizarse para su correcto seguimiento.

Desnutrición en Atención Primaria

Para Mari Lourdes de Torres es esencial que las enfermeras de Atención Primaria presten especial atención al estado nutricional de sus pacientes, especialmente los mayores. “Muchas de estas personas pueden llegar a la consulta por otro motivo, pero debemos estar alerta para detectar a aquellos que presentan desnutrición. A veces, un simple gesto como pasar la mano por la cabeza del paciente y observar una caída anormal del cabello puede ser la señal de alerta de que ese paciente no está bien nutrido. A partir de ahí, debe realizarse un test de cribado nutricional y cuantificar resultados. También debemos aprovechar las visitas domiciliarias para ver qué tipo de alimentos tienen nuestros pacientes en la nevera, si está vacía o si sólo tiene productos poco nutritivos. Las enfermeras debemos actuar de forma integral, prestando atención al conjunto bio-psico-social del paciente, educándole y acompañándole en su proceso de recuperación”.

Del mismo modo, en las residencias de mayores, añade, “es preciso que al menos haya una enfermera por planta y que ésta preste atención al estado nutricional de sus pacientes”.

Obesidad y desnutrición

Un caso no poco frecuente es el de pacientes mayores que económicamente no pueden permitirse comprar carne y pescado regularmente o que presentan una cierta discapacidad que les impide ir al mercado y cocinar. En estos casos, advierte Mari Lourdes de Torres, “lejos de encontrarnos pacientes con bajo peso, podemos encontrarnos lo contrario: sobrepeso e incluso obesidad. El motivo reside en que se alimentan de productos dulces, fáciles de comer como natillas, bollos… Su peso hace pensar que lo que necesitan es reducir la ingesta para perder kilos pero la realidad es que lo que necesitan es mejorar su alimentación. No podemos permitirnos que haya mayores en esta situación y desgraciadamente, aunque no se dispone de estudios al respecto, sabemos que hay más de lo que se piensa”. 

Formación

La Jornada es fruto de la apuesta del Consejo General de Enfermería e ISFOS por la formación continuada y gratuita de las enfermeras. En este sentido, Pilar Fernández, directora de ISFOS, subraya: “las enfermeras somos esenciales en la educación del paciente en todo lo que se refiere a prevención y promoción de la salud. En este caso, hemos querido centrarnos en la desnutrición, un problema importante que tiene un gran impacto en la calidad de vida de las personas que lo padecen y representa un elevado coste para el sistema de salud. Con esta formación queremos sensibilizar y formar a nuestras enfermeras en la prevención, pero también en el diagnóstico, en saber dónde debemos mirar para detectar estos casos, y en la intervención, una intervención en la que participamos distintos profesionales y en la que enfermería es fundamental”.

La jornada, presencial, estará disponible en el canal de YouTube de ISFOS para que puedan acceder a ella todos los profesionales interesados en mejorar su formación en este campo.

Por último, Pilar Fernández subraya “la gran implicación de FontActiv y Laboratorios Ordesa para que esta jornada haya podido celebrarse de forma presencial. Gracias a su colaboración, hoy hemos contado con ponentes de máximo nivel y hemos podido celebrar también un interesante taller sobre la adaptación de la dieta en pacientes con disfagia. Y es precisamente a este grupo de pacientes al que FontActiv dirige gran parte de sus esfuerzos para facilitar suplementos nutricionales de última generación, nutricionalmente completos y agradables tanto por su sabor como por su textura, gracias a los espesantes que emplean para poder adaptar las comidas a las diferentes necesidades de los pacientes”.

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Instituciones Penitenciarias se compromete a modificar el actual reglamento penitenciario que está obsoleto y a actualizar las competencias de las enfermeras/os de prisiones

Instituciones Penitenciarias se compromete a modificar el actual reglamento penitenciario que está obsoleto y a actualizar las competencias de las enfermeras/os de prisiones

 

  • Un equipo del Consejo General de Enfermería y el representante de los enfermeros de prisiones se ha reunido con el secretario general de Instituciones Penitenciarias para denunciar la situación profesional en la que se encuentran estas enfermeras, con un escaso reconocimiento de su trabajo. 
  • Durante la reunión, Instituciones Penitenciarias ha asegurado que ya está trabajando en esta cuestión y espera poder tener el nuevo reglamento aprobado a lo largo de este año. Un reglamento penitenciario que les otorgará cobertura jurídica en su práctica asistencial diaria acorde a las competencias profesionales que las enfermeras desarrollan día a día. 
  • Tal y como han expuesto, la situación actual de las enfermeras de prisiones es muy compleja, ya que además de la norma de hace 40 años por la que se rigen, junto con el déficit de profesionales, se encuentran en una situación de desamparo laboral y de falta de reconocimiento de su profesión. 

El secretario general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Luis Ortiz, se ha comprometido con el Consejo General de Enfermería (CGE) a modificar el reglamento de prisiones del año 81, que está totalmente obsoleto, y a actualizar las competencias de las enfermeras y enfermeros de prisiones. Ha sido durante la reunión que han mantenido ambos organismos cuando se ha puesto de manifiesto la situación profesional de la enfermería de prisiones, además de reclamar mejoras laborales y la actualización de sus competencias. Estas se encuentran en este momento reguladas en el obsoleto Reglamento Penitenciario de 1981 y que no se adecúan a las que actualmente se establecen en la normativa derivada de la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias (LOPS) que proclama la autonomía profesional.

Para el organismo que aglutina a las más de 330.000 enfermeras y enfermeros, el actual reglamento está obsoleto y deja desamparadas a las enfermeras y enfermeros de prisiones. Este compromiso se llevará a cabo durante el transcurso del presente año y regulará el marco de competencias de las enfermeras de prisiones y les otorgará la cobertura jurídica que necesitan. Con esta modificación, Instituciones Penitenciarias buscará soluciones ante una situación que exige actuar sin más demora con el fin de evitar perjuicios para el sistema sanitario penitenciario y a los propios profesionales, que no solo merecen estar protegidos con seguridad jurídica respecto de sus actuaciones profesionales, sino también obtener el reconocimiento que corresponde a las funciones y cometidos que actualmente desempeñan.

“El reglamento penitenciario que rige las competencias de las enfermeras y enfermeros que trabajan en prisiones es totalmente obsoleto, es de 1981, recoge unas competencias de hace 42 años que no se ajusta, para nada, a la realidad que viven los enfermeros y enfermeras que trabajan en prisiones, por lo tanto, les hemos pedido esa actualización del reglamento en base al documento marco aprobado mediante la Resolución 13/2019 en el seno de la Organización Colegial por la Asamblea General, donde figuran  claramente las competencias que tienen las enfermeras y enfermeros en estos momentos en el ámbito de Instituciones Penitenciarias. El secretario general de Instituciones Penitenciarias y su equipo nos ha trasladado un compromiso firme de actualizar ese reglamento, de hecho, tenían en el despacho nuestro documento marco de competencias como referente para realizar el cambio del reglamento penitenciario y creemos que a lo largo de este año pueda hacerse esa actualización que es fundamental porque va a dar cobertura jurídica también a las enfermeras y enfermeros en su práctica asistencial diaria, además de poner en valor realmente toda la aportación sanitaria que hacen las enfermeras en prisiones”, afirma Diego Ayuso, secretario general del CGE.

Junto a Diego Ayuso han estado presentes el director de los servicios jurídicos del CGE, Francisco Corpas y Eusebio Espuela, enfermero del Centro Penitenciario de Valdemoro, Madrid III, como representante de los enfermeros de prisiones. Por parte de Instituciones Penitenciarias han acudido, además del secretario general, la subdirectora general de Sanidad Penitenciaria, Carmen Martínez, y Eugenio Arribas, subdirector general de recursos humanos de Instituciones Penitenciarias.

Reivindicaciones

El CGE ha querido dejar claro que este colectivo profesional se encuentra sufriendo contratos precarios y posibles casos de intrusismo, ya que realizan funciones que no son de su competencia. “En esta reunión lo que pretendíamos era un compromiso por parte de la secretaría para que actualizara nuestras competencias dentro del mundo penitenciario. Parece que hay un compromiso real por parte del secretario general en que esto se lleve a cabo y, aparte, han pedido colaboración al CGE para que les ayude en la elaboración de estas competencias. Esto es importante porque así desde la Organización Colegial se podrá velar por que estas competencias sean las apropiadas”, afirma Eusebio Espuela.

Entre las reivindicaciones que se han manifestado no solo se encuentra la actualización de las funciones del cuerpo de enfermería en prisiones, sino también la revisión y determinación, con plena seguridad jurídica, de las funciones que pertenecen a otros profesionales sanitarios y que no pueden ser asumidas por enfermería sin incurrir en posible intrusismo profesional. Durante la reunión también se han tratado aspectos derivados del reconocimiento de la realidad profesional actual de enfermería, para permitir su acceso a la carrera profesional, el establecimiento de los complementos específicos acorde con las funciones reconocidas, así como las cuantías por días especiales.

“La situación actual dentro de prisiones es muy compleja por el déficit de médicos, que en nuestro caso es más agravado. Para nosotros resulta fundamental, primero, un respaldo legal de nuestro trabajo que estaría recogido en esas competencias. Y, por otro lado, una vez que se actualicen las competencias, los complementos que se han quedado desfasados y que no corresponden para nada a la situación que vivimos dentro de los centros penitenciarios, se adapten a nuestra situación real, tanto a las competencias, que se reconozcan, como al trabajo que realizamos dentro de los centros penitenciarios”, concluye Espuela.

En enero de 2019, la Organización Colegial ya remitió al Ministerio de Interior un escrito exponiendo la situación de este colectivo del que no se recibió respuesta y por el que instaron nuevamente al ministro en otro escrito en febrero de 2020. Tras una primera respuesta con buen talante, pero sin soluciones a los problemas expuestos, la Organización Colegial, ante la insistencia lógica de los afectados, ha optado por dirigirse de nuevo ante la urgente necesidad de afrontar una situación preocupante y ante el bloqueo funcional que se puede llegar a producir sin un abordaje real de los problemas manifestados.

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El Consejo General de Enfermería defiende una Atención Primaria liderada por enfermeras especialistas y apoyo tecnológico

Exige a los políticos que dejen de utilizar a los profesionales en sus luchas partidistas y que escuchen las reivindicaciones de las enfermeras

 

El Consejo General de Enfermería defiende una Atención Primaria liderada por enfermeras especialistas y apoyo tecnológico

 

  • El CGE denuncia que los políticos hacen un uso electoralista y demagógico de la situación de las 330.000 enfermeras españolas y del sistema sanitario, pero desoyen sus reivindicaciones sistemáticamente. 
  • El sistema británico, con centros atendidos exclusivamente por enfermeras y con la prescripción de medicamentos también consolidada, lleva muchos años en vigor con resultados muy satisfactorios para los usuarios. 
  • Sin renunciar a los profesionales que necesita la Sanidad española -con un incremento de 100.000 enfermeras sólo para igualarnos a Europa- el sistema exige reformas urgentes con nuevos modelos organizativos, por ejemplo, en AP con la fuerza de las enfermeras especialistas en Familiar y Comunitaria y un uso creciente de la telesalud como apoyo. 
  • “Que nadie se confunda, las enfermeras quieren hacer funciones de enfermera, no de médico. El clima de colaboración entre profesionales es palpable, los políticos no deben enturbiarlo para atacar a sus rivales”, asegura Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

 

En el clima preelectoral en el que está instalado nuestro país, la tendencia a emplear la Sanidad y la falta de profesionales como arma contra el rival político enturbia las relaciones entre los sanitarios y confunde a la sociedad. “Desde el Consejo General de Enfermería pedimos debates serios sobre los cambios y reformas del sistema sanitario. Un sistema que requiere un replanteamiento de roles y enfoques sin olvidar que, independientemente de que falten médicos en algunas especialidades, está constatada una carencia de cerca de 100.000 enfermeras sólo para igualarnos con la media europea. La indiferencia de los gobernantes ante discriminaciones flagrantes, como el acceso al grupo A de la administración pública sin subgrupos; la falta de desarrollo de las especialidades, o el ignorar la necesidad de desarrollar las competencias de las enfermeras de acuerdo a su amplia formación -pero con cambio de modelo y cobertura jurídica-, es continuo. Ya es hora de que se gesten acuerdos para avanzar en estas líneas en beneficio de toda la ciudadanía. Los debates estériles, maniqueos y estereotipados en torno a la Sanidad no contribuyen a resolver ningún problema y la enfermería española pide un replanteamiento serio del sistema, empezando por la Atención Primaria, la más cercana”, destaca Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

Estos días se hace referencia al modelo británico, con determinados centros sanitarios atendidos exclusivamente por enfermeras y con la prescripción de medicamentos también consolidada y que lleva muchos años funcionando con éxito. Una revisión de estudios desde los años 80, publicada en el BMJ[i], refleja que los resultados de la atención ambulatoria liderada por enfermeras en Reino Unido son equivalentes o mejores en algunos aspectos, además de un potencial ahorro para el sistema (seis euros por consulta, calculado en euros de 2006). Según refleja un reciente informe del Royal College of Nursing de Reino Unido, la satisfacción de los pacientes y los indicadores de seguridad y eficacia, por ejemplo, en menos derivaciones al hospital y mortalidad general[ii]

Otro estudio neerlandés[iii] publicado en la “Cochrane Library,” ha evaluado 18 estudios aleatorios sobre el impacto de las enfermeras como sustitutas de los médicos en distintos ámbitos de la atención sanitaria y llega a la conclusión de que, o bien existe una ligera mejora o puede considerarse equivalente la satisfacción y efectividad, en indicadores como las muertes, control de la presión arterial o satisfacción general del paciente.

Alemania, por ejemplo, estudia nuevos modelos de enfermeras de práctica avanzada en zonas rurales sin médicos de familia ni especialistas y su potencial beneficio en la atención a las personas que sufren alguna forma de demencia[iv] .

Por otra parte, algunas investigaciones, esta vez sobre nuestro propio sistema sanitario, como la publicada por médicos y enfermeras catalanas en “Journal of Advanced Nursing” en 2013, compararon la eficacia de enfermeras frente a médicos en la resolución de enfermedades agudas de baja complejidad en Atención Primaria. Los datos demuestran que las enfermeras resolvieron el 86,3 por ciento de los problemas de salud y que no se observaron diferencias en el grado de satisfacción de las personas atendidas[v].

“Hay que tener en cuenta que las enfermeras no queremos hacer de médicos, nos ceñimos a nuestras competencias, pero es posible resolver muchos problemas de salud y, en el caso de requerirse, se deriva al especialista correspondiente. Cuando hablamos de Atención Primaria, no debemos olvidar que España cuenta con una fuerza de 40.000 enfermeras en este ámbito, de las que casi 15.000 son enfermeras especialistas en Enfermería Familiar y Comunitaria,  cruciales en el nivel primario de atención, cuentan con una formación de 2 años como especialistas además de los 4 años de grado, y sin embargo muchas de ellas no se contratan en Atención Primaria y son contratadas en hospitales, por lo que es urgente un cambio en este modelo”, explica Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería de España.

Por otra parte, “lo que no es viable es perpetuar un sistema sanitario férreo e inamovible justo cuando la pandemia ha hecho evidentes sus carencias. Debemos recurrir a avances en el campo de la telesalud[vi] -bien entendida, no hablamos de hacer videollamadas sin más- y replantear la política de recursos humanos y la organización. Todo ello no implica, ni mucho menos, que los profesionales no constituyan la base y la esencia del sistema. Lo que tenemos seguro es una carencia de enfermeras que nos pone al nivel de países como Chipre, Letonia o Grecia y así es imposible proporcionar a la sociedad los cuidados que requiere. Pero lo que no pueden hacer los políticos es fomentar los enfrentamientos entre profesiones que trabajan juntas de forma colaborativa, ni ensalzar ni denigrar los modelos sanitarios basados en roles de enfermería avanzados. Deben estudiarlos y adoptar aquellos procedimientos y modelos de gestión basados en la evidencia, que funcionen y se puedan adaptar a nuestro sistema sanitario. Basta ya de usar la Sanidad para ganar votos, piensen en los ciudadanos y en los profesionales sanitarios”, concluye Pérez Raya.

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[i] Martin-Misener R, Harbman P, Donald F, et al. Cost-effectiveness of nurse practitioners in primary and specialised ambulatory care: systematic review. BMJ Open 2015; 5:e007167. doi: 10.1136/bmjopen-2014-007167

[ii] Advanced Level Nursing Practice. Royal College of Nursing. June 2018. Review date: June 2021. www.rcn.org.uk

[iii] Laurant M, van der Biezen M, Wijers N, Watananirun K, Kontopantelis E, van Vught AJAH. Nurses as substitutes for doctors in primary care. Cochrane Database of Systematic Reviews 2018, Issue 7. Art. No.: CD001271. DOI: 10.1002/14651858.CD001271.pub3.

[iv]  Kleinke, F., Michalowsky, B., Rädke, A. et al. Advanced nursing practice and interprofessional dementia care (InDePendent): study protocol for a multi-center, cluster-randomized, controlled, interventional trial. Trials 23, 290 (2022). https://doi.org/10.1186/s13063-022-06249-1

[v]  Iglesias B, Ramos F, Serrano B, Fàbregas M, Sánchez C, García MJ, Cebrian HM, Aragonés R, Casajuana J, Esgueva N; PIPA Group. A randomized controlled trial of nurses vs. doctors in the resolution of acute disease of low complexity in primary care. J Adv Nurs. 2013 Nov;69(11):2446-57. doi: 10.1111/jan.12120. Epub 2013 Mar 21. PMID: 23517494.

[vi] María Paz González Esteban, Antonio Manuel Ballesteros Alvaro, María Isabel Crespo de las Heras, Julia Pérez Alonso Evidentia: Intervenciones de Teleenfermería efectivas en Atención Primariarevisión sistemática  Revista de enfermería basada en la evidencia, ISSN-e 1697-638X, Vol. 13, Nº. 55–56, 2016

La teleenfermería mejora la capacidad diagnóstica en emergencias remotas, en la España rural y en Atención Primaria y centros sociosanitarios

 Webinar ‘Telesalud: asistencia sanitaria desde cualquier lugar”

La teleenfermería mejora la capacidad diagnóstica en emergencias remotas, en la España rural y en Atención Primaria y centros sociosanitarios

 

  • Resulta imprescindible que enfermería esté al día de los nuevos dispositivos que no sólo mejorarán la capacidad diagnóstica de los profesionales, sino que puede integrarse en algunos ámbitos del sistema sanitario y solventar barreras como las distancias o la orografía. 
  • En el encuentro, el CGE ha recibido, por cortesía de Comitas e-health, un maletín de telemedicina de última generación que será donado a las enfermeras ucranianas que llevan ya más de un año en guerra. 
  • Durante la sesión se ha realizado una conexión en directo con un buque pesquero en mitad del Océano Atlántico Sur, donde se ha simulado una situación de urgencia real comentada por una enfermera militar. 

La telesalud impacta de forma decisiva en el mundo sanitario. La forma de comunicarnos y de informarnos en la actualidad ha avanzado a pasos agigantados y la llegada de la pandemia sólo ha reafirmado la capacidad que tienen las nuevas tecnologías para facilitar nuestra forma de vivir y de cuidarnos. La telesalud puede ir desde una simple llamada entre enfermeras para valorar la situación de un paciente o puede ser tan compleja como el uso de la robótica a distancia o del empleo de dispositivos plenamente equipados que acerquen la sanidad a cualquier parte del mundo.

Las claves de la telesalud y la incorporación del maletín de telemedicina en el proceso diagnóstico han sido los temas centrales del webinar “Telesalud: asistencia sanitaria desde cualquier lugar”, celebrado por el Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS) del Consejo General de Enfermería (CGE), en colaboración con Comitas e-health, que ha querido ofrecer a las enfermeras y enfermeros información sobre cómo asistir situaciones de emergencia desde cualquier lugar del mundo y sobre si es viable su integración y uso cotidiano en el sistema sanitario, en la Atención Primaria y centros sociosanitarios, pero también la España despoblada y rural.

Con la celebración de este webinar, los expertos han llegado a la conclusión de la necesidad de implantar la telesalud en el sistema sanitario actual, pues garantiza su viabilidad y ofrece herramientas de uso diario que mejoran la calidad de vida de los pacientes en cualquier lugar del mundo. Su uso sentará las bases de un sistema sanitario actualizado y adaptado a las nuevas tecnologías y ofrecerá un acceso exclusivo a la enfermería a un sistema de última generación que permite conectar a profesionales y mejorar la capacidad diagnóstica de los profesionales, pero sin que ello implique renunciar a una dotación necesaria de enfermeras y otros profesionales sanitarios y su criterio profesional prevalezca sobre los fríos datos aislados que ofrece una máquina, por sofisticada que esta sea.

Con este encuentro “hemos querido profundizar en la importancia de la figura de la enfermería en la telesalud, pues su labor es imprescindible, ya que son las encargadas de la prevención, la promoción de la salud y de implantar unos cuidados de excelencia en cualquier parte del mundo. El uso del maletín es una herramienta más que les facilitará sus funciones en situaciones de emergencia y en destinos donde la sanidad es más que necesaria. Para ello, hemos contado con tres ponentes que han puesto en valor la teleenfermería y la capacidad diagnóstica de esta, cambiando por completo el sistema sanitario tal y como lo conocemos”, subraya Pilar Fernández, directora de ISFOS.

Durante la sesión se ha realizado una conexión en directo con un buque pesquero en mitad del Océano Atlántico Sur, cerca de las Islas Malvinas, donde se ha simulado una situación de urgencia real en un lugar remoto. Comentada por una enfermera militar, la capitana enfermera, Ana Ramírez, la simulación ha puesto sobre la mesa la importancia de implantar este mecanismo en el día a día del trabajo enfermero. 

Maletín de telemedicina 

En el ámbito militar, en zonas rurales o incluso en las prisiones. El maletín de telemedicina está presente ya en muchos destinos. Su uso, tal y como se ha presenciado en el desarrollo del webinar -con la demostración de la implantación de la telesalud en directo con un buque pesquero en el Sur del Océano Atlántico- servirá para que las enfermeras puedan realizar labores de asistencia, así como también para poder pedir un diagnóstico médico.

El maletín cuenta con multitud de capacidades, “en función del escenario en el que vaya a utilizarse, el maletín incluye unos u otros aparatos diagnósticos. En general, incluyen un iriscopio, un dermatoscopio, una cámara de exploración general, un oftalmoscopio, un estetoscopio y, a veces, hasta un ecógrafo con sonda lineal arterial y también elementos para tomar la temperatura”, afirma Aquilino Antuña, ingeniero de telecomunicaciones y consejero delegado de Comitas e-health. Todos los elementos diagnósticos se conectan al maletín, cuya autonomía es de 10 horas, por USB y los resultados son enviados directamente al profesional correspondiente que está al otro lado de la conexión, en el hospital o centro de salud, dependiendo del caso. Además, su funcionamiento es sencillo y cuenta con un monitor táctil que puede utilizarse con guantes y un menú de acceso rápido e intuitivo, sin submenús que puedan dificultar su manejo.

En un espacio pequeño, las enfermeras tendrán la posibilidad de solventar dudas con su centro de referencia más próximo y así realizar un diagnóstico de forma autónoma. Ellas son las líderes de este proceso, pues están capacitadas para, con el uso del maletín, hacer un primer filtro del paciente y posterior diagnóstico. “Un punto importante de la telesalud es que no siempre se trata de una urgencia vital de salvar vidas. Las enfermeras salvamos vidas con la prevención, el diagnóstico precoz, la evacuación o el tratamiento. Este tipo de herramientas son importantes para hacer ese primer filtro, ya que la prevención es lo que más vidas salva. Como enfermeras militares sabemos todo lo que rodea a los pacientes, desde la climatología de la zona donde están desplegados, las enfermedades presentes o incluso la casuística de la zona. Eso nos permite saber cómo vamos a coordinar y centrar esa patología”, cuenta la capitán enfermera Ana Ramírez del Servicio de telemedicina del Hospital Central de la Defensa. Centro de vida y esperanza (Comunidad de Madrid).

Capacidad diagnóstica

Con el uso del maletín de telemedicina la capacidad diagnóstica de las enfermeras se incrementa, lo que hace que enfermeras que están en zonas menos accesibles, como puede ser la España rural o incluso la enfermería penitenciaria, puedan recibir el asesoramiento de otros compañeros o atender a pacientes en riesgo. “Trabajar en remoto para aportar el mejor cuidado y la mejor atención a la gente que lo necesita. Eso es la telesalud. Cada vez son más los dispositivos que tienen ese desarrollo tecnológico. Yo me encuentro en una población rural donde a muchos kilómetros se encuentra el primer hospital o centro de salud y como enfermera es importante disponer de esta herramienta con la que puedo monitorizar a la población y ayudarles en situaciones críticas. Es fundamental para poder tener más información y, con el juicio crítico que tenemos las enfermeras, nuestras competencias y conocimientos, tener herramientas suficientes para valorar y diagnosticar a ese paciente”, cuenta Almudena Santano, directora de enfermería del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid).

Implantación de la telemedicina

La implantación de la telesalud cambia el concepto de sistema sanitario tal y como se conoce. “No es lo mismo hablar de Madrid que de un entorno verdaderamente rural donde están más limitados los servicios, el tiempo y la ubicación. En ese sentido, disponer de este tipo de herramientas junto con un profesional entrenado y capacitado cambia el concepto, ya que es alguien que se siente seguro usando el dispositivo y que cuenta con el apoyo necesario para dar respuesta con un diagnóstico. La formación durante todo el tiempo de la práctica y de la formación enfermera nos da los conocimientos y actitudes para poner en marcha este tipo de herramientas”, prosigue Santano.

En el ámbito militar la telemedicina cobra, si cabe, todavía más sentido la implantación de la teleenfermería, porque “no se puede tener un enfermero o médico en todas las misiones que tenemos desplegadas. Cuando el ejército manda a un profesional a una misión, el soldado tiene que estar cubierto de la misma forma que si no estuviera desplegado, debe tener un acceso total a la salud. Esto para el soldado probablemente no sea una prioridad en muchos casos, pero para sus familias es imprescindible. Es una forma diferente de utilizar los recursos, que desahoga la Atención Primaria, que minimiza los procesos y que asegura un diagnóstico real a los pacientes”, concluye Ramírez.

Donación

Para hacer llegar una asistencia de calidad a las zonas más remotas del mundo o que se encuentran en una situación crítica, el CGE ha recibido, por cortesía de Comitas e-health, un maletín de telemedicina de última generación que donará a las enfermeras ucranianas que llevan ya más de un año en guerra. Con esta entrega, el CGE logrará poner en contacto al personal sanitario presente en campos de refugiados con enfermeras y médicos especialistas que se encuentren en otros lugares. Además de posibilitar la videoconferencia por satélite, fibra o Wifi, según la zona, el maletín incluye numerosos aparatos diagnósticos que permiten monitorizar al paciente y compartir los resultados para que se pueda realizar un diagnóstico, establecer un tratamiento y, en su caso, determinar un traslado urgente.

Con la llegada del maletín a Ucrania, las enfermeras tendrán la posibilidad de monitorizar al paciente y consultar, en su caso, con otros profesionales para la toma de determinadas decisiones. De esta forma, en el supuesto de un problema de corazón será posible la conexión con un cardiólogo. “Nuestra tecnología puede ser muy útil, sobre todo en los campos de refugiados, donde hay muchos niños, mujeres embarazadas y gente mayor que precisan atención sanitaria, a menudo, experta. Estos maletines brindan la posibilidad de poner en contacto a ese personal sanitario con la enfermera o el médico experto que se precise en cada caso. Por ello, en colaboración con Alegría Activity y la Fundación Ángel Nieto, decidimos hacer una marcha solidaria para recaudar fondos e invertirlos en unos de estos maletines. Hecho el reto y conseguido los fondos, hemos querido donarlo al CGE, por su compromiso con las víctimas de la guerra, para que lo hagan llegar en su próximo envío”, cuenta Antuña.

A principios de mayo, la Organización Colegial de Enfermería enviaba 16 toneladas de material sanitario a Ucrania con el objetivo de atender a los heridos de guerra. Desde entonces, la organización, junto a sus colegios provinciales y consejos autonómicos, ha continuado trabajando en la recaudación de fondos y materiales para llevar a cabo un segundo envío. “En cuanto comenzó la guerra en Ucrania nos dimos cuenta de que las enfermeras teníamos que ayudar. Así lo hicimos con el envío de 16 toneladas de material sanitario. Tras la celebración de este webinar, creemos que este dispositivo de telesalud permitirá atender en remoto a muchas personas. Es una satisfacción hacer llegar a los campos de refugiados un equipo de telemedicina como este que será de gran utilidad para mejorar la atención de las personas que se encuentran allí”, concluye Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

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El CGE pide al Gobierno que apoye a las mujeres enfermeras investigadoras para avanzar en la evidencia científica y mejorar los cuidados a una población cada vez más envejecida

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Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia

 El CGE pide al Gobierno que apoye a las mujeres enfermeras investigadoras para avanzar en la evidencia científica y mejorar los cuidados a una población cada vez más envejecida 

  • Con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se celebra este sábado 11 de febrero, la institución que aglutina a una de las profesiones más feminizadas del sistema sanitario (85% mujeres) considera imprescindible dar mecanismos a las enfermeras para que puedan investigar sin tener que renunciar a su vida familiar y personal. 
  • “La falta de tiempo, inversión y apoyo de las instituciones son todavía una enorme barrera para el avance de la enfermería. Además, en muchas ocasiones la conciliación entre investigación y familia hace que muchas enfermeras mujeres tengan que abandonar su trayectoria profesional”, afirma Raquel Rodríguez Llanos, vicepresidenta del Consejo General de Enfermería. 
  • Para dar a conocer cómo era y cómo es la investigación en el campo de los cuidados, la institución ha lanzado un vídeo en el que ha reunido a dos generaciones de enfermeras para conocer cómo ha evolucionado en las últimas tres décadas. 

El Consejo General de Enfermería insta a las administraciones a apoyar y apostar por la investigación enfermera para potenciar la evidencia científica de la profesión y mejorar así la calidad de vida y los cuidados de los pacientes. En un momento como el actual, en el que el sistema sanitario tiene que atender a personas cada vez más envejecidas, pluripatológicas y con enfermedades crónicas, es imprescindible que los cuidados enfermeros estén estandarizados. Por ese motivo, la investigación es fundamental para regular estos cuidados y continuar creciendo como profesión. Con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se celebra este sábado 11 de febrero, la institución que aglutina a una de las profesiones más feminizadas del sistema sanitario (85% mujeres) considera imprescindible dar mecanismos a las enfermeras para que puedan investigar sin tener que renunciar a su vida familiar y personal.

“Nos costó muchos años que la enfermería accediese a estudios de máster y doctorado. Antiguamente, la investigación enfermera se quedaba en los pasillos de los hospitales, pero ahora podemos publicar trabajos, realizar investigaciones oficiales y dar evidencia científica a nuestra profesión. Aun así, la falta de tiempo, inversión y apoyo de las instituciones son todavía una enorme barrera para el avance de la enfermería. Además, en muchas ocasiones la conciliación entre investigación y familia hace que muchas enfermeras mujeres tengan que abandonar su trayectoria profesional”, afirma Raquel Rodríguez Llanos, vicepresidenta del Consejo General de Enfermería.

Aunque es cierto que en las tres últimas décadas la investigación enfermera ha ido avanzando paso a paso, todavía hoy existen muchas trabas para lograr trabajos científicos de calidad. De hecho, en muchas ocasiones las enfermeras tienen que sacrificar su tiempo libre para poder investigar. “No podemos consentir que haya mujeres investigadoras que se queden a medio camino por falta de tiempo. Las administraciones deben comprometerse y apoyar esta labor, tan importante para los cuidados de toda la población. Es necesario que se regule esta situación y que se entienda que sin evidencia científica la profesión no avanza, y sin avances los cuidados se quedan también obsoletos”, subraya Rodríguez Llanos.

Para dar a conocer cómo era y cómo es la investigación en el campo de los cuidados, desde el Consejo General de Enfermeria, presidido por Florentino Pérez Raya, se ha reunido a dos generaciones de enfermeras con el objetivo de conocer cómo ha evolucionado en las últimas tres décadas… Marifé Gamo y Mª Ángeles Sánchez han compartido experiencias, vivencias y trayectoria en un vídeo que se puede ver ya en Canal Enfermero y que es de uso público. A pesar de los avances, ambas coinciden: “Las enfermeras lo hacemos en nuestro tiempo libre”.

Departamentos de investigación enfermera

“En los años 90 no existía ningún departamento de investigación enfermera. Debido a mi condición persona y profesional, en general he podido hacer casi todo lo que me he propuesto, pero ha habido estudios y actividades que no he podido realizar por falta de tiempo”, explica Marifé, enfermera con más de 30 años en el mundo de la investigación.

Por su parte, y en este ejemplo sí que se puede un grandísimo avance, Mª Ángeles Sánchez, enfermera con 10 años de investigación a sus espaldas, reconoce que la primera vez que comenzó una investigación fue con una compañera y tras el avance inicial, “llegó un momento en el que nos faltaban conocimientos y pudimos recurrir a la unidad de investigación enfermera de nuestro centro de trabajo, donde nos ayudaron mucho, nos guiaron y aconsejaron”.

En cuanto a la brecha de género, ambas también están de acuerdo. Por su parte, Marifé reconoce que hace 30 años siempre le pareció curioso que, a pesar de que los enfermeros hombres eran una mínima parte, los puestos directivos en su mayoría estaban ocupados por ellos. Asimismo, Mª Ángeles reconoce que, actualmente, ante igualdad de condiciones con una pareja de enfermero y enfermera, suelen terminar siendo ellas las que sacrifican su carrera profesional para la conciliación familiar.

El CGE, a través del Instituto Español de Investigación Enfermera, tiene como uno de sus principales objetivos es potenciar y hacer visible la investigación enfermera. De hecho, en los presupuestos generales de la organización se contemplan hasta dos millones de euros en ayudas para la investigación. Hace tan sólo unas semanas, seis mujeres enfermeras se alzaron con los galardones de la segunda edición de los Premios de Investigación Enfermera, organizados por la institución. Premios y reconocimientos como este animan a las enfermeras a continuar con sus investigaciones y a lanzarse a nuevos proyectos.

“Entendemos la investigación en cuidados como una parte esencial y motor de impulso para el crecimiento de la profesión y desde el Instituto de Investigación intentamos reforzar ese sentimiento entre todas nuestras compañeras y también entre las instituciones. No entendemos la enfermería sin avances de investigación, al igual que no se puede entender la mejora de los cuidados sin evidencia científica publicada”, resalta Guadalupe Fontán, coordinadora del Instituto Español de Investigación Enfermera.

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El CGE presenta, junto a Policía Nacional, su plan integral contra las agresiones a enfermeras que incluye formación, información, atención jurídica y psicológica

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El CGE presenta, junto a Policía Nacional, su plan integral contra las agresiones a enfermeras que incluye formación, información, atención jurídica y psicológica

 

  • En la rueda de prensa se han presentado los últimos datos del Observatorio de Agresiones del Consejo General de Enfermería, correspondientes al año 2021, donde se han registrado un total de 1.629 agresiones a enfermeras, cifra similar a la del año anterior, cuando se contabilizaron 1.657 agresiones.
  • Para Florentino Pérez Raya, presidente del CGE, “hay límites que no se pueden traspasar, porque la abnegación de nuestras profesionales no implica soportar vejaciones ni agresiones. Con la violencia, ya sea verbal o física, debemos tener tolerancia cero. No hay justificación alguna para sentir miedo o sufrir lesiones, amenazas ni vejaciones cuando uno simplemente desempeña su labor en su puesto de trabajo. Y menos cuando su trabajo consiste en salvar vidas, en cuidar de la salud de las personas”.
  • Con este plan “queremos dejar muy claro a las enfermeras y enfermeros que no están solas, que ante cualquier agresión, amenaza, insulto o acoso van a encontrar todo el apoyo en sus colegios profesionales, en el Consejo General de Enfermería y, por supuesto, en la Policía Nacional, la Guardia Civil y otros cuerpos autonómicos”, ha añadido Pérez Raya. 

El Consejo General de Enfermería ha presentado esta mañana un plan integral contra las agresiones a enfermeras, elaborado en colaboración con el Interlocutor Policial Sanitario de Policía Nacional. En él se incluyen medidas de formación, información, atención jurídica y psicológica destinadas a las 330.000 enfermeras de nuestro país.

Como ha explicado Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, “las enfermeras y enfermeros de España se enfrentan cada día a hacer su trabajo con una presión asistencial brutal debido al déficit crónico de profesionales que arrastra nuestro país. De hecho, hacen falta casi cien mil enfermeras para equipararnos a nuestros vecinos europeos. Han soportado estrés, condiciones laborales infames, menosprecio de la Administración, contagiarse y morir durante la pandemia por enfrentarse al virus sin medidas de protección… Todo eso y mucho más lo soportan por sus pacientes, por su vocación inquebrantable”.

Sin embargo, para el presidente de las 330.000 enfermeras españolas “hay límites que no se pueden traspasar, porque la abnegación de nuestras profesionales no implica soportar vejaciones ni agresiones. Con la violencia, ya sea verbal o física, debemos tener tolerancia cero. No hay justificación alguna para sentir miedo o sufrir lesiones, amenazas ni vejaciones cuando uno simplemente desempeña su labor en su puesto de trabajo. Y menos cuando su trabajo consiste en salvar vidas, en cuidar de la salud de las personas”.

Últimos datos

En la rueda de prensa se han presentado los últimos datos del Observatorio de Agresiones del CGE, correspondientes al año 2021, donde se han registrado un total de 1.629 agresiones a enfermeras, cifra similar a la del año anterior, cuando se contabilizaron 1.657 agresiones. Por comunidades autónomas, Andalucía es lo que ha registro un mayor número de estos sucesos, con 612, seguida de Navarra (167), Castilla y León (161), Galicia (154) Islas Baleares (143), Castilla-La Mancha (112) y Murcia (102).  Por el contrario, las regiones que menos agresiones han notificado son Extremadura (1), Melilla (1), Cantabria (3), Aragón y Canarias (7, cada una) y Cataluña (8). Si bien no hay datos del País Vasco.

Como ha explicado Diego Ayuso, secretario general del CGE y director del Observatorio de Agresiones, “estos datos no reflejan el total de las agresiones reales. Sabemos que hay una infra notificación de incidentes violentos en nuestros centros sanitarios, especialmente cuando se refieren a insultos y amenazas, porque no se denuncian. De ahí, que desde el Consejo General de Enfermería siempre insistamos en la necesidad de denunciar estos hechos, pues una agresión, ya sea física o verbal, que no se denuncia, es un hecho que no se conoce, y por tanto, no existe”.

Para Florentino Pérez Raya, a su juicio, “las enfermeras no somos responsables de los males del sistema, de las demoras en la atención, de la falta de recursos, de no poder atender sus expectativas. De hecho, en muchas ocasiones somos quienes también sufrimos todos esos problemas de nuestro sistema sanitario”, ha añadido Pérez Raya. Por eso, desde el CGE piden la colaboración de todos: de los políticos para que pongan soluciones a los problemas de la profesión; de los ciudadanos, “comprensión y solidaridad, que censuren los comportamientos delictivos y violentos, que alerten cuando puede darse una situación de violencia, que intervengan si es preciso y que testifiquen si son requeridos”, y, de las enfermeras, que “no deben dejar pasar la más mínima vejación”, y denuncien “cualquier agresión a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ante su hospital y ante los Colegios Profesionales”. Además, también ha recordado que tienen a su disposición el Observatorio de Agresiones del CGE.

De la misma opinión es el comisario Manuel Yanguas, Interlocutor Policial Sanitario de Policía Nacional, pues tal y como ha señalado en su intervención “una de las funciones del Interlocutor Policial Sanitario va encaminada a concienciar a las víctimas de las agresiones de la necesidad de denunciar los hechos y a los autores. La denuncia es un requisito imprescindible para poder afrontar con éxito la lucha contra las agresiones. También es vital para acabar con la reincidencia, pues se estima que el 19% de los agresores vuelve a protagonizar un incidente violento. Sólo si se percibe la tolerancia cero con estos comportamientos podremos atajarlos”, ha subrayado.

Para Santiago García San Martín, presidente del Observatorio de Seguridad Integral de Centros Hospitalarios (OSICH), “no podemos asumir estas agresiones como algo «normal» fruto de la sociedad en la que vivimos. Es una situación que debemos abordar tanto a nivel institucional, reconociendo el problema, como al nivel de las organizaciones sanitarias, gestionando el riesgo. Para ello no debemos limitarnos a acumular medios de seguridad sin ni siquiera realizar un análisis de cuáles son las causas ni cuáles son los medios de seguridad adecuados para su abordaje en cada una de las organizaciones”.

“La agresión a un sanitario no solo afecta a la persona que la sufre, sino que afecta al resto de sus compañeros y a su organización, que va a tener que dedicar muchos recursos para formar e incorporar al personal que supla a este trabajador”. Por ello, a juicio de García San Martín, “para poder gestionar este riesgo es fundamental la implantación de la figura del director de seguridad en las organizaciones sanitarias. Donde ya existen su labor es fundamental, pues mediante la prevención, conseguimos reducir tanto el número como la gravedad de las agresiones, generando valor a la sociedad ya que contribuimos a mejorar la atención sanitaria a la población”, ha añadido.

Plan integral

Precisamente para prevenir situaciones violentas en la práctica asistencial diaria y para afrontar la agresión en caso de que se produzca, el CGE ha presentado un plan integral, realizado en colaboración con Policía Nacional. Como ha resaltado el presidente del CGE, con este plan “queremos dejar muy claro a las enfermeras y enfermeros que no están solas, que ante cualquier agresión, amenaza, insulto o acoso van a encontrar todo el apoyo en sus colegios profesionales, en el Consejo General de Enfermería y, por supuesto, en la Policía Nacional, la Guardia Civil y otros cuerpos autonómicos”, ha añadido Pérez Raya.

Este plan integral incluye un curso formativo gratuito, impartido por el Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS), de 20 horas de duración, en colaboración con el equipo de interlocutor policial sanitario. Como ha explicado el comisario Yanguas, “queremos dotar a las 330.000 enfermeras españolas de técnicas y herramientas de prevención y gestión eficaz de situaciones de violencia en su puesto de trabajo o con ocasión de él. Así, en este curso se trabajan aspectos como la normalización de la violencia verbal, la importancia de la denuncia como forma eficaz de prevenir la violencia y técnicas concretas en el ámbito de la comunicación verbal y no verbal, además de tratar la detección precoz de la conducta agresiva”.

El contenido de esta formación, que será exclusivamente online, está estructurado en 7 temas que cuentan con material escrito y el apoyo audiovisual de píldoras formativas en formato vídeo para que el alumno pueda realizar un estudio pormenorizado. La matrícula se podrá realizar en la página web de ISFOS (https://www.isfos.com/) y dará comienzo el próximo 20 de febrero.

Entre los materiales elaborados para este curso se incluye una infografía y un vídeo animado con los principales consejos para evitar las agresiones a enfermeras. En ellos se refleja cómo prevenirlas, qué hacer durante el incidente, cómo actuar en visitas domiciliarias y qué hacer después de la agresión. También se ofrece información sobre el Interlocutor Policial Sanitario.

Como complemento a esta información Canal Enfermero – la televisión en YouTube del Consejo General de Enfermería- ha realizado un nuevo espacio de “Cuídate con tu enfermera”, en el que se recrean distintas situaciones de una consulta de enfermería y en el que la enfermera Silvia Fernández nos da las claves para prevenir y actuar frente a una agresión. En él se incluyen consejos para las enfermeras que pueden ser útiles en cualquier centro de trabajo.

Campaña en redes sociales

Dentro del plan integral del CGE también se incluye una campaña en sus redes sociales, que empezará a difundirse desde hoy mismo en la que el Consejo General de Enfermería en la que se pide la colaboración ciudadana para acabar con las agresiones a enfermeras. “En la gran mayoría de las agresiones, cualquiera de nosotros podemos ser testigos: estamos trabajando como enfermero y en la consulta de al lado escuchamos gritos o golpes, estamos en la sala de espera como paciente y vemos a una persona agresiva y nerviosa, seguimos en redes sociales a un profesional sanitario y leemos mensajes amenazantes. Podemos atajar todas estas situaciones si como profesionales, como pacientes, como ciudadanos también intervenimos para pararlas: avisando, denunciando estos hechos de los que hemos sido testigos. En nuestra mano también está evitar que lleguen a producirse y eso es en lo que incide esta campaña en redes sociales que hemos elaborado”, ha detallado el secretario general del CGE.

Programa de protección

Finalmente, desde el Consejo General de Enfermería también se está trabajando, en colaboración con los colegios provinciales de Enfermería en un programa de protección a enfermeras frente a las agresiones, como apoyo a aquellos profesionales que hayan sido víctimas de cualquier episodio violento. Como ha explicado Diego Ayuso, secretario general del CGE, “este programa incluye un proyecto piloto con teléfono de soporte jurídico 24 horas, así como un servicio de asistencia psicológica ante casos de agresiones. Se están ultimando los detalles para su implantación a lo largo de este año”.

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El CGE insta a implantar enfermeras gestoras de casos en todos los niveles asistenciales para abordar de forma integral el proceso del paciente oncológico

Día Mundial contra el Cáncer 

El CGE insta a implantar enfermeras gestoras de casos en todos los niveles asistenciales para abordar de forma integral el proceso del paciente oncológico 

  • Las enfermeras afirman que la instauración de estos roles favorecerá un uso más eficiente de los recursos, aumentará la calidad de la atención, mejorará la atención de los pacientes y sus familias y minimizará el tiempo entre procedimientos. 
  • El presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, ha resaltado que “establecer con claridad el rol de las enfermeras/os como gestores de casos reforzará la coordinación entre niveles y acompañará al paciente y sus familias a lo largo de todo el proceso, desde la prevención hasta los cuidados paliativos en una enfermedad que, por desgracia, incrementa su incidencia con el paso de los años y se ha vuelto crónica en muchos casos”. 
  • En el tratamiento del cáncer, la enfermería especialista en Familiar y Comunitaria y gestora de casos realiza un abordaje integral del paciente, convirtiéndose en un pilar básico con perfiles específicos que se adaptan a una enfermedad cambiante. 

El Consejo General de Enfermería (CGE), con motivo del Día Mundial contra el Cáncer, que se conmemora este sábado 4 de febrero, reclama la integración de los nuevos roles de enfermería, como las gestoras de casos o comunitarias, para lograr un abordaje integral en el proceso del paciente oncológico. La institución apunta que la integración de esta figura favorecerá un uso más eficiente de los recursos, aumentará la calidad de la atención a los pacientes y sus familias y minimizará el tiempo que transcurre entre procedimientos, acompañando a los pacientes desde la prevención y promoción de la salud hasta los cuidados paliativos.

El cáncer es una de las enfermedades más prevalentes en la sociedad y que mayor preocupación atañe en lo que a salud pública se refiere. Tanto que es la segunda causa de muerte en España. Tal y como indica el informe de estimaciones elaborado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y la Red Española de Registros de Cáncer (Redecan), los casos estimados de cáncer para 2023 son de 279.260, siendo 158.544 los casos en hombres y 120.715 en mujeres, destacando el de próstata, pulmón y mama como los de mayor incidencia. Una tasa que muestra la magnitud de esta enfermedad en la población y el riesgo de padecerla en un futuro próximo.

Abordaje integral

Las experiencias que experimenta cada paciente con cáncer difieren mucho unas de otras. Sin embargo, la conclusión a la que ha llegado el Comité Científico All.Can Spain, del que forma parte el CGE, es que los pacientes con cáncer sufren una profunda confusión en el proceso del cáncer y todo ello parte desde el diagnóstico. Por ello, la figura de la enfermera especialista en Familiar y Comunitaria y la gestora de casos facilita esa coordinación necesaria entre equipos para ofrecer a los pacientes un abordaje integral que vaya desde la mejora de herramientas en Atención Primaria, garantizando la prevención y promoción de la salud, siga por la comunicación e información estructurada a los pacientes y continúe con el apoyo psicosocial del mismo, elementos que formarán parte de un desarrollo de atención de calidad del paciente oncológico.

“El cáncer es una enfermedad cambiante y, por ello, es necesaria la figura de las enfermeras especialistas y expertas como las de Atención Primaria y las gestoras de casos, una figura que cuenta con un perfil muy específico capaz de realizar un tratamiento integral de estos pacientes. Es necesario establecer con claridad los nuevos roles de enfermería porque eso reforzará la coordinación entre niveles y acompañará al paciente y sus familias a lo largo de todo el proceso, desde la prevención hasta los cuidados paliativos en una enfermedad que, por desgracia, incrementa su incidencia con el paso de los años y se ha vuelto crónica en muchos casos. Las enfermeras son fundamentales en todos los niveles asistenciales y las administraciones deben apostar por ellas, pues son imprescindibles para ayudar y acompañar a los pacientes desde el inicio de la enfermedad”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

Enfermeras Gestoras de Casos

Gracias a su visión holística, las enfermeras, como profesionales más cercanos a los pacientes, son imprescindibles para detectar a tiempo posibles casos. Por ello, reclaman una mejora de las herramientas para poder agilizar el diagnóstico de estos casos y así contribuir a salvar vidas. “Las enfermeras están presentes en todo el circuito oncológico, desde la prevención y promoción de la salud, hasta la detección precoz de posibles síntomas, siguiendo con la atención y tratamiento de los pacientes que viven el cáncer como un proceso crónico, en muchos casos, hasta el acompañamiento al final de la vida con los tratamientos paliativos. Es fundamental que se tenga en cuenta a las enfermeras como parte del equipo multidisciplinar de Atención Primaria porque favorecen el uso eficiente de los recursos gracias a su visión holística del sistema, su capacidad de gestión y análisis de los cuidados y a su mayor accesibilidad. Sin duda, su implantación real en todos los ámbitos supone una mejora de la calidad de vida no sólo de los pacientes, sino también de sus familiares y todo su entorno y, por supuesto, del sistema sanitario”, concluye Pérez Raya.

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El Consejo General de Enfermería avanza para que sus profesionales de la sanidad privada puedan prescribir medicamentos antes del verano

 El Consejo General de Enfermería avanza para que sus profesionales de la sanidad privada puedan prescribir medicamentos antes del verano

 

  • La comisión de prescripción de la Organización Colegial de Enfermería se ha reunido para avanzar en la prescripción enfermera en el ámbito de la sanidad privada. El objetivo es que las enfermeras puedan incorporarse a la plataforma electrónica que ya comparten otros profesionales sanitarios como médicos, farmacéuticos, podólogos y veterinarios. 
  • Mientras las enfermeras que trabajan en la sanidad pública pueden desarrollar esta competencia, las que lo hacen en la privada continúan sin poder hacerla efectiva. El compromiso de la Organización Colegial y de su Consejo General es que sea una realidad en la primera mitad del año. 
  • El Consejo General de Enfermería trabaja también en el desarrollo e implementación de una herramienta digital, e-Cuidados, que permitirá a sus profesionales consultar gratuitamente las características e interacciones de todos los fármacos que pueden prescribir. 

Médicos, veterinarios, podólogos y farmacéuticos que trabajan en la sanidad privada comparten una misma plataforma para la prescripción electrónica de medicamentos. Desde que en 2018 se aprobara el Real Decreto que reconoce la competencia enfermera para la indicación y dispensación de medicamentos y productos sanitarios, el objetivo de la Organización Colegial y del Consejo General de Enfermería ha sido que las enfermeras que ejercen su profesión fuera del ámbito público puedan también incorporarse a este sistema electrónico.

Este ha sido uno de los ejes centrales del encuentro mantenido por la comisión de prescripción de la Organización Colegial, compuesta por presidentes de distintos colegios provinciales y miembros de la ejecutiva del Consejo.

Desde el Organización Colegial y el Consejo, su presidente, Florentino Pérez Raya insiste en la necesidad de hacer efectiva esta competencia: “nuestra voluntad es que todas las enfermeras y enfermeros del territorio nacional puedan incorporar la prescripción a su día a día. Es cierto que en la pública el proceso está muy avanzado y son ya muchos los profesionales que lo han incorporado, pero nos quedaban algunas cuestiones pendientes en el ámbito de la sanidad privada. Desde el Consejo y la Organización Colegial estamos trabajando para que todos nuestros profesionales puedan ejercer este derecho que redunda no sólo en un reconocimiento de competencias sino en una mayor agilidad del sistema y, por tanto, en un claro beneficio para nuestros pacientes. Creemos que lo más sencillo y lógico es que nuestras enfermeras del ámbito privado puedan utilizar la misma plataforma que emplean otros profesionales sanitarios, sin embargo, es cierto que el proceso es complejo y requiere de tiempo. Aún así, nuestra voluntad es que en el primer semestre del año todas las enfermeras del ámbito privado puedan empezar a prescribir”.

Plataforma e-Cuidados

Asimismo, desde el Consejo General de Enfermería se está trabajando en el desarrollo e implementación de una herramienta digital, e-Cuidados, que permitirá a sus profesionales consultar todos los medicamentos y productos sanitarios que pueden prescribir y acceder tanto a sus características e indicaciones como posibles interacciones. “Esta plataforma será de acceso gratuito para todas nuestras enfermeras y enfermeros y se irá actualizando a medida que se vayan incorporando nuevos medicamentos”, ha señalado el presidente de la organización.

Guías de prescripción

En estos momentos, todas las enfermeras pueden ya acreditarse para prescribir tanto medicamentos que no precisan prescripción médica como productos sanitarios así como determinados medicamentos sujetos a prescripción médica que progresivamente se están incorporando.

El listado de fármacos sujetos a prescripción médica que pueden prescribir las enfermeras abarca ya cinco ámbitos: heridas, diabetes, hipertensión, quemaduras y ostomías. Todos ellos, ámbitos con una clara competencia enfermera. Su incorporación al arsenal de medicamentos que las enfermeras pueden prescribir se realiza mediante la publicación de guías en las que el Consejo General de Enfermería trabaja junto al Ministerio de Sanidad, las Comunidades Autónomas y representantes de otras profesiones sanitarias como médicos y farmacéuticos. Se trata, por tanto, de guías que cuentan con un amplio consenso y respaldo tanto profesional como administrativo.

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